Archivos de la categoría Lindavista / Industrial

Restaurantes en la zona de Lindavista y la Colonia Industrial, así como en la
Estrella, Guadalupe Insurgentes, Tepeyac Insurgentes, San Bartolo, La Villa y alrededores.

Taiyo, un rincón de sabores japoneses en la Colonia Industrial y Santa María la Ribera

Un mensaje de Instagram de la barista del café de la colonia me puso en alerta: “¿Ya viste el nuevo lugar que acaban de abrir cerca del Metro Potrero?”. Junto al mensaje, una foto del volante de Taiyo, un restaurante japonés que prometía ser una joya en la Colonia Industrial. Como amante de explorar cada rincón de la zona, no lo pensé dos veces: ¡tenía que conocer este lugar!

Al día siguiente, a eso de las dos de la tarde, me dirigí a la calle Real del Monte, casi esquina con Fortuna, para visitar Taiyo, el nuevo restaurante japonés cerca del Metro Potrero. Al llegar, noté que aún estaban terminando detalles de la mudanza: una pareja colocaba los últimos letreros en la fachada, y el pequeño salón aún necesitaba algunos toques. Sin embargo, el lugar ya estaba listo para recibir a las y los comensales. Taiyo es un espacio pequeño pero acogedor, con cinco o seis mesas y una barra que deja ver la cocina abierta, creando un ambiente sencillo pero ideal para disfrutar de una buena comida.

Fui recibido con una calidez que me hizo sentir como en casa. Los dueños, quienes también son vecinos de la zona y tienen otros negocios en Santa María, me contaron que su sueño siempre fue abrir un restaurante para la comunidad. ¡Un auténtico lugar de barrio para el barrio! Me entregaron la carta, y me dispuse a explorar el menú de este rincón japonés en la CDMX.

Un menú Japonés y Nikkei

Si te gusta el manga o la cultura japonesa, el nombre Taiyo (que significa “sol” en japonés) ya te dará una pista de lo que encontrarás. El menú combina comida japonesa tradicional con toques Nikkei, esa fusión que nació de la migración japonesa a Latinoamérica. Aunque el lugar es pequeño, el menú tiene todo lo necesario para una experiencia gastronómica memorable.

Para empezar, puedes elegir entre kushiages, gyozas, camarones tempura (o crunchy), una tostada de atún o una clásica sopa misoshiru. Como plato fuerte, destacan los doce tipos de rollos maki de la casa, o puedes optar por opciones como el pollo Hunan (agridulce), el tonkatsu (milanesa de cerdo), el maguro (atún sellado con costra de ajonjolí) o los irresistibles tacos de camarón. También hay opciones como gohan o yakimeshi para lxs amantes del arroz.

Yo pedí unos kushiages de manchego y plátano con queso crema, un Salmón Ichi Maki (con salmón, kakiage y aderezo de chipotle) y un pollo Hunan. Todo lo acompañé con un agua de jamaica con guayaba, que estaba fresca y deliciosa. La comida resultó ser sencillo y cumplidora, aún así , ¡superó expectativas!

Un toque Artístico único

Lo que hace especial a Taiyo no es solo la comida, sino también su vibra. El lugar está decorado con ilustraciones coloridas que evocan personajes de nuestra infancia, con un estilo que recuerda a Cartoon Network o incluso al Tío Grandpa. Esto no es casualidad: Taiyo surgió de un colectivo de artistas del tatuaje, lo que explica el cuidado en los detalles gráficos del menú y la decoración.

Comida para llevar y Servicio a Domicilio

Otro punto a favor es su servicio para llevar y entregas a domicilio. Aunque no los encontrarás en las apps de comida convencionales (que suelen ser costosas), Taiyo ofrece envíos directos a través de aplicaciones si estás cerca de la zona. Esto es ideal para quienes quieren disfrutar de su comida japonesa sin moverse de casa.

Tras una charla amena con lxs dueñxs y una comida saborsa, llegó la cuenta: menos de $350 pesos por tres platillos y una bebida. ¡Una relación calidad-precio difícil de superar en la CDMX! Taiyo no solo ofrece buena comida, sino también un ambiente cálido y una experiencia que te hace querer volver.

Si buscas un lugar auténtico, sabroso y con un toque artístico en la Colonia Industrial, Taiyo es una parada obligatoria. Ya sea que vivas cerca del Metro Potrero o simplemente quieras explorar algo nuevo, este restaurante japonés te sorprenderá. ¡Ve, prueba y déjate envolver por el sol de Taiyo!

Prepara tu Visita
Horario:
 Lunes a sábado de 13:00 a 21:30 hrs., domingo de 13:00 a 20:30 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/taiyosushimx

Sucursal Colonia Industrial
Dirección:
Real del Monte #199, Colonia industrial, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Santa María la Ribera
Dirección:
Manuel Carpio #62, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX

Alingo Lingo, un rincón de sabores y cultura de la Costa Chica de Guerrero en Lindavista

Alingo Lingo es una canción escrita por Álvaro Carrillo que retrata un conflicto territorial entre los pueblos de Juchitán y Huehuetán, ocurrido alrededor de 1916. Con el tiempo, esta melodía se convirtió en uno de los himnos más populares de la Costa Chica de Guerrero, al punto de formar parte del imaginario colectivo de la región. Su estribillo resume el conflicto con un tono juguetón: “Juchitán y Huehuetán andan peleando terrenos; Juchitán dice ‘ganamos’, Huehuetán dice ‘veremos’”.

Hoy existen múltiples versiones de la canción, siendo quizás la más reconocida la que interpretó Óscar Chávez en 1978.

Aunque el significado exacto del título “Alingo Lingo” es un misterio, se sabe que el término proviene de un baile chileno que data de 1822. Llegó a las costas de Guerrero en 1848, cuando los migrantes chilenos que se dirigían a California durante la fiebre del oro hacían escala en esa región. Más allá de su origen, Alingo Lingo —como canción, palabra e incluso baile— se ha arraigado profundamente en la identidad cultural de Guerrero.

Y si quieres experimentar la cultura y gastronomía de la Costa Chica sin salir de la CDMX, debes conocer la Barbachería Alingo Lingo.

¿Qué es una Barbachería?

Tal como su nombre indica, una Barbachería es un establecimiento especializado en preparar y vender barbacoa. En la Barbachería Alingo Lingo, la barbacoa es la estrella del menú: puedes pedirla por kilo, en orden, tacos, tortas o quesadillas.

Pero eso no es todo. La oferta culinaria incluye platillos típicos de Guerrero como el pozole blanco o verde —este último “va calado y va garantizado”—, picaditas acapulqueñas, chalupitas tixtlecas, pancita y tuétanos asados, servidos en sopes o por orden.

Maridaje con chilate o cerveza artesanal

¿Sabes qué hace aún más especial a Barbachería Alingo Lingo? Aquí puedes maridar tus antojitos guerrerenses con una bebida tradicional de la Costa Chica: el chilate, preparado con cacao, arroz, canela y azúcar. También puedes optar por una cerveza artesanal, nacional o importada, bien fría.

Un rincón guerrerense en el corazón de Lindavista

La Barbachería Alingo Lingo se ubica en una de esas casas adaptadas para negocios sobre Avenida Sierravista, en el corazón de Lindavista. El restaurante ocupa lo que fue un gran patio, ahora techado y decorado como si se tratara de una fiesta popular en Juchitán: sencillo pero acogedor, con todo lo necesario para transportarte sensorialmente a un pueblo de la Costa Chica… sin salir del extinto Distrito Federal.

Ya sea que vayas por nostalgia, curiosidad o puro antojo, la Barbachería Alingo Lingo es mucho más que un lugar para comer: es una experiencia cultural que reúne historia, música, tradición y sabor en cada platillo. Un pedacito de la Costa Chica que se saborea con cada taco y se baila en cada sorbo de chilate. Así que la próxima vez que quieras un viaje sensorial sin salir de la ciudad, ya sabes a dónde ir: Alingo Lingo.

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Dirección:
 Sierravista #250, Lindavista, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: de $300 a $500 pesos
Horario: Martes a jueves y domingos de 9:00 a 17:00 hrs., viernes y sábado de 9:00 a 21:00 hrs.
Página Web: barbacheriaalingolingo.com
Facebook: facebook.com/BarbacheriaAlingolingo
Instagram: instagram.com/barbacheriaalingolingo

Fortuna Café de Especialidad, un templo de pan y café en la Tepeyac Insurgentes

Si vives en la zona de la colonia Industrial, seguramente conoces la calle de Fortuna y su gran oferta gastronómica escondida en casas y locales a lo largo de esta arteria vial. Aquí puedes encontrarte con birria bien servida, sushi barato, pollos estilo broster, hamburguesas al carbón, helados y unos de los tacos más tradicionales de los alrededores. Fortuna tiene de todo, pero hasta hace poco le faltaba un buen café. Fue así que, en el lugar donde antes se encontraba un local de crepas, nació Fortuna Café de Especialidad.

Fortuna fue el primer café de especialidad del otro lado de Euskaro y, desde entonces, se ha consolidado como uno de los sitios favoritos para quienes viven en Tepeyac Insurgentes y sus alrededores. Y es que Fortuna Café de Especialidad no es solo una cafetería, es un espacio donde puedes disfrutar pan y pasteles artesanales, perfectamente maridados con una bebida a base de café, todo a precios accesibles. Básicamente, es un lugar para comer rico, enamorarte del pan y echar el chisme con gusto. ¡Comer, amar, chismear!

Una de sus grandes ventajas es que ahí mismo hornean su pan. Esto les permite ofrecer una buena variedad de piezas dulces y saladas elaboradas con masa madre, así como sándwiches y entrepanes con pan artesanal que elevan el sabor a otro nivel. Además, si vas en fin de semana, no te pierdas sus pizzas caseras —hechas con masa también artesanal—, y de vez en cuando sorprenden con menús especiales que incluyen pasta fresca.

Por si fuera poco, Fortuna también funciona como pastelería. Aquí puedes encontrar una tentadora variedad de tartas y pasteles, tanto individuales como familiares. Para antojarte: tarta de limón, tiramisú, tarta de frutas, pastel de crepas a la naranja, cheesecake de frutos rojos y galletes de fresa y durazno (sí, leíste bien: galletes, una especie de híbrido entre galleta y tarta que no querrás dejar pasar). Eso sí, la oferta va cambiando, así que siempre hay algo nuevo por descubrir. También encontrarás galletas y otros antojos ideales para acompañar tu bebida.

¿Y el café, apa? Bueno, como ya te habrás imaginado, aquí el café es cosa seria. Fortuna trabaja con granos de alta calidad y una variedad de métodos de extracción para que elijas el que más se ajuste a tu gusto. Desde un espresso bien tirado hasta una bebida filtrada con calma, aquí el café siempre es protagonista.

Así que ya sabes, si andas por la zona norte de la CDMX y quieres un lugar bonito, rico y relajado para disfrutar un buen café con pan artesanal, Fortuna Café de Especialidad te espera con los brazos abiertos y la barra lista.

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Dirección:
 Unión #189, Tepeyac Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Horario: Lunes a viernes de 13:00 a 20:00 hrs., sábado de 14:00 a 20:00 hrs., domingo de 14:00 a 19:00 hrs., (cerrado los miércoles)
Instagram: instagram.com/fortunacafedeespecialidad

Shonen Ramen, sabores japoneses en la Colonia La Raza (Hospital La Raza)

Era una tarde de sábado y, a pesar del calor, me dio un enorme antojo de ramen. Tenía dos opciones: ir al ramen de Santa María la Ribera, pero me daba flojera cruzar la barrera urbana de La Raza; o ir a mi ramen consentido en la zona de Lindavista, pero por las fechas se habían tomado unas vacaciones. Así que, para no quedarme con el antojo ni tener que ir tan lejos, me puse a buscar lugares cercanos a mi casa. Fue así como me topé con Shonen Ramen, en la colonia La Raza, a unas dos pequeñas calles del hospital con el mismo nombre.

Al llegar a Shonen Ramen descubrí que era un lugar tan sencillo como lo había imaginado, y tan modesto como la colonia en la que se encuentra. Afuera tenía una pequeña mesa de picnic y, detrás de unas noren —las típicas cortinas japonesas—, se entraba a un local diminuto con apenas dos mesas tipo gabinete y una pequeña barra donde cocinan y sirven los caldos. Al fondo, un letrero luminoso mostraba a un Maneki Neko comiendo ramen. También había pequeñas figuras del mismo gato de la suerte sobre las mesas, junto a un recipiente con cucharas, palillos chinos y japoneses (sí, son diferentes), desechables y unos adaptados para infancias o personas que no sepan usarlos con facilidad.

Una vez en mi lugar, el chef de Shonen Ramen me explicó que el menú se compone solo de cuatro platillos: Shoyu Ramen, Miso Ramen, Ramen Picante y Ramen Especiado. El Shoyu y el Miso son muy similares, ambos con fondo de pescado; pero el primero está hecho a base de salsa de soya, mientras que el segundo lleva pasta miso, elaborada con semillas de soya fermentadas. El Picante, por su parte, lleva fondo de ostiones y chile, y el Especiado está preparado principalmente con fondo de jaiba.

Las cuatro opciones sonaban bien, pero al final me decidí por el Miso Ramen, por ser el más “tradicional” y porque suele ser el más común en otros restaurantes de ramen de la CDMX. Al ordenar, me preguntaron si lo quería con pollo o con cerdo. Elegí cerdo, otra vez, por ser lo más clásico.

Después de ordenar, me trajeron un plato generoso, bien servido, con una buena cantidad de elote, cebollín, alga, un huevo cocido y carne de cerdo. También me ofrecieron un pequeño bote de salsa picante, por si quería darle un toque más atrevido. Debo confesar que la salsa me encantó, aunque es engañosa: al principio parece que no pica nada, pero conforme uno avanza, se va poniendo más intensa.

¿Y el sabor del ramen? La verdad, está bastante bueno. No puedo decir que es el mejor que he probado en la CDMX, pero sí que cumple muy bien, y por el precio vale cada peso. Además, un detalle que me encantó es que, a pesar de ser un lugar sencillo, preparan su propia pasta y hacen todos los fondos desde cero, buscando siempre ofrecer buena calidad.

Al final salí contento de Shonen Ramen. Comí un ramen rico, me refresqué con un Calpis, y disfruté de un servicio amable y cercano, todo por menos de $125 pesos. Así que seguramente volveré cuando me vuelva a dar el antojo y esté por casa. Y es que, no siempre tienes que ir a la Roma, Condesa o Polanco y gastarte tu quincena para comer algo rico y reconfortante; a veces, solo tienes que caminar unos pasos desde tu casa o trabajo para descubrir un pequeño tesoro gastronómico como lo es Shonen Ramen.

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Dirección: Quiches #56, Colonia La Raza, Azcapotzalco, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Horario: Lunes a domingo de 12:00 a 22:00 hrs.

Café de Andrés, un rincón de bebidas de inspiración prehispánica en el Metro Potrero (Colonia Industrial)

Es imposible hablar de las grandes contribuciones de México al mundo sin mencionar al chocolate. Aunque no fue exactamente el chocolate lo que se originó en tierras mexicanas, sino el cacao y el xocolatl, una bebida ancestral a base de cacao que sirvió como inspiración para lo que hoy conocemos como chocolate líquido, y más tarde, las tradicionales tabletas. La palabra xocolatl proviene de los vocablos náhuatl xoco, que significa amargo, y atl, que significa bebida. Los pueblos prehispánicos crearon diversas variantes de esta bebida energética que consumían para prepararse para la batalla. Los conquistadores españoles, al llegar a México, adaptaron el xocolatl, agregándole azúcar y leche, creando así el chocolate tal como lo conocemos hoy (una alternativa para evitar el café traído por los moros).

Con esta pequeña introducción al mundo del cacao, quiero presentarte Café de Andrés, un pequeño rincón ubicado a unos pasos del metro Potrero, en la colonia Industrial, que busca rescatar la tradición del xocolatl prehispánico a través de bebidas inspiradas en tiempos ancestrales. Este café, escondido en el piso inferior de una antigua casona, ofrece un enfoque moderno de estas bebidas, adaptadas al paladar contemporáneo, y con algunos ingredientes modernos.

En Café de Andrés, no encontrarás simples tazas de chocolate caliente, sino una variedad de bebidas únicas que combinan cacao con frutas, hierbas y especias, creando opciones refrescantes y diferentes. Aquí puedes probar el Atalquetzalli, que lleva cacao, flor de magnolia, hoja santa y chile; el Quetzalpapalotl, que mezcla cacao con romero, jengibre y canela, o el Yauhtli, una combinación de cacao, flor de pericón y semilla de achiote. Si prefieres algo más tradicional, también podrás disfrutar de bebidas como Chilate, Tascalate y Pozol. Además, si eres un amante del café, tienen opciones que fusionan la intensidad del espresso con el cacao.

¿Qué mejor acompañante para estas bebidas que unos tamales caseros? En Café de Andrés, podrás disfrutar de una selección de tamales tradicionales, como el de frijol, hallaca, papa adobada, mole almendrado o el Tzotobilchay, que lleva chaya, pepita de calabaza, verduras y salsa de jitomate con habanero. También tienen opciones dulces como los tamales de higo, piña, guayaba, manzana o chocolate. Si lo tuyo son los desayunos, en este café encontrarás huevos y enchiladas inspiradas en las distintas regiones de México, además de otros platillos comunes como molletes, chilaquiles o hot cakes. Por la tarde, suelen ofrecer un menú del día, perfecto para comer rico, casero y económico.

Café de Andrés no es solo un lugar para beber chocolate o disfrutar de un buen tamal. Es un espacio que honra las tradiciones gastronómicas de México, combinándolas con un enfoque moderno y accesible para todxs. Si buscas un lugar donde disfrutar de bebidas que van más allá del chocolate convencional, y un menú lleno de sabores auténticos, este pequeño rincón en la colonia Industrial es una parada obligatoria.

Con su propuesta única y un ambiente acogedor, Café de Andrés se está consolidando como un referente para quienes desean explorar los sabores ancestrales de México sin salir de la ciudad. Si te atrae la idea de conocer más sobre la rica tradición del cacao y el xocolatl, no dudes en visitar este lugar y vivir una experiencia gastronómica diferente, llena de historia y sabor.

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Dirección:
 Victoria S/N, esquina con Sotero Prieto, Colonia Guadalupe Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a viernes de 9:00 a 20:00 hrs.., sábado de 9:00 a 14:00 hrs., domingo de 9:00 a 17:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos

La Pitaya, auténtica comida yucateca en la Colonia Vallejo

No puedo recordar quién fue la persona que me habló de La Pitaya, o si me lo topé por casualidad en Google, pero a quien haya sido, ¡solo quiero decirle gracias! Gracias por despertarme la curiosidad de ir hasta la colonia Vallejo para descubrir este pequeño changarro yucateco, sin tener que viajar tan lejos. Gracias por hablarme de un rinconcito donde sirven auténtica comida yucateca, con precios súper accesibles y un servicio que te hace sentir como en casa.

La Pitaya es un local chiquitito, escondido en la esquina de Tetrazzini y León Cavallo (o Leoncavallo), que fácilmente podría pasar desapercibido si no fuera por la modesta lona que anuncia el nombre y por las dos mesitas en la banqueta, listas para recibir a los y las comensales aventurerxs. Si te asomas, te vas a encontrar con tres o cuatro mesitas más, un refrigerador con bebidas y, al fondo, una pequeña barra que conecta directo con la cocina. Un lugar sencillo, sin pretensiones, pero con lo necesario para que comas delicioso y sin gastar de más.

Como buen restaurante yucateco, la reina absoluta de la casa es la cochinita pibil. Puedes pedirla en tacos, tortas (o barras, como les dicen aquí), molletes, panuchos o salbutes. Y ojo, porque en el tema de las tortas tienen opciones interesantes: está la clásica de cochinita, pero también hay una Especial, con mantequilla clarificada y deslactosada (pura indulgencia); o la Barra Caribeña, que combina frijoles, plátano y cochinita. Y hablando de antojitos, tienen dos tipos de panuchos: el tradicional, con lechuga, pepino, jitomate y aguacate; y el chilango, que viene sin verdura, porque así nos gustan las cosas en la capital.

Pero como no solo de cochinita vive el yuca, en La Pitaya también tienen carne ahumada, preparada con la receta tradicional de Temozón, Yucatán, y unas manitas pibil que son, según dicen, la especialidad de la casa. Si te late el antojo más casero, puedes pedir un tamal yucateco (también llamado vaporcito) con filete de puerco, pechuga de pollo y una salsita de masa con jitomate frito. Y si llegas con ganas de desayuno, te esperan unos épicos huevos motuleños, o huevos con longaniza de Valladolid ahumada, o hasta huevos con chorizo negro o con chaya.

Eso sí, los fines de semana se pone mejor porque sacan joyitas como los lomitos de Valladolid, que puedes pedir en orden o en taco. Además, hay platillos sorpresa que aparecen de vez en cuando, como la sopa de lima, lechón, recado negro, puchero o el clásico frijol con puerco. Y para acompañar, nada como un taxcalate, agua de xilacayote o un agua de chaya, perfectos para refrescarte.

Pero más allá de la increíble sazón, lo que realmente hace especial a La Pitaya es el servicio. Siempre te recibe y atiende el propio chef y dueño, que no solo te recomienda lo mejor del menú, sino que se toma el tiempo de explicarte cada platillo con todo el amor que le tiene a su cocina.

Así que, si andas en busca de un lugar donde comer auténtica comida yucateca, sin gastar una fortuna y con la mejor atención, lánzate a la colonia Vallejo y date el gusto de visitar La Pitaya. Te prometo que no te vas a arrepentir.

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Dirección:
 Tetrazzini #295, Colonia Vallejo, Ciudad de México, CDMX (el local está sobre Berlin)
Horario: Martes a domingo de 9:00 a 15:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos

Burger Gate, smash burgers en Coapa y la Colonia Industrial

¿Sabes lo que es una smash burger? Si alguna vez has hecho hamburguesas en casa, seguramente formaste una bola con la mezcla de carne molida, la aplastaste y luego la pusiste en la plancha o sartén. Bueno, en el caso de las smash burgers, los pasos cambian de orden. ¿Cómo? Al hacer una smash burger, primero se forma una bolita de carne molida, que se coloca en la plancha, y cuando ya está ligeramente dorada, se aplasta (smash) con una prensa, formando el clásico medallón de carne. ¿Y por qué hacen esto? Este proceso permite que la carne conserve mejor su jugo y, por ende, su sabor.

Aunque las smash burgers se están poniendo de moda en la CDMX, en el norte hacía falta un buen lugar para disfrutar de este estilo de hamburguesas. Por suerte, hace unos meses abrió una pequeña hamburguesería en la calle de Excelsior, en la colonia Industrial, que ofrece una variedad de smash burgers a precios muy justos. Me refiero a Burger Gate, un pequeño changarro creado en un garage que, al abrir su puerta (gate), revela una pequeña barra donde puedes sentarte a comer mientras observas cómo preparan tu hamburguesa en la cocina del lugar. Curiosamente, a pesar de ser un espacio pequeño y sencillo, el lugar tiene un diseño cuidado, tanto en el mobiliario como en la imagen.

El menú es tan sencillo y pequeño como el lugar. De hecho, solo tienen siete hamburguesas diferentes, papas fritas (normales y de la casa), malteadas y dos postres. Para que te hagas una idea de lo que podrás encontrar en Burger Gate, te cuento que puedes pedir una hamburguesa sencilla (All-American) o con queso (Cheeseburger), pero también puedes disfrutarla con BBQ (La Texana), con huevo y arúgula (Gate Burger), con piña y tocino (Tiki Burger), con setas (Delux Burger) o con Choriqueso (La Chilanga).

Eso sí, todas las hamburguesas están elaboradas con pan brioche de la casa y llevan dos medallones de carne de 90 gramos cada uno, más los ingredientes propios de cada hamburguesa. Pero si eres de buen comer, como yo, puedes pedir que le pongan otros 180 gramos de carne, más queso y tocino extra. Además, puedes pedirlas solas o en combo, que incluye papas a la francesa y refresco. Y si después de tu hamburguesa te quedaste con algo de hambre, o si, como yo, te gusta cerrar la comida con algo dulce, debes pedirte unas Galletas Oreo Fritas, que están espectaculares.

Si eres fanáticx de las hamburguesas y te encuentras la zona de la colonia Industrial, La Villa o Coapa (porque ya tienen sucursal por allá), Burger Gate es una excelente opción para disfrutar de una smash burger en un lugar acogedor, con un menú sencillo pero delicioso, ideal para satisfacer tu antojo de carne jugosa y pan suave.

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Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Horario: Miércoles y jueves de 13:00 a 21:30, hrs., viernes a domingo de 13:00 a 22:30 hrs.
Instagram: instagram.com/burgergatemx
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Sucursal Colonia Industrial
Dirección
: Excélsior #153, Colonia Industrial, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Coapa
Dirección
: Prol. División del norte #4344, Coapa, Ciudad de México, CDMX

Balam Pakaal, un rincón de Cochinita Pibil en Lindavista

Sábado por la tarde. Había salido del teatro en Coyoacán y mi siguiente compromiso era en Lindavista. Por practicidad no había llevado el carro y terminé viajando en Metro. Así que tomé la infame Línea 3 y me fui derechito hasta Indios Verdes. Una vez ahí, puse el mapa y descubrí que mi destino estaba a poco más de un kilómetro, así que decidí irme a pie. Ya era tarde y el hambre me estaba matando, así que decidí buscar algún lugar para comer ahí.

Caminé y caminé, pero no encontré ningún lugar que se me antojara sobre Ticomán. De pronto, me llegó un olor especiado que me hizo agua la boca… ¡Era cochinita pibil! Seguí el aroma y, unos metros más adelante, me encontré con Balam Pakaal. El lugar era muy sencillo, pero con todo lo necesario para sentarse a comer. En el salón tenían unas tres o cuatro mesas enmarcadas por una larga barra donde tenían la cochinita lista para servir, y una cocina igual de sencilla. Al fondo, unos refrigeradores y las paredes cubiertas con máscaras de luchadores e ilustraciones de Ricardo Alonso “Peltre” con dioses prehispánicos representados como luchadores. ¡Un lugar sencillo, pero con mucha onda!

El menú era tan sencillo como el lugar. Básicamente tenían cochinita pibil en diferentes presentaciones: tacos, tacos especiales, panuchos, volcanes, tortas y enchiladas blancas. También tenían paquetes que incluían algún platillo, una bebida y, de postre, una marquesita. Después de preguntarle a la mesera qué eran los tacos especiales y las enchiladas blancas, terminé pidiendo un paquete con tres tacos especiales y un panucho extra para completar. Poco después de ordenar, me sirvieron unos ramequines con cebolla encurtida, cebolla con habanero, salsa de habanero y salsa de queso crema con habanero; además de mi agua de tamarindo.

Los tacos especiales resultaron ser tacos de cochinita con queso en tortilla de harina; y la neta, me gustaron bastante. Quizá no es la mejor cochinita de la CDMX, pero sí está muy cumplidora y la salsa de queso, junto a la de habanero, son una combinación ganadora (aunque siento que no picaban tanto). Por otro lado, el panucho estaba muy bien servido. Y, mi marquesita fue de queso con Nutella, otra combinación ganadora. Fue mucha comida y gasté menos de $250 pesos (si no mal recuerdo, fueron $205 pesos), por lo que salí más que satisfecho de ahí. Y debo decir que me quedé con ganas de regresar a probar las enchiladas blancas, que son de cochinita cubierta con la salsa de queso y habanero.

Al final, lo que comenzó como un día de trayectos interminables terminó siendo una experiencia inesperada y deliciosa. Si alguna vez pasas por la zona de Lindavista con antojo de sabores yucatecos, no dudes en darle una oportunidad a Balam Pakaal. Aunque es un lugar sencillo, tiene el toque perfecto para un antojo contundente, sabroso y con precios más que accesibles. Sin duda, un rincón que vale la pena descubrir.

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Dirección Lindavista Norte:
 Neiva #1010, Colonia Lindavista Norte (la entrada está en la lateral se Sierravista), Ciudad de México, CDMX
Dirección IPN: Av. Politécnico Nacional #2085 (en el estacionamiento de Servi SNTE), Colonia Lindavista, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 10:00 a 17:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/balam_pakaal
Facebook: facebook.com/balambalam86

Ukyo’s, sushi y sabores japoneses en la Guadalupe Tepeyac

Un detalle que me encanta de vivir en el norte de la Ciudad, en la zona de la Industrial y la Villa, es que todas las colonias de la zona cuentan con parques en su centro. Están el Parque María Luisa y el María del Carmen en la Industrial, el María Teresa en La Estrella, el Parque de la Pasión en Guadalupe Insurgentes y, quizá el más grande de todos, el Parque Corpus Christi en Guadalupe Tepeyac. Cada parque tiene su propia personalidad, y todos están rodeados de todo tipo de negocios y locales que reciben a los y las vecinas para que pasen una tarde agradable.

Al ser el parque urbano más grande de la zona, y al estar justo frente a la iglesia que le da el nombre, el Parque Corpus Christi se convierte en una especie de kermés todos los domingos. Además de los juegos, canchas y skatepark, en los alrededores y pasillos del parque se instalan algunos juegos mecánicos y de destreza, puestos de dulces y antojitos, e incluso puedes encontrarte con paseos en pony o caballo. ¡Toda una experiencia para chicxs y grandes!

Una tarde de domingo, después de haber ido de paseo a la Basílica y el Museo de los Ferrocarrileros, el destino me llevó al Parque Corpus Christi. Se acercaba la hora de la comida y no quería ir muy lejos, así que empecé a curiosear entre los locales que rodean el parque. Me encontré con un restaurante de carnes, una paletería y un cubano; pero al final, lo que terminó llamando mi atención fue un pequeño, muy pequeño, restaurante japonés: Ukyo’s.

El lugar solo tenía dos pequeñas mesas sobre la banqueta y una barra desde la que se podía ver una pequeña cocina. Aún así, su carta estaba bastante completa. Tenían kushiagues, yakitoris, karaage, onigiris, gyozas, temakis, sopas, tamago, nigiris, teriyaki, yakisoba, gohan, makis (rollos) y una pequeña variedad de platillos japoneses y orientales a precios más que accesibles. ¡Seguramente encontraría algo que me antojara!

La verdad es que la elección me resultó complicada, porque todo se me antojaba. Pero al final, pedí un karaage para empezar, un Pollo Thai (wok de pollo con salsa picosita y dulce, acompañado de arroz y verduras) y un maki clásico de atún. Después me alcanzó una amiga que vive por la zona y ella pidió un yakimeshi y un maki sake. No puedo decir que haya sido la mejor comida japonesa que he probado, pero lo que sí puedo asegurar es que todo estaba bastante rico, a pesar de ser tan sencillo y barato. Resultó ser comida reconfortante a precios más que accesibles.

Al final, después del paseo y la comida, quedé bastante satisfecho. Y, por lo mismo, desde aquel domingo he vuelto varias veces a comer en Ukyo’s, con el afán de conocer más de su carta y comer rico, sin gastar mucho dinero. Eso sí, siempre recomendaré ir temprano, porque el lugar es muy pequeño y siempre está lleno.

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Dirección: Graciela #119, Guadalupe Tepeyac, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Horario: Lunes a domingo de 13:30 a 19:00 hrs.
Facebook: facebook.com/Ukyosoficial
Instagram: instagram.com/ukyos_oficial

Rinconcito Colombiano, los sabores de Colombia en la Guadalupe Insurgentes

¡Colombia está de moda! Y no solo por Shakira, quien volvió a acaparar los reflectores tras su (ya no tan) reciente divorcio. Tampoco se trata únicamente del auge de artistas colombianxs como Feid, Karol G, J Balvin y Maluma en la escena musical internacional. La verdad es que, en los últimos dos años, Colombia se ha convertido en uno de los destinos favoritos de las y los mexicanos. Mientras Netflix se llena de producciones colombianas, cada vez es más común encontrar lugares que ofrecen platillos colombianos en la CDMX. ¿Tú ya te uniste a la fiebre colombiana?

Si ya te contagiaste de esta fiebre, o si, como yo, disfrutas experimentar nuevos sabores y conocer cocinas de todo el mundo, y además vives en la zona norte de la Ciudad de México, tienes que visitar el Rinconcito Colombiano. Este restaurante, ubicado en la colonia Guadalupe Insurgentes (a unos pasos del Metro Potrero), está justo frente al emblemático Parque de la Pasión. Su ambiente relajado y acogedor evoca la sensación de estar en un pequeño pueblo escondido en medio de la gran ciudad, convirtiéndolo en el lugar perfecto para una tarde o noche tranquila.

El espacio es modesto pero encantador, con unas cuantas mesas distribuidas entre un salón interior, un área al aire libre bajo los arcos del edificio, y una pequeña góndola sobre la calle. Aunque no es muy grande, su sencillez y calidez lo convierten en un rincón ideal para disfrutar de la gastronomía colombiana.

En su carta encontrarás una pequeña pero deliciosa selección de platillos tradicionales colombianos, además de algunas opciones mexicanas para lxs menos aventurerxs. La oferta incluye entradas, ensaladas, caldos, platos fuertes y un apartado de hamburguesas y hot dogs. Por ejemplo, puedes empezar con un Ajiaco Colombiano, un Sancocho o una Sopa de Tortilla. Para el plato fuerte, no puedes perderte la icónica Bandeja Paisa, un festín de cerdo, arroz, carne de res, chicharrón, huevo, plátano frito, chorizo antioqueño y arepas. También puedes optar por una Posta Cartagenera, unas Costillas BBQ, una Mojarra en Salsa de Coco o un Pollo Sudado. Y si prefieres algo más ligero, las opciones de hamburguesas y los platillos para compartir, como los Chuzos, los Montaditos o los Tostones, son ideales.

Para acompañar tu comida, puedes disfrutar una refrescante agua de maracuyá preparada al momento o probar alguno de los originales cocteles de la casa. Entre ellos destacan el Algo Bacano (similar a un Aperol Spritz), La Diabla (mezcal, jamaica, anís y soda), el Pablo Escobar (mezcal, kiwi, fresa y guanábana), y el literario 100 Años de Soledad (ginebra, espumoso, pepino y soda). También puedes pedir una cerveza nacional o aventurarte con una Águila, importada directamente de Colombia. Con su atmósfera acogedora, su variada oferta gastronómica y su inconfundible sabor colombiano, El Rinconcito Colombiano es el lugar perfecto para dejarte llevar por la fiebre colombiana sin salir de la CDMX. Ya sea que busques reconectar con un pedacito de Colombia o simplemente disfrutar una experiencia culinaria diferente, este rincón se convertirá en uno de tus favoritos. ¿Qué esperas para visitarlo y sumarte a esta deliciosa tendencia?

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Dirección:
 Ing. Roberto Gayol #129, Guadalupe Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Horario: Domingo a miércoles de 12:00 a 18:00 hrs., jueves de 13:00 a 21:00 hrs., viernes y sábado de 13:00 a 22:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/rinconcitocolombiano_cdmx_22
TikTok: tiktok.com/@rinconcitocolombi