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Fuente de la Templanza, un espacio de arte, historia y naturaleza en Chapultepec

La Fuente de la Templanza es uno de esos rincones únicos que Chapultepec tiene para ofrecer. Ubicada en la primera sección del Bosque, cerca de la Tribuna Monumental y el emblemático ahuehuete “El Sargento”, esta fuente semielíptica nos cuenta una historia curiosa que mezcla arte, política y hasta un toque de rivalidad entre ciudades.

Todo comenzó en 1907, cuando Porfirio Díaz encargó al escultor Enrique Guerra la creación de cuatro esculturas que representarían las virtudes cardinales para adornar la fachada de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Guerra creó figuras majestuosas: Justicia, Fortaleza, Prudencia y, claro, Templanza. Estas esculturas fueron enviadas a Italia para ser talladas en mármol y llegaron justo a tiempo para el Centenario de la Independencia en 1910.

Pero la historia da un giro inesperado cuando, en 1923, el edificio donde estaban colocadas fue demolido. Las esculturas fueron almacenadas durante años, hasta que en 1931, el presidente Pascual Ortiz Rubio decidió trasladar a Templanza al Bosque de Chapultepec. Las otras tres virtudes, sin embargo, encontraron su hogar en Xalapa, la ciudad natal del escultor.

Y así, Templanza se quedó en Chapultepec, como protagonista de esta hermosa fuente. Hoy en día, esta pieza es un testimonio de la belleza clásica del mármol, con su figura serena vigilando un rincón apacible del parque.

La fuente en sí es más que un simple monumento. Con una forma semi-elíptica que se despliega como un abrazo de agua, crea una atmósfera tranquila, perfecta para la reflexión. La escultura de Templanza, con su postura elegante, mira hacia adelante desde un pedestal que se eleva sobre el agua, mientras a su alrededor el líquido fluye suavemente. El contraste entre el mármol blanco y el agua brillante bajo la luz del sol la convierte en un espectáculo visual, en especial cuando se observa el entorno: detrás de la fuente, la figura de “David con la honda” y el majestuoso ahuehuete completan este espacio lleno de historia y belleza. Sin duda, es un lugar ideal para hacer una pausa y disfrutar de la serenidad que ofrece Chapultepec.

La Fuente de la Templanza no solo es una joya histórica, sino también un espacio de paz en medio de la vibrante Ciudad de México. Su combinación de arte clásico, naturaleza y la rica historia detrás de su traslado y restauración la convierten en uno de los lugares más encantadores para explorar en Chapultepec. Ya sea que te detengas para contemplar su belleza, escuchar el suave sonido del agua o simplemente disfrutar del paisaje que la rodea, esta fuente es un recordatorio de cómo el arte y la historia pueden convivir en armonía con la naturaleza.

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Dirección:
 Calz. del Rey, 1era Sección de Chapultepec, Ciudad de México, CDMX