La figura de Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, continúa despertando interés y emoción entre el público. La exposición Cuauhtémoc. Historia y memoria, albergada en el Museo del Templo Mayor (MTM), ha sido visitada por más de 230 mil personas desde su inauguración en diciembre de 2024, y debido a su éxito, permanecerá abierta hasta el domingo 25 de mayo de 2025.
Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta muestra ofrece un acercamiento profundo a la vida, muerte y legado de uno de los personajes más emblemáticos del pasado mesoamericano. Conformada por una treintena de piezas arqueológicas, históricas y artísticas, la exposición retrata a Cuauhtémoc no solo como líder militar, sino como símbolo de resistencia indígena y figura central en la memoria nacional.
Entre los objetos más destacados se encuentran dos bajorrelieves de tezontle rojo hallados en 2021 durante las excavaciones del Proyecto Templo Mayor, los cuales muestran representaciones del águila real, en alusión directa al significado del nombre Cuauhtémoc: el águila que desciende. Estos bajorrelieves se exhiben al público por primera vez, junto con otros materiales clave que permiten reconstruir la historia del último tlatoani.
El recorrido curatorial —diseñado por un equipo encabezado por el investigador emérito Eduardo Matos Moctezuma y la directora del museo, Patricia Ledesma Bouchan— se organiza en ocho núcleos temáticos. A través de ellos, los visitantes pueden conocer desde la genealogía de Cuauhtémoc y su formación en el Calmécac, hasta los dramáticos episodios vividos durante la invasión española y su trágico destino en la expedición a Honduras encabezada por Hernán Cortés.
La exposición también analiza cómo su figura ha sido reinterpretada desde la época virreinal hasta la actualidad, consolidándose como emblema de libertad, dignidad y resistencia frente al poder colonial.
Ubicado en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México (calle Seminario 8), el Museo del Templo Mayor abre sus puertas de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 h. El acceso general tiene un costo de 100 pesos.
Una oportunidad imperdible para redescubrir al último gran defensor de Tenochtitlan y comprender por qué su legado sigue tan vigente como hace 500 años.