En pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, justo al lado del Palacio Nacional, se encuentra un edificio que no solo alberga la más alta instancia judicial del país, sino también un impresionante acervo cultural que cuenta historias de justicia y arte. Hablamos del Edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un verdadero ícono de la arquitectura y el arte en México.

Este majestuoso edificio fue inaugurado en 1941, pero su historia comienza mucho antes. En sus tierras se encontraba la antigua Plaza del Volador, un sitio con profunda significancia en la época prehispánica, relacionado con los rituales de los voladores de Papantla. En la época colonial, el lugar albergó un mercado importante del virreinato y, más tarde, se convirtió en un espacio de corridas de toros y peleas de gallos. Así que, este lugar ha sido testigo de muchos eventos a lo largo de la historia de México.

Pero, sin duda, el edificio que conocemos hoy en día es una obra monumental del arquitecto Antonio Muñoz García, que se completó en 1941 bajo la administración de Lázaro Cárdenas. Con una estructura de acero y concreto, revestida de cantera labrada, ocupa más de 7 mil metros cuadrados de historia, justicia y cultura.

Una de las joyas más impresionantes de este edificio son sus murales. El vestíbulo principal es un museo en sí mismo, donde se pueden admirar las obras de grandes artistas como José Clemente Orozco, cuyo mural de cuatro partes refleja temas como la riqueza nacional, la justicia y la lucha de los trabajadores. También se encuentra una obra titulada La Guerra y la Paz de George Biddle, y, por supuesto, un mural en conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana de Santiago Carbonell. Estas y muchas más obras de artistas como Rafael Cauduro, Luis Nishizawa y Héctor Cruz García llenan de color y simbolismo cada rincón del edificio.

A lo largo de los años, el edificio ha sido un espacio abierto al público, recibiendo a miles de visitantes cada año, quienes pueden disfrutar de visitas guiadas que permiten conocer no solo la arquitectura y la historia del lugar, sino también la importancia del Poder Judicial en la vida de las y los mexicanos. Además, en tiempos recientes, la Corte organizó visitas virtuales que acercaron a más personas a este sitio lleno de cultura.

Este edificio es mucho más que la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es un punto de encuentro entre la historia, la justicia y el arte, un lugar en el que cada rincón cuenta una historia y cada mural invita a reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de nuestro país. ¡Definitivamente, un lugar que vale la pena conocer!

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Dirección:
 José María Pino Suárez #2, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX