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Comixcal, un rincón de delicias oaxaqueñas en Santa María la Ribera

¡Prepárate para una explosión de sabor oaxaqueño en el corazón de la CDMX! Justo en la esquina de Dr. Atl y Salvador Díaz Mirón, a un paso del icónico Kiosco Morisco, se encuentra Comixcal, una joyita gastronómica que trae la magia de Oaxaca a Santa María la Ribera. Aquí, la talentosa chef Marahí López, orgullosamente del Istmo de Tehuantepec, nos deleita con los sabores auténticos de las 8 regiones de Oaxaca, conquistando a lxs vecinxs y a todxs lxs foodies de la ciudad.

En Comixcal, el menú está lleno de delicias oaxaqueñas, perfectas para disfrutar una tarde tranquila de sábado. Empecemos con los Taquitos de Tasajo, las Garnachas Istmeñas, los Molotes de Papa con Chorizo o una refrescante Ensalada Mezcalera (lechuga con pepitas de calabaza, jitomate cherry, quesillo, chapulines y aderezo de mezcal). Si andas antojadx de una sopa, lánzate por la Sopa de Frijol con Chocoyotes, la Sopa de Garbanzo con Epazote o el Mole de Ejote de la región Mixteca.

Y de plato fuerte, ¡prepárate para gozar! Tienes cinco opciones increíbles, pero la Tlayuda con Cecina Enchilada o Tasajo y las Enchiladas de Coloradito son imperdibles. Tampoco te pierdas el Amarillito de Hongos, la Costilla Ahumada o el Mole Verde de Espinazo. Para el postre, déjate seducir por las Torrejas (bollo capeado y bañado en almíbar de frutas), el Dulce de Papaya o los Tamalitos de Elote.

¿Y para acompañar todo esto? Puedes elegir entre cervezas artesanales de la Casa Cervecera Oaxaqueña Tierra Blanca, Cerveza Ramuri de Tijuana, o las clásicas nacionales. Y claro, una selección de mezcales de la casa, ya sea solos o en deliciosos cocteles. También tienen Chocolate de Agua y de Leche, Té de Poleo y de Cedrón, y agua del día.

Lo mejor de todo es que casi todos los ingredientes y productos vienen directamente de Oaxaca, apoyando a pequeños productores y garantizando la autenticidad de los sabores. Además, los precios son súper accesibles, así que podrás comer delicioso sin vaciar tu cartera.

Comixcal es el lugar perfecto para los amantes de la buena comida, especialmente de la oaxaqueña. Disfruta de un festín tradicional sin gastar mucho, mientras te empapas del ambiente único del Kiosco Morisco en Santa María la Ribera. ¡Nos vemos en Comixcal!

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Dirección: Dr. Atl #176, Sta, María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Facebook:
facebook.com/Comixcal
Instagram: instagram.com/comixcal
Twitter: twitter.com/comixcal

La Galeterie, buñuelos, churros y platillos mexicanos en la CDMX

Sobre la calle de Santa María la Ribera, casi llegando al Eje 1 Norte, hay un lugarcito que se ha ganado el corazón (y el estómago) de todxs lxs vecinxs de la Santa María. Te hablo de La Galeterie, un local que te atrapa con sus deliciosos aromas a churros y buñuelos que inundan la calle a toda hora. Si pasas por ahí, ya sea caminando, manejando o en bici, seguro te vas a querer detener para disfrutar de un rico postre mexicano.

¿Qué encontrarás en La Galeterie? Pues, como te imaginarás, los reyes de la casa son los churros y los buñuelos recién hechos. Siempre debes pedir una orden de churros sencillos o bañados con la mermelada de la casa, fresa, zarzamora, blueberry, chocolate, cajeta o La Lechera. También puedes pedirlos con queso Philadelphia o helado de vainilla, chocolate o nuez. Y no olvides probar los buñuelos gigantes, ya sea tradicionales con azúcar o canela, o bañados en fresa, zarzamora o blueberry, o acompañados del helado que prefieras.

¿No tienes antojo de churros o buñuelos pero aún quieres algo dulce? Puedes pedir una crepa con mermelada, con queso crema y mermelada, o con plátano y algún ingrediente extra. También tienen combinaciones de la casa como la Nutella con cajeta, la Suzette, la Tutti Fruti o la Oreo. Todo esto lo puedes acompañar con un chocolate caliente, un té matcha, un chocomenta, algún capuchino de sabores (chai, amaretto, menta, irlandesa, etc.) o un café de la Finca San Blas.

¿Y si tienes hambre de algo más? En La Galeterie también encontrarás ensaladas y platillos mexicanos. Te recomendamos la ensalada de queso de cabra, el queso fundido, el choriqueso, la oreja de elefante, la pechuga asada, los chilaquiles o el corte de la casa. También tienen una buena selección de chapatas, baguettes y crepas saladas, así como algunos Croques Madame y Croques Monsieur (¡Oh la la!).

Lo mejor de La Galeterie, además de los churros y buñuelos, son sus desayunos. ¿Por qué? Porque ofrecen un servicio de Desayuno Open (o, en otras palabras, bufet). Si vas entre semana, puedes atascarte con todo el café, churros y buñuelos que quieras por menos de cien pesos. Y si vas en fin de semana, además de los churros y buñuelos, podrás disfrutar de otros platillos mexicanos como molletes, chilaquiles, huevos al gusto y filete en salsa de morita, todo por menos de $200 pesos.

Así que ya lo sabes, si vives en (o cerca de) Santa María la Ribera (o San Rafael, porque ya tienen sucursal por allá) y te antojan unos churros y buñuelos, o quieres desayunar como rey sin gastar mucho, date una vuelta por La Galeterie. Es el rincón perfecto para pasar un momento dulce con tu familia o amigos.

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Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 23:00 hrs.
Costo por persona: De $100 a $150 pesos
Página Web: lagaleterie.mx
Instagram: instagram.com/galeterie_cdmx
Facebook: facebook.com/lagaleterie

Sucursal Santa María
Dirección:
Santa María la Ribera #112-C, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX

Sucursal San Rafael
Dirección: Av. Ribera de San Cosme #8, Local 6, San Rafael

Jametaro, Ramen tradicional en Santa María la Ribera

Últimamente, la Ciudad de México se ha llenado de barra de sushi ¡las famosas hand roll sushis! y locales de ramen súper elegantes y carísimos, donde puedes comer delicioso, pero casi tienes que hipotecar un riñón para pagar la cuenta. Estos lugares nos han hecho creer que la comida japonesa es sinónimo de lujo, pero la verdad es otra. La auténtica comida japonesa no necesita ser lujosa para ser increíble. De hecho, en la CDMX hay un montón de pequeños lugares dirigidos por japoneses que ofrecen comida auténtica y accesible, pensada tanto para la comunidad nipona como para el público en general.

Un ejemplo perfecto de esto es Jametaro, un restaurante pequeño y sin pretensiones escondido en las calles de Santa María la Ribera. Es tan sencillo que podría pasar desapercibido entre las casonas y negocios de la zona. Lo único que destaca es una pequeña cortina japonesa que sirve como puerta e invitación para entrar. Una vez adentro, encontrarás un espacio acogedor decorado con elementos japoneses y mexicanos, creando un estilo kitsch bicultural. El lugar es pequeño, con solo una barra, tres o cuatro mesas y otra pequeña barra para dos personas.

La carta de Jametaro es tan sencilla como el lugar. Solo tienen tres tipos de ramen (soya, sal y miso, todos de cerdo) y algunos platillos para acompañar. Puedes pedir gyozas, gohan, yakimeshi, karaage, harumaki y chasyudon. Si prefieres algo más ligero, también tienen ensaladas: verde, de papa y, sorprendentemente, de ramen. ¿Ensalada de ramen? ¡Sí, así es! Para beber, puedes elegir entre agua del día (a mí me tocó de piña con jengibre), algún refresco o una chela.

Todos los platillos de Jametaro fueron diseñados y preparados por Masahiro Kanashige, así que puedes esperar auténtica comida japonesa con un ligero toque mexicano. Y si dudas de la calidad del ramen, solo necesitas darte una vuelta y ver cómo este lugar es visitado tanto por la comunidad japonesa como por vecinos de la colonia y amantes de la comida japonesa en general. ¡Siempre está lleno!

Jametaro es una pequeña embajada gastronómica de Japón en Santa María la Ribera. Es el lugar perfecto para disfrutar de un delicioso ramen y los sabores de Japón sin gastar una fortuna. Ideal para ir con tu pareja, amigos o familia y pasar una tarde llena de sabores, sin tener que vender un riñón en el intento.

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Dirección:
Eligio Ancona #167-A, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Horario: Jueves a martes de 13:00 a 19:00 hrs.
Costo por persona: De $150 a $250 pesos
Instagram: instagram.com/jametaro

Kiosco Morisco, lugar de magia e historia en Santa María la Ribera

En 1878 se instaló el primer Kiosco de México en el Zócalo capitalino. Poco tiempo después, todas las plazas públicas del país se vieron intervenidas por estas estructuras, provenientes de Francia, en las que se realizaban todo tipo de actos recreativos, culturales y políticos. La Ciudad de México no fue la excepción, y prácticamente todos los espacios públicos instalaron un Kiosco para la recreación, e incluso se instalaron unos como sanitarios a lo largo de la Ciudad. Y definitivamente, el Kiosco más emblemático de aquella época es el Kiosco Morisco, una espectacular estructura que mezcla elementos de arquitectura mudéjar y morisca con el diseño victoriano y que se instaló en la Alameda Central, por ahí de 1885.

Si estás cuestionando la veracidad de este texto porque el Kiosco Morisco se encuentra en Santa María la Ribera, te entiendo. El Kiosco ahora se encuentra en Santa María, pero debes saber, que esta icónica estructura no solo se mudó de locación, sino que también se dedicó a viajar antes de llegar a la Ciudad. ¿Neta? Debes saber que, por ahí de 1880, don Porfirio Díaz le pidió al ingeniero José Ramón Ibarrola que diseñara un pabellón para usarse en la Exposición Universal de 1884-1885, que se realizaría en Nueva Orleans.

De esta forma, el inge. se inspiró en la arquitectura Al-Andalus[1] o morisca/mudéjar[2], y combinarla con la arquitectura occidental “moderna” para crear el característico Kiosco Morisco. Fue así que, de acuerdo a muchas versiones, tras el diseño, se acercó a Andrew Carnegie y le pidió que lo ayudara a fundir la estructura metálica en Pittsburgh (sí, nuestro Kiosco Morisco se relaciona con los Acereros de Pittsburgh, Steelers). Una vez que se tuvo el acero y la madera de la estructura, se envió todo el Kiosco a Nueva Orleans para que representara a México ante el mundo. ¡Seguramente lxs visitantes quedaron impactadxs por su belleza!

A mediados de 1885, el Kiosco regresó a México y el presidente decidió instalarlo en la Alameda Central, justo frente al Templo de Corpus Christi… sí, donde se encuentra el Hemiciclo a Juárez. Sin embargo, mientras se acercaba el centenario de la Independencia, Díaz decidió crear al personaje de Benito Juárez, como lo conocemos hoy en día[3], y mandó construir el Hemiciclo a Juárez en tiempo récord (tardaron poco más de un mes en su construcción). Y, como se pensaba instalar el Hemiciclo justo donde se encontraba [4] el Kiosco Morisco, Díaz decidió mandar el Kiosco a la Alameda de Santa María la Ribera, pues era la primera colonia planificada que se construía.

Pero el tiempo acaba con todo y con los años, la elegante Santa María la Ribera empezó a decaer. Poco a poco, las familias adineradas empezaron a desplazarse hacia el sur de la Ciudad, permitiendo que la colonia decayera, y que el Kiosco quedara prácticamente en el olvido. Por suerte, en los últimos años, se ha buscado rescatar a Santa María la Ribera dándole una nueva vida al Kiosco, permitiéndonos a todas las personas apreciar su belleza.

Hoy en día, es muy común encontrarte a las y los vecinos de la zona realizando todo tipo de actividades en y alrededor del Kiosco Morisco, desde clases de baile, presentaciones musicales, actos de comedia o clown, entre muchos otros. Además, año con año (aunque ha habido gobiernos que no lo permiten) se organiza una espectacular ofrenda de día de muertos que vale la pena conocer. Y, por si fuera poco, alrededor de la alameda podrás encontrarte un sinfín de restaurantes y puestos con todo tipo de comida, para que disfrutes de una rica comida bien maridada con el ambiente y vista del Kiosco Morisco.


[1] Al-Ándalus era el nombre que recibió la España invadida por los moros.
[2] Mudéjar es el término que se usa para referirse a los árabes que permanecieron en territorios conquistados y morisco se usa para referirse a lxs musulmanes de Al-Ándalus, normalmente convertidos.
[3] Recordemos que Díaz luchó contra Juárez durante la Revolución de la Noria (curiosamente) para evitar que Juárez se reeligiera.
[4] Algunos gobiernos locales lo han restaurado y otros, como el actual, lo han dejado a su suerte.

Museo de Geología, un espacio de aventura e historia en Santa María la Ribera

No tienes que ser Doctor Who para poder viajar en el tiempo. ¡Solo tienes que it al Museo de Geología de la UNAM! Ubicado en el pintoresco barrio de Santa María la Ribera, este museo es un verdadero tesoro para los y las amantes de la ciencia y la historia natural.

La historia del museo comienza en 1904 al ser inaugurado, cuando México ya se destacaba por sus investigaciones geológicas y paleontológicas. Aquí se conservan algunos de los descubrimientos más importantes del país, ofreciendo un fascinante recorrido por la evolución de la Tierra y sus habitantes.

El edificio del museo en sí es una joya arquitectónica. Construido a principios del siglo XX, su diseño, a cargo del Arq. Carlos Herrera López, es un encantador ejemplo del estilo porfiriano, con hermosos detalles en piedra y un ambiente que te transporta a otra época. Pero lo más emocionante sucede una vez que cruzas sus puertas palaciegas y pasas las escalinatas que te reciben.

Desde el momento en que entras, te recibe una impresionante colección de fósiles. ¡Sí, has oído bien! En este museo puedes encontrarte cara a cara con los gigantes del pasado. Imagina verte frente a un esqueleto completo de mamut, o admirar los restos fosilizados de dinosaurios que alguna vez caminaron por estas tierras. ¡Es como estar en una película de Jurassic Park, pero en la vida real!

Y no solo de dinosaurios vive el museo. Su colección de minerales es absolutamente espectacular. Brillantes cristales de todos los colores y formas, algunos más raros que una joya preciosa, te dejarán boquiabiertx. Estos minerales no solo son hermosos, sino que también cuentan historias sobre la formación de nuestro planeta.

Además, el museo ofrece exposiciones interactivas y talleres educativos, perfectos para que niñxs y adultos aprendan de manera divertida. ¿Te gustaría saber cómo se forman los fósiles? ¿O qué minerales componen las rocas que pisamos todos los días? Aquí, todas tus preguntas encontrarán respuesta.

Así que, si tienes espíritu explorador y un corazón curioso, el Museo de Geología es una parada obligada. Date una vuelta y descubre los secretos que guarda nuestro planeta. ¡Te prometemos que te irás con ganas de más aventuras!

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Dirección:
 Jaime Torres Bodet #176, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $30 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: geologia.unam.mx/igl/museo
Instagram: instagram.com/museodegeologiaunam
Facebook: facebook.com/MuseoDeGeologiaUNAM

El Güero, birria y pozole en Santa María la Ribera

Era viernes de Semana Santa y, como buenos pecadores, moríamos de antojo de birria. Con todas las birrierías de nuestra zona cerradas por la fecha, ya casi nos resignábamos a comer mariscos o una ensalada, quién sabe. Pero, en una vuelta del destino, al pasar por la esquina de Salvador Díaz Mirón y Jaime Torres Bodet, cerca de la Alameda de Santa María la Ribera, nos topamos con un pequeño local llamado Birriería y Pozolería El Güero. ¡Milagro birrioso!

Nos acomodamos en una de las mesas de afuera para que la perrita pudiera estar con nosotros (sí, aceptan mascotas en las mesas exteriores) y de inmediato nos tomaron la orden. El menú es sencillo y directo al grano: birria en caldo, pozole, queso fundido y costillas al carbón. Con el antojo de birria que teníamos, pedimos una birria y, como soy fanático del queso, también pedimos un queso fundido.

Pronto nos trajeron dos platos grandes de caldo con carne y huesos (lo que hizo muy feliz a la perrita) y un pequeño cazo de queso con tortillas de harina. Luego llegó un tortillero con tortillas recién hechas a mano, perfectas para armar unos tacos de birria. Estábamos tan hambrientos que, mientras disfrutábamos la birria, también pedimos una costilla, que vino con frijoles y más tortillas. Al final, no pudimos terminar toda la comida, era demasiado.

Salimos de ahí satisfechos y con la panza llena de birria y queso fundido bien grasosito. Lo mejor del lugar, sin duda, fueron las tortillas hechas a mano, ¡una delicia! Aunque no se convirtió en nuestra birriería favorita, definitivamente será una opción a la que volveremos cuando el antojo de birria nos ataque y estemos por la zona.

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Dirección:
Calle Salvador Díaz Mirón #114, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 23:00 hrs.
Costo por persona: De $150 a $250 pesos

Museo Universitario del Chopo, espacio de arte y movimientos contemporáneos

En noviembre de 1851, Joseph Paxton diseñó una impresionante estructura que mezclaba principalmente hierro y cristal para ser la sede de la Gran Exposición de Londres. Este Crystal Palace (o Palacio de Cristal) no solo llamó la atención de los y las londinenses, sino que terminó sentando las bases para crear un estilo arquitectónico, parte del movimiento Art Noveau, al que llamarían Jugendstil. Poco más de medio siglo después, en 1902, el arquitecto alemán, Bruno Möhring, se basó en el estilo Jugendstil, para edificar el cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Cabaña de la Buena Esperanza); aunque el edificio terminó siendo la sede de la Exposición de Arte de Industria Textil de Dusseldorf.

Si llegaste a este texto buscando información del Museo Universitario del Chopo, seguramente te estarás preguntando ¿qué ching@#0$ tiene esto que ver con el Chopo? Bueno, pues debes saber, que la Compañía Mexicana de Exposición Permanente, S. A. terminó comprando tres de las cuatro salas del aquel edificio de hierro y decidió traérselas en barco a México. Una vez en el país, las piezas fueron transportadas en tren hasta la estación de tren Buenavista y desde ahí se llevaron a la calle de Chopo para reconstruir el edificio pieza por pieza, convirtiéndose, junto al Kiosko Morisco, en un símbolo de Santa María la Ribera, la primera colonia planificada de la Ciudad de México.

La Cabaña de la Buena Esperanza había sido traída a México para ser una sede industrial; sin embargo, en aquél entonces, la industria no se había desarrollado en México y el inmueble no pudo cumplir su propósito original. Y no fue hasta 1909, que el edificio del Chopo fue rescatado gracias al arrendamiento de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, quien decidió usarlo para los festejos del Centenario de la Independencia, primero como sede de la exposición de Arte Industrial del Japón y después como Museo de Historia Natural. Fue así que, el 2 de septiembre de 1910, el entonces presidente, Porfirio Díaz, inauguró lo que sería conocido como el Pabellón Japones. La idea del gobierno era inaugurar después el Museo de Historia Natural en ese recinto, pero gracias a la Revolución Mexicana, esto no pudo ser posible hasta diciembre de 1913.

Pasaron los años y el edificio se fue deteriorando poco a poco. Esto obligó a la UNAM, quien había recibido el inmueble tras decretarse su autonomía, a cerrar el museo en 1964, esparciendo su colección entre el recién inaugurado Museo de Historia Natural, el Museo de Geología y los institutos de la universidad. Y, mientras se estudiaba que hacer con el edificio (incluso se pensó en desarmar y vender como chatarra), Juan López Moctezuma decidió filmar, en 1971, La Mansión de la Locura, película basada en un cuento de Edgar Allan Poe y con vestuarios de Leonora Carrington, en las ruinas del Chopo.

Por suerte, terminaron decidiéndose por rescatar el inmueble y, en 1975, el lugar volvió a abrir sus puertas como el Museo Universitario del Chopo, un espacio dedicado a la difusión cultural, y al arte joven y experimental. Desde aquél entonces, el Museo del Chopo se ha dedicado a explorar las diferentes propuestas de arte contemporáneo, y en especial de artistas jóvenes mexicanxs; y, por lo mismo, desde su fundación también buscó impulsando los movimientos juveniles y musicales, apoyando la creación del Tianguis de Música, que se convertiría en el Tianguis Cultural del Chopo, y promoviendo batallas de bandas, desde las que salieron grupos como Rebel’d Punk. Y, por si fuera poco, desde 1987, el museo también alberga la Semana Cultural Lésbica-Gay, con la que busca impulsar el movimiento LGBTTTIQ+ a través de exposiciones, talleres, presentaciones de libros, funciones de cine y teatro, entre otras expresiones artísticas.

Recorrer las salas y pasillos del Museo Universitario del Chopo es una oportunidad para conocer la propuesta artística de un sinfín de artistas mexicanxs y extranjerxs jóvenes, mientras admiras los espectaculares detalles arquitectónicos del Jugenstil alemán mezclados con la innovación que imprimió Felipe Leal en su renovación. También es una oportunidad para adentrarte en los movimientos sub o contraculturales de México, a través de su acervo histórico, o de perderte una tarde disfrutando de las funciones de cine y teatro o talleres que continúan realizando constantemente.

Sin duda, el Museo Universitario del Chopo es un lugar que todos y todas las Godínez chilangas deben de visitar para conocer un poco más de la historia de nuestra ciudad a través del arte y la arquitectura. Además, una vez ahí, puedes darte una vuelta por el espectacular Kiosko Morisco o disfrutar de las diferentes propuestas gastronómicas que ofrece Santa María la Ribera.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Dr. Enrique González Martínez #10-P. B, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $40 pesos
Horario: Miércoles a domingo de 11:30 a 18:00 hrs.
Página Web: chopo.unam.mx
Instagram: instagram.com/museodelchopo
Facebook: facebook.com/MuseodelChopo
Twitter: x.com/museodelchopo
YouTube: youtube.com/MuseodelChopo