La legendaria figura de La Petenera, presente tanto en la tradición andaluza como en el son jarocho y la Huasteca mexicana, es el corazón del documental Las sirenas nadan a contracorriente, dirigido por Sarah Benillouche. Este filme, que entrelaza música, historia y un profundo análisis sobre la feminidad, tuvo una proyección especial en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP).
El mito de La Petenera: Entre España y México
La Petenera es una figura envuelta en misterio. En Andalucía, se dice que su canto hechiza y trae mala suerte, razón por la cual muchos gitanos evitan interpretar sus versos. En México, en cambio, la leyenda la transforma en una mujer castigada por bañarse en el río un Viernes Santo, condenada a convertirse en sirena. Ambas versiones, aunque distintas, comparten un hilo común: la representación de la mujer como un ser poderoso y al mismo tiempo temido.
La búsqueda de Sarah Benillouche
Inspirada por su investigación previa en Un cante jondo, Benillouche se sumergió en el mundo de La Petenera, recopilando versos, relatos y música. Su viaje la llevó desde España hasta Veracruz y la Huasteca, donde descubrió que el son jarocho mantiene viva esta figura legendaria. “Creo que las mujeres tenemos una herencia invisible y profunda. La Petenera encarna esa lucha contra la opresión”, reflexiona la directora.
Durante la presentación en el MNCP, la cineasta interpretó algunos versos tradicionales antes de la proyección, acompañada de música en vivo. En su película, aborda cómo la Petenera ha evolucionado con el tiempo y cómo, a través del fandango y el son, las mujeres han transformado su discurso y reivindicado su voz.
Música, resistencia y feminidad
Uno de los aspectos más fascinantes del documental es su exploración del son jarocho como una forma de resistencia. El zapateado, explica Benillouche, surgió en parte porque a las comunidades afrodescendientes en México se les prohibió tocar tambores, por lo que convirtieron sus pies en instrumentos de percusión.
Azucena y Angélica, asistentes a la proyección, destacaron la manera en que la película vincula la música con la historia y el feminismo. “No conocía la leyenda, pero bailo son jarocho y me encantó cómo la directora relacionó la Petenera con las sirenas y las brujas: mujeres sabias, poderosas, pero marginadas”, comentó Azucena.
Por su parte, Angélica resaltó la importancia de la música como hilo conductor: “Es un mensaje que sigue vigente. La lucha de las mujeres por ser reconocidas, por alzar la voz, está presente en la historia y en la música”.
Una historia que sigue viva
Las sirenas nadan a contracorriente no solo recupera la historia de La Petenera, sino que la resignifica a través de la música y el cine. La figura de la mujer que desafía las normas, que canta su verdad y que, pese a los mitos que la rodean, sigue vigente, resuena con fuerza en esta película que conecta el pasado con el presente.
El documental nos recuerda que, al igual que las sirenas, las voces de las mujeres siguen nadando contra la corriente, desafiando las imposiciones y reescribiendo su propia historia.