¿Te imaginas recorrer siglos de historia en un solo lugar? Eso es justamente lo que ofrece el Museo Nacional de Historia, ubicado nada más y nada menos que en el icónico Castillo de Chapultepec. Este museo es como una máquina del tiempo que nos lleva desde la Conquista de Tenochtitlan hasta los vibrantes días de la Revolución Mexicana. Y lo mejor: todo esto sucede dentro de un castillo que, por sí mismo, tiene una historia digna de película.

La historia del Castillo de Chapultepec comienza en 1785, durante el mandato del virrey Bernardo de Gálvez, quien mandó construirlo como casa de descanso (sí, tal cual, como una cabaña… ¡pero en versión de lujo!). Sin embargo, su destino sería mucho más movido: fue colegio militar, residencia imperial de Maximiliano y Carlota, hogar presidencial y, desde 1939, sede del Museo Nacional de Historia.

Cada rincón del castillo guarda secretos. Imagina caminar por pasillos que alguna vez recorrieron emperadores, presidentes y cadetes heroicos. Desde sus terrazas, no sólo se contempla una de las mejores vistas de la Ciudad de México, también se siente el eco de los momentos que marcaron a todo un país.

El museo cuenta con 12 salas de exposición permanente que te llevan de la mano por la historia de México, desde el encuentro de dos mundos hasta las luchas por la independencia y la revolución. ¡Cada sala es una cápsula del tiempo!

Además, en el área del Alcázar —la parte más señorial del castillo— puedes visitar 22 salas que recrean cómo vivían Maximiliano y Carlota y, más tarde, Porfirio Díaz. Sí, puedes asomarte a las recámaras, salones y hasta el baño donde estos personajes vivieron parte de sus vidas. ¡Es como colarse en la casa de la historia!

También hay una sala especial dedicada a la famosa Batalla de Chapultepec, donde los valientes Niños Héroes defendieron el castillo en 1847. De verdad, es imposible no emocionarse al recorrerla.

Como si todo esto fuera poco, el museo también es hogar de espectaculares murales que convierten la historia en arte a gran escala. ¡Aquí te contamos algunos imperdibles!

  • La fusión de dos culturas, de Jorge González Camarena, nos muestra el dramático encuentro entre el mundo náhuatl y el español, un choque que, aunque doloroso, dio vida a nuestra identidad actual.
  • En el Retablo de la Independencia, Juan O’Gorman retrata de forma vibrante el paso de México de la opresión colonial a la lucha por la libertad, con figuras como Hidalgo y Morelos encabezando la transformación.
  • José Clemente Orozco en La Reforma y la caída del Imperio nos regala un impresionante retrato de Benito Juárez, símbolo del triunfo liberal sobre el Segundo Imperio mexicano.
  • Otro mural impactante es El feudalismo porfirista (también de O’Gorman), que no se anda con rodeos para mostrar las desigualdades y los abusos durante la dictadura de Porfirio Díaz, preludio necesario para entender la Revolución.
  • Retablo de la Revolución y La Constitución de 1917 —ambos de O’Gorman y González Camarena respectivamente— nos llevan al clímax de los cambios sociales, políticos y económicos que sacudieron a México en el siglo XX.
  • La intervención norteamericana, de Gabriel Flores, dramatiza la épica caída de Juan Escutia envuelto en la bandera mexicana, un acto de heroísmo que aún conmueve.
  • No podemos olvidar el mural Del Porfirismo a la Revolución de David Alfaro Siqueiros, que, con su estilo inconfundible, plasma las tensiones y los sueños de un México que clamaba por justicia y transformación.

Cada mural es como un libro abierto lleno de personajes, batallas y esperanzas que se siente casi como estar ahí, viviendo los momentos que forjaron nuestro país.

Pero el Museo Nacional de Historia no es solo un paseo nostálgico. Su misión es clara: preservar, difundir e investigar los bienes históricos que resguarda para que podamos entender mejor nuestro pasado, comprender nuestro presente y construir un mejor futuro.

Su visión va más allá: busca ser un centro vivencial, un lugar donde la historia no esté encerrada en vitrinas, sino que se viva, se respire y se cuestione, inspirándonos a ser ciudadanos más conscientes.

Así que ya sabes: si quieres recorrer salones que fueron testigos de decisiones que cambiaron a México, admirar arte monumental que cuenta nuestra historia, y vivir una experiencia que mezcla la belleza, la reflexión y el orgullo nacional, el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec te espera.

¿Te animas a visitarlo y caminar entre los ecos de la historia?

Prepara tu Visita
Dirección:
 Av. Revolución #1608, San Ángel, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $100 pesos
Horario: Martes a domingo de 9:00 a 17:00 hrs.
Página Web: mnh.inah.gob.mx
Instagram: instagram.com/museodehistoria
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Twitter: x.com/museodehistoria