El Gnomo es una de las grandes leyendas entre las personas que viven al sur de la CDMX o que frecuentan la zona de Ciudad Universitaria. Un pequeño restaurante que las y los vecinos recuerdan con cariño porque solían ir con sus papás, mientras que para las y los estudiantes fue durante años un punto de reunión para comer rico y barato con sus compañeros. Es uno de esos rincones que nos transportan a un México diferente, al México de nuestra infancia, cuando todo era más sencillo y no nos preocupábamos por gastarnos todo el sueldo en una renta imposible.

La historia de El Gnomo se remonta a 1989, cuando la señora Margarita y don Pepe decidieron abrir una pequeña churrería en un local tan, pero tan diminuto, que sus hijos lo bautizaron como El Gnomo. Con el tiempo, el matrimonio se ganó el cariño del vecindario y, para 1995, lograron rentar un local más grande, donde empezaron a ofrecer una buena variedad de platillos, entre los que destaca su legendaria hamburguesa. Y sí, digo legendaria porque, aunque el menú es amplio, todo el mundo recuerda su hamburguesa.
Antes de hablar de sus hamburguesas, vale la pena mencionar que en El Gnomo puedes encontrar sopas, ensaladas, sándwiches, tortas, carnes y varios platillos gratinados o fritos. Así que, dependiendo del antojo, puedes empezar con una sopa de tortilla o de hongos, unas papas rellenas o una ensalada de atún. Como plato fuerte, hay enchiladas, molletes, tampiqueña, tacos de bistec, entre otras opciones. Aunque, si como yo, eres fan de las tortas y los entrepanes, te recomiendo probar la de pierna adobada o la de pollo.

Ahora sí, hablemos de lo mero bueno: las hamburguesas. Son la especialidad de la casa y tienen cinco versiones: la Gnomo, con queso, tocino y guarniciones; la Súper Gnomo, que es como la anterior pero con aderezo de la casa y más ingredientes; la Mignon, con tocino y champiñones; la de tocino y queso, que es la más sencilla; y la Alemana, con pepinillos encurtidos y pan de caja integral. ¿Son las mejores hamburguesas del mundo? Probablemente no. Pero sí son ese tipo de hamburguesas que te transportan a la infancia gracias a su receta sencilla y a ingredientes que se sienten familiares. Hechas con buena carne, sin pretensiones. Un gusto reconfortante para quitarse el antojo. Eso sí, te recomiendo pedir la Súper Gnomo, que viene con unas calabacitas empanizadas que están para chuparse los dedos.
El Gnomo es de esos lugares de tradición, que te sacan una sonrisa si fuiste en familia, con tus compañerxs de escuela o con tu pareja cuando empezaban a salir. Pero también es un lugar que se siente cálido y hogareño si es tu primera vez ahí. Quizá no es el restaurante más moderno ni el más aclamado, pero tampoco pretende serlo; simplemente es un sitio donde se sirve comida rica a precios relativamente accesibles, con más de cuarenta años de historia a cuestas.

En una ciudad que cambia a cada rato, El Gnomo es uno de esos espacios que resisten con dignidad, aferrados a la memoria afectiva de su comunidad. Volver a él es como reencontrarte con una vieja amistad: tal vez el tiempo ha pasado, pero la calidez, el sabor y los buenos recuerdos siguen ahí, esperándote en cada bocado.
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Dirección: Avenida Universidad #1894, Esquina Cerro Acasulco, Altillo Universidad, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Horario: Lunes a sábado de 12:00 a 22:00 hrs., domingo de 12:00 a 20:00 hrs.
Página Web: elgnomorestaurante.com
Facebook: facebook.com/elgnomorestaurante
Instagram: instagram.com/restaurante_el_gnomo