El 26 de octubre a las 11:00 h, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo será el escenario de una fascinante charla titulada Rufino Tamayo y Diego Rivera. Las perspectivas de nacionalismo desde sus obras. Este evento, que conmemora el 125° aniversario del natalicio de Rufino Tamayo, estará a cargo del investigador Alberto Argüello, quien profundizará en las complejidades y conexiones entre estos dos grandes artistas mexicanos.
Alberto Argüello, del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas (Cenidiap), destaca que, a pesar de sus diferencias estéticas y enfoques, Rivera y Tamayo compartieron un terreno común en su amor por México. “Cuando Diego Rivera se encontró por primera vez con las obras de Tamayo, quedó impresionado. Aunque sus estilos eran distintos, Rivera abrió la puerta a una nueva comprensión y tolerancia en el arte”, comenta Argüello. A diferencia de la relación tensa entre Rivera y David Alfaro Siqueiros, la interacción entre Rivera y Tamayo fue más colaborativa, con Rivera incluso apoyando a Tamayo en su desarrollo profesional.
Esta charla se inscribe en un período fundamental para el arte mexicano: la posrevolución, donde el muralismo y la Escuela Mexicana de Pintura (EMP) jugaron un papel clave en la construcción de una identidad nacional. “En las primeras décadas del siglo XX, el Estado posrevolucionario buscaba consolidar la unidad nacional a través del arte, apoyándose en los muralistas. Sin embargo, hacia la mitad del siglo, surgió una mirada crítica hacia el arte que propuso un nuevo tipo de nacionalismo, menos vinculado al Estado”, explica Argüello.
Mientras que la EMP abogaba por un realismo social que reflejaba a los trabajadores y campesinos, Tamayo tomó un camino diferente. “Tamayo argumentó que no tenía que justificar su mexicanismo; su identidad estaba arraigada en su sangre indígena. Así, se posicionó en un nacionalismo más amplio, distanciándose de los dogmas artísticos de las décadas de 1920 y 1930”, señala el investigador.
Además de explorar las raíces del arte prehispánico, Argüello resalta cómo Tamayo se conectó con las vanguardias internacionales, desafiando las normas académicas y revalorizando estilos como el arte primitivista. “Esta flexibilidad le permitió transformar no solo la figura humana, sino también los elementos de la naturaleza, creando una propuesta única que combinaba su visión de México con influencias globales, desde el cubismo hasta el surrealismo”, agrega.
El especialista invita al público a sumergirse en un viaje a través del arte y la historia de México. “La relación entre Diego Rivera y las vanguardias no fue conflictiva; al contrario, Tamayo ofreció una visión del nacionalismo que vale la pena explorar. El arte mexicano necesita estas figuras icónicas para brillar en el escenario internacional, y la cultura siempre ha sido una herramienta diplomática que muestra el vasto capital cultural de México”.
No te pierdas la oportunidad de conocer más sobre estas dos personalidades emblemáticas del arte mexicano en un evento que promete enriquecer nuestra comprensión cultural. ¡Te esperamos!