En el corazón de la Línea 6 del Metro de la Ciudad de México, se encuentra la Estación Norte 45, una estación que es mucho más que un punto de tránsito. Ubicada en la alcaldía Azcapotzalco, esta parada conecta a las y los viajeros con la colonia Industrial Vallejo y la histórica zona de Las Salinas, que alguna vez formó parte del pueblo de Magdalena de las Salinas.

El nombre de la estación hace honor a la avenida Norte 45, que atraviesa la zona como una arteria principal, mientras que su logotipo, una rosa de los vientos, evoca los cuatro puntos cardinales y simboliza la orientación y la conexión, un guiño tanto a las culturas prehispánicas como a la nomenclatura de las calles de la colonia.

La zona donde hoy se encuentra Norte 45 tiene una rica historia. Mucho antes de la llegada de los españoles, sus habitantes explotaban los yacimientos de sal, fundamentales para la economía local. Durante el siglo XX, esta área se transformó con la llegada de la planta automotriz de Ford, consolidándose como un núcleo industrial.
Los pasillos de la estación invitan a un viaje al pasado gracias a sus reproducciones de piezas prehispánicas, como el imponente Xiuhcóatl o el simbólico Ocelotl. Estas esculturas, iluminadas a veces por la luz natural que entra por los ductos superiores, crean una atmósfera que mezcla lo contemporáneo con las raíces culturales de México.

Aunque Norte 45 no suele ser el destino de turistas, es una parada esencial para los y las trabajadoras y residentes de las empresas e industrias cercanas. También es una puerta de entrada para descubrir el lado auténtico de la ciudad.

Si pasas por aquí, tómate un momento para admirar las piezas de arte prehispánico y reflexionar sobre la historia que las rodea. Quizás encuentres en sus pasillos un pedacito de la identidad mexicana que te hará apreciar aún más la riqueza cultural de la CDMX.
Así que la próxima vez que te aventures al norte de la ciudad, haz una parada en Norte 45 y déjate sorprender por la mezcla de tradición, industria y cultura que define esta estación única