Hace varios años, en un mercado perdido entre las calles del entonces Distrito Federal, ocurrió un altercado que dejó a un policía muerto. Para evitar nuevos enfrentamientos y garantizar la seguridad de los clientes, el delegado —quien en su infancia había sido chalán en ese mismo mercado— decidió asignar a un grupo de policías para vigilar el lugar y asegurarse de que todo lo que se vendiera fuera completamente legal.
Sin embargo, los policías de la CDMX, tan honestos como siempre, pronto se dieron cuenta de que cuidar el mercado podía convertirse en un negocio redondo. Así nació un lucrativo esquema de cobro de “derecho de piso”, donde los locatarios tenían que pagar una cuota mensual para poder trabajar en paz. Durante años, los comerciantes pagaron sin falta, hasta que un día, Ignacio, el tortero, cansado de ver cómo su trabajo honesto apenas le alcanzaba para sobrevivir, decidió rebelarse. ¡Y así comenzó la revolución! Una revuelta que no solo sacudió al mercado, sino que empezó a destapar una larga cadena de corrupción que atraviesa cada rincón de nuestra querida Ciudad Antes Llamada Distrito.
En su primera novela, la escritora Sandra Olguín presenta una divertida epopeya —digna de Homero— donde retrata, con un humor tan crudo como realista, la vida cotidiana en la Ciudad de México. A través de un desfile de situaciones absurdas, personajes entrañables y hechos inspirados en noticias que alguna vez escandalizaron a todo el país, la autora construye una historia sencilla, fluida y capaz de atrapar al lector o lectora desde la primera página.
La Ciudad Antes Llamada Distrito es mucho más que una novela entretenida: es un espejo de la realidad, donde el ingenio y el buen humor sirven para reflejar, y al mismo tiempo sobrellevar, el complejo entramado de corrupción que permea no solo a la capital, sino a todo el país. Una lectura divertida y reflexiva, ideal para quienes creen que en México, la realidad siempre supera a la ficción.