En pleno corazón de la Ciudad de México, en la esquina noroeste del Zócalo, se encuentra un edificio con más historias que un libro de aventuras: el Nacional Monte de Piedad. Pero lo que pocos saben es que este emblemático inmueble se levanta sobre los restos del antiguo Palacio de Axayácatl, el hogar de un tlatoani mexica y, posteriormente, el primer hospedaje de Hernán Cortés en Tenochtitlan.

Axayácatl, quien gobernó entre 1469 y 1481, fue el padre de Moctezuma II. Su palacio era un imponente complejo con amplios patios y áreas arboladas, ubicado en lo que hoy delimitan las calles de Madero, Monte de Piedad, Tacuba e Isabel la Católica. Cuando los españoles llegaron en 1519, Moctezuma ordenó que Cortés y sus tropas se alojaran aquí. Parecía un gesto de hospitalidad, pero terminó siendo el epicentro de uno de los episodios más turbulentos de la Conquista.

Dentro de este palacio, los españoles descubrieron el Teucalco, una impresionante colección de jade, oro y objetos valiosos acumulados por generaciones de tlatoanis. Y, bueno, como ya sabemos, la tentación fue demasiado grande: Cortés ordenó fundir el oro, lo que incrementó las tensiones con los mexicas. Poco después, el asesinato de Moctezuma y la feroz resistencia indígena derivaron en la huida de los españoles durante la famosa Noche Triste, dejando tras de sí el palacio en ruinas.

Tras la caída de Tenochtitlan en 1521, los españoles no tardaron en aprovechar las estructuras prehispánicas como cantera para sus nuevos edificios. Hernán Cortés usó los cimientos del palacio para construir su casa, que luego se convirtió en la residencia de los primeros virreyes de la Nueva España. Con el tiempo, este espacio fue sede del primer Cabildo y del Marquesado del Valle de Oaxaca. En este lugar también se instaló el primer reloj público de la ciudad, dando nombre a la actual calle de Monte de Piedad, antes conocida como la Calle del Rélox.

En 1775, el filántropo Pedro Romero de Terreros, primer conde de Regla, fundó aquí el Nacional Monte de Piedad, inspirado en la tradición europea de préstamos accesibles a quienes más lo necesitan. La fachada actual del edificio data de esa época y aún conserva el escudo de armas del conde sobre su entrada principal. Desde entonces, el Monte de Piedad ha crecido hasta contar con más de 200 sucursales en todo el país, integrándose al sector financiero nacional.

A lo largo de los siglos, el edificio ha sido remodelado varias veces: en 1948 se le agregó un tercer piso, en 1984 fue restaurado, y en 2004 sufrió un incendio que requirió nuevas intervenciones. Además, en la antigua capilla del edificio ahora se encuentra un museo que cuenta la historia de esta emblemática institución.

Aunque la mayor parte del Palacio de Axayácatl desapareció con la construcción de la ciudad virreinal, los arqueólogos han encontrado vestigios en excavaciones recientes, como muros de basalto y restos del antiguo edificio cortesiano. Así que la próxima vez que pases por el Nacional Monte de Piedad, recuerda que estás pisando el mismo suelo donde convivieron mexicas y conquistadores, un lugar donde el pasado sigue vivo bajo nuestros pies.

Dirección: Monte de Piedad #7, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX, Ciudad de México, CDMX