Al acercarse noviembre, el aire comienza a llenarse de los aromas inconfundibles de la temporada: flores de cempasúchil, frutas dulces, mole, chocolate y copal. Es la época en la que el altar y la ofrenda se preparan con cariño, uniendo a quienes han partido con quienes aún los recuerdan. ¿Alguna vez has pensado en a quién dedicarías un altar? O si no lo colocas, ¿qué memorias te invaden en estas fechas?
La celebración del Día de Muertos en México, además de ser colorida y rica en simbolismo, abre espacio para reflexionar sobre el valor de estas tradiciones que nos conectan con el pasado. Desde las familias que preparan tamales y calaveritas hasta quienes asisten a ceremonias comunitarias, la festividad se convierte en un acto de amor y memoria. En el Día de Muertos, el duelo se transforma y encuentra en la comida, las flores y los recuerdos un refugio único.
Más allá del Altar: La Importancia de la Cultura Alimentaria
Las ofrendas en México no se limitan al clásico pan de muerto o al cempasúchil. En cada rincón del país, los altares se llenan de alimentos que reflejan la riqueza biocultural de cada región. Tamales, atoles, dulces de calabaza y otras delicias se preparan no solo como alimento, sino como muestra de amor y respeto hacia los difuntos. Como la antropóloga Miriam Manrique afirma: “ofrendar trabajo en la comida es la mejor forma de otorgar amor.”
Cada platillo en la ofrenda tiene un significado: los tamales representan unión, el atole es símbolo de fortaleza, y las frutas y flores locales dan color y vida al altar. Las variaciones en los altares son tan ricas como las culturas que conforman México, desde el “Hanal Pixán” de los mayas hasta el “Xandu’” en Oaxaca, reflejando no solo diferencias culturales, sino también la resistencia y la adaptación de los pueblos originarios.
Otras Festividades en el Mundo para Honrar a los Difuntos
Aunque Día de Muertos es único en México, el culto a los ancestros también existe en otros lugares del mundo: el Halloween en Estados Unidos, el O-bon en Japón, el Chuseok en Corea y el Festival de los Fantasmas en China son algunos ejemplos. Sin embargo, las celebraciones mexicanas tienen sus propias raíces y simbolismos, que no pueden reducirse a un simple “sincretismo” o a una mezcla indígena-europea. Esta festividad, que comenzó en tiempos prehispánicos y se fusionó con el calendario católico en el siglo XVI, expresa una cosmovisión compleja y profunda, que va mucho más allá de lo que a menudo se menciona.
Controversias Léxicas: ¿Es Correcto Decir “Día de Muertos”?
Actualmente, “Día de Muertos” es el término popularmente aceptado, especialmente después de su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2003. Sin embargo, más que un “día”, es toda una temporada de celebración que se extiende desde finales de septiembre hasta noviembre, coincidiendo con las cosechas. Esta temporalidad permite a las familias preparar ofrendas y honrar a sus seres queridos de diversas maneras, siendo el 1 y 2 de noviembre las fechas centrales.
Un Atolito Tradicional para el Altar: Receta de Atole Negro o de Chaqueta
La columna vertebral de las ofrendas es la comida, y el atole negro es un ejemplo perfecto de esta tradición. Este atolito tiene una técnica especial que involucra cenizas, reflejo de las prácticas culinarias mesoamericanas que aún hoy forman parte de la cultura viva en México. Aquí te comparto la receta:
Atole Negro o de Chaqueta (6 a 8 porciones)
Ingredientes:
- 200 gramos de pelo de elote fresco
- 200 gramos de masa de maíz morado nixtamalizado
- 2.5 litros de agua
- 50 gramos de piloncillo
- 1 raja de canela (10 gramos)
Procedimiento:
- Seca los cabellos de elote al sol por dos días y después tuéstalos hasta que se tornen negros.
- Hierve un litro de agua con la canela y el piloncillo.
- En medio litro de agua, muele los cabellos de elote tostados, cuela y agrégalo a la mezcla caliente.
- Disuelve la masa en el otro litro de agua y agrégala poco a poco, sin dejar de remover, hasta que espese.
- Ajusta el dulzor al gusto y sirve caliente.
Esta receta, compartida a Fundación Herdez por Mariana Castillo, periodista y promotora cultural, busca mantener viva la tradición y permitir que cada receta familiar siga transmitiéndose de generación en generación.
Celebrar y Recordar: La Trascendencia del Día de Muertos
El Día de Muertos en México no es solo un momento de nostalgia; es un acto de resistencia cultural y de identidad. A través de cada platillo, de cada flor, y de cada recuerdo, las familias mexicanas celebran la vida de quienes se han ido, pero que en esencia, siguen presentes.