La estación Metro Hangares es una de esas joyas discretas del sistema de transporte capitalino que, aunque no recibe multitudes todos los días, guarda una historia curiosa y una conexión directa con el cielo.
Inaugurada el 19 de diciembre de 1981, Hangares forma parte de la Línea 5 del Metro (la línea amarilla) y está ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, justo al sur del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Su nombre y su pictograma—un biplano dentro de un hangar— no dejan lugar a dudas: esta estación debe su identidad a los hangares aeronáuticos cercanos.
¿Y qué es un hangar? Es básicamente una especie de cobertizo techado, amplio y resistente, donde se resguardan, reparan y mantienen los aviones. En este caso, la estación se construyó justo al lado de varios de estos hangares del aeropuerto capitalino, lo que inspiró su nombre y diseño gráfico. Aunque en años recientes muchos de estos espacios han desaparecido o cambiado de función, el recuerdo permanece en el nombre de la estación.
Una parada discreta, pero bien conectada
La estación se encuentra sobre la Avenida Fuerza Aérea Mexicana, y da servicio principalmente a la Colonia Federal, un barrio que vale la pena explorar. A pesar de su cercanía al aeropuerto, Hangares no es precisamente una de las estaciones más concurridas: en 2023 tuvo poco menos de 2 millones de usuarios, lo que la ubicó entre las menos transitadas del sistema. Incluso tuvo un breve periodo de auge cuando ofrecía acceso a la Terminal 2, pero ese paso fue cerrado por motivos de seguridad.
Dentro del sistema, Hangares es una estación subterránea, con dos andenes laterales, ubicada entre Terminal Aérea y Pantitlán. Sus salidas conectan directamente con las calles de la Colonia Federal y también hay rutas de transporte público en superficie, como la ruta 11-C, que facilita el acceso a otras zonas.
De aviones, fotos y barrios curiosos
Uno de los atractivos insospechados cerca de la estación es el famoso “MacPuente”, un puente peatonal que se ha vuelto un mirador informal para observar aviones. Desde allí, decenas de curiosxs se detienen a ver los despegues y aterrizajes como si fuera una función continua en el cielo.
Y ya que estás por ahí, la Colonia Federal bien merece una caminata. Con un trazado urbano en forma de telaraña, sus 16 calles radiales y 5 anillos concéntricos se organizan alrededor de un parque octagonal con juegos, áreas verdes y un centro cultural. Las calles llevan nombres de secretarías del gobierno, lo que recuerda que esta colonia fue planeada en los años 20 para alojar a empleados públicos. Un diseño que, para muchos, parece sacado de un experimento de urbanismo geométrico, y que hoy fascina tanto a fotógrafos como a exploradores urbanos.
A unas cuadras, el Archivo General de la Nación, instalado en la antigua prisión de Lecumberri, agrega una dimensión histórica poderosa al recorrido. Un barrio lleno de contrastes: desde los ecos de los aviones hasta los murmullos de los expedientes históricos.