¿Alguna vez te has preguntado por qué se llama Indios Verdes una de las estaciones más transitadas del Metro de la Ciudad de México? La respuesta tiene que ver con el color… ¡y con la historia prehispánica!
Todo comienza con dos estatuas de bronce que representan a los tlatoanis mexicas Itzcóatl y Ahuízotl. Aunque fueron esculpidas en el siglo XIX por encargo de la Secretaría de Fomento, la humedad y el paso del tiempo les dieron un tono verdoso característico. Por eso, la gente comenzó a llamarlas, de manera coloquial, “los Indios Verdes”. Este nombre se volvió tan popular que, cuando en 1979 se inauguró la estación terminal norte de la Línea 3 del Metro, fue bautizada en honor a esas figuras que se encontraban muy cerca del lugar.

Pero estas estatuas no siempre estuvieron ahí. Desde su creación, han tenido una vida bastante movida. Se dice que fueron hechas para la Exposición Universal de París de 1889 (sí, ¡la misma en la que se presentó la Torre Eiffel!), aunque no está del todo claro si realmente llegaron hasta Francia. Lo que sí es cierto es que originalmente adornaron el Paseo de la Reforma. Sin embargo, en tiempos del Porfiriato, cuando lo europeo se consideraba “superior” a lo indígena, las figuras fueron rechazadas y reubicadas en varias ocasiones: primero a la Calzada de la Viga, luego a Insurgentes Norte, y finalmente, tras un rescate en 2005, al Parque del Mestizaje, donde actualmente puedes visitarlas.
Hoy en día, la estación Indios Verdes no sólo es un homenaje a nuestros orígenes mexicas, sino también uno de los puntos neurálgicos más importantes del transporte en el Valle de México. Además de la Línea 3 del Metro, conecta con tres líneas del Metrobús (1, 3 y 7), la Línea 1 del Cablebús, el Mexicable, el Mexibús y una gran cantidad de rutas de microbuses, vagonetas y autobuses que van hacia distintos municipios del Estado de México e incluso del estado de Hidalgo.

Gracias a esta conectividad, Indios Verdes es, desde hace años, la estación con mayor afluencia de toda la red del Metro. En días laborales puede recibir hasta 120 mil pasajeros, y anualmente, ha llegado a mover más de 40 millones de personas. También es sede del CETRAM (Centro de Transferencia Modal), una subcentral camionera que permite a miles de personas desplazarse entre la ciudad y su periferia.
Ah, y si eres curioso o curiosa de la infraestructura del Metro, aquí también se encuentran los talleres de Ticomán, donde se le da mantenimiento mayor a los trenes de esta línea.
Así que ya lo sabes: la próxima vez que llegues al bullicioso paradero de Indios Verdes, recuerda que ahí se cruzan el pasado mexica y el presente metropolitano. ¡Y que ese verdor en el nombre no es casualidad, sino parte de una historia de arte, resistencia y movilidad urbana!