¿Alguna vez te has preguntado qué postres comería el Conde Drácula antes de convertirse en vampiro? Si te dijera que lo más seguro es que el Conde Vlad Țepeș Drăculea, mejor conocido como Vlad el Empalador (o Drácula), probablemente disfrutaba de los Kürtőskalács, un pastel de origen transilvano que se cocina envuelto en un palo ¿me creerías?. ¡Qué curioso que Vlad el Empalador disfrutara de un postre empalado! Pero más allá del chiste malo debes saber que el Kürtőskalács es probablemente el postre rumano más antiguo que se conoce, y también se convirtió en uno de los pasteles más populares de la antigua Hungría.
Kürtőskalács significa pastel con chimenea y se llama así porque es un pastel cuya masa se hornea enredándola en un palo de madera y colocándola sobre una chimenea (aunque hoy en día usan hornos). El resultado es una especie de tubo de pan, que es ideal para rellenar y cubrir todos los toppings (coberturas y rellenos) que te imagines: mermeladas, dulces, helado, cremas, etcétera, etcétera, etcétera. ¿Se te antoja?
Si tu respuesta fue “sí”, entonces tienes que darte una vuelta por El Rollito Húngaro, ya sea en su sucursal del Barrio Coreano (Zona Rosa / Colonia Júarez) o en la de la Condesa. Ambas sucursales son pequeños cafés que podrían pasar fácilmente desapercibidos porque sus fachadas son sencillas y no buscan llamar tanto la atención; y al entrar, descubrirás que por dentro también es un lugar sencillo y sin pretensiones. Pero, a pesar de ello, en su menú ofrecen postres únicos en la Ciudad de México. Obviamente, me refiero a los Kürtőskalács, o Rollos Húngaros para que no sea un trabalenguas.
¿Cómo funcionan los Rollos Húngaros? Lo primero que tienes que elegir es si vas a querer que tu rollito sea dulce o salado. La masa de todos los rollos salados lleva queso manchego, pepita verde, linaza, ajonjolí y semillas de girasol, y puedes pedirlos con cuatro rellenos diferentes: Ensalada Rusa, Bacalao, Pavo y Jamón Serrano. Mientras que, los rollitos dulces están elaborados con unos ocho diferentes toppings como canela, galleta Oreo, mazapán, cacao, coco, chispas de chocolate, almendra y nuez; y puedes rellenarlos de cajeta, Nutella, crema pastelera, mermelada de fresa, zarzamora, chabacano, mango (en temporada) o el helado de tu elección. Y, por si fuera poco, también puedes pedir que los decoren con diferentes dulces y toppings. ¿Y pa’tomar? Pues puedes acompañar tu rollito húngaro con un café, un chai, una tizana frutal, un frapé, una soda italiana o un café frío.
Aunque es un lugar sencillo, El Rollito Húngaro te permitirá disfrutar de los famosísimos Kürtőskalács o rollos húngaros, con un toque mexicano y a precios más que accesibles. Sin duda, es un lugar ideal para echarse un postre y un café si fuiste a comer o a pasear a la Zona Rosa o a la Condechi, o si solo quieres conocer el sabor de este tradicional pastel de chimenea.
Prepara tu Visita
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Página Web: elrollitohungaro.com.mx
Facebook: facebook.com/elrollitohungaro
Instagram: instagram.com/elrollitohungaro
Sucursal Zona Rosa
Dirección: Londres #204, Colonia Juárez (Zona Rosa/Barrio Coreano), Ciudad de México, CDMX
Sucursal Condesa
Dirección: Agustín Melgar #22, Colonia Condesa, Ciudad de México, CDMX