El Metro Panteones es una de las estaciones más enigmáticas de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo, esta estación recibe su nombre por su proximidad a varios cementerios históricos de la capital, convirtiéndola en un espacio donde convergen el pasado, la arquitectura funeraria y la memoria de diversas comunidades que han dejado su huella en la ciudad.

El nombre de la estación Panteones hace referencia a la cercanía con tres importantes cementerios:

  • El Panteón Español, fundado en 1886 como parte del Hospital Español de México, construido para atender a la comunidad de origen español. Su arquitectura combina estilos gótico y neoclásico, destacando por su majestuosidad y el legado histórico que resguarda.
  • El Panteón Francés de San Joaquín, inaugurado en 1942 para sustituir al Panteón Francés de la Piedad, debido a su clausura y saturación en 1940. Este espacio también sigue una línea gótica y neoclásica, reflejando la influencia francesa en la arquitectura funeraria de la época.
  • El Panteón Alemán, fundado en 1917 por la comunidad alemana residente en México. A diferencia de otros panteones, su diseño resalta por la preservación de espacios naturales, priorizando áreas verdes sobre monumentos mortuorios, en un claro reflejo de la arquitectura tradicional alemana.

El isotipo que identifica a la estación Panteones representa la silueta de una cripta mortuoria, evocando la solemnidad y el misterio asociados a estos espacios de descanso eterno. Esta imagen es un recordatorio visual del significado del lugar y rinde homenaje a la historia y la arquitectura que rodean la zona.

Uno de los aspectos más interesantes de esta estación es que en sus andenes alberga reproducciones de esculturas prehispánicas relacionadas con la muerte, ofreciendo a las y los usuarios un recorrido simbólico por la cosmovisión mesoamericana del tránsito entre la vida y la muerte. Estas piezas permiten reflexionar sobre cómo diferentes culturas han representado el fin de la existencia, otorgando al espacio una dimensión cultural que va más allá de su función como estación del Metro.

La estación Panteones fue inaugurada el 22 de agosto de 1984, junto con su vecina Cuatro Caminos, siendo parte del crecimiento del Metro hacia el poniente de la ciudad. Desde entonces, ha servido como punto de acceso a una zona cargada de historia y tradiciones que continúan vivas en la memoria colectiva.

Metro Panteones no solo conecta a las y los viajeros con su destino, sino que también los invita a reflexionar sobre la historia y la trascendencia de aquellxs que descansan en estos espacios. Es un recordatorio de que la memoria perdura en cada rincón de la ciudad, donde el pasado y el presente convergen en un viaje cotidiano.