Si hay un lugar en la Ciudad de México que respira música y tradición las 24 horas del día, ese es sin duda Plaza Garibaldi. Ubicada en el corazón de la capital, esta emblemática plaza es el punto de encuentro de mariachis, grupos norteños, tríos y jaraneros que llegan con sus instrumentos y sombreros de charro para regalar (y vender) serenatas a quien lo solicite.
El sitio que hoy conocemos como Plaza Garibaldi ha sido testigo de siglos de historia. Antiguamente, esta zona formaba parte del barrio de San Juan de Dios, donde se encontraba el Hospital de San Andrés, demolido en el siglo XIX. En 1923, la plaza fue renombrada en honor a Giuseppe Garibaldi, un militar italiano que luchó por la unificación de su país y cuyo nieto, el general José Garibaldi, apoyó la Revolución Mexicana.

Pero lo que realmente le ha dado fama mundial a esta plaza es la música. Desde principios del siglo XX, grupos de mariachi provenientes de Jalisco comenzaron a reunirse aquí para ofrecer su arte a locales y turistas. Así nació la tradición que sigue viva hasta nuestros días.
Cuando visitas Plaza Garibaldi, es imposible no sentirte envueltx en un ambiente de fiesta y nostalgia. Desde el mediodía hasta altas horas de la noche, las y los músicos están listxs para interpretar desde “Cielito Lindo” hasta “El Rey”, pasando por los clásicos de José Alfredo Jiménez, Pedro Infante y Vicente Fernández.

Si buscas una experiencia auténtica, puedes contratar a un mariachi para una serenata personalizada o simplemente disfrutar del espectáculo en vivo mientras paseas por la plaza. Y si lo tuyo es el baile, algunos bares de la zona cuentan con pistas donde puedes zapatear al ritmo de la música ranchera.
Plaza Garibaldi no solo es música, también es un destino cultural. En sus alrededores puedes encontrar el Museo del Tequila y el Mezcal (MUTEM), donde puedes conocer la historia y el proceso de elaboración de estas emblemáticas bebidas mexicanas. Y claro, no puede faltar la degustación de un buen caballito de tequila.

Para quienes buscan un ambiente más bohemio, la cantina Salón Tenampa es una parada obligada. Fundado en 1925, este icónico lugar ha sido visitado por grandes figuras de la música mexicana y es ideal para disfrutar de un trago mientras escuchas a los mariachis en vivo.
Ya sea que vengas por curiosidad, por amor a la música o simplemente para disfrutar de la cultura mexicana en su máxima expresión, Plaza Garibaldi es un destino que no decepciona. Así que la próxima vez que estés en la Ciudad de México, no dudes en darte una vuelta por este rincón lleno de tradición, historia y, por supuesto, mucho mariachi.
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