Del 16 al 18 de mayo, el centro de la Ciudad de México vibrará al ritmo nostálgico de los organillos con la celebración del Tercer Festival de Organilleros, un encuentro que no solo celebra este oficio centenario, sino que también impulsa su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la capital.

El festival llega en un momento clave: asociaciones de organilleros y la Secretaría de Cultura local están en pleno proceso de integrar el expediente técnico para el Plan de Salvaguardia, paso fundamental para lograr la declaratoria oficial que reconozca el valor cultural de esta tradición popular en peligro de desaparecer.

Una música que forma parte del paisaje urbano

“El sonido del organillo es parte del soundtrack cotidiano de la Ciudad de México”, comenta Luis Alonso Flores Ávila, Jefe de Patrimonio Cultural y Conservación. Para él, este reconocimiento es un acto de justicia cultural: “Esta tradición ha estado presente por más de un siglo en nuestras calles, y merece ser protegida y valorada como parte del patrimonio vivo de la ciudad”.

Por su parte, Carlos Cervantes Godoy, Coordinador General de la Autoridad del Centro Histórico, destacó que el objetivo es garantizar que el oficio del organillero —introducido a México durante el Porfiriato y adaptado con identidad propia— siga resonando por generaciones: “Queremos que nuestros hijos y nietos sigan escuchando esta música única en nuestras plazas y calles”.

Actividades del festival: del conversatorio al desfile

El festival arranca el viernes 16 de mayo con un conversatorio encabezado por mujeres organilleras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, una oportunidad para escuchar historias de vida y saberes transmitidos de generación en generación.

El sábado 17, el Kiosko de la Alameda Central será escenario de una jornada llena de música y tradición: habrá exposición fotográfica, presentaciones de baile folclórico, música en vivo y exhibición de distintos tipos de organillos, además de una muestra de instrumentos de música mecánica.

Para cerrar con broche de oro, el domingo 18 se llevará a cabo un colorido desfile que partirá del Zócalo capitalino, recorrerá la calle Madero y culminará en la Alameda Central. Allí continuarán las actividades artísticas con exhibiciones musicales y la presencia de invitados especiales, como chinchineros (hombres orquesta) de Chile y más de 60 organilleros de distintas partes del país.

Un expediente construido desde la comunidad

Víctor Manuel Maya Mondragón, presidente de la Corporación Cultural de Organilleros de la Ciudad de México, subrayó que este proceso de patrimonialización ha sido impulsado desde la propia comunidad: “En este tercer festival ya estamos trabajando en el expediente, recopilando nuestras historias, testimonios y saberes”.

La tercera edición del festival no solo ofrece una experiencia cultural entrañable, sino que también es una oportunidad para apoyar un esfuerzo colectivo que busca proteger una de las tradiciones sonoras más emblemáticas del Centro Histórico.