En la Colonia Del Valle, al sur de la Ciudad de México, se alza imponente una joya poco conocida pero fascinante: la Parroquia Purísimo Corazón de María Reina de la Paz. Con su arquitectura monumental, historia profunda y belleza artística, este templo es mucho más que un punto de referencia urbano: es un símbolo de fe, arte y comunidad.

Una iglesia entre el art déco, el funcionalismo… y con un toque gótico

Con una silueta inconfundible que se divisa desde varias cuadras a la redonda, esta iglesia de 65 metros de altura destaca por su cúpula poligonal de 20 metros, coronada por una imponente escultura de la Virgen María con los brazos semiabiertos, que mide otros 10 metros. No es raro que muchos la confundan con el Cristo Redentor, y por su posición en la glorieta Mariscal Sucre, las y los capitalinos la apoden cariñosamente “Nuestra Señora del Tránsito”, como si estuviera ayudando a dirigir el tráfico en la concurrida intersección de División del Norte, Amores y Gabriel Mancera.

El diseño del templo es una singular mezcla de estilos: art déco, funcionalismo y un aire gótico, que lo hacen destacar entre las construcciones religiosas de la ciudad. Fue concebido por el arquitecto Luis Olvera y desarrollado por el ingeniero Miguel Rebolledo, pionero en el uso del concreto reforzado en México. Posteriormente, en 1947, Antonio Muñoz García, autor del Mercado Abelardo Rodríguez y del edificio de la Suprema Corte de Justicia, retomó el proyecto.

Un templo nacido de la fe comunitaria

La historia de esta iglesia comenzó en 1923 con la construcción de una capilla sencilla, impulsada por los Misioneros Claretianos y donaciones vecinales. A pesar de haber sido cerrada durante la Guerra Cristera (1926–1929), fue una de las pocas autorizadas para celebrar misa en esa época. En 1931 fue elevada a parroquia por el arzobispo Pascual Díaz.

En 1938 arrancó formalmente la construcción del templo actual. Con el apoyo económico de feligreses, que contribuían semanalmente mediante colectas casa por casa, se cimentó el santuario. La primera misa se celebró en 1954, año en que el cardenal José Garibi Rivera lo consagró como templo parroquial.

Un interior que te deja sin aliento

Más allá de su impactante exterior, el interior del templo es un espectáculo visual. Destacan sus vitrales multicolores, sus candelabros artísticos, un sagrario de bronce dorado con base giratoria, y su imagen principal: una escultura monumental de la Virgen María con el Niño, obra del artista Antonio Ballester.

Además, los murales del pintor Pedro Cruz cubren aproximadamente 1,400 metros cuadrados, representando pasajes bíblicos y temas marianos con una expresividad y belleza excepcionales. Todo esto convierte al templo en uno de los espacios sacros más ricamente decorados de la Ciudad de México.

Un set de cine internacional

El encanto de esta parroquia trascendió fronteras cuando fue elegida como una de las locaciones principales para la película Romeo + Julieta (1996), dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Claire Danes. Su arquitectura dramática y luminosa fue el escenario ideal para esta moderna versión del clásico de Shakespeare.

¿Dónde se encuentra?

La Parroquia del Purísimo Corazón de María Reina de la Paz se ubica en Gabriel Mancera, entre Torres Adalid y Luz Saviñón, en plena Colonia Del Valle. Está rodeada por avenidas emblemáticas como División del Norte, Amores y Eje 5 Sur. Fácilmente visible desde lejos, es un sitio ideal para quienes disfrutan del turismo religioso, la arquitectura o el cine.

¿Por qué vale la pena visitarla?

Porque no se trata solo de una iglesia, sino de un símbolo de identidad barrial, una obra maestra del siglo XX, y un espacio donde se mezcla la espiritualidad con el arte monumental. Ya sea que vayas a misa, a tomar fotos, o a descubrir una locación de cine, esta parroquia te sorprenderá con su belleza e historia.