Imagina entrar a un lugar donde las paredes te cuentan historias, donde los aromas te transportan al México de antaño y cada bocado es un homenaje a nuestras raíces. Así era la Hostería de Santo Domingo, un restaurante que, por más de 160 años, fue un tesoro del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Ubicada en la calle Belisario Domínguez 70, en un rincón que alguna vez formó parte del Convento de Santo Domingo de Guzmán, esta joya comenzó su historia culinaria en 1860, ¡antes de que Maximiliano llegara a México! Su arquitectura, con raíces del siglo XVI, y su decoración colorida con mosaicos coloniales, vitrales de la casa Derflingher y un mural de Antonio Albanés que incluso apareció en los billetes de mil pesos, hacían que comer aquí fuera mucho más que una experiencia gastronómica: era un viaje en el tiempo.

Entre sus muros se escucharon risas, canciones y anécdotas de personajes como Agustín Lara, Salvador Novo, Lola Beltrán y hasta Cantinflas. Y cómo no, si su menú era una celebración de la cocina mestiza: el famoso chile en nogada disponible todo el año, el pollo manchamantel con su mezcla dulce-picante, las enfrijoladas molidas en metate y hasta los escamoles en mantequilla, deleitaron a generaciones.

La Hostería no solo ofrecía platos deliciosos, sino que integraba elementos prehispánicos como el maíz, el chile y el frijol, fusionándolos con ingredientes llegados de otros continentes. Cada semana, más de 70 platillos llenaban las mesas con historia y sabor.

Lamentablemente, la pandemia del COVID-19 marcó el final de esta institución culinaria. Después de sobrevivir sismos, varias intervenciones, la revolución mexicana y la tecnológica y otras epidemias, la Hostería cerró sus puertas en 2020, dejando un hueco en el corazón de la ciudad y de todxs aquellxs que alguna vez probaron su sazón.

Hoy, recordamos a la Hostería de Santo Domingo como un símbolo de la riqueza cultural y gastronómica de México, un lugar donde cada visita era una celebración del pasado que nunca olvidaremos. Y, aunque ya no podemos entrar al restaurante, siempre podemos darnos unos minutos para admirar su impresionante fachada, rodeada de todo el folclor de la Plaza Santo Domingo.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Calle Belisario Domínguez #70-72, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX