Si alguna vez te has aventurado por el sur de la Ciudad de México, seguramente has pasado por el Monumento al Caminero, aunque quizás no lo hayas notado entre el ajetreo de automóviles y las idas y venidas hacia la famosa “salida a Cuernavaca“. Este conjunto escultórico es más que un adorno urbano: es un homenaje a quienes, con esfuerzo y dedicación, construyeron y mantienen las carreteras que conectan a todo México.
Ubicado en la intersección donde Insurgentes Sur y el Viaducto de Tlalpan se encuentran para dar paso a la carretera a Cuernavaca, este monumento destaca por sus tres figuras talladas en piedra de cantera marrón claro. Cada hombre representa un pilar fundamental de la construcción de carreteras:
- Uno sostiene un martillo neumático, símbolo del trabajo físico incansable.
- Otro lleva un teodolito, herramienta clave para medir y trazar caminos.
- El tercero sostiene un libro de planos, recordándonos que detrás de cada carretera hay planificación y conocimiento.
El diseño es obra del escultor Ramiro Gaviño, quien contó con la colaboración de los hermanos David y Joaquín Gutiérrez, talladores provenientes de Chimalhuacán, al oriente de la ciudad.
Este monumento fue inaugurado el 17 de octubre de 1956, durante la celebración del Día del Caminero y el 31 aniversario de la Dirección Nacional de Caminos. Pero la elección de esta fecha tiene raíces más profundas: conmemora un decreto real de 1533 que ordenaba la construcción de caminos en la Nueva España.
La inscripción en la placa lo dice todo: “Al Caminero, integrador de las comunicaciones de México, MCMXXV-DNC-MCMLVI”
Es un reconocimiento al papel fundamental de las carreteras en la economía y la vida moderna del país, que no solo conectan lugares, sino también personas y oportunidades.
Aunque su ubicación en medio de una transitada vía hace que no sea fácil detenerse a admirarlo, el Monumento al Caminero es una pieza cotidiana en el paisaje de Tlalpan. Además, su relevancia trasciende lo artístico, pues es un recordatorio constante de los esfuerzos detrás de las vastas redes de carreteras que recorren México.
Por si fuera poco, su posición marca el límite entre el Centro de Tlalpan y el barrio de Chimalcoyoc, la puerta a las montañas del Ajusco.
La próxima vez que pases por esta zona, ya sea en auto o transporte público, tómate un momento para apreciar este monumento. Es un tributo a los trabajadores que, con sudor y perseverancia, trazaron las rutas que hoy nos llevan a nuestros destinos. ¡Ellos son los verdaderos héroes del camino!
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Dirección: Av. de los Insurgentes Sur s/n (esquina Tlalpan), Chimalcoyoc, Tlalpan, Ciudad de México, CDMX