.La leucemia felina (FeLV) es una de las enfermedades virales más peligrosas para los gatos. Aunque puede permanecer silenciosa por años, eventualmente debilita el sistema inmunológico y puede derivar en anemias, infecciones crónicas e incluso cáncer. La buena noticia es que se puede prevenir con vacunación y cuidados adecuados.

¿Qué es la leucemia felina y cómo se transmite?

La FeLV es causada por un retrovirus que afecta exclusivamente a los gatos y se transmite principalmente a través de la saliva, ya sea por el acicalamiento mutuo o por mordeduras en peleas. También puede propagarse a través de la orina, las heces y la leche materna, por lo que los gatitos también pueden nacer infectados si su madre tiene el virus.

Los gatos con mayor riesgo de contagio son aquellos que tienen acceso al exterior, conviven con otros gatos infectados o no han sido esterilizados, ya que las peleas y el contacto cercano aumentan las probabilidades de transmisión.

Signos de alerta: ¿cómo saber si un gato tiene leucemia felina?

Un gato con FeLV puede no mostrar signos de enfermedad hasta varios años después del contagio. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Anemia y debilidad progresiva.
  • Cáncer (especialmente linfoma y leucemia).
  • Inmunosupresión (mayor susceptibilidad a infecciones).
  • Enfermedades inmunomediadas.
  • Problemas reproductivos (abortos espontáneos o camadas no viables).
  • Inflamación intestinal y trastornos neurológicos.
  • Estomatitis (inflamación severa de la boca).

Si sospechas que tu gato podría estar infectado, lo mejor es acudir al veterinario para realizar pruebas específicas que confirmen la presencia del virus.

¿Cómo prevenir la leucemia felina?

Actualmente, la mejor forma de proteger a tu gato contra la FeLV es la vacunación. Existen opciones seguras y efectivas que ofrecen protección por hasta dos años. Se recomienda vacunar a todos los gatitos y a los adultos en situación de riesgo.

Otras medidas preventivas incluyen:

  • Mantener a los gatos en espacios seguros y controlados, evitando el contacto con felinos desconocidos.
  • Realizar pruebas de detección en gatos nuevos antes de introducirlos a un hogar con otros felinos.
  • Acudir al veterinario al menos dos veces al año para revisiones generales.

Una enfermedad prevenible con responsabilidad y amor

La leucemia felina no tiene cura, pero sí puede prevenirse con acción temprana y cuidados adecuados. Si aún no has vacunado a tu gato, este es el momento perfecto para hacerlo. Y si ya lo hiciste, asegúrate de cumplir con los refuerzos necesarios para mantener su protección.

En el marco del Día del Gato, MSD Salud Animal en México recuerda la importancia de la prevención para asegurar una vida larga y saludable a nuestros felinos. La salud de tu gato está en tus manos: acude a tu veterinario y protege a tu mejor amigo