Un valioso conjunto de 279 bienes culturales ha regresado a México desde diversas partes del mundo, entre ellos, restos óseos, piezas de jade y cerámica que reflejan la rica diversidad cultural y temporal de nuestro país. Estos objetos fueron recuperados de países como Alemania, Argentina, Canadá, España, Reino Unido y Estados Unidos, y entregados al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Gracias a los esfuerzos conjuntos de las embajadas y consulados mexicanos, se logró la repatriación de estos bienes patrimoniales, algunos de los cuales habían sido incautados o recuperados mediante negociaciones con instituciones académicas y museos en el extranjero. Cada pieza ha sido cuidadosamente evaluada por especialistas del INAH, quienes han confirmado su pertenencia al patrimonio cultural de la nación mexicana, protegido por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Entre las piezas devueltas destacan los restos óseos de un infante, que datan de entre 800 y 500 a.C., recuperados en Montreal; un mortero trípode de entre 2500 a.C. y 1521 d.C. proveniente de Alemania; una máscara de jade tallada en el periodo Clásico mesoamericano, encontrada en Los Ángeles; y una olla de barro originaria del Occidente de Mesoamérica, fechada entre 200 y 800 d.C., que fue recuperada en Las Vegas. También se incluye un cuchillo bifacial del Altiplano Central mexicano y 19 piezas arqueológicas de distintos periodos y regiones del territorio mexicano, datadas entre 1200 y 1521 d.C., que fueron devueltas desde el Reino Unido.
Este logro es parte de un esfuerzo más amplio que ha permitido la repatriación de más de 14 mil objetos culturales a lo largo de los últimos años. Iniciativas como la campaña #MiPatrimonioNoSeVende han sido fundamentales para concienciar sobre la importancia de proteger y recuperar el legado cultural mexicano que se encuentra en el extranjero.
Las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura, junto con otras instituciones del gobierno federal, continúan trabajando incansablemente para asegurar que estos tesoros culturales regresen a su lugar de origen y puedan ser preservados para futuras generaciones.
