Si alguna vez te has subido al Metro en la Línea 3 rumbo al sur y bajaste en División del Norte, quizá te preguntaste qué tiene que ver ese nombre con la Revolución mexicana. Pues bien, ¡mucho más de lo que imaginas!
Esta estación toma su nombre de la avenida División del Norte, una de las más importantes del sur de la CDMX. Pero más allá del tráfico y los microbuses, esta avenida recuerda a uno de los ejércitos más emblemáticos de la Revolución: la División del Norte, comandada por Francisco Villa, mejor conocido como Pancho Villa.

El ícono de la estación muestra al mismísimo Villa montado a caballo, como en la escultura que antes se encontraba en una glorieta donde se cruzaban las avenidas División del Norte, Universidad y Cuauhtémoc. Aquella glorieta desapareció con la llegada del Metro, pero la estatua fue reubicada al Parque de los Venados, también conocido como Parque Francisco Villa. Ahí sigue vigilando la zona con mirada revolucionaria.
Dentro de la estación también puedes ver el mural “Encuentro de culturas”, obra de la pintora italiana Graziella Scotese, inaugurado en 2007. ¡Un pedazo de arte en plena rutina diaria! Y también está el pasillo de los compositores mexicanos, donde podrás ver el rostro de cientos de compositores y compositoras que han musicalizado la historia de México.
Además, esta estación es un punto de conexión clave en el sur de la ciudad. Se conecta con varias rutas de transporte público sobre avenidas como Cuauhtémoc, Universidad y Ángel Urraza, y con la Línea 3 del Metrobús, así que moverse por aquí es muy fácil.
Salidas hacia colonias como Letrán Valle, Narvarte Poniente y Del Valle, la convierten en una estación muy útil para miles de personas al día. Aunque en los últimos años no ha estado en el top de afluencia, sigue siendo una parada estratégica para quienes viven, trabajan o estudian por la zona.

Eso sí, como en muchas estaciones del Metro, también han ocurrido hechos trágicos, como el caso de la actriz Judith Velasco en 1994, recordándonos que detrás del concreto y los vagones también hay historias humanas. ¿Qué pasó con Judith Velasco? Pues, despúes de varios años luchando contra la depresión, el 16 de febrero de 1994, salió de su departamento, entró al metro División del Norte y se arrojó a las viías al paso de un tren, quitándose la vida. Hoy en día, sus restos descansan en una cripta del panteón Mausoleos del Ángel.
Así que ya sabes: la próxima vez que pases por División del Norte, piensa que no solo es una parada del Metro, sino también un pedacito de la Revolución… y del arte urbano de la ciudad.