Enclavada al pie del cerro del Tepeyac, al norte de la Ciudad de México, la Basílica de Guadalupe no solo es uno de los santuarios marianos más visitados del mundo, sino el corazón de un conjunto religioso con siglos de historia, fe y arte. Más allá del emblemático templo moderno que resguarda la imagen de la Virgen de Guadalupe, el recinto alberga una serie de edificios que narran la historia de la devoción guadalupana y de México mismo.

Un conjunto con siglos de historia

El conjunto religioso del Tepeyac está formado por diversos templos, capillas, conventos, museos y espacios de devoción que ofrecen una mirada profunda al sincretismo religioso, la arquitectura virreinal y el fervor popular.

Antigua Parroquia de Indios

Construida en 1649 por Luis Lasso de la Vega, esta parroquia fue originalmente destinada al culto de la población indígena. Según la tradición, albergó la imagen de la Virgen entre 1695 y 1709, y más tarde el estandarte de Miguel Hidalgo. Debajo de sus cimientos se encuentran los vestigios de los primeros templos dedicados a la Virgen, mandados construir por fray Juan de Zumárraga. También fue el hogar de san Juan Diego, y se resguardan ahí sus reliquias.

Capilla del Cerrito

Ubicada en la cima del Tepeyac, esta capilla conmemora la primera aparición de la Virgen y el milagro de las flores. La actual construcción data de 1740, y en su interior se pueden admirar frescos del muralista Fernando Leal que narran el encuentro cultural y espiritual entre el mundo indígena y el europeo. En la plazoleta frente al templo destacan esculturas de los arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel, obra de Ernesto Tamariz.

Panteón del Tepeyac

Este cementerio virreinal sigue en operación y resguarda los restos de figuras históricas como Xavier Villaurrutia, José María Velasco y Antonio López de Santa Anna. Se considera zona de monumentos históricos y está protegido por ley.

Capilla del Pocito

Construida entre 1777 y 1791 sobre un pozo de aguas consideradas milagrosas, esta joya del barroco mexicano fue diseñada por Francisco Guerrero y Torres. Su planta circular y su cúpula con decoración en zigzag ofrecen una experiencia visual única. En su interior destaca un púlpito sostenido por una escultura de san Juan Diego. Aquí, José María Morelos oró antes de ser ejecutado en 1815.

Templo y Exconvento de las Capuchinas

Diseñado por Ignacio Castera y construido entre 1792 y 1797, este templo fue ocupado por madres capuchinas. Durante años, albergó la imagen de la Virgen cuando la basílica principal se encontraba cerrada por restauraciones. Aunque el templo fue estabilizado en los años 70, el convento aún sufre hundimientos debido a la inestabilidad del subsuelo.

Espacios de conocimiento y cultura

El recinto guadalupano no solo es un centro de fe, sino también un espacio para la investigación y la conservación del patrimonio.

  • Archivo Histórico: Resguarda documentos novohispanos de gran valor, divididos en los fondos Clavería, Parroquia y Secretaría Particular.
  • Biblioteca Teológica Lorenzo Boturini: Con más de 22,000 volúmenes, es una de las bibliotecas religiosas más importantes del país.
  • Museo de la Basílica de Guadalupe: Inaugurado en 1941, conserva una vasta colección de arte virreinal con obras de artistas como Villalpando, Cabrera y Juan Correa. Su vestíbulo alberga más de 2,000 exvotos, testimonio de la devoción popular.

Templo Expiatorio a Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe)

La antigua basílica, hoy conocida como Templo Expiatorio a Cristo Rey, fue construida entre 1695 y 1709 por Pedro de Arrieta. Con su cúpula de talavera y sus torres octagonales, fue el principal templo guadalupano hasta 1976. En su interior se conservan elementos neoclásicos como el altar diseñado por Manuel Tolsá y un órgano monumental de origen alemán. Esta iglesia también ha sido escenario de hechos históricos, como el atentado con bomba en 1921 y su cierre temporal durante la Guerra Cristera.