La escena se desenvuelve con un humor tan ácido como la vida misma. Un grupo de actores decide improvisar una historia de amor, pero la trama toma un giro inesperado cuando uno de ellos revela que tiene cáncer. Lo que podría parecer un momento trágico se convierte en un pretexto para explorar, con burla y sarcasmo, las fallas del sistema de salud y los absurdos costos de los medicamentos. En Un intruso: El seguro popular no cubre heridas de amor ni otros males, la enfermedad no es solo una dolencia física, sino una metáfora poderosa de la fragilidad humana y lo absurdo de la existencia.
Este montaje, una colaboración entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) y la compañía Obra Negra Producciones, bajo la dirección de Iankarla Castillo Jiménez, estará en cartelera del 22 de agosto al 14 de septiembre en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, dentro del Centro Cultural del Bosque. Con un reparto que incluye a Yuly Moscosa, Óscar Gordillo, Cuauhtli Jiménez, Raúl Díaz y Alina Maldonado, la obra promete una experiencia que oscila entre la risa amarga y la reflexión.
Lo que hace aún más conmovedora esta pieza es su origen. Castillo, quien también firma la dramaturgia, se inspiró en dos pérdidas personales: dos jóvenes actores, atléticos y llenos de vida, que murieron de cáncer poco después de compartir escenario. La obra nace como un duelo y un homenaje, un recordatorio de que, para muchos, la ficción es más que un trabajo; es una forma de vida que no siempre cubre el precio de la salud.
En la farsa, tres actores intentan contar una historia de amor, pero al igual que sus personajes, la narrativa se desmorona. Como en una tragedia shakespeariana, el amor se enfrenta a la muerte, pero aquí la precariedad económica añade una capa de cruda realidad. Castillo comenta: “Este texto es parte de mi duelo, de mi amor, y del amor a esos apasionados locos que hicieron de la ficción su vida, aunque su arte no fue suficiente para pagar las medicinas”.
El montaje juega con la metateatralidad, llevando a los actores a un viaje en el que pasan de ser personas a personajes, e incluso a entidades no humanas, representando glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Este enfoque único, potenciado por ejercicios vocales y corporales inspirados en las técnicas de Linklater y Lecoq, permite a los actores explorar diferentes resonancias y movimientos, creando personajes marcadamente distintos.
Además, la música en vivo se convierte en un personaje más, interactuando con los actores como en un talkshow o una emisora de radio, donde el sonido acentúa o ridiculiza las escenas, fusionando elementos de ambient y noise para oscilar entre lo festivo y lo oscuro.
El equipo creativo detrás de Un intruso también incluye a Ricardo Salgado en el diseño de escenografía e iluminación, Alina Maldonado en el diseño sonoro, Gabriel Ancira en vestuario, maquillaje y peinado, Amaranta Leyva en la asesoría de manipulación de títeres, y Sandra Burgos en la producción ejecutiva.
No te pierdas esta propuesta teatral que, a través de la farsa y el humor, nos enfrenta a las duras realidades de la vida y la muerte en un país donde, a veces, ni el amor ni la salud tienen seguro.