Archivos de la categoría Nápoles / Del Valle

Restaurantes en las diferentes colonias de la Zona de Nápoles, Del Valle y alrededores.

Luna Maya, un oasis de sabores yucatecos en la San José Insurgentes

Era viernes por la tarde y me encontraba en San José Insurgentes buscando algo para comer. Pero, al ser Semana Santa, casi todos los restaurantes estaban cerrados. Sí, estaban las típicas taquerías caras —famosas por su relación con el “desvivimiento” de Paco Stanley—, también algunos restaurantes de franquicia sobre Río Mixcoac, e incluso un lugar de comida china. Pero nada de eso se me antojaba. Yo quería algo reconfortante, casero, con sabor.

Fue así que, mientras paseaba sin rumbo por las calles de la colonia, me topé con Luna Maya, sobre José María Velasco. No, no me refiero a Luna Maya Sugeng, la actriz indonesia; me refiero al restaurante de comida yucateca. Y qué bueno que lo encontré.

Al entrar me encontré con un lugar discreto pero acogedor. En el salón principal hay unas seis u ocho mesas, y afuera, un pequeño patio con otra mesa más donde puedes sentarte a comer disfrutando del buen clima. La atmósfera es tranquila, sin pretensiones.

A diferencia de otros restaurantes yucatecos en la CDMX, la carta de Luna Maya es más extensa. La reina, claro, es la cochinita pibil, que puedes pedir en diferentes presentaciones. Pero también hay una buena variedad de platillos yucatecos tradicionales, además de algunas recetas reinventadas por la casa.

Si vas por la mañana, puedes elegir entre distintos desayunos chilango-yucatecos. Desde unos tradicionales huevos rancheros hasta chilaquiles con longaniza de Valladolid, pasando por huevos motuleños, omelette Luna Maya (con cochinita y queso manchego), omelette de pastor yucateco o molletes con huevo.

Todos los desayunos incluyen frijoles colados, tortilla o pan, y café o . Es decir, un desayuno completo y sustancioso desde $120 pesos. Y si después de comer aún necesitas un boost de cafeína, puedes pedir alguna de las bebidas de café que ofrecen: espresso, capuchino, moka o latte.

Si llegas por la tarde y traes antojo de algo más contundente, te puedes arrancar con un queso de bola fundido (sí, el de las marquesitas), unos codzitos, un consomé de pavo, una sopa de lima o una crema de tres quesos (queso de bola, queso crema y manchego).

Después puedes entrarle a las clásicas flautas o tacos de cochinita, a una tranca (torta campechana en pan francés) o, si no traes antojo de cochinita —aunque eso sea herejía en un yucateco—, puedes probar el pavo, ya sea en panucho, salbute, taco o torta.

Pero lo que yo más recomiendo, además de los salbutes, es el frijol con puerco, porque su sazón me transportó directo a los guisos que hacía mi abuela. Una delicia que, honestamente, no se encuentra fácil en la ciudad.

¿Mucha hambre y poco presupuesto?

Esto tampoco es problema. En Luna Maya puedes armar tu combo con sopa, arroz o consomé de pavo, ensalada verde y un plato fuerte (incluye agua del día), por $150 o $190 pesos, dependiendo de lo que elijas.

Y si lo que quieres es llevar el sabor a casa, puedes pedir cochinita o pavo en su jugo para compartir. Desde medio kilo, acompañado de frijoles colados, cebolla encurtida, habanero y salsa de la casa.

Luna Maya es un pequeño oasis yucateco escondido en las calles de San José Insurgentes. Un restaurante sencillo, cálido, sabroso y accesible, donde puedes comer bien desde $150 pesos. Ideal si trabajas o vives por la zona… o si simplemente te quieres consentir con algo del sureste sin salir de la ciudad.

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Dirección:
 José María Velasco #80, San José Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $150 a $350 pesos
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 21:00 hrs.
Página Web: lunamaya.com.mx
Instagram: instagram.com/lunamaya.sazon
Facebook: facebook.com/profile.php?id=100050709410355
Twitter: x.com/RestauranteMaya

La Secina, un paraíso de cecina, tlayudas y mezcal en la Narvarte

¿Buscas un rincón en la Narvarte donde puedas olvidarte del estrés de la oficina y deleitarte con algo más que una comida rápida? Pues sobre Obrero Mundial, hay un lugar que parece pequeñito por fuera, pero que dentro es un auténtico paraíso para las y los amantes de la buena comida (y de la cecina, por supuesto). ¡Bienvenidxs a La Secina, donde los tacos y las tlayudas se sirven con una generosa dosis de sabor, y lo mejor de todo, a precios que no te harán quedarte sin quincena!

Desde que entras, lo primero que te recibe es el comal humeante de la semi cocina abierta, donde preparan casi todo lo que vas a comer. Y si te atreves a pedir algo más fuerte que un taco, no dudes en explorar su barra, que, además de ofrecer tragos y cócteles, te tiene una buena variedad de aguas frescas de diferentes frutas que puedes mezclar.

El menú está cargado de cecina en todas sus versiones: natural, enchilada, a la plancha… ¡es una locura! Si eres de los que se emociona con un buen guacamole, o si lo tuyo son los chapulines, tienes que pedir una orden (que viene con una buena porción, por si andas con mucha hambre) y preparar unos tacos de chapulín con guacamole. Si prefieres un plato fuerte, los sopes de cecina o los tacos son la elección segura, pero no te vayas sin probar la tlayuda, que es el alma de este lugar. Y si eres un(a) indecisx (no pasa nada, todos lo somos de vez en cuando), mejor pide cecina mixta y mata dos pájaros de un tiro.

A la hora de acompañar la comida, nada como una Caminero (una cerveza mezclada con mezcal) que te deja con ese sabor ahumado de los buenos mezcales. Pero si prefieres lo clásico, un mezcal o tequila directo también hacen maravillas. Y, para el toque final, el flan casero o el pay helado de limón son como la cereza en el pastel, ¡aunque aquí es más bien un pay!

Lo que más se agradece de La Secina es que, además de comer delicioso, no te va a hacer sentir como si hubieras gastado todo tu sueldo en una sola comida. Aquí, lo que es rico, también es justo.

La Secina es un homenaje a la tradición mexicana, con ingredientes frescos que vienen de todo México: desde la cecina de Yecapixtla hasta los chapulines o las tlayudas de Oaxaca. Y sí, todo lo que comes, está hecho con mucho amor, por productores que cuidan cada detalle.

Así que, si estás buscando un lugar para relajarte con buena comida, mezcal y el mejor ambiente, ya sabes dónde ir. Ya sea con tus amigxs, tu familia o tu pareja (¡o incluso contigo mismx!), La Secina te va a dejar con una sonrisa y el estómago feliz.

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Dirección:
 Obrero Mundial 305, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: de $300 a $500 pesos
Horario: Martes a jueves de 13:00 a 23:00 hrs., viernes y sábado 13:00 a 1:45 hrs., domingo de 13:00 a 19:00 hrs.
Facebook: facebook.com/La-Secina-1551209341768456
Instagram: instagram.com/lasecina
Twitter: twitter.com/lasecinadf

Tortas Don Polo, el lugar donde se inventó la torta caliente en la Del Valle

Se dice que la torta mexicana —esa delicia en la que cabe de todo, desde carnes frías hasta sardinas, entre dos mitades de telera— surgió en 1892. Según cuenta la leyenda, un niño llamado Armando Martínez, de apenas once años, llegó un día a su casa con hambre y, ante la falta de comida “formal”, se le ocurrió meter jamón, jitomate y aguacate en una telera. Le gustó tanto su invento que decidió abrir la primera tortería del país, justo en su casa, ubicada en el callejón del Espíritu Santo (hoy calle Motolinía).

Otra versión apunta a un taquero de la época porfiriana, quien, en un arranque de creatividad, cambió la tortilla por pan de trigo… y así nació la torta. Pero “haiga sido como haiga sido”, lo importante es que, por prácticas y accesibles, las tortas se ganaron un lugar entre los antojos más queridos del México moderno.

Eso sí: no siempre fueron como las conocemos hoy. Bueno… sí, pero no. Hasta 1956, las tortas que se vendían por todo el entonces Distrito Federal eran frías. ¿Frías? Así es: de queso, jamón y otras carnes frías, sin mayor intervención.

Todo cambió cuando Leopoldo Sánchez Preciado, mejor conocido como Don Polo, abrió un local de tortas en el número 18-A del multifamiliar Miguel Alemán (sí, el que diseñó Mario Pani y compañía). Para destacar entre la marea de torterías que ya existían, Don Polo tuvo una gran idea: vender tortas calientes. Calentaba el pan con mantequilla en la plancha y usaba ingredientes calientes en el relleno. ¡Una innovación total! Su éxito fue inmediato, y desde entonces, Tortas Don Polo se ha mantenido como una de las torterías más icónicas de la Ciudad de México.

Si a estas alturas te preguntas qué puedes comer en Tortas Don Polo, tal vez no pusiste mucha atención. Pero no te vayas con la finta: aquí no solo hay tortas. El menú es bastante amplio e incluye desayunos como molletes, hot cakes, chilaquiles y huevos al gusto. También hay sopas y pastas típicas de fonda (como consomé o sopa del día), antojitos variados y platillos con carne como milanesa, bistec, tacos y guisados. Y, por supuesto… tortas.

Las tortas de Don Polo son sencillas pero sabrosas. Hay de huevo, quesos, milanesa (mi favorita), salchicha, chorizo, jamón, pierna, chile relleno, bacalao y la clásica cubana, entre otras. Puedes pedirlas tal cual o combinar ingredientes. Todas se calientan a la plancha con mantequilla, lo que les da un toque cálido y reconfortante. Además, se acompañan con un ramequín de chiles jalapeños, que son una auténtica joyita.

Dato curioso: Leopoldo Sánchez, el fundador de Tortas Don Polo, es tío del portero Memo Ochoa. Desde 1995, el papá del futbolista, junto con su familia, se ha encargado de mantener viva la tradición de la tortería.

Visitar Tortas Don Polo es como hacer un viaje en el tiempo al México de mediados del siglo XX. Es una forma de disfrutar sabores sencillos y nostálgicos, al mismo tiempo que conoces un lugar que marcó historia en la gastronomía chilanga. La comida es rica y reconfortante; eso sí, los precios no son los más bajos, pero se entiende por la zona en la que se encuentra.

Así que, si andas por el Parque Hundido o el emblemático multifamiliar Miguel Alemán, no lo pienses mucho. Date una vuelta por Tortas Don Polo y prueba un buen pedazo de historia… con pan y mantequilla.

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Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Página Web: tortasdonpolo.mx
Instagram: instagram.com/tortasdonpolo
Facebook: facebook.com/TortasDonPoloMX

Sucursal Féliz Cuevas (Matriz)
Dirección: Félix Cuevas No. 86-A Col. del Valle, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Parque Hundido
Dirección: Gral. Porfirio Díaz No. 534
Col. Noche Buena, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Féliz Cuevas (Matriz)
Dirección: Don Juan No. 116, Col. Nativitas, Ciudad de México, CDMX

Tacos El Villamelón, 60 años de tradición en tacos campechanos…

Doña Elizabeth y Don Rafael eran fanáticos de la mal llamada fiesta brava, y cada semana acudían a la Plaza de Toros México a convivir y disfrutar del sangriento espectáculo. Fue en 1961 cuando se dieron cuenta de que, en esa zona, no había un lugar donde echarse un buen taco después de las corridas. Así que decidieron abrir una taquería donde pudieran reunirse con sus amigxs y demás sadistas (sí, en este portal estamos en contra de la tauromaquia) mientras le entraban con gusto a la garnacha.

Por su ubicación estratégica, la taquería se llenó de inmediato de aficionados a la fiesta brava, y como muchos de ellos eran villamelones, decidieron bautizar el local con ese nombre. ¿Y qué es un villamelón? Es el término que se usa en México para describir a alguien que presume saber mucho de un tema, sin saber realmente gran cosa… como gran parte de la afición taurina. ¡Un nombre perfecto!

Pero Tacos El Villamelón no solo fue adoptado por las y los taurinos. Gracias a sus tacos campechanos, pronto atrajo a comensales de todo el extinto Distrito Federal, deseosxs de probar la famosa combinación de cecina, longaniza y chicharrón. Una mezcla ganadora que ha conquistado paladares por más de sesenta años. Esta taquería ha alimentado a generaciones de villamelones taurinxs y futbolerxs—, así como a miles de chilangas y chilangos que semana a semana se lanzan por un campechano bien servido.

Como ya te imaginarás, la estrella del menú es el taco campechano. Pero también puedes pedirte un taco cuaresmeño (el campechano con chile verde y cebolla), uno solo de cecina, de longaniza, de chicharrón, de nopales o de pollo. Si lo tuyo es el queso, puedes armar tu taco en versión volcán o quesadilla. Y para acompañar, hay frijoles charros y consomé de pollo que te reconfortan el alma.

Y como la tradición es ir después de una corrida, de un partido en el Estadio Azul o de echar la reta con tus amistades, debes saber que aquí hay una buena variedad de licores para festejar como se debe. También puedes pedirte una chela bien fría en michelada, un calimocho o una sangría con (o sin) vino… total, si vas a las corridas, seguramente te sientes de sangre española.

Más allá de la tauromaquia y el futbol, Tacos El Villamelón es una buena taquería: sencilla, sabrosa y con mucha personalidad. Perfecta para acompañar con limón, su deliciosa salsa de la casa (que sí pica y lleva chicharrón seco), mientras te echas un trago y comentas el partido o la faena —con sarcasmo o devoción— con tus amigxs. Sin duda, una opción rica y accesible para comer bien si andas por la zona.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Página Web: elvillamelon.com
Instagram: instagram.com/villamelon
Facebook: facebook.com/TaqueriaElVillamelon
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Sucursal Nápoles
Eje 6 Sur, Tintoreto #123, Colonia Ciudad de los Deportes, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Coapa
Calz. Acoxpa #492, Prados Coapa, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Polanco
Mariano Escobedo #528, Anzures, Ciudad de México, CDMX

Eline, un paraíso gastronómico escondido en la Del Valle

No sé por qué aquella vez pasamos por la calle de Pilares, en la Colonia del Valle, pero gracias a eso descubrimos que acababan de abrir lo que parecía ser un pequeño —pero eleganterestaurante en un local que llevaba un buen rato abandonado. Estaba casi al lado de una de las pizzerías más conocidas de la zona. Así que, aprovechando que el fin de semana estaríamos relativamente cerca, decidimos darnos una vuelta por el lugar recién inaugurado. Así fue como conocimos Eline.

Desde la entrada, Eline se siente distinto a otros lugares del rumbo. Una barra de bebidas elegante te da la bienvenida, y más al fondo, unos gabinetes que evocan los diners antiguos, pero con un giro sofisticado. Lo mejor viene después: un jardín amplio con mesas y sillones acomodados con mucho gusto, ideales para comer al aire libre sin preocuparte por el sol, gracias a los parasoles distribuidos estratégicamente. De entrada, quedamos encantadxs. El siguiente paso era conocer la carta, que nos entregaron junto con dos vasos de agua fresca y muy bienvenida.

El menú de Eline es breve, pero bien pensado. Perfecto para desayunar o comer rico y sin complicaciones. Si vas por la mañana, puedes disfrutar desde un tazón de frutas o unos waffles con pollo frito, hasta chilaquiles de la casa, enchiladas o distintas opciones de huevos: rancheros, shakshuka, benedictinos, entre otros. Eso sí, no te puedes ir sin probar su pan dulce y acompañarlo con un buen café. Si prefieres ir en la tarde, encontrarás una variedad apetitosa de sándwiches, sopas, ensaladas, tacos y platos fuertes más sustanciosos.

Los sándwiches son definitivamente los protagonistas de la carta. Hay opciones clásicas y sabrosas como el BLT, el Grilled Cheese (acompañado de su crema de tomate), el Croque Madame, el French Dip (con su jugo de carne) y el de Pollo Frito, entre otros. Todos están hechos con pan de caja artesanal de masa madre, tostado con una mantequilla especial de la casa que les da un sabor distintivo. Si prefieres los tacos, puedes elegir entre costilla, barbacoa de picaña, chicharrón norteño o cecina, todos servidos con tortillas de masa azul hechas a mano. Y si tienes antojo de algo más sustancioso, hay hamburguesas, rib eye, salmón en costra de semillas o risotto de hongos.

Queríamos probar todo, pero como solo éramos dos personas, tuvimos que contenernos. Empezamos con un fideo seco y una espectacular coliflor rostizada (va calada, va garantizada). Como plato fuerte, pedimos un French Dip y un Sándwich de Pollo Frito. Ambos estaban deliciosos, pero vale la pena destacar que el de pollo no es el típico que uno esperaría: viene tempurizado y con una costra de queso provoleta que lo hace memorable. El French Dip también fue una joya.

La verdad, la pasamos muy bien en Eline y nos quedamos con ganas de regresar para seguir explorando el menú. Todo lo que probamos estuvo rico, las porciones son generosas y los precios bastante justos: puedes comer muy bien, con todo y chela, por un promedio de $350 por persona. Además, el servicio fue atento, amable y relajado, lo que, sumado al ambiente tranquilo del jardín, hizo que la experiencia fuera más que agradable.

Eline es de esos lugares que te atrapan por su sabor y propuesta innovadora, pero sin pretensiones. Tiene sabor, encanto y una propuesta bien pensada que se siente fresca en una zona, lo que se agradece. Ya sea para un desayuno, una comida relajada o simplemente para darte un gusto, definitivamente vale la pena conocerlo y volver.

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Dirección: Pilares #46, Colonia Tlacoquemecatl del Valle, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Horario: Martes a sábado de 88:00 a 22:00 hrs., domingo de 10:00 a 19:00 hrs.
Instagram: instagram.com/eline.rest

Vegan Ramen Mei, un rincón de Tonkatsu vegano y otros sabores nipones en la CDMX

Era una tarde de sábado o domingo, no lo recuerdo bien. Habíamos salido de una enorme tienda de cómics que está a unos pasos del Metro Hospital 20 de Noviembre y, como suele pasar, el hambre empezó a apretar. Curiosamente, al salir nos topamos con un local sencillo de ramen que, aunque ya tenía bastante gente, aún tenía lugar para sentarnos. Así fue como descubrimos Vegan Ramen Mei.

El lugar es pequeño y sin pretensiones, pero tiene su encanto. De alguna forma, su decoración sencilla me recordó a algún manga japonés de estética futurista. Probablemente fue por la mascota o logo del lugar, una chica estilo anime (sí, una “mona china”), y el diseño del menú, con detalles gráficos y tipográficos que remiten a la cultura otaku. Pero bueno, lo realmente importante es que, al revisar la carta, nos dimos cuenta de que este ramen era 100% vegano. Sí, quizá deberíamos haberlo intuido por el nombre del lugar… pero, honestamente, no nos fijamos hasta que ya teníamos el menú en las manos.

¿Ramen vegano? ¿Estará bueno? Si te da flojera seguir leyendo y solo quieres una respuesta rápida: sí, sí estaba sabroso. ¿Es el mejor ramen que he probado en la CDMX? No lo sé, tengo otros favoritos, pero este se defendía muy bien. La principal diferencia que noté fue que los fideos eran un poco más delgados y estaban más al dente, pero nada que le restara sabor o disfrute. En cuanto al caldo, sin duda rifaba.

La especialidad de la casa es el Tonkotsu, que es un caldo que tradicionalmente se prepara con huesos de cerdo. Aquí, por supuesto, lo hacen en versión vegana… y la verdad, no decepciona. Pedimos el Spicy Tonkotsu y el Curry Tonkotsu, y ambos eran una auténtica bomba de sabor. Para acompañar, pedimos un karaage, que normalmente sería pollo frito con especias, pero aquí lo preparan con hongos. Aunque no era lo mismo, la textura y el sabor estaban bastante bien logrados.

La verdad, la pasamos muy bien en Vegan Ramen Mei. El ambiente es relajado, la comida reconfortante y, aunque se trate de un restaurante vegano, los platillos tienen bastante carácter. Lo que más me sorprendió fue que, al salir, la fila para entrar ya era enorme. Así que si te antoja probar un ramen diferente, sabroso y libre de ingredientes de origen animal, te recomiendo darte una vuelta temprano, porque el lugar se llena rapidísimo.

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Costo por persona:
 De $250 a $350 pesos
Horario: Domingo a jueves de 8:00 a 15:00 hrs., viernes y sábado de 8:00 a 5:00 hrs. (los restaurante podrían tener un horario reducido)
Facebook: facebook.com/veganramen

Sucursal Del Valle
Dirección: Félix Cuevas #835, Colonia del Valle Sur, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_delvalle

Sucursal Condesa
Dirección: Tamaulipas #155B, Hipódromo, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_condesa

Sucursal Roma
Dirección: San Luis Potosí #60, Roma Nte, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_roma

Sucursal Polanco
Dirección: Euler 145-local 155, Polanco, Polanco V Secc., Ciudad de México, CDM
Instagram: instagram.com/veganramenmei_polanco

Ineffable, café, postres y desayunos tan ricos que no pueden ser descritos con palabras en la Nápoles

Cuando pienso en la palabra inefable, lo primero que me llega a la mente son los seres cósmicos salidos de la imaginación de H.P. Lovecraft; esas criaturas monstruosas de proporciones épicas, capaces de acabar con el planeta tal como lo conocemos. Pero la realidad es que Lovecraft usaba el término inefable, o ineffable en inglés, no porque esta palabra se refiera a algo terrorífico, sino porque significa algo tan grande o maravilloso que no puede describirse con palabras. Y justo ese es el adjetivo que buscan alcanzar en un pequeño café escondido en las calles de la Colonia Nápoles.

¿Un pequeño café que es Ineffable? No vayas a pensar que es inefable porque sea un lugar enorme —a fin de cuentas, ya dije que es pequeño—; más bien, es porque en este espacio buscan crear una experiencia tan rica, tan acogedora y especial, que no se pueda describir solo con palabras. Aun así, voy a tratar de contártelo para que te animes a conocerlo.

Ineffable se encuentra en la calle de Rochester, una de esas calles tranquilas que contrastan con el ajetreo oficinil de la Nápoles. Desde lejos, puedes ver una pequeña y encantadora góndola de madera, con tres mesas esperando a ser ocupadas. Al acercarte, te recibe una fachada de madera antigua y una vitrina que deja ver lo que sucede adentro. Justo en la entrada, unos mosaicos forman el nombre del café, confirmándote que has llegado al lugar correcto.

Por dentro, el espacio es tan agradable como por fuera. Hay una barra de madera con granito blanco —muy elegante— sobre la que descansan unas campanas de vidrio que exhiben muffins, crumbles y galletas.

Si lo que te interesa es comer, te cuento que Ineffable tiene un menú especializado en brunch and breakfast (o desayuno y almuerzo, si prefieres). Así que te vas a encontrar con chilaquiles, molletes, huevos revueltos, muffins ingleses y cuatro tipos de toast: de aguacate, vegano, de salmón e italiano. Y si eres más de antojos dulces, puedes pedir un pan francés, un rol de canela, un brownie con nuez o probar los crumbles de la casa y los muffins de la semana elaborados por Moira’s Bakehouse (sí, los que están en el Mercado del Carmen). ¡Una delicia!

¿Y para beber? Tienen las opciones clásicas a base de espresso: espresso (obvio), macchiato, cappuccino, latte y flat white. También hay americano, chai latte, dirty chai, mocha, chocolate, y affogatos. Eso sí, lo mejor de su chai es que —a diferencia de muchos lugares en la CDMX— aquí sí usan una mezcla real de especias y , nada de esos polvitos artificiales con sabor a chai.

Visitar Ineffable es una experiencia completa y agradable. Es un oasis de tranquilidad en medio de la jornada Godín y, además de su bonito diseño, ofrece comida, postres y cafés deliciosos a precios justos y accesibles. Todo esto acompañado de un servicio cercano y amable que te hace sentir como en casa.

Así que, si vives o trabajas en la Nápoles y andas buscando un rincón para escapar del caos, darte un respiro de la rutina y disfrutar de un buen café, muffin o crumble, date una vuelta por Ineffable y descubre una experiencia que —te lo aseguro— no podrás describir con palabras.

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Dirección:
 Rochester #23, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Instagram: instagram.com/ineffable.cdmx

Tortas Suizas, tortas para las y los amantes del queso en la Nápoles

Nadie puede negar que las tortas son uno de los platillos más populares de la Ciudad de México. No por nada, en prácticamente cualquier colonia de la capirucha, te encontrarás con un puesto o local de tortas cada dos o tres calles. Quizá esto se deba a su sabor, a lo práctico que es cargarlas y comerlas (sin necesidad de cubiertos), a lo rápido que se preparan o a su precio accesible… o a una mezcla de todos estos factores. Y justo esa popularidad ha hecho que este antojito esté prácticamente estandarizado en toda la ciudad, con los mismos rellenos en casi cualquier esquina.

Sin embargo, las torterías que han roto con esa estandarización se han convertido en auténticas leyendas chilangas que todo el mundo quiere conocer. Ya sea porque las sirven en panes enormes, las atascan de ingredientes o porque las rellenan con lengua o chilaquiles, esas tortas únicas se viralizan (desde antes de las redes sociales) y se vuelven las consentidas de las y los chilangos. Entre toda la oferta de torterías fuera de lo común, una de mis favoritas es Tortas Suizas.

Este pequeño local, anexo a los Abarrotes Nebraska en la colonia Nápoles, pasaría fácilmente desapercibido si no fuera por la gente que se aglomera en el puesto, esperando su turno. ¿Y qué tiene de especial? Pues que es el paraíso para las y los amantes del queso Oaxaca (o quesillo, si eres de Oaxaca), porque las Tortas Suizas de Nebraska llevan una cantidad absurda de queso.

¿De qué hay tortas? Pues de jamón, salchicha de cerdo y pavo, chuleta, jamón de pavo, pierna, pollo y milanesa. Puedes pedirlas con o sin quesillo, pero, seamos sincerxs, ¿quién va a este lugar a pedir una torta sin queso? Además, si te gusta el picante, puedes añadirle rajas o chipotle… o ambas, porque nunca es suficiente.

Pero lo mejor de estas tortas, además del queso, es que son bastante llenadoras. De hecho, con solo media torta podrías quedar satisfechx, aunque, si eres de buen comer (como yo), una completa es perfecta. Y si por alguna razón crees que te quedarás con hambre, siempre puedes pedir la Torta Especial, que es del doble de tamaño. ¡Ideal para compartir!

Así que, si amas el queso y las tortas, y andas cerca de la Nápoles, date una vuelta por Tortas Suizas y échate la torta de tu elección, pero bien atascada de queso. ¡Como debe ser!

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Dirección:
 Chicago #129, esquina Nebraska, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a sábado de 9:30 a 21:00 hrs., domingos de 13:30 a 21:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Facebook: facebook.com/p/Tortas-Suizas-de-Nebraska-100063897680969

El Makech Púrpura, sabores yucatecos en la Narvarte

José Pedro Roque Coronado llegó a la Ciudad de México a principios de los años setenta. Dejó Tekanto, Yucatán, para convertirse en radiotécnico acá en el extinto Distrito Federal. Para 1975, su amor por la gastronomía de su natal Yucatán lo llevó a abrir un pequeño puesto de lámina en la esquina de Quemada y Cumbres de Acutzingo, en el mero corazón de la Narvarte. Y, con el paso del tiempo se fue ganando el cariño de las y los vecinos de la zona, permitiéndole abrir un sencillo restaurante llamado El Makech Púrpura en la calle de Tepozteco, muy cerca de su esquina original.

Han pasado casi 50 años de que el señor José Pedro abrió el puesto de lámina y casi 40 desde que abrieron el local. ¡Imagina todo lo que pudo pasar en ese tiempo! Miles y miles de vecinas y vecinos han comido en este lugar, consolidándolo como el más popular de la zona. Y, con el tiempo, El Makech Púrpura se convirtió en uno de los restaurantes de cochinita pibil más famosos de toda la CDMX.

¿Qué vas a encontrar en El Makech Púrpura? Básicamente Cochinita Pibil, Lechón Dorado, Pavo al Pibil, Pavo en Escabeche, Salpicón y Relleno Negro. Todo esto lo puedes pedir en taco, panucho o en torta (solo lechón, cochinita y pavo pibil); y, para acompañar también puedes pedirte una sopa de lima, un codizito, manitas de puerco al pibil o una cazuela de queso holandés, carnes de res y puerco. Para cerrar con broche de oro, puedes pedirte una jericaya, un flan napolitano, un merengue yucateco o una marquesita clásica o combinada.

Eso es todo. El Makech Púrpura es un restaurante que brilla por su sencillez y su servicio rápido. No es un lugar para sentarte a platicar por horas y horas, es más bien un lugar donde puedes sentarte y comer rico y (relativamente) barato sin perder mucho tiempo. Ese combo es probablemente el que ha hecho que se consolide como uno de los restaurantes yucatecos más populares de la CDMX. Así que, si andas en la zona de Narvarte/Del Valle y buscas un lugar para comer algo rápido y sin pretensiones, puedes darte una vuelta por El Makech Púrpura y disfrutar de su tradición yucateca.

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Dirección:
 Tepozteco #26, Narvarte Oriente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/el_maquech_purpura
Facebook: facebook.com/ElMaquechP

Los Pastorcitos de Sirloin, un rincón pa’lxs amantes de los tacos y la carne

¿Sabías que, más allá del marinado inventado por Doña Conchita,  se llaman Tacos al Pastor porque estos se cocinan en un horno de pastor. Sí, el horno donde se colocan los trompos de pastor es conocido en México como horno de pastor, pues lo inventó un pastor otomano (turco) en el siglo XIX. Este horno vertical, como se conoce en el resto del mundo, llegó a México a principios del siglo XX con la llegada de migrantes árabes que buscaban recrear los sabores de su tierra; y poco a poco lo fuimos adoptando en las taquerías del país porque cabe en cualquier lugar y la forma en la que cocina la carne ayuda a que se conserven mejor los jugos y la grasa.

Tomando esto en cuenta, en la Colonia Del Valle surgió una taquería que decidió aprovechar las ventajas del horno de pastor para cocinar sirloin. ¿El resultado? ¡Un taco delicioso! Y es que, si de por sí el sirloin ya es suave y tiene mucho sabor, al asarlo al pastor resalta su sabor, permitiendo que la carne sea la protagonista absoluta del taco… Sin importar si le echaste salsa o limón. Créeme, vale la pena probarlo.

En Los Pastorcitos de Sirloin podrás disfrutar de un delicioso taco de sirloin en tortilla de maíz o de harina, así como otras versiones del mismo taco: quesadilla, volcán, gringa o taco árabe; así como tres tipos de baguettes de la casa en las que el protagonista es el sirloin al pastor. Pero eso no es todo, debes saber que, en este lugar, también cuentan con una pequeña sección de tacos norteños que, además de sirloin, llevan guacamole, chicharrón norteño y/o chile güero (así como queso, cebollas, etc.). Y, si eres vegetarianx puedes echarte unos volcanes de queso o de champiñones, así como tacos y costras con hongos… ¡Tienen para todos los gustos!

En lo personal, recomiendo empezar con unas cebollitas cambray, nopales asados y/o un chicharrón de queso al centro de la mesa. Para después pedirte un volcán de sirloin, un taco sencillo (para que pruebes la carne sola) y después atascarte con un Taco Güero en Costra (chile güero relleno de sirloin, chicharrón norteño y queso fundido), y con un Taco Norteño (sirloin, chicharrón norteño, guacamole y cebolla morada encurtida)… seguramente vas a querer repetir este último. ¿Y para maridar? Pues puedes pedirte un agua de maracuyá o limón con chía, o, ¿por qué no?, una cerveza artesanal. Y si te queda algún huequito, puedes echarte un flan de la casa, un mousse de mango, un pan de elote o fresas con crema.

Debo confesar que llegué a Los Pastorcitos de Sirloin con pocas expectativas, pues pensé que solo serían tacos de cadena, pero la neta salí fascinado con el lugar. Y es que, además del servicio (qué fue excelente), el sabor del sirloin cocinado al pastor hace que sus tacos sean simplemente únicos. Además, no se me hizo nada caro, pues comimos tres personas por unos $700 pesos ($230 por cabeza). Así que, si buscas tacos ricos y andas en la zona Del Valle o por la Colonia Juárez, vale la pena que te des una vuelta por Los Pastorcitos de Sirloin y te deleites con su sirloin al pastor.

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Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Facebook: facebook.com/LosPastorcitosDeSirloin
Instagram: instagram.com/lospastorcitosdesirloin

Sucursal Del Valle
Dirección: Pedro Romero de Terreros #516-Local C, Colonia del Valle Nte., Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 13:00 a 22:45 hrs.

Sucursal Juárez
Dirección: Londres 61, Colonia Juárez, Ciudad de México, CDMX
Horario: Domingo a miércoles de 13:00 a 22:00 hrs., jueves a sábado de 13:00 a 5:00 hrs.