En el corazón de la colonia Jardín Balbuena, al inicio de la calle Lorenzo Boturini y frente a las famosas viviendas Kennedy, se alza una de las iglesias más sorprendentes de la Ciudad de México: Nuestra Señora Aparecida de Brasil, una obra que combina arquitectura moderna, historia latinoamericana y arte sacro.

Este templo fue diseñado a finales de los años 50 por el arquitecto Jorge Molina Montes, discípulo del célebre Félix Candela. Siguiendo la tradición de su maestro, Molina empleó paraboloides hiperbólicos —esas curvas tan características del modernismo mexicano— para crear una estructura monumental que, aún hoy, domina el paisaje urbano de la zona.

La iglesia celebró su primera misa en 1959, en una época en que gran parte del área aún no había sido urbanizada. Décadas más tarde, en 2020, sufrió un fuerte incendio, pero fue restaurada con gran cuidado, y actualmente sigue siendo un punto de referencia tanto espiritual como arquitectónico en Venustiano Carranza.

Inspirada en la patrona de Brasil

La parroquia está dedicada a Nuestra Señora Aparecida, advocación mariana profundamente venerada en Brasil. La historia cuenta que, en 1717, unos pescadores encontraron una pequeña imagen de barro de la Virgen María en sus redes, en el río Paraíba, cerca de São Paulo. Aquella aparición se convirtió en un símbolo nacional, y en 1929 fue proclamada oficialmente como patrona del país.

Vitrales que cuentan 500 años de fe

Uno de los mayores tesoros del templo son sus vitrales monumentales, diseñados por Fray Gabriel Chávez de la Mora, un arquitecto y monje benedictino que ha dejado huella en varios recintos religiosos de México. A petición del padre Francisco Cipriani en 1983, Fray Gabriel creó una obra que cubre 600 metros cuadrados de ventanales con una narrativa visual de la evangelización en América Latina.

Estos vitrales no solo llenan el templo de luz y color, sino que están diseñados para ser una sola obra continua. Cada sección representa pasajes clave de la expansión del cristianismo en el continente, desde la cruz redentora hasta la Trinidad, pasando por momentos esenciales como el Acontecimiento Guadalupano y el Sínodo de Aparecida, ambos pilares fundamentales del catolicismo latinoamericano.

La iglesia se encuentra en Francisco del Paso y Troncoso 307, a tan solo unos minutos caminando de la Esplanada Venustiano Carranza y el Centro Cultural Carranza. Es un sitio ideal para quienes buscan un momento de paz, admirar la arquitectura moderna o contemplar una de las expresiones más bellas de arte sacro contemporáneo en la ciudad.