Archivos de la categoría Vitamina T

Tacos, Tortas, Tamales, Tlacoyos y todos los demás elementos que te llenarán de la tan necesaria Vitamina T.

La Secina, un paraíso de cecina, tlayudas y mezcal en la Narvarte

¿Buscas un rincón en la Narvarte donde puedas olvidarte del estrés de la oficina y deleitarte con algo más que una comida rápida? Pues sobre Obrero Mundial, hay un lugar que parece pequeñito por fuera, pero que dentro es un auténtico paraíso para las y los amantes de la buena comida (y de la cecina, por supuesto). ¡Bienvenidxs a La Secina, donde los tacos y las tlayudas se sirven con una generosa dosis de sabor, y lo mejor de todo, a precios que no te harán quedarte sin quincena!

Desde que entras, lo primero que te recibe es el comal humeante de la semi cocina abierta, donde preparan casi todo lo que vas a comer. Y si te atreves a pedir algo más fuerte que un taco, no dudes en explorar su barra, que, además de ofrecer tragos y cócteles, te tiene una buena variedad de aguas frescas de diferentes frutas que puedes mezclar.

El menú está cargado de cecina en todas sus versiones: natural, enchilada, a la plancha… ¡es una locura! Si eres de los que se emociona con un buen guacamole, o si lo tuyo son los chapulines, tienes que pedir una orden (que viene con una buena porción, por si andas con mucha hambre) y preparar unos tacos de chapulín con guacamole. Si prefieres un plato fuerte, los sopes de cecina o los tacos son la elección segura, pero no te vayas sin probar la tlayuda, que es el alma de este lugar. Y si eres un(a) indecisx (no pasa nada, todos lo somos de vez en cuando), mejor pide cecina mixta y mata dos pájaros de un tiro.

A la hora de acompañar la comida, nada como una Caminero (una cerveza mezclada con mezcal) que te deja con ese sabor ahumado de los buenos mezcales. Pero si prefieres lo clásico, un mezcal o tequila directo también hacen maravillas. Y, para el toque final, el flan casero o el pay helado de limón son como la cereza en el pastel, ¡aunque aquí es más bien un pay!

Lo que más se agradece de La Secina es que, además de comer delicioso, no te va a hacer sentir como si hubieras gastado todo tu sueldo en una sola comida. Aquí, lo que es rico, también es justo.

La Secina es un homenaje a la tradición mexicana, con ingredientes frescos que vienen de todo México: desde la cecina de Yecapixtla hasta los chapulines o las tlayudas de Oaxaca. Y sí, todo lo que comes, está hecho con mucho amor, por productores que cuidan cada detalle.

Así que, si estás buscando un lugar para relajarte con buena comida, mezcal y el mejor ambiente, ya sabes dónde ir. Ya sea con tus amigxs, tu familia o tu pareja (¡o incluso contigo mismx!), La Secina te va a dejar con una sonrisa y el estómago feliz.

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Dirección:
 Obrero Mundial 305, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: de $300 a $500 pesos
Horario: Martes a jueves de 13:00 a 23:00 hrs., viernes y sábado 13:00 a 1:45 hrs., domingo de 13:00 a 19:00 hrs.
Facebook: facebook.com/La-Secina-1551209341768456
Instagram: instagram.com/lasecina
Twitter: twitter.com/lasecinadf

Tortas Don Polo, el lugar donde se inventó la torta caliente en la Del Valle

Se dice que la torta mexicana —esa delicia en la que cabe de todo, desde carnes frías hasta sardinas, entre dos mitades de telera— surgió en 1892. Según cuenta la leyenda, un niño llamado Armando Martínez, de apenas once años, llegó un día a su casa con hambre y, ante la falta de comida “formal”, se le ocurrió meter jamón, jitomate y aguacate en una telera. Le gustó tanto su invento que decidió abrir la primera tortería del país, justo en su casa, ubicada en el callejón del Espíritu Santo (hoy calle Motolinía).

Otra versión apunta a un taquero de la época porfiriana, quien, en un arranque de creatividad, cambió la tortilla por pan de trigo… y así nació la torta. Pero “haiga sido como haiga sido”, lo importante es que, por prácticas y accesibles, las tortas se ganaron un lugar entre los antojos más queridos del México moderno.

Eso sí: no siempre fueron como las conocemos hoy. Bueno… sí, pero no. Hasta 1956, las tortas que se vendían por todo el entonces Distrito Federal eran frías. ¿Frías? Así es: de queso, jamón y otras carnes frías, sin mayor intervención.

Todo cambió cuando Leopoldo Sánchez Preciado, mejor conocido como Don Polo, abrió un local de tortas en el número 18-A del multifamiliar Miguel Alemán (sí, el que diseñó Mario Pani y compañía). Para destacar entre la marea de torterías que ya existían, Don Polo tuvo una gran idea: vender tortas calientes. Calentaba el pan con mantequilla en la plancha y usaba ingredientes calientes en el relleno. ¡Una innovación total! Su éxito fue inmediato, y desde entonces, Tortas Don Polo se ha mantenido como una de las torterías más icónicas de la Ciudad de México.

Si a estas alturas te preguntas qué puedes comer en Tortas Don Polo, tal vez no pusiste mucha atención. Pero no te vayas con la finta: aquí no solo hay tortas. El menú es bastante amplio e incluye desayunos como molletes, hot cakes, chilaquiles y huevos al gusto. También hay sopas y pastas típicas de fonda (como consomé o sopa del día), antojitos variados y platillos con carne como milanesa, bistec, tacos y guisados. Y, por supuesto… tortas.

Las tortas de Don Polo son sencillas pero sabrosas. Hay de huevo, quesos, milanesa (mi favorita), salchicha, chorizo, jamón, pierna, chile relleno, bacalao y la clásica cubana, entre otras. Puedes pedirlas tal cual o combinar ingredientes. Todas se calientan a la plancha con mantequilla, lo que les da un toque cálido y reconfortante. Además, se acompañan con un ramequín de chiles jalapeños, que son una auténtica joyita.

Dato curioso: Leopoldo Sánchez, el fundador de Tortas Don Polo, es tío del portero Memo Ochoa. Desde 1995, el papá del futbolista, junto con su familia, se ha encargado de mantener viva la tradición de la tortería.

Visitar Tortas Don Polo es como hacer un viaje en el tiempo al México de mediados del siglo XX. Es una forma de disfrutar sabores sencillos y nostálgicos, al mismo tiempo que conoces un lugar que marcó historia en la gastronomía chilanga. La comida es rica y reconfortante; eso sí, los precios no son los más bajos, pero se entiende por la zona en la que se encuentra.

Así que, si andas por el Parque Hundido o el emblemático multifamiliar Miguel Alemán, no lo pienses mucho. Date una vuelta por Tortas Don Polo y prueba un buen pedazo de historia… con pan y mantequilla.

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Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Página Web: tortasdonpolo.mx
Instagram: instagram.com/tortasdonpolo
Facebook: facebook.com/TortasDonPoloMX

Sucursal Féliz Cuevas (Matriz)
Dirección: Félix Cuevas No. 86-A Col. del Valle, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Parque Hundido
Dirección: Gral. Porfirio Díaz No. 534
Col. Noche Buena, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Féliz Cuevas (Matriz)
Dirección: Don Juan No. 116, Col. Nativitas, Ciudad de México, CDMX

Tacos Manolo, auténtica tradición taquera en la Narvarte

Hay quienes dicen que la Narvarte es, ante todo, una colonia de tacos. Lo dicen porque, desde hace décadas, este rincón chilango se ha visto inundado por todo tipo de taquerías que, gracias a la popularidad de la zona, se han convertido en pequeñas leyendas entre la clase media capitalina. Que si el mejor suadero está en el puesto de lámina que solía atender un tal Frank, que si el mejor pastor lo sirven en ese taller mecánico que por las noches se transforma en taquería con un nombre sospechosamente parecido al Vips en pequeño… en fin.

Pues en esta ocasión me llevaron a conocer los Tacos Manolo, otra parada obligada dentro del universo taquero narvarteño, famosa por su especialidad: el Taco Manolo Especial.

Era viernes por la noche cuando llegamos a un puesto de lámina medio escondido sobre Luz Saviñón (sí, la misma señora fundadora del Montepío Luz Saviñón, inaugurado por Porfirio Díaz), pero para nuestra sorpresa, el puesto estaba cerrado. “¡No importa!”, me dijeron. “Tienen un local justo enfrente”. Así que, cruzamos la calle y nos sentamos en la barra de los Tacos Manolo, ahora bajo techo, pero con la misma vibra de antojito callejero.

Apenas nos acomodamos, me dijeron que lo imperdible eran, por supuesto, los Tacos Manolo. Pero como uno no se manda solo y traía antojo de todo, terminé pidiendo uno de la especialidad, uno de pastor y uno de carne árabe. Para completar el festín, una gringa Manolo —que lleva el guiso especial, queso derretido y tortilla de harina— y, para refrescar, una agüita de alfalfa recién hecha.

Poco después llegó la comida. El Taco Manolo resultó ser un guisado de bistec con tocino, bien sazonado, reconfortante. El pastor estaba bien marinado y tenía gran sabor, pero quien realmente se llevó la noche fue la carne árabe: jugosa, especiada y, en mi opinión, de lo mejor que he probado últimamente en la zona.

Eso sí, confieso que mientras hacíamos el pedido pensé: “esto va a salir carísimo”. Pero, ¡sorpresa! Cuando pedimos la cuenta descubrimos que habíamos comido dos personas, sabroso y abundante, por menos de 250 pesos cada quien. Así que sí: valió completamente la pena.

¿Son los mejores tacos del mundo? ¿Merecen el título de leyenda taquera? No me atrevería a llegar tan lejos, pero sí puedo decir que son muy buenos tacos, y probablemente de los mejores que he probado en la Narvarte, la Del Valle, la Álamos y alrededores. Así que, si andas buscando una buena taquería donde hincar el diente, vale más la pena que te des una vuelta por Tacos Manolo y descubras por qué se han ganado el cariño de sus vecinos y vecinas.

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Dirección: Luz Saviñon 1305, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a jueves de 15:30 a 0:30 hrs., viernes y sábado de 15:30 a 3:00 hrs., domingo de 15:30 a 0:00 hrs.
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/tacos_manolo
Facebook: facebook.com/tacosmanolo1305

Tacos El Villamelón, 60 años de tradición en tacos campechanos…

Doña Elizabeth y Don Rafael eran fanáticos de la mal llamada fiesta brava, y cada semana acudían a la Plaza de Toros México a convivir y disfrutar del sangriento espectáculo. Fue en 1961 cuando se dieron cuenta de que, en esa zona, no había un lugar donde echarse un buen taco después de las corridas. Así que decidieron abrir una taquería donde pudieran reunirse con sus amigxs y demás sadistas (sí, en este portal estamos en contra de la tauromaquia) mientras le entraban con gusto a la garnacha.

Por su ubicación estratégica, la taquería se llenó de inmediato de aficionados a la fiesta brava, y como muchos de ellos eran villamelones, decidieron bautizar el local con ese nombre. ¿Y qué es un villamelón? Es el término que se usa en México para describir a alguien que presume saber mucho de un tema, sin saber realmente gran cosa… como gran parte de la afición taurina. ¡Un nombre perfecto!

Pero Tacos El Villamelón no solo fue adoptado por las y los taurinos. Gracias a sus tacos campechanos, pronto atrajo a comensales de todo el extinto Distrito Federal, deseosxs de probar la famosa combinación de cecina, longaniza y chicharrón. Una mezcla ganadora que ha conquistado paladares por más de sesenta años. Esta taquería ha alimentado a generaciones de villamelones taurinxs y futbolerxs—, así como a miles de chilangas y chilangos que semana a semana se lanzan por un campechano bien servido.

Como ya te imaginarás, la estrella del menú es el taco campechano. Pero también puedes pedirte un taco cuaresmeño (el campechano con chile verde y cebolla), uno solo de cecina, de longaniza, de chicharrón, de nopales o de pollo. Si lo tuyo es el queso, puedes armar tu taco en versión volcán o quesadilla. Y para acompañar, hay frijoles charros y consomé de pollo que te reconfortan el alma.

Y como la tradición es ir después de una corrida, de un partido en el Estadio Azul o de echar la reta con tus amistades, debes saber que aquí hay una buena variedad de licores para festejar como se debe. También puedes pedirte una chela bien fría en michelada, un calimocho o una sangría con (o sin) vino… total, si vas a las corridas, seguramente te sientes de sangre española.

Más allá de la tauromaquia y el futbol, Tacos El Villamelón es una buena taquería: sencilla, sabrosa y con mucha personalidad. Perfecta para acompañar con limón, su deliciosa salsa de la casa (que sí pica y lleva chicharrón seco), mientras te echas un trago y comentas el partido o la faena —con sarcasmo o devoción— con tus amigxs. Sin duda, una opción rica y accesible para comer bien si andas por la zona.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Página Web: elvillamelon.com
Instagram: instagram.com/villamelon
Facebook: facebook.com/TaqueriaElVillamelon
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Sucursal Nápoles
Eje 6 Sur, Tintoreto #123, Colonia Ciudad de los Deportes, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Coapa
Calz. Acoxpa #492, Prados Coapa, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Polanco
Mariano Escobedo #528, Anzures, Ciudad de México, CDMX

El Habanerito, un rincón de sabores yucatecos en la Colonia Roma

Aunque Jocelyn Dzul nació en la Ciudad de México, su conexión con la cultura y gastronomía yucateca es profunda, ya que pasó largas temporadas con su familia en Espita, Yucatán. Fue allí donde heredó las técnicas y recetas de los platillos que preparaban su abuela y tías. En 2013, decidió compartir ese conocimiento con las y los chilangos al abrir El Habanerito, un pequeño restaurante de comida yucateca tradicional en la colonia Roma, justo antes de que la zona experimentara su gentrificación. Su misión siempre ha sido rendir culto a la gastronomía yucateca, preservando sus recetas auténticas.

A pesar de ser un lugar sencillo, El Habanerito ha logrado mantenerse vigente en la Roma, resistiendo la transformación del barrio gracias a su rica cocina y precios accesibles. Su propuesta gastronómica hace posible que cualquier persona pueda disfrutar de los sabores de Yucatán sin tener que gastar una fortuna. Pero lo realmente importante, claro, es la comida.

La especialidad de la casa, como en la mayoría de los restaurantes yucatecos, es la cochinita pibil, que puedes disfrutar en taco, torta, panucho o por kilo. Si ya te has cansado de la cochinita o prefieres probar algo distinto, también puedes saborear el pollo y hongos pibil, el pollo en escabeche, o el relleno negro. Además, no dejes de pedir una sopita de lima o unos papadzules. Y si es temporada de Día de Muertos, no te pierdas el delicioso Mucbi Pollo.

¿Y el habanero? Por supuesto que sí lo hay, y no escatiman en ofrecer opciones para las y los más valientes. En El Habanerito puedes encontrar hasta cinco tipos de salsa de habanero, junto con una salsa de Xcatik (chile güero yucateco) que vale la pena probar. Algunas de sus opciones incluyen la Kut, una salsa de habanero quemado con aceite de oliva; Habanero con Ajo, Habanero con Cacahuate y Habanero Asado con Naranja Agria, entre otras. Lo mejor es que puedes acompañar tu comida con todas estas salsas y, si te gustan, también puedes llevarlas a casa.

Si eres amante de la cocina yucateca, El Habanerito es el lugar ideal para disfrutar de sabores auténticos, en un ambiente acogedor y accesible, que te transporta directamente a Yucatán sin salir de la Ciudad de México.

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Dirección:
 Frontera #177, Roma Norte, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a sábado de 9:00 a 21:30 hrs., domingos de 10:00 a 17:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Página Web: 
Instagram: instagram.com/elhabaneritoroma
Facebook: facebook.com/p/El-Habanerito-100046026887427
TikTok: tiktok.com/@el.habanerito.roma
Threads: threads.net/@elhabaneritoroma

Playitas Escandón, un paraíso de mariscos sinaloenses en la Colonia Escandón

¿Te ha pasado que el estrés del trabajo y el caos de la CDMX te hacen querer escaparte a la playa? ¿Y que, a pesar del impulso, el presupuesto o el mismo trabajo no te lo permiten? Si es así, es momento de que te escapes a Playitas Escandón y viajes a la costa a través de los sabores y aromas del mar… sin salir de la Ciudad de México.

Si tienes buena comprensión lectora, ya te habrás imaginado que hablamos de un restaurante de pescados y mariscos, ubicado en la colonia Escandón. Pero lo que quizá no sabías es que la especialidad del chef Osiel del Carpio —dueño y encargado del lugar— son los mariscos al estilo sinaloense. Aquí te espera una buena variedad de aguachiles, tacos y otros antojos marinos, ideales para sobrevivir los calorones del cambio climático… todo a precios accesibles y en un ambiente relajado.

Para empezar, no te puedes perder los tacos. Y no lo digo solo porque tienen uno de los tacos estilo Ensenada favoritos, sino porque hay varias opciones que vale la pena probar. Para que te des una idea: hay taco de pescado a la talla, de suadero de atún, o de carnitas de atún al estilo michoacano (aka Playita Michoacana).

También puedes lanzarte por alguno de sus tacos especiales, como el Güero de la Playa (chile güero relleno de queso y guisado de marlín), el Playita Regia (con pulpo dorado, frijoles puercos y chicharrón de la Ramos), o el Playita Yecapixtla (con camarón, cecina y queso).

Pero como no solo de tacos vive el o la comensal, en Playitas Escandón también hay una excelente selección de entradas frías y calientes: doradoras de pescado, filete empanizado (como el del mercado), la deliciosa tostada de atún y un sabroso fish & chips al estilo Mexa.

¿Prefieres algo más fresco? Entonces échale ojo a sus ceviches y aguachiles: el aguachile verde, que es la especialidad de la casa; el ceviche negro tatemado; el ceviche caribeño con maracuyá y mezcal; o el ceviche Ramos, con pulpo y chicharrón regio.

Y para acompañar todo esto, empieza con una agua del día —las combinaciones cambian diario y siempre sorprenden— y luego súmale una chela nacional o artesanal bien helodia, ya sea sola, en michelada o clamatada, con o sin mariscos. ¿Prefieres algo más coquetón? Entonces no te vayas sin probar alguno de los cocteles de la casa.

Así que ya lo sabes: si necesitas un respiro sin tener que salir de la ciudad, Playitas Escandón es tu refugio costero en medio del asfalto. Buen ambiente, mariscos sabrosos, chelas frías y precios amables… ¿qué más se puede pedir? Arma el plan con tus compas o tu pareja, date una vuelta y deja que los sabores del Pacífico te transporten directo a la playa —aunque sea por un rato.

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Dirección:
 Agrarismo #86, Colonia Escandón I Secc, Ciudad de México, CDMX – Dentro del Mercado Del Carmen
Horario: Lunes a jueves de 13:00 a 18:00 hrs., jueves a domingo de 12:30 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: playitas.com.mx
Instagram: instagram.com/playitas_mx
Facebook: facebook.com/p/Playitas-Mx-100063574272579/?locale=es_LA
TikTok: tiktok.com/@playitas_mx
Twitter: x.com/playitas_mx

Cantina Masiosare, un lugar para comer, beber y bailar en Coyoacán

Masiosare nació a mediados del siglo XIX, durante la intervención estadounidense en México —sí, esa donde cierto Niño Héroe se lanzó desde el Castillo de Chapultepec envuelto en la bandera—. Y quizá por una confusión histórica que lo hizo parecer antipatriótico, para 1854 ya se había convertido en el “extraño enemigo” número uno de México. Tan grande fue el malentendido, que lo inmortalizaron en la letra del Himno Nacional.

Pero Masiosare nunca quiso ser enemigo de nadie. No, él solo quería servir buena comida y mejores tragos. Lástima que su mala fama se lo impidió… hasta hace poco.

¿Alguien dijo Tlayuda combinada?

Y es que, desde hace unos dos o tres años, en el corazón de Coyoacán, Masiosare al fin logró cumplir su sueño: abrir su cantina. Una tradicional, como las de antes, pero con todo el sabor de la cultura mexa contemporánea. Así nació Cantina Masiosare, una neo-cantina… (aunque, entre nos, me choca ese término).

Así se ve el salón

Está ubicada sobre la calle Felipe Puerto, muy cerca de los jardines del centro de Coyoacán, pero lo bastante lejos como para sentirse fuera del bullicio turístico. Y no te vayas con la finta: no es de esas neo-cantinas fresonas sin alma que abundan en las zonas pipirisnice del ex-Distrito Federal. Aquí sí hay cantina de verdad, con su barra, sus gabinetes de madera, su bandera hecha con un colchón viejo —sí, un colchón— y paredes tapizadas con arte que cuenta, a su modo, la historia de México: desde la Independencia hasta el día en que Salinas de Gortari le robó el título de “enemigo nacional” a Masiosare.

Unos coctelitos pa’empezar

Podría seguir hablándote del diseño, pero vamos a lo bueno: la comida.

Aquí encontrarás todos esos antojitos que hacen patria en cualquier cantina que se respete: tortas, chamorro, cochinita pibil, flautas doradas, filete a la tampiqueña, tuétano, esquites, plato placero, gorditas, sopes, tlayudas, sopa azteca… etc., etc., etc. ¿Se te hizo agua la boca? A mí sí.

But Negro, típico de Yucatán

Y eso no es todo. A diferencia de las neo-cantinas popof, en Cantina Masiosare sí hay botana. Así como lo lees: te van sirviendo platillos mientras sigues pidiendo tus tragos. O, si llegas antes de las 18:00 entre semana, puedes pedir el menú del día: sopa, arroz o ensalada, un plato fuerte a elegir, tortillas hechas a mano, agua fresca y postre. Todo eso por $140 pesitos. Y no es la típica comida de fonda —spoiler: puedes elegir entre varios guisados del menú completo—. Recomendación personal: no te vayas sin probar la sopa de huitlacoche. Es única. Y deliciosa. Por cierto, los fines de semana también tienen una opción de tenedor libre (buffet si no conoces el concepto) con cortes de carne a un precio muy, muy, muuuuuuuy accesible.

Pero no solo se come bien. También se arma la fiesta.

De jueves a sábado, a partir de las 9 de la noche, Cantina Masiosare se convierte en un foro musical donde todo puede pasar: jazz de la Belle Époque, cumbia sabrosona, funk, mambo o lo que el cuerpo te pida para menearte entre tragos y carcajadas. Esta pluralidad hace que el ambiente sea tan diverso como entrañable: una noche puedes encontrar a quien salió de una presentación de libro, a budistas saliendo de meditación o a un grupo de pachucos que, literal, se adueñan de la pista. Todos bailan, conviven y comen como si no hubiera mañana.

Esta es la sopa de Huitlacoche, es como la de Hongos de la Marquesa, pero e nesteroides (y con Huitlacoche)

Podría seguir escribiendo y emocionándome con los cócteles, los cuadros, los menús, los nombres de las bebidas (que también tienen su jiribilla), pero mejor te digo esto: la única forma de entender Cantina Masiosare es vivirla en carne propia. Así que, si estás buscando un lugar relajado, divertido, lleno de sabor, arte y buena música, date una vuelta por Coyoacán y déjate llevar por el hedonismo del extraño enemigo más sabroso y fiestero de México.

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Dirección:
 Felipe Carrillo Puerto #50, Coyoacán, Ciudad de México, CDMX – Dentro del Mercado Del Carmen
Horario: Lunes a miércoles de 13:00 a 22:00 hrs., jueves de 13:00 a 23:00 hrs., viernes y sábado de de 13:00 a 2:00 hrs., y domingo de 13:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/masiosare.mx
Facebook: facebook.com/CantinaMasiosare

Costillas Al Carbón El Paisa, costillas, cortes, tacos y más en la Nueva Santa María

La Nueva Santa María es una de mis colonias favoritas en la CDMX. Este encantador barrio se caracteriza por su tranquilidad, donde aún se pueden encontrar varias casas de estilo californiano, rodeadas de jardines, camellones arbolados y un parque central que le da un toque especial. A pesar de estar rodeada por algunas de las avenidas más caóticas de Azcapotzalco, como Camarones, Cuitláhuac y el Circuito Interior, la colonia mantiene la calma y serenidad de un barrio residencial.

Lo mejor de todo es que, junto a la calma, han crecido diversos negocios alrededor de su avenida principal, Clavelinas, lo que convierte a un paseo por la Nueva Santa María en una experiencia única. Entre los muchos restaurantes del vecindario, uno de mis favoritos es Costillas Al Carbón El Paisa. ¿Por qué? Primero, porque es un verdadero ícono local, sobreviviente desde 1975 (¡más de 50 años en la colonia!), y segundo, porque su oferta para las y los amantes de la carne es simplemente irresistible.

Como su nombre lo indica, las costillas al carbón son las estrellas del menú. Se trata de una costilla y media asada a la perfección, acompañada de nopales, papas a la francesa y cebollas cambray. Si prefieres algo diferente, también puedes pedirlas acompañadas de un huarache. Pero si no eres fan de las costillas, no te preocupes, el menú es muy variado. Puedes optar por una deliciosa arrachera, cecina, tampiqueña o elegir entre cortes como picaña, T-Bone, Rib-Eye o Cowboy.

Si no te atraen las costillas ni los cortes, también puedes disfrutar de una buena selección de sopas, entradas, ensaladas y alambres, además de tacos y otros platos fuertes que te harán comer bien sin que tu bolsillo se resienta. Por ejemplo, puedes comenzar con un Mole de Olla, Carne en su Jugo, Sopa Azteca o un Chile Relleno de queso. Como plato principal, te recomiendo probar el Alambre de la Casa, de Pastor, Pollo o Arrachera. Si eres fan del pollo, tienes opciones como las enchiladas, la milanesa o el pollo Josper. Y si te queda espacio, puedes rematar con un taco, un choriqueso, frijoles de la olla o unas papas a la francesa.

Costillas Al Carbón El Paisa es un pequeño paraíso carnívoro donde, incluso quienes no son tan aficionados a la carne, pueden encontrar opciones deliciosas a precios justos. ¿Es un lugar de precios bajísimos? No, pero tampoco es excesivamente caro. Por menos de $300 pesos puedes disfrutar de una comida satisfactoria, y si decides consentirte, por un poco más puedes comer como un rey o una reina. Además, el servicio es excelente: son muy amables y siempre te hacen sentir como en casa.

Así que, si estás buscando un lugar donde comer bien, en un ambiente relajado y con un gran servicio, definitivamente vale la pena visitar Costillas Al Carbón El Paisa y celebrar con ellos más de 50 años de tradición en la Nueva Santa María.

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Dirección:
 Clavelinas #124, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 21:30 hrs.
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/costillaselpaisamx
Facebook: facebook.com/CostillasElPaisa

Tacos Tony, suadero, lengua y otras delicias en la Narvarte

La zona de la Narvarte es sin duda una de las mecas taqueras de la Ciudad de México. Al recorrer las calles y avenidas de las cinco colonias que conforman la Narvarte (Piedad Narvarte, Atenor Salas, Narvarte Poniente, Narvarte Oriente y Vértiz Narvarte), te toparás con un sinfín de taquerías para todos los gustos y presupuestos. Desde taquerías gourmet con tacos innovadores y rimbombantes, hasta los tradicionales puestos de lámina que sirven delicias como tripa, cabeza o suadero. Sin embargo, entre tantas opciones, puede ser difícil encontrar una taquería que realmente valga la pena. Por eso, si buscas buen suadero en la Narvarte, hoy te hablaré de una de las taquerías más legendarias de la zona: Tacos Tony.

Hace poco más de dos décadas, en la pequeña isla que se forma en el cruce de Universidad, Torres Adalid y Petén, abrió un modesto puesto de lámina donde se ofrecían unos cuantos tacos de suadero, tripa, cabeza, lengua y longaniza. El lugar era sencillo y no llamaba mucho la atención, pero poco a poco, el taquero se ganó el respeto y el cariño de las y los vecinos de la zona. Gracias a su sabor inigualable y su dedicación, Tacos Tony pasó de ser un puesto modesto a convertirse en una de las taquerías más emblemáticas de la Narvarte y alrededores.

Hoy en día, Tacos Tony es tan popular que no solo es visitado por vecinas y vecinos, sino que personas de todas partes llegan para probar su especialidad: el suadero. Su éxito ha sido tal, que ya cuentan con otras sucursales bien establecidas, con servicio y mesas de restaurante donde puedes disfrutar de sus tacos cómodamente y sin gastar tanto. Sin embargo, tanto la clientela como los meseros coinciden en que los tacos del puesto original de lámina son los mejores, porque el taquero de ahí tiene más experiencia y ese toque especial que solo los años de práctica pueden dar.

La estrella indiscutible de Tacos Tony es el suadero, y si visitas este lugar es casi una obligación probarlo. Puedes pedirlo en tacos sencillos, con queso, campechanos (suadero con longaniza) o morelianos (suadero con tripa). Si tienes más hambre, también puedes optar por un huarache o una torta de suadero. Y como en la Narvarte nadie vive solo de suadero, en Tacos Tony también encontrarás una amplia variedad de opciones: bistec, cabeza, longaniza, tripa, lengua, pechuga, muslo, costilla, chuleta fresca y ahumada, e incluso arrachera. Todo lo puedes pedir en taco, torta o huarache, según lo que más se te antoje.

Pero eso no es todo. Además de sus famosos tacos, en Tacos Tony puedes echarte un queso fundido sencillo o con carne, una gordita de chicharrón o suadero, una pizza tradicional (o con lengua y suadero), consomé de res, cebollas preparadas, queso panela y nopales. Y si buscas algo más contundente, no puedes dejar de probar el Molcajete, una delicia que lleva guacamole, chiles, queso, cebolla, nopal y un generoso trozo de suadero. ¿Trozo de suadero? Sí, en Tacos Tony también puedes pedirte un buen pedazo de suadero para disfrutar aún más de la especialidad de la casa.

Si eres amante de los tacos y buscas una experiencia auténtica y llena de sabor, Tacos Tony es un destino obligado en tu recorrido por la Narvarte. Ya sea que vayas al puesto original de lámina o a alguna de sus sucursales, la calidad y el sabor están garantizados. Así que prepárate para deleitar tu paladar y descubrir por qué Tacos Tony es considerado un referente taquero en la zona. y la CDMX.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Horario: Domingo a jueves de 8:00 a 15:00 hrs., viernes y sábado de 8:00 a 5:00 hrs. (los restaurante podrían tener un horario reducido)
Instagram: instagram.com/tacos_.tony
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Sucursales Puesto y Torres
Dirección: Torres Adalid #1702, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Universidad
Dirección: Avenida Universidad #199,  Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX

El Peribán, la tradición de las carnitas michoacanas en la CDMX

Aunque hoy en día creemos que las carnitas son de origen michoacano, la realidad es que es un platillo que nació en Coyoacán. ¿No me crees? Bueno, debes saber que, en la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Bernal Días del Castillo explica que, tras la captura de Cuauhtemoc y su familia, el día trece de agosto de 1521, Hernán Cortés decidió hacer un enorme banquete en Coyoacán, aprovechando el vino y los cerdos que habían traído de Castilla. Fue ahí que decidieron confitar los cerdos y, a falta de pan, se usaron tortillas para acompañar, dando origen a lo que hoy conocemos como taco de carnitas.

Las Carnitas tienen un origen chilango; sin embargo, diferentes estados se adjudican la invención de este platillo, pues cada uno le imprimió su toque permitiendo que el cerdo frito de Hernán Cortés se convirtiera en el platillo que conocemos hoy en día. Pero, sin duda, el estado que realmente perfeccionó la receta de las carnitas fue Michoacán. Y es que, cada pueblo y municipio de Michoacán, especialmente en Quiroga, Santa Clara del Cobre y Peribán han destacado por el sabor y elaboración de sus recetas tradicionales.

¡Es una lástima que no podamos ir cada fin de semana hasta Michoacán para echarnos unas ricas carnitas! Por suerte, en 1982, la familia Baldovinos, oriunda de Peribán de Ramos, un poblado a las faldas del Pico de Tancítaro, llegó a la ciudad antes llamada Distrito Federal y decidió compartir la receta familiar de sus carnitas con todas y todos los chilangos. Una receta tan buena, que terminó conquistando el estómago y corazón de todo el mundo, permitiéndoles abrir varios restaurantes al sur de capirucha (y ahora también otros más céntricos). ¿Te gustaría conocer esta receta? Entonces tienes que conocer El Peribán, un restaurante que se jacta de tener unas de las mejores carnitas de la CDMX.

Si eres amante de las Carnitas, seguramente te van a gustar los Tacos de Carnitas de El Peribán; y es que, la carne está bien confitada y doradas, lo que hace que se derritan en la boca. Además, su salsa verde es una delicia, que combina perfecto con la explosión de sabores de las carnitas. Y no te preocupes, no solo tienen maciza, en este lugar tienen tienen todo el surtido: maciza, chamorro, falda, espaldilla, buche, lengua, nana, cuerito, trompa, oreja y achicalado.

Sí, los tacos son una gran recomendación, pero debes saber que, en El Peribán también tienen otras opciones, obvio preparadas con carnitas, que vale la pena probar. Por ejemplo, la deliciosa Gordita Ahogada, que va rellena de achicalado, bañada en una salsa de habanero y morita, y acompañada de barriga crujiente. ¡Una combinación perfecta! También vale la pena que pruebes las Quesadillas de Achicalado con Queso (puedes pedirla frita o asada), las Quesadilas de Sesos, las Tortas Ahogadas las Flautas de Carnitas o los Huaraches de Carnitas, entre muchos otros platillos. Por cierto, también tienen varias opciones de desayunos.

Además del sabor de los tacos y antojitos… ¿sabes qué es lo mejor? ¡el precio! Y es que, en El Peribán podrás comer delicioso y muy basto, en un lugar bien establecido e higiénico, sin gastar mucho dinero. Pa’que te des una idea, yo me eché dos tacos, una torta ahogada, una quesadilla de achicalada y una gordita ahogada, acompañadas de un agua (obvio salí rodando de ahí), por unos $300 pesos (aprox).

¿Ya se te antojó? Entonces date una vuelta por las diferentes sucursales de El Peribán y échate unos tacos o antojos con unas deliciosas carnitas a mi salud. Sin duda, una excelente opción para desayunar o comer con la familia, amigxs o colegas cualquier día de la semana.

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Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Página Web: elperiban.com
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