Archivos de la categoría Iglesias y Templos

Iglesia de la Sagrada Familia, una joya modernista en la colonia Portales

Luz, arte y arquitectura a unos pasos del Metro Portales

Si andas por la colonia Portales y te gustan los edificios con historia y estilo, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar la Iglesia de la Sagrada Familia, un templo que llama la atención por su imponente diseño modernista de los años 60.

Desde fuera, lo primero que salta a la vista es su enorme vidriera de colores que corona la entrada principal. También destaca su altísimo campanario, que se ha vuelto un punto de referencia para quienes caminan por esta zona del sur de la Ciudad de México.

La iglesia fue construida entre 1960 y 1967, y su diseño estuvo a cargo del reconocido arquitecto Enrique Carral Icaza, el mismo que diseñó el antiguo Centro Manacar de Insurgentes, participó en la construcción del Aeropuerto Internacional de la CDMX y dejó su huella en el monumental Fraccionamiento El Rosario.

Carral diseñó una iglesia que ocupa toda la manzana. Además del templo principal, el conjunto incluye oficinas y dependencias parroquiales en la parte trasera y al norte del predio. La estructura principal es sencilla: una nave única rectangular, de decoración sobria pero con elementos artísticos que no pasan desapercibidos.

El interior del templo está lleno de detalles que vale la pena descubrir. Las vidrieras multicolores son el principal atractivo: llenan el espacio de luz y color, creando un ambiente sereno y acogedor. También encontrarás esculturas alargadas de santos y otras piezas de arte religioso que adornan el lugar con discreción y elegancia.

La iglesia está ubicada muy cerca de la Línea 2 del Metro. De hecho, es una buena parada si te diriges al Museo del Transporte Eléctrico, ya que ambos lugares están a unos 15 minutos caminando uno del otro. Así que si planeas un paseo por la zona, puedes incluir en tu recorrido esta iglesia que combina fe, arte y arquitectura de una forma muy especial.

La Iglesia de la Sagrada Familia es mucho más que un templo: es un ejemplo vivo del diseño modernista mexicano y un lugar que invita a la contemplación, tanto por dentro como por fuera. ¡No dejes de conocerla!

Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, una joya de arquitectura y espiritualidad en el Centro Histórico

En plena calle Francisco I. Madero, esa por la que caminan miles de personas rumbo al Zócalo todos los días, se esconde a plena vista una joya arquitectónica e histórica: el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús. A simple vista, su estilo neorrománico —casi único en toda la ciudad— llama la atención, pero lo mejor está en su historia y su significado para la capital.

Este templo rinde homenaje a San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano y nada menos que el patrono de la Ciudad de México. Nacido en 1572 bajo el nombre de Felipe de las Casas, su historia parece de película: fue franciscano, luego mercader en Filipinas, volvió a la vida religiosa, y terminó en Japón en un barco llamado (ironías de la vida) San Felipe. Ahí, en 1597, fue martirizado junto a otros 25 cristianos, convirtiéndose en uno de los célebres mártires de Nagasaki. Fue canonizado en 1862, y desde entonces su figura es símbolo de fe y valentía.

El templo que lleva su nombre se construyó entre 1886 y 1897, donde antes estuvo la capilla de Nuestra Señora de Aranzazú, que pertenecía al viejo Convento de San Francisco. La encargada de impulsar su edificación fue nada menos que Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz. La obra quedó en manos del arquitecto Emilio Dondé, quien también trabajaba en otros templos notables de la ciudad.

Además de su fachada elegante, el interior del templo sorprende con mosaicos de estilo neobizantino que, aunque más discretos que los de la iglesia Porta Coeli, tienen su encanto. Tiene también dos entradas laterales, una capilla independiente y alberga los restos del beato Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, orden que desde 1931 cuida este recinto.

Y por si fuera poco, desde 1900 este templo es sede de la Adoración Nocturna Mexicana, una tradición que sigue viva en pleno centro de la capital.

Así que la próxima vez que camines por Madero, entre cafés, tiendas y bullicio, levanta la vista. La Iglesia de San Felipe de Jesús está ahí, esperando que la redescubras.

Dirección: Av Francisco I. Madero #11, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Templo Metodista de la Santísima Trinidad, historia, arquitectura y secretos en una joya del Centro Histórico

En el bullicio del Centro Histórico de la Ciudad de México, en la tranquila calle de Gante, se esconde un lugar lleno de historia, espiritualidad… ¡y hasta circo! Hablamos del Templo Metodista de la Santísima Trinidad, una joya arquitectónica que guarda secretos de más de 400 años.

Este templo ocupa nada menos que el terreno que perteneció al antiguo claustro del Monasterio de San Francisco, fundado en 1524 sobre las ruinas de la mismísima Tenochtitlan. Aquí llegaron los primeros doce franciscanos encabezados por fray Martín de Valencia, y también Pedro de Gante, quien venía con una misión evangelizadora. De hecho, justo donde hoy se alza el templo, Moctezuma tenía su casa de las fieras, una especie de zoológico imperial. ¡Qué tal la transformación de espacio!

El claustro que vemos hoy fue reconstruido en 1649 por fray Buenaventura de Salinas y llegó a tener trescientas celdas, dos comedores gigantescos y un sinfín de actividades religiosas y administrativas que marcaron la vida virreinal de la Nueva España. Más tarde, en 1701, el cantero Antonio de Rojas amplió el conjunto y Pedro de Arrieta (sí, el mismo que hizo la Iglesia de la Profesa y el Hospicio de los Pobres) diseñó su elegante escalera principal.

Pero los tiempos cambian… y los usos también. En pleno siglo XIX, con las Leyes de Reforma, el claustro se dividió y fue pasando de mano en mano. En 1866, el famoso cirquero italiano Giuseppe Chiarini lo convirtió en un espectáculo de entretenimiento —literalmente— y hasta abrió la entrada por la calle de Gante, que más tarde sería usada por la iglesia. ¡Imagina elefantes caminando donde hoy hay bancas y vitrales!

Finalmente, en 1873, el edificio fue adquirido por la Iglesia Metodista Episcopal de Nueva York, que lo dedicó a la Santísima Trinidad. El arquitecto Luis G. Carrillo diseñó su fachada, de inspiración neogótica, que recuerda a los templos ingleses: tres niveles, un campanario central, ventanas ojivales, columnas románicas y relieves que evocan castillos medievales. El interior es igual de impresionante: arcos labrados en cantera, columnas toscanas, relieves decorativos y un patio cubierto con estructura metálica.

Afuera, una escultura de la Biblia, hecha por la reconocida artista Tosia Malamud, da la bienvenida a las y los visitantes. Y no muy lejos de ahí, una figura de Pedro de Gante —regalo del gobierno belga— recuerda los orígenes de esta historia de fe y transformación.

Este templo no solo representa un capítulo importante en la historia del metodismo en México (que arrancó con mineros ingleses en Real del Monte allá por 1826), sino también en la historia de la arquitectura, la evangelización y hasta el entretenimiento popular. Hoy, sigue en pie como un espacio de encuentro, oración y memoria. Fue declarado monumento histórico en 1931, así que si andas por el Centro, no dudes en darte una vuelta: cada piedra aquí tiene algo que contar.

Dirección: Fray Pedro de Gante #5, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Templo y Exconvento de San Francisco, lo que queda del monasterio más grande de Latinoamérica en el Centro Histórico

Si caminas por la siempre animada calle Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, es muy probable que hayas pasado junto a un lugar que guarda siglos de historia bajo su sobria fachada: el Templo y Exconvento de San Francisco. Aunque hoy solo queda una parte del complejo original, este sitio fue, en su época, nada menos que el monasterio más grande de toda la Nueva España.

La historia del lugar comienza en 1525, cuando los primeros frailes franciscanos, recién llegados de Europa, establecieron aquí su sede principal. Ocupaban nada menos que los antiguos jardines zoológicos de Moctezuma II y desde ahí impulsaron la evangelización en todo el territorio. ¡Imagínate eso! En su mejor momento, el complejo se extendía por más de 32 mil metros cuadrados, abarcando desde la actual calle de Madero hasta Venustiano Carranza y de Gante hasta el Eje Central.

Aquí también floreció el conocimiento. La Biblioteca del Convento Grande de San Francisco, considerada una de las más antiguas y grandes de la Nueva España, albergaba colecciones únicas, como la Laurea Evangélica Americana, y al menos 20 incunables —esos libros rarísimos impresos antes del año 1501—. Hoy, parte de ese tesoro se conserva en la Biblioteca Nacional de México.

El templo actual, que aún puedes visitar, no fue el primero ni el segundo… sino el tercero que se construyó en este terreno difícil por su suelo lacustre. La obra que vemos hoy se levantó entre 1710 y 1716, iniciando simbólicamente un 4 de noviembre, día de San Carlos. A un costado, en 1766, se construyó la hermosa capilla de Balvanera, que hoy sirve como entrada principal, ya que la entrada original del templo está bloqueada por otro edificio sobre la calle Gante.

¿Y qué hay de su arquitectura? La fachada de la capilla de Balvanera se atribuye al gran Lorenzo Rodríguez, el genio del barroco novohispano que también diseñó el Sagrario Metropolitano. Aunque sobria por fuera, al entrar al templo quedarás deslumbradx por su interior y especialmente por el retablo, que es simplemente espectacular.

Pero este lugar no solo fue importante para los frailes o los estudiosos. También fue testigo de momentos muy curiosos de la historia. Por ejemplo, ¿sabías que aquí se bautizaron varios japoneses que llegaron a Nueva España en las primeras expediciones del siglo XVII? En 1611 y 1614, durante la embajada del samurái Tsunenaga Hasekura, más de 20 japoneses fueron bautizados en esta iglesia como parte de una misión diplomática que los llevó hasta España y Roma. ¡Una historia digna de película!

Lamentablemente, tras las Leyes de Reforma y la venta del inmueble en 1868, gran parte del exconvento fue demolido y su terreno se fraccionó. Hoy, en lo que alguna vez fueron sus patios y corredores, se alzan edificios tan emblemáticos como la Torre Latinoamericana, el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, la iglesia metodista de la Santísima Trinidad y hasta una librería del Fondo de Cultura Económica.

Así que la próxima vez que camines por Madero, date un momento para asomarte a esta joya del pasado. El atrio de la Capilla de Balvanera, que da justo a la avenida, sigue siendo punto de encuentro y espacio de exposiciones. Aunque el gigantesco monasterio ya no esté, su historia sigue muy viva, entre retablos dorados, muros centenarios y el bullicio del Centro Histórico.

Dirección: Avenida Madero #7, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Ex Teresa Arte Actual, arte experimental en el corazón del Centro Histórico

¿Sabías que detrás de una imponente iglesia barroca en pleno Centro Histórico de la CDMX se encuentra un laboratorio de arte contemporáneo? Así es el Museo Ex Teresa Arte Actual, un espacio donde la creatividad no tiene límites y el pasado se encuentra cara a cara con las expresiones artísticas más experimentales.

El museo se encuentra en el antiguo Convento de Santa Teresa la Antigua, un edificio cargado de historia que comenzó su construcción en 1616. Este espacio albergó a las Carmelitas Descalzas y se consagró oficialmente a Santa Teresa en 1684. De estilo barroco por fuera y neoclásico por dentro, sus muros han sido testigos de siglos de transformación, desde el rigor de la vida monástica hasta los experimentos más innovadores del arte contemporáneo. ¿Sabías que incluso Sor Juana Inés de la Cruz pasó por aquí? Aunque su estancia fue breve debido a la estricta vida en el convento, este espacio conserva un vínculo con la historia de la célebre Décima Musa.

Con la Ley de Exclaustración de 1863, el edificio dejó de ser un convento y pasó por varios usos: fue cuartel militar, escuela normal, imprenta del Diario Oficial y hasta archivo de la Secretaría de Hacienda. Durante un tiempo estuvo prácticamente abandonado, pero en 1993 volvió a la vida como un centro cultural.

El Museo Ex Teresa Arte Actual es todo menos tradicional. Aquí no hay colecciones permanentes, sino una apuesta constante por lo nuevo y lo diferente. Instalaciones, performances, arte sonoro, videoarte y espectáculos multimedia convierten cada visita en una experiencia irrepetible. Además, su Centro de Documentación es una joya para las y los amantes del arte experimental, con un archivo audiovisual y fotográfico que documenta estas prácticas desde los años noventa.

Lo más emocionante del museo es cómo pone en conversación su historia religiosa con expresiones artísticas contemporáneas. Sus espacios barrocos, como la cúpula de la capilla, son intervenidos con propuestas que rompen esquemas y que permiten explorar el arte desde una perspectiva completamente nueva. También es sede de eventos como el Festival Internacional de Arte Sonoro y la Bienal Internacional de Performance, reafirmando su papel como un referente en el arte contemporáneo.

Si eres amante del arte experimental o simplemente quieres conocer un lugar único que combina siglos de historia con las tendencias más innovadoras, el Museo Ex Teresa Arte Actual es una parada obligatoria. Aquí, el pasado y el presente se encuentran para inspirarte y sorprenderte.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Lic. Verdad #8, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Lunes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: inba.gob.mx/recinto/55/ex-teresa-arte-actual
Instagram: instagram.com/exteresa.difusion
Facebook: facebook.com/EXTAA
Twitter: x.com/exteresa

La Conchita, una misteriosa iglesia con raíces toltecas en Coyoacán

La Capilla de la Inmaculada Concepción, cariñosamente conocida como “La Conchita“, es un rincón lleno de historia en el corazón de Coyoacán. ¿Sabías que este pequeño pero imponente edificio fue probablemente el primer templo eclesiástico de México? ¡Así es! Construido en 1525 por órdenes de Hernán Cortés, la capilla se erigió sobre un antiguo altar tolteca que tenía más de 900 años, remontándose a la decadencia de Teotihuacán. Imagina la cantidad de historias que guarda entre sus muros.

En 2013, durante una restauración, arqueólogos descubrieron un tesoro inesperado bajo su nave central: los restos de 150 personas de la época tolteca y 167 más de la época colonial, ya que en su tiempo, la capilla también funcionaba como cementerio. Este hallazgo arqueológico le añade una capa de misterio a su encanto histórico.

La capilla ha visto muchas transformaciones a lo largo de los siglos. En el siglo XVII fue completamente reconstruida, y su fachada de tezontle y piedra volcánica, con detalles barrocos, sigue siendo impresionante. Aunque sufrió saqueos durante la Guerra de Reforma, y el terremoto de 2017 también le causó algunos estragos, sigue en pie, mostrándonos un pedacito del pasado.

A pesar de que “La Conchita” no siempre está abierta al público, una visita a su plaza es imprescindible. El ambiente que la rodea, con su aire colonial y sus rincones encantadores, es perfecto para una tarde de paseo por Coyoacán.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Fernández Leal #74, La Concepción, Coyoacán, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada Libre.

Capilla La Lupita, un espacio de historia prehispánica y revolucionaria en San Pablo Oztotepec (Milpa Alta)

La Capilla La Lupita, en San Pablo Oztotepec, es un verdadero testimonio de historia y tradición. Construida en el siglo XVI sobre los cimientos de una antigua pirámide prehispánica, conocida como teocalli (del náhuatl teō ‘dios’ y cal-li ‘casa’), la capilla tiene un aura mística que mezcla lo prehispánico con lo colonial. Este sitio ceremonial tenía gran importancia mucho antes de la llegada de los españoles, y su legado se mantiene vivo hasta hoy. Tanto es así, que en 1933, el gobierno la declaró monumento histórico nacional. ¡Un rincón lleno de historia que debes conocer!

Además de su valor arquitectónico, la Capilla La Lupita también tiene un lugar en la historia de la Revolución Mexicana, ya que en 1914 fue testigo de la firma del Plan de Ayala de Emiliano Zapata. Durante ese tiempo, el ejército de Zapata se alojó en la zona, y hoy la casa donde estuvieron se ha convertido en un museo al final de la calle. Así que si eres fan de la historia de México, ¡esta capilla es una parada obligada!

Otro de los atractivos cercanos es el Santuario del Señor de Chalma, que comparte el mismo atrio con la capilla. Este santuario es un importante punto de partida para las peregrinaciones a Chalma que han sido tradición en la región por más de un siglo. La calle Golgota, que divide ambas iglesias, añade un toque pintoresco a la plaza, especialmente con la escalinata que la enmarca. Y no podemos dejar de mencionar que la Capilla La Lupita es actualmente un lugar de devoción para las y los seguidores de San Judas Tadeo, además de albergar una venerada imagen de la Virgen de Guadalupe.

La capilla ha pasado por diversas modificaciones durante los siglos XVII y XVIII, lo que le ha dado una apariencia única. Sus dos campanarios, uno con una arcada y otro con una rampa, le otorgan una asimetría encantadora. Alrededor del templo, encontrarás un muro decorado con estaciones del vía crucis hechas en mosaico, añadiendo un toque artístico a la experiencia. Si buscas un rincón lleno de espiritualidad y cultura, ¡la Capilla La Lupita es un lugar que no te puedes perder!

Prepara tu Visita
Dirección:
 Gólgota #3, Pueblo San Pablo Oztotepec, Barrio San Juan, Milpa Alta, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre.
Horario: Viernes de 15:00 a 19:00 hrs., sábados y domingos de 11:00 a 19:00 hrs.