Este septiembre, el majestuoso Palacio de Bellas Artes será testigo de un homenaje especial al compositor mexicano Gonzalo Curiel, en el marco de su 120 aniversario de nacimiento. La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) llevará a cabo un concierto que integrará la obra de Curiel a su repertorio, marcando un momento significativo en la historia musical de México.
Lucina Jiménez López, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), destacó que este reconocimiento no solo celebra el legado de Curiel, sino que también refuerza la visión del Inbal de unir la música de concierto y la música popular, dos mundos que tradicionalmente han estado separados.
El homenaje, organizado por la OSN bajo la batuta de Ludwig Carrasco, incluye arreglos de jóvenes compositores mexicanos que reinterpretan la música de Curiel, acercándola a las nuevas generaciones. Este esfuerzo conecta la obra del compositor con los sonidos contemporáneos, asegurando su relevancia en el panorama musical actual.
El concierto se realizará en dos presentaciones, el viernes 6 de septiembre a las 20:00 horas y el domingo 8 a las 12:15 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. El programa incluirá piezas icónicas como “Vereda tropical”, “Dime” y “Desesperanza”, todas de Curiel, ahora adaptadas para orquesta sinfónica por talentosos compositores jóvenes.
Este tributo es parte de una serie de actividades conmemorativas que celebran los 90 años del Palacio de Bellas Artes, incluyendo exposiciones, conciertos y la emisión de un timbre postal conmemorativo. Además, la Lotería Nacional realizará un Magno Sorteo Mayor el 29 de septiembre en honor al aniversario del icónico recinto cultural.
La agenda cultural se extiende hasta 2024, con eventos que van desde la danza hasta la ópera, pasando por exposiciones en diversos espacios de la ciudad, como las Rejas de Chapultepec y estaciones del Metro. Entre los destacados, el cierre del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, el 31 de agosto, con un concierto que fusiona el son jarocho con música tunecina.
Con este homenaje, el Inbal no solo honra a Gonzalo Curiel, sino que también reafirma su compromiso con la difusión y preservación del patrimonio musical mexicano, haciendo que su legado resuene tanto en México como en el mundo.