En plena colonia Roma, el Edificio Balmori es mucho más que una construcción; es un testimonio viviente de la transformación urbana y cultural de la Ciudad de México. Ubicado en Orizaba 102, en la esquina con Álvaro Obregón, este edificio combina historia, arte y un toque afrancesado que lo convierte en una joya arquitectónica imprescindible para amantes del diseño y la historia.

Construido en 1922 por el ingeniero Ignacio Capetillo y Servín, quien también participó en el diseño del majestuoso Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el Balmori debutó como un espacio residencial y comercial de lujo. Su fachada de cantera y su diseño que mezcla elementos art nouveau, neocoloniales y afrancesados lo posicionaron como uno de los edificios más sofisticados de la época.

Durante los años 30, el edificio contaba con un cine monumental, el Cine Balmori, que podía recibir a casi 1,900 espectadores. Aunque este espacio desapareció durante la remodelación de los años 90, sigue vivo en la memoria de quienes disfrutaron de su esplendor.

A finales del siglo XX, el Balmori enfrentó el deterioro y la amenaza de ser demolido. Pero gracias al esfuerzo de un grupo de artistas y activistas, el edificio encontró una nueva oportunidad para brillar. En 1989, intervinieron la estructura para generar conciencia sobre su valor histórico, logrando que el proyecto de restauración iniciara en 1990. Encabezada por los arquitectos Juan Pablo Suberbie, Enrique de Landa y Alejandro López, la restauración no solo devolvió al edificio su esplendor original, sino que también estableció un precedente para la preservación arquitectónica en la ciudad.

Hoy, el Balmori es un vibrante punto de encuentro. En su planta baja se encuentran boutiques, galerías y tiendas que reflejan la esencia cosmopolita de la Roma. Mientras tanto, los departamentos de lujo y su patio central, adornado con una hermosa fuente, ofrecen un remanso de tranquilidad en medio del dinamismo citadino.

Pasear por sus alrededores es como viajar en el tiempo, con calles llenas de edificios que evocan la Belle Époque, el art déco y el art nouveau, estilos que también inspiran la estética del Balmori.

El Edificio Balmori no solo destaca por su arquitectura, sino también por la historia que lo respalda. Es un recordatorio de que la belleza puede resistir al tiempo y de que los esfuerzos colectivos pueden cambiar el destino de un lugar. Ya sea que te intereses por su pasado o quieras disfrutar de su presente, este edificio es un destino obligado en la Ciudad de México.

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Dirección:
 Orizaba #103, Colonia Roma Norte, Ciudad de México, CDMX