El Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana celebra siete décadas con historias reales, errores valiosos y miradas hacia el futuro.

En lugar de mirar al pasado con solemnidad, el Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana decidió celebrar sus 70 años de trayectoria con algo mucho más valiente: la verdad. Así nació “Diseño sin filtro: 70 años de creatividad extrema”, un evento realizado el 15 de mayo en el Museo Kaluz que reunió a egresados, docentes, estudiantes y autoridades universitarias para reflexionar sobre lo que realmente significa ser diseñador en el mundo actual.

Un diseño que se equivoca, pero transforma

Lejos de los discursos convencionales sobre el éxito, las y los participantes compartieron anécdotas reales, llenas de dudas, errores, aprendizajes y momentos de transformación. En el corazón del evento estuvieron cinco diseñadoras y diseñadores egresados de la IBERO, quienes contaron cómo el diseño les ha acompañado en procesos impredecibles, humanos y profundamente creativos.

“Crear es construir objetos que tengan un valor emocional, que trasciendan generaciones”, expresó Adriana Soto, diseñadora de lujo artesanal. “Ser diseñadora es tener un superpoder: imaginar dimensiones de la realidad que aún no existen”.

Esa capacidad de imaginar y reinventar fue el hilo conductor de una noche que puso en primer plano al diseño como herramienta para responder a crisis, colaborar con otros y construir futuros más justos y sostenibles.

Diseño sin poses: una comunidad que aprende del error

Desde los primeros minutos, el tono fue claro: no se trataba de celebrar logros impecables, sino de abrir el diálogo sobre todo aquello que usualmente se esconde detrás del “éxito”. El diseñador y productor musical Erich Martino lo resumió así:

“Un buen diseño mejora la vida de alguien más. No es solo una forma de expresión personal, sino una manera de habitar el mundo con sensibilidad”.

Además de las charlas, el evento incluyó la presentación de una mascada conmemorativa realizada en colaboración con Pineda Covalín, una pieza que simboliza la historia compartida del departamento y su compromiso con el diseño como lenguaje cultural.

Más que un aniversario, una mirada al futuro

Las palabras del Vicerrector Académico de la IBERO, Dr. Alejandro Anaya, subrayaron el espíritu de este aniversario: no solo celebrar el pasado, sino imaginar el futuro con entusiasmo, preguntas incómodas y creatividad radical. Y eso se vivió con fuerza en la terraza del Museo Kaluz, donde la comunidad se reencontró para compartir ideas, proyectos y nuevas preguntas por diseñar.

“Diseñar es observar. La imaginación también se contagia, y ese contagio transforma un proyecto en una experiencia cultural viva”, concluyó Maribel Martínez, directora creativa y productora.

Lo que viene: un año de diseño para imaginar otros mundos

“Diseño sin filtro” fue apenas el inicio. A lo largo de 2025, el Departamento de Diseño de la IBERO continuará con una serie de actividades, talleres, encuentros y colaboraciones que seguirán explorando el papel del diseño en un mundo que necesita más empatía, inteligencia colectiva y belleza útil.

Porque el mundo cambia, y el diseño puede —y debe— mejorarlo.