En pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, un edificio majestuoso resguarda más de un siglo y medio de historia, cultura y tradiciones: el Casino Español de México. Este emblemático lugar no solo es una joya arquitectónica, sino también un espacio lleno de vida donde convergen el pasado y el presente de la comunidad española en el país.
Todo empezó en 1863, cuando un grupo de destacados españoles, entre ellos José Toriello Guerra, Manuel Mendoza Cortina y Cayetano Rubio, tuvo la visión de crear un centro social para la colonia española. Su objetivo era claro: preservar sus raíces, fomentar la convivencia y fortalecer los lazos culturales entre lxs inmigrantes y su tierra natal.

En sus primeros 40 años, el Casino Español fue el único espacio de este tipo en México, convirtiéndose en el corazón de la comunidad española. Pero su historia no estuvo ligada a un solo lugar: el Casino cambió de sede varias veces antes de encontrar su hogar definitivo. Desde el Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya (hoy Museo de la Ciudad de México) hasta el Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso (actual sede del Banco Nacional de México), cada cambio de ubicación reflejaba el crecimiento y la relevancia de la institución.
En 1895, se adquirió un terreno en la calle del Espíritu Santo, hoy conocida como Isabel la Católica. Allí, sobre los restos del antiguo Hospital del Espíritu Santo y Nuestra Señora de los Remedios, comenzó la construcción del edificio que hoy conocemos.
El edificio actual del Casino Español, inaugurado en 1905, es un espectáculo de elegancia y buen gusto. Diseñado por el arquitecto catalán Emilio González del Campo, su construcción se realizó con esmero para convertirse en un referente del eclecticismo arquitectónico, combinando estilos árabe, renacentista, plateresco y barroco.

Desde su fachada ornamentada hasta su patio central y las galerías que lo rodean, el edificio exuda prestigio y solemnidad. Su famoso Salón de los Reyes, el corazón del Casino, fue el escenario de la Asamblea General Constitutiva en 1905 y, años después, albergó al presidente Porfirio Díaz durante los festejos del Centenario de la Independencia en 1910.
Entre 1939 y 1951, el edificio fue ampliado significativamente, añadiendo espacios como el comedor principal, la cantina, una bolera, salas de juego y un auditorio. En la década de 2000, un espectacular vitral del artista mexicano Kischi Hentschel Ariza fue instalado como homenaje a la Constitución Española de 1978, añadiendo un toque contemporáneo a esta joya histórica.
Más allá de su arquitectura impresionante, el Casino Español sigue siendo un centro de actividades culturales y sociales. Conferencias, conciertos, exposiciones de arte, presentaciones de libros y recitales son solo algunas de las actividades que mantienen vivo este espacio.
Un elemento destacado es la Biblioteca Hispano Mexicana Carlos Prieto, que comenzó en 1867 con 446 volúmenes y ahora cuenta con más de 14,000 libros. Esta colección, enfocada en las relaciones hispano-mexicanas, las humanidades y las ciencias sociales, es un valioso recurso para investigadores y amantes de la cultura.
La biblioteca también alberga documentos históricos y una colección de arte relacionada con la rica historia del Casino. Es un testimonio de cómo la institución ha evolucionado para preservar el conocimiento y la cultura.

Aunque nació como un club exclusivo para la comunidad española, hoy el Casino Español de México abre sus puertas a todx aquel/aquella que quiera maravillarse con su historia, su arquitectura y su oferta cultural. Este edificio no es solo un lugar de fiestas y eventos, sino un puente entre el pasado y el presente, entre España y México.
Ya sea que quieras admirar su imponente arquitectura, explorar su biblioteca, disfrutar de sus eventos culturales o simplemente sumergirte en un pedacito de historia, una visita al Casino Español es una experiencia única que no te puedes perder.
Caminar por sus salones, descubrir los detalles de su construcción y respirar el ambiente de tradición que lo envuelve es como hacer un viaje en el tiempo. El Casino Español de México no es solo un edificio; es un testimonio vivo de las historias y sueños de quienes buscaron crear un hogar lejos de su tierra natal.
Así que, si estás en el Centro Histórico, tómate un momento para visitarlo. Este lugar mágico es un recordatorio de que las raíces culturales trascienden fronteras y generaciones.
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Dirección: Isabel La Católica #29, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX