Descubre cómo arqueólogos, biólogos y restauradores devolvieron la voz a flautas, ocarinas y sonajas de la antigua Mesoamérica
En el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería 2025, uno de los libros que captó la atención de los asistentes fue Tlapitzalli. La forma del sonido, una obra que nos invita a sumergirnos en el fascinante universo de los instrumentos musicales prehispánicos, sus usos rituales y la creatividad de los antiguos pueblos mesoamericanos.
Este libro, publicado en 2024, es el resultado de una investigación multidisciplinaria que reunió a arqueólogos, restauradores, biólogos, músicos e investigadores para explorar el desarrollo tecnológico y simbólico de flautas, silbatos, sonajas y otros objetos sonoros utilizados en el México antiguo. A lo largo de 160 páginas y con el apoyo de 140 imágenes, el volumen ofrece un recorrido por los hallazgos más relevantes de colecciones arqueológicas, al tiempo que recupera los sonidos de instrumentos que habían permanecido en silencio por al menos 500 años.
De la vitrina al sonido: un viaje arqueológico sonoro
El libro es una extensión de la exposición Tlapitzalli. La forma del sonido, que estuvo abierta al público entre octubre de 2023 y abril de 2024 en el Museo Regional de Guanajuato, Alhóndiga de Granaditas, gracias a un esfuerzo conjunto entre el INAH y la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones. Durante la presentación en la FIL Minería, el editor Carlos Méndez Domínguez destacó cómo esta obra no solo documenta las piezas exhibidas, sino que además les devuelve la voz.
Una de las grandes innovaciones del libro es la integración de códigos QR que permiten a las y los lectores escuchar, directamente desde sus dispositivos móviles, los sonidos de estos instrumentos ancestrales. Así, las flautas de barro, los güiros ceremoniales y los silbatos zoomorfos vuelven a sonar, conectándonos con el mundo sonoro de las culturas mesoamericanas.
Sonoridad prehispánica: mucho más que música
Durante la presentación, la restauradora Frida Montes de Oca Fiol, quien participó en la curaduría de la exposición y es coautora del libro, subrayó un punto clave: en las culturas mesoamericanas no existía el concepto de música como lo entendemos hoy, sino el de sonoridad, una parte fundamental de las ceremonias religiosas, las festividades y hasta de la vida cotidiana.
De acuerdo con Montes de Oca, esta conexión sonora con el pasado sigue vigente. Algunos instrumentos como los cascabeles, que aparecen en contextos arqueológicos domésticos, siguen utilizándose hoy en día en comunidades indígenas para tranquilizar a las mujeres durante el parto, lo que muestra una continuidad cultural de miles de años.
Tesoros sonoros: instrumentos prehispánicos que narran historias
El libro Tlapitzalli. La forma del sonido no solo explica el contexto histórico de estos objetos sonoros, sino que presenta algunas piezas extraordinarias, como:
- Una flauta hombre-animal del periodo Posclásico (900-1521 d.C.), ejemplo de la maestría escultórica y acústica mesoamericana.
- Un silbato de mono araña con su cría, elaborado en barro, que muestra la sensibilidad artística de sus creadores.
- Una figurilla de Ehécatl, el dios del viento, perteneciente a la cultura mexica (1325-1521 d.C.).
- Una sonaja en forma de mujer embarazada, fechada entre 400 a.C. y 200 d.C., que conecta la sonoridad con la maternidad y la fertilidad.
De México a Roma: la sonoridad prehispánica cruza fronteras
El impacto de esta investigación ha trascendido fronteras. En julio de 2024, se inauguró la exposición Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo en el Museo de las Scuderie del Quirinale en Roma, Italia, como parte de las celebraciones por los 150 años de relaciones diplomáticas entre México e Italia. Este interés internacional demuestra el valor universal de la herencia sonora de las culturas prehispánicas.
¿Dónde conseguir el libro?
Si quieres explorar más sobre estos fascinantes instrumentos, Tlapitzalli. La forma del sonido está disponible en las librerías del INAH, así como en el Fondo Editorial del Estado de México y en la UAEMéx. Sin duda, es una obra esencial para quienes buscan entender cómo el sonido fue parte vital de la cosmovisión mesoamericana.