El Museo de la Ciudad de México se viste de arte con la exposición Musas negras, la primera muestra individual de Sofía Weidner, una talentosa artista mexicana nacida en 1991. La exhibición, que estará abierta hasta el 10 de noviembre, reúne 26 obras que abarcan desde ilustración hasta pintura al óleo, pasando por textiles y gouache. Estas piezas, de distintos tamaños y técnicas, nos sumergen en un universo donde el dolor y la soledad de muchas mujeres toman forma a través del arte.
La muestra, que se inauguró el pasado 10 de agosto, nos invita a reflexionar sobre el lado oscuro de la vida doméstica, ese espacio que no siempre es tan seguro como debería. Weidner nos presenta mujeres que, desde la intimidad de sus hogares, enfrentan inseguridad y miedo, sentimientos que suelen permanecer ocultos pero que ella, valientemente, expone en su obra.
En la apertura de la exposición, estuvieron presentes figuras clave como Argel Gómez Concheiro, encargado de despacho de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, y Livier Jara, directora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la misma Secretaría. También acompañó a la artista la curadora de la muestra, Magaly Hernández, quien destacó la importancia de que los museos se conviertan en espacios seguros para las mujeres.
Weidner, en su intervención, compartió cómo estas obras nacieron de un proceso de sanación personal. “Lo que antes no podía decir, hoy lo expreso a través del arte”, comentó, emocionada. Sus piezas, cargadas de emociones intensas y profundas, son una especie de catarsis que, al mismo tiempo, nos invita a todos a una reflexión colectiva sobre la sororidad y el apoyo entre mujeres.
Musas negras no busca la comodidad del espectador, sino más bien romper el silencio alrededor del duelo y la tristeza que muchas mujeres viven en sus propios hogares. “Este trabajo es mi forma de decir que no estoy sola, que muchas mujeres sienten lo mismo, y eso es lo que me da fuerza”, afirmó la artista.
La exposición es un viaje por diez años de la vida artística de Weidner, en el que explora disciplinas como la escultura, la pintura y el dibujo. Utiliza técnicas variadas como la ilustración, el bordado y la pintura al óleo, y materiales que van desde el cristal facetado hasta la lana enfieltrada. Con colores vibrantes y tonalidades profundas, las piezas de Musas negras reflejan la tristeza, la desesperanza y el silencio, pero también la resiliencia y la esperanza.
Uno de los aspectos más destacados de la muestra es una instalación que representa una casa, confeccionada en intensos tonos rojos. Este espacio invita a los visitantes a entrar y sentir la dualidad de la angustia y la empatía, creando una experiencia inmersiva que no deja indiferente a nadie.
Musas negras es un poderoso recordatorio de que los espacios más cotidianos, como el hogar, no siempre son sinónimo de seguridad y felicidad. Weidner nos muestra, a través de su arte, que la violencia puede estar presente en los lugares más cercanos, donde se espera confianza y protección.
Esta exposición es una excelente oportunidad para descubrir el trabajo de una artista que, con su obra, está contribuyendo al cambio social y a la visibilización de realidades que muchas veces se intentan ocultar. Si estás en la Ciudad de México, no te pierdas Musas negras en el Museo de la Ciudad de México, un espacio donde el arte se convierte en una voz potente y necesaria.
