En el Día Mundial de la Acuacultura, celebrado cada 30 de noviembre, Santomar, pionera en acuacultura regenerativa en México, destaca por su enfoque innovador que une producción responsable, conservación marina y bienestar comunitario. Desde sus operaciones en el Golfo de California, esta empresa ha demostrado que es posible producir alimentos de alta calidad mientras se protege la biodiversidad y se revitalizan los ecosistemas marinos.
Acuacultura regenerativa: un modelo para el futuro
Santomar apuesta por la acuacultura regenerativa, un enfoque que no solo satisface la creciente demanda de alimentos marinos, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Sus prácticas incluyen la instalación de viveros marinos en mar abierto y el uso de tecnología avanzada para crear hábitats óptimos para especies como la Totoaba (Totoaba macdonaldi), endémica del Golfo de California.
“La conservación de nuestros océanos y la protección de especies como la Totoaba son fundamentales para el futuro de los mares. En Santomar, combinamos tecnología y compromiso ambiental para producir alimentos sostenibles y regenerar la biodiversidad marina”, destacó Pablo Konietzko, director general de la empresa.
Totoaba: un ejemplo de conservación y sostenibilidad
Santomar es la única empresa en México con permisos legales y procesos certificados para cultivar y comercializar la Totoaba, una especie reconocida por su valor gastronómico. Gracias a sus viveros sumergibles, diseñados para minimizar el impacto ambiental, Santomar asegura el desarrollo sostenible de esta especie mientras contribuye a su preservación.
El proceso de cultivo abarca desde laboratorios especializados hasta viveros de alta tecnología que replican las condiciones naturales del mar. Durante 60 días, las crías de Totoaba crecen en tanques controlados antes de ser trasladadas a estructuras diseñadas para resistir depredadores y condiciones climáticas extremas, garantizando su desarrollo seguro.
Reconocimientos y compromiso ambiental
Santomar es la primera Unidad de Manejo Ambiental (UMA) en México respaldada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), un logro que refuerza su liderazgo en prácticas acuícolas responsables. Además, la empresa realiza liberaciones periódicas de Totoaba en el Golfo de California como parte de un programa de repoblamiento que beneficia a los ecosistemas marinos y a las comunidades costeras.
Innovación y futuro sostenible
El éxito de Santomar demuestra que la acuacultura regenerativa es una solución viable para equilibrar el desarrollo económico y la conservación ambiental. Con iniciativas que promueven la biodiversidad, restauran hábitats marinos y aseguran prácticas responsables, esta empresa mexicana está marcando el camino hacia un futuro en el que la producción de alimentos y la protección de los océanos vayan de la mano.
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