Ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, al norte de la capital, la estación La Raza del Metro de la Ciudad de México es mucho más que un punto de conexión entre la Línea 3 (la verde olivo) y la Línea 5 (la amarilla). Su nombre y su símbolo rinden homenaje al pasado indígena de México, pues se encuentra muy cerca del Monumento a La Raza, una pirámide monumental erigida en 1940 que celebra las culturas que florecieron antes de la llegada de los españoles.
El ícono de la estación representa justamente a este monumento, con una estructura que recuerda a las pirámides precolombinas. Fue diseñado por el escultor Luis Lelo de Larrea, y en sus costados se pueden ver esculturas que remiten a momentos clave como la Defensa de Tenochtitlán y la Fundación de México-Tenochtitlán. En lo alto, una majestuosa águila remata la obra.

La estación La Raza abrió sus puertas en agosto de 1978, sirviendo inicialmente como terminal norte de la Línea 3. Más tarde, en diciembre de 1979, esa línea se extendió hasta Indios Verdes. En 1981, entró en operación la Línea 5 en esta estación, aunque no fue sino hasta 1982 que llegó a Politécnico.
Si alguna vez te ha tocado caminar y caminar para hacer el transbordo entre las dos líneas, no te lo imaginaste: el túnel que conecta la Línea 3 con la Línea 5 mide casi 620 metros, lo que lo convirtió durante años en el transbordo más largo del Metro. Hoy sigue siendo uno de los más extensos del mundo.

Pero ese largo pasillo tiene un secreto maravilloso: es también el hogar del Túnel de la Ciencia, un espacio único en su tipo. Inaugurado en 1988 por la UNAM, fue el primer museo científico dentro de un sistema de transporte colectivo. Su misión es acercar la ciencia y la tecnología a todxs lxs usuarixs, especialmente a niñas, niños y jóvenes que transitan diariamente por la estación.
Ahí podrás encontrar exposiciones fotográficas, paneles electrónicos, hologramas, constelaciones del zodiaco y hasta cápsulas informativas sobre astronomía, matemáticas, biología y más. Todo esto mientras haces un transbordo… así que no te apresures, ¡vale la pena detenerse a mirar!

La Raza también alberga arte visual. En 2008 se inauguró el mural “Monstruos del fin del milenio” del artista Ariosto Otero, realizado con una técnica original que mezcla metal, madera, acrílico y resinas. Esta obra nos invita a reflexionar sobre los retos sociales del mundo contemporáneo.
No es sorpresa que, con tanta historia y conectividad, La Raza sea una de las estaciones con mayor afluencia del sistema. En un día laboral, llegan a pasar más de 32 mil personas por sus andenes, lo que la convierte en un punto clave para quienes se mueven por el norte de la ciudad.
La estación cuenta con varias salidas sobre la Avenida de los Insurgentes Norte, cerca del CETRAM, y conecta con colonias como Vallejo y Héroes de Nacozari. Ya sea que entres por la Línea 3 o la Línea 5, siempre estarás cerca de algo interesante: historia, ciencia, arte, o a ciertos vendedores de Movistar que se volvieron famosos… y claro, ¡una buena caminata!