¡Acompáñame a conocer el Café de Tacuba! Este restaurante no solo es famoso por sus delicias culinarias, sino por su historia que comienza en un majestuoso edificio del siglo XVII. Aquí, entre vitrales coloridos, murales que cuentan la historia del mole y muebles con aroma a tiempos pasados, las paredes susurran secretos de más de cuatro siglos de vida.
El edificio que hoy alberga al Café de Tacuba fue originalmente una de las grandes casas palaciegas del centro, construida en el siglo XVII. Antes de convertirse en restaurante en 1912, tuvo una breve vida como lechería y, mucho antes, fue parte del Hospital del Divino Salvador, un espacio dedicado a mujeres en la época colonial. Su ubicación frente a la que hoy es la Biblioteca del Congreso de la Unión (antigua capilla del Convento de las Clarisas) lo conecta con una rica herencia histórica que pareciera impregnarse en cada rincón.

¿Te has preguntado qué ocurre cuando cae la noche? Según cuentan los relatos, entre los escalones del Salón Mexicano aparece la Monja Claris. Esta figura espectral, que parece flotar suavemente, deja escapar un suspiro profundo que puede estremecer hasta al más valiente. La leyenda dice que su espíritu habita en esta casona desde los días en que era un hospital, y lejos de ser aterradora, es vista como una guardiana silenciosa que cuida el lugar y a sus visitantes.
Desde sus inicios, el Café de Tacuba se convirtió en un lugar de reunión para personajes históricos y eventos memorables. Aquí, Diego Rivera y Guadalupe Marín celebraron su banquete de bodas, y se dice que todos los presidentes de México han disfrutado de su cocina. Incluso, el restaurante fue testigo de momentos trágicos como el asesinato de Manlio Fabio Altamirano en 1936. Pero más allá de los eventos históricos, las mesas del café han sido cómplices de innumerables romances, tertulias y encuentros familiares.

Por las mañanas, el aroma del café veracruzano, chiapaneco y oaxaqueño se mezcla con el brillo del almíbar de los postres en las vitrinas, invitando a las y los visitantes a comenzar su día con el sabor de México. Las noches, en cambio, son un remanso de paz, donde la serenata de músicos ambulantes se convierte en la banda sonora perfecta para una cena inolvidable.

El Café de Tacuba no es solo un lugar para comer, es un viaje al pasado en pleno presente. Sus murales, talavera y cuadros coloniales transportan a sus visitantes a épocas de esplendor. Y aunque ha superado incendios y modernizaciones, conserva la autenticidad de sus recetas y el alma que lo ha mantenido como un referente en la Ciudad de México.
Así que ya lo sabes, si quieres probar un poco de la historia, mezclada con leyendas y un toque de mole, el Café de Tacuba te espera con las puertas abiertas… y quizás, con la Monja Clarisa cuidando que todo esté en su lugar. ¡Date una vuelta y crea tus propias historias en este clásico chilango!
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Dirección: Tacuba #28, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo promedio por persona: De $300 a $500 pesos
Horario: Lunes a domingo de 8:00 22:30 hrs.
Página Web: cafedetacuba.mx
Instagram: instagram.com/cafedetacubarestaurante