Aunque el nombre Rubén Fuentes Gassón no te suene mucho, si vives en México, seguramente conoces su trabajo. Rubén Fuentes fue el director general del Mariachi Vargas de Tecalitlán. ¿Te suena la canción “La Bikina“? Pues él la escribió. La historia cuenta que, mientras estaba en la playa con su hijo en 1964, el niño dijo que todas las mujeres en bikini deberían llamarse “bikinas“. ¡Y así nació un éxito instantáneo! Aunque, claro, también hay otra leyenda que dice que la canción está inspirada en una historia de la Guerra de los Cristeros. Según los fans de Luismirey, fue encontrada recién nacida por un campesino que seguía un meteorito en Los Altos (Jalisco); la niña creció entre monjas durante la Guerra, y después de abusos del general Humberto Ruíz, la Bikina se perdió en el firmamento, etc., etc., etc.
Bueno… ¿y qué tiene que ver todo esto con la comida? Pues resulta que “La Bikina” es la inspiración para un restaurante que abrió en la esquina de Hegel y Masarik (esa calle cuyo nombre nadie sabe escribir). Aquí puedes pasar un rato relajado con tus amigxs, disfrutando de algunos de los sabores más representativos de México, con el toque único de la chef Alejandra Arratia. Todo esto en un lujoso ambiente lleno de arte, gracias a la Galería Mexicana con obras de Rubiko y Cariño Mexicano.
Cuando llegues a La Bikina, lo primero que te recibirán son unos chicharrones y totopos (naturales y enchilados), acompañados de una degustación de salsas con chile del que pica. Te recomiendo probar los chicharrones con la salsa de Habanero Tatemado. Y no te pierdas los esquites de bienvenida, que te preparan al momento en tu mesa. ¡Saben a esquites de verdad!
En la carta, encontrarás una gran variedad de platillos cantineros, inspirados en diferentes regiones de México, pero con un giro moderno. Personalmente, te recomiendo el Aguachile de Pescado, los Tacos Rojos Allende (de sirloin con papa, cueritos encurtidos y salsa de jalapeño rojo), las Tostadas de Médula en Escabeche, las Tostadas Frida (de atún con aderezo de chile morita) y el Tuétano Ahumado (acompañado de chorizo norteño, frijoles y esquites). También vale la pena probar el Lechón al Horno Ahumado al Mezquite, los Langostinos a la Parrilla, el Filete de Res al Sotol y el Rollo de Rib Eye (servido en queso fundido).
¿Y para acompañar? Puedes pedirte un cóctel Corazón Ahumado, el Orgullo Mexicano o el Zapata. Además, tienen más de 300 etiquetas de mezcal de diferentes agaves y regiones del país. Si eres mezcalerx de corazón, aquí encontrarás tu paraíso de agave. Para cerrar la comida, prueba un Carajillo con Licor del 43 o el especial de la casa, que lleva café, Ancho Reyes (licor de chile ancho), mezcal y miel de agave. Y no te vayas sin probar el Pan de Elote, que preparan sin harina ni azúcar, acompañado de una exótica mermelada de jitomate y otra de huitlacoche (viscosa pero sabrosa).
La Bikina es uno de esos restaurantes que tienes que conocer. No solo por la casona en la que se encuentra ni por la lujosa decoración neocantinera, sino por la comida. Los platillos de la chef Arratia son una verdadera fiesta de sabores en el paladar. Además, la relación precio-calidad es excelente, así que no te dolerá gastar la quincena en una cena especial o en una noche de amigxs en Polanco. ¡Una opción perfecta para disfrutar de los sabores del México contemporáneo!
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Dirección: Av. Presidente Masaryk #406, esquian Hegel, Polanco V Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $500 a $800 pesos
Horario: Lunes y martes de 13:00 a 1:00 hrs., miércoles a sábado de 13:00 a 2:00 hrs., domingo de 13:00 a 23:00 hrs.
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