En el pintoresco barrio de Coyoacán, entre calles empedradas y árboles centenarios, se encuentra la Casa del Sol, un lugar envuelto en historia y naturaleza. Aunque actualmente es una residencia privada y no está abierta al público, esta casa tiene mucho que contar sobre su ilustre residente: Miguel Ángel de Quevedo, conocido como el “Apóstol del Árbol” por su incansable labor en favor de la conservación forestal en México.

La Casa del Sol, ubicada en el número 402 de la calle Francisco Sosa, formaba parte del antiguo rancho Panzacola, regado por el río Magdalena. Fue construida por los señores Aguilar y Quevedo, y sirvió como un oasis de descanso para Miguel Ángel de Quevedo, quien dedicó su vida a proteger los bosques de México. Además, de 1909 a 1959, esta casa albergó la Sociedad Forestal Mexicana, un bastión en la lucha por la preservación ambiental.

Un detalle curioso de esta casa es la placa colocada en honor a Venustiano Carranza, el presidente que redactó en este lugar parte del proyecto de la Constitución de 1917. La placa, instalada por la Sociedad Forestal Mexicana, también rinde homenaje al apoyo que Carranza brindó a los proyectos forestales de Quevedo, entre ellos los famosos Viveros de Coyoacán, ubicados a pocos metros de la casa.

Nacido en Guadalajara en 1862, Miguel Ángel de Quevedo tuvo una vida marcada por su amor a la naturaleza. Tras quedar huérfano a temprana edad, se trasladó a Francia, donde desarrolló su fascinación por los bosques mientras exploraba los Pirineos. Más tarde, estudió ingeniería civil y regresó a México, donde comenzó a trabajar en proyectos relacionados con el drenaje del Valle de México y la energía hidráulica.

Fue en ese contexto que descubrió el impacto devastador de la deforestación, lo que lo llevó a fundar la Sociedad Forestal Mexicana y a convertir su rancho en un Arboretum, plantando miles de árboles. Su incansable labor culminó con la creación del Parque Nacional Viveros de Coyoacán, un pulmón verde que sigue siendo un símbolo de su visión ambientalista.

Aunque no es accesible al público, la Casa del Sol sigue siendo un lugar de interés histórico y cultural. Su conexión con figuras como Miguel Ángel de Quevedo y Venustiano Carranza, además de su importancia en la conservación ambiental, la convierten en un punto clave del patrimonio de Coyoacán.

Así que, la próxima vez que pasees por Francisco Sosa, no olvides detenerte frente a esta casa histórica. Es un recordatorio de cómo la pasión por la naturaleza puede dejar raíces profundas en la historia de un país.

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Dirección:
 Francisco Sosa #412, Colonia Santa Catarina, Coyoacán, Ciudad de México, CDMX