Cuando pienso en la palabra inefable, lo primero que me llega a la mente son los seres cósmicos salidos de la imaginación de H.P. Lovecraft; esas criaturas monstruosas de proporciones épicas, capaces de acabar con el planeta tal como lo conocemos. Pero la realidad es que Lovecraft usaba el término inefable, o ineffable en inglés, no porque esta palabra se refiera a algo terrorífico, sino porque significa algo tan grande o maravilloso que no puede describirse con palabras. Y justo ese es el adjetivo que buscan alcanzar en un pequeño café escondido en las calles de la Colonia Nápoles.

¿Un pequeño café que es Ineffable? No vayas a pensar que es inefable porque sea un lugar enorme —a fin de cuentas, ya dije que es pequeño—; más bien, es porque en este espacio buscan crear una experiencia tan rica, tan acogedora y especial, que no se pueda describir solo con palabras. Aun así, voy a tratar de contártelo para que te animes a conocerlo.
Ineffable se encuentra en la calle de Rochester, una de esas calles tranquilas que contrastan con el ajetreo oficinil de la Nápoles. Desde lejos, puedes ver una pequeña y encantadora góndola de madera, con tres mesas esperando a ser ocupadas. Al acercarte, te recibe una fachada de madera antigua y una vitrina que deja ver lo que sucede adentro. Justo en la entrada, unos mosaicos forman el nombre del café, confirmándote que has llegado al lugar correcto.
Por dentro, el espacio es tan agradable como por fuera. Hay una barra de madera con granito blanco —muy elegante— sobre la que descansan unas campanas de vidrio que exhiben muffins, crumbles y galletas.

Si lo que te interesa es comer, te cuento que Ineffable tiene un menú especializado en brunch and breakfast (o desayuno y almuerzo, si prefieres). Así que te vas a encontrar con chilaquiles, molletes, huevos revueltos, muffins ingleses y cuatro tipos de toast: de aguacate, vegano, de salmón e italiano. Y si eres más de antojos dulces, puedes pedir un pan francés, un rol de canela, un brownie con nuez o probar los crumbles de la casa y los muffins de la semana elaborados por Moira’s Bakehouse (sí, los que están en el Mercado del Carmen). ¡Una delicia!
¿Y para beber? Tienen las opciones clásicas a base de espresso: espresso (obvio), macchiato, cappuccino, latte y flat white. También hay americano, chai latte, dirty chai, mocha, chocolate, té y affogatos. Eso sí, lo mejor de su chai es que —a diferencia de muchos lugares en la CDMX— aquí sí usan una mezcla real de especias y té, nada de esos polvitos artificiales con sabor a chai.

Visitar Ineffable es una experiencia completa y agradable. Es un oasis de tranquilidad en medio de la jornada Godín y, además de su bonito diseño, ofrece comida, postres y cafés deliciosos a precios justos y accesibles. Todo esto acompañado de un servicio cercano y amable que te hace sentir como en casa.
Así que, si vives o trabajas en la Nápoles y andas buscando un rincón para escapar del caos, darte un respiro de la rutina y disfrutar de un buen café, muffin o crumble, date una vuelta por Ineffable y descubre una experiencia que —te lo aseguro— no podrás describir con palabras.
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Dirección: Rochester #23, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Instagram: instagram.com/ineffable.cdmx