El Mandarino es uno de esos tesoros escondidos que vale mucho la pena descubrir. Está en un local pequeñito y sin pretensiones en la Condesa, lejos del bullicio de calles como Tamaulipas o Nuevo León. Es tan discreto que fácilmente pasa desapercibido: no tiene letrero, rótulo ni marquesina que indique que has llegado. De hecho, lo único que delata su existencia es una modesta mesa de madera en la banqueta, casi siempre ocupada por gente disfrutando de su comida. ¡Y qué comida!

Aunque su nombre suene a villano de Marvel, El Mandarino es un lugar que no presume, pero que sorprende con una carta breve de platillos chinos y asiáticos con un toque casero, precios muy accesibles y una sazón que te hace querer volver.
Nosotros llegamos gracias a una recomendación y, tal como nos advirtieron, el lugar es diminuto. Afuera, una sola mesa para cuatro; adentro, otra para dos personas y una pequeña barra con espacio para tres más. Todas estaban ocupadas, pero el personal, muy amable, nos armó una mesa en la “terraza”… es decir, en la banqueta. ¡Y llegamos justo a tiempo! Porque poco después ya había fila de espera.

El menú, es pequeño, pero perfecto. Está dividido en tres secciones: entradas y sopas, vegetales y pastas, y especialidades. No hay demasiadas opciones, pero cada una suena tan rica que cuesta decidir. Éramos solo dos personas, pero teníamos antojo de todo. Después de un rato de platicar con el mesero y evaluar nuestras opciones, pedimos dos entradas, una pasta y dos especialidades. Lo mejor de todo: puedes pedir medias porciones, así que probar más platillos es parte del encanto. ¡Ideal para quienes tienen el antojo al tiro!
Para que te des una idea, empezamos con unos Rollos Chinos Chipon (rollitos primavera rellenos de trucha salmonada y queso crema) y unos dumplings de cerdo con jengibre. Luego pedimos media orden de Tallarines Chinos (noodles) y, como platos fuertes, un Pollo al curry amarillo estilo Thai y una Res Sichuan, crocante y bañada en una salsa dulce con chiles. ¡Todo estaba delicioso! Eso sí, la res picaba más de lo esperado, así que pedimos media orden de arroz jazmín al vapor (gohan) para bajar la enchilada.

Y eso no es todo. También ofrecen Camarones empanizados tipo Eby Fry, Costillas a la BBQ, Arroz Thai, Chop Suey, Pollo Kungpao, Res en salsa de ostiones, Camarones en salsa de mandarina y Pescado Hunan, entre otras delicias. Para el postre, puedes elegir entre el Tempura helado (pan frito relleno de helado) o los Rollos chinos dulces con queso crema y zarzamora. ¿Ya se te hizo agua la boca?
¿Y lo mejor de todo? ¡El precio! Comimos riquísimo y como si no hubiera mañana por unos $350 por persona (éramos dos). Las porciones están pensadas para compartir, así que si vas con más personas puedes probar más cosas y el gasto por persona baja aún más.

Salimos felices de El Mandarino. Es una joyita que ofrece sabores asiáticos auténticos, bien preparados y sin romper el cochinito. Sin duda, una de las mejores opciones para comer comida china de buena calidad y a precios amigables. No solo te lo recomiendo: seguro yo también volveré para seguir probando todo lo que ofrece.
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Dirección: Pachuca #142, Colonia Condesa, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Horario: Lunes a sábado de 13:00 a 21:00 hrs., domingo de 13:00 a 19:00 hrs.
Instagram: instagram.com/mandarinocondesa
Facebook: facebook.com/ElMandarinoCondersa

Apasionado de la comida, siempre en busca de nuevos rincones donde disfrutar sabores únicos. Maestro de yoga y meditación, combina su espíritu tranquilo con su amor por la aventura como ciclista urbano. Admirador de la cultura mexicana, explora la magia de la Ciudad de México.