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Costillas Al Carbón El Paisa, costillas, cortes, tacos y más en la Nueva Santa María

La Nueva Santa María es una de mis colonias favoritas en la CDMX. Este encantador barrio se caracteriza por su tranquilidad, donde aún se pueden encontrar varias casas de estilo californiano, rodeadas de jardines, camellones arbolados y un parque central que le da un toque especial. A pesar de estar rodeada por algunas de las avenidas más caóticas de Azcapotzalco, como Camarones, Cuitláhuac y el Circuito Interior, la colonia mantiene la calma y serenidad de un barrio residencial.

Lo mejor de todo es que, junto a la calma, han crecido diversos negocios alrededor de su avenida principal, Clavelinas, lo que convierte a un paseo por la Nueva Santa María en una experiencia única. Entre los muchos restaurantes del vecindario, uno de mis favoritos es Costillas Al Carbón El Paisa. ¿Por qué? Primero, porque es un verdadero ícono local, sobreviviente desde 1975 (¡más de 50 años en la colonia!), y segundo, porque su oferta para las y los amantes de la carne es simplemente irresistible.

Como su nombre lo indica, las costillas al carbón son las estrellas del menú. Se trata de una costilla y media asada a la perfección, acompañada de nopales, papas a la francesa y cebollas cambray. Si prefieres algo diferente, también puedes pedirlas acompañadas de un huarache. Pero si no eres fan de las costillas, no te preocupes, el menú es muy variado. Puedes optar por una deliciosa arrachera, cecina, tampiqueña o elegir entre cortes como picaña, T-Bone, Rib-Eye o Cowboy.

Si no te atraen las costillas ni los cortes, también puedes disfrutar de una buena selección de sopas, entradas, ensaladas y alambres, además de tacos y otros platos fuertes que te harán comer bien sin que tu bolsillo se resienta. Por ejemplo, puedes comenzar con un Mole de Olla, Carne en su Jugo, Sopa Azteca o un Chile Relleno de queso. Como plato principal, te recomiendo probar el Alambre de la Casa, de Pastor, Pollo o Arrachera. Si eres fan del pollo, tienes opciones como las enchiladas, la milanesa o el pollo Josper. Y si te queda espacio, puedes rematar con un taco, un choriqueso, frijoles de la olla o unas papas a la francesa.

Costillas Al Carbón El Paisa es un pequeño paraíso carnívoro donde, incluso quienes no son tan aficionados a la carne, pueden encontrar opciones deliciosas a precios justos. ¿Es un lugar de precios bajísimos? No, pero tampoco es excesivamente caro. Por menos de $300 pesos puedes disfrutar de una comida satisfactoria, y si decides consentirte, por un poco más puedes comer como un rey o una reina. Además, el servicio es excelente: son muy amables y siempre te hacen sentir como en casa.

Así que, si estás buscando un lugar donde comer bien, en un ambiente relajado y con un gran servicio, definitivamente vale la pena visitar Costillas Al Carbón El Paisa y celebrar con ellos más de 50 años de tradición en la Nueva Santa María.

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Dirección:
 Clavelinas #124, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 21:30 hrs.
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/costillaselpaisamx
Facebook: facebook.com/CostillasElPaisa

Tacos Tony, suadero, lengua y otras delicias en la Narvarte

La zona de la Narvarte es sin duda una de las mecas taqueras de la Ciudad de México. Al recorrer las calles y avenidas de las cinco colonias que conforman la Narvarte (Piedad Narvarte, Atenor Salas, Narvarte Poniente, Narvarte Oriente y Vértiz Narvarte), te toparás con un sinfín de taquerías para todos los gustos y presupuestos. Desde taquerías gourmet con tacos innovadores y rimbombantes, hasta los tradicionales puestos de lámina que sirven delicias como tripa, cabeza o suadero. Sin embargo, entre tantas opciones, puede ser difícil encontrar una taquería que realmente valga la pena. Por eso, si buscas buen suadero en la Narvarte, hoy te hablaré de una de las taquerías más legendarias de la zona: Tacos Tony.

Hace poco más de dos décadas, en la pequeña isla que se forma en el cruce de Universidad, Torres Adalid y Petén, abrió un modesto puesto de lámina donde se ofrecían unos cuantos tacos de suadero, tripa, cabeza, lengua y longaniza. El lugar era sencillo y no llamaba mucho la atención, pero poco a poco, el taquero se ganó el respeto y el cariño de las y los vecinos de la zona. Gracias a su sabor inigualable y su dedicación, Tacos Tony pasó de ser un puesto modesto a convertirse en una de las taquerías más emblemáticas de la Narvarte y alrededores.

Hoy en día, Tacos Tony es tan popular que no solo es visitado por vecinas y vecinos, sino que personas de todas partes llegan para probar su especialidad: el suadero. Su éxito ha sido tal, que ya cuentan con otras sucursales bien establecidas, con servicio y mesas de restaurante donde puedes disfrutar de sus tacos cómodamente y sin gastar tanto. Sin embargo, tanto la clientela como los meseros coinciden en que los tacos del puesto original de lámina son los mejores, porque el taquero de ahí tiene más experiencia y ese toque especial que solo los años de práctica pueden dar.

La estrella indiscutible de Tacos Tony es el suadero, y si visitas este lugar es casi una obligación probarlo. Puedes pedirlo en tacos sencillos, con queso, campechanos (suadero con longaniza) o morelianos (suadero con tripa). Si tienes más hambre, también puedes optar por un huarache o una torta de suadero. Y como en la Narvarte nadie vive solo de suadero, en Tacos Tony también encontrarás una amplia variedad de opciones: bistec, cabeza, longaniza, tripa, lengua, pechuga, muslo, costilla, chuleta fresca y ahumada, e incluso arrachera. Todo lo puedes pedir en taco, torta o huarache, según lo que más se te antoje.

Pero eso no es todo. Además de sus famosos tacos, en Tacos Tony puedes echarte un queso fundido sencillo o con carne, una gordita de chicharrón o suadero, una pizza tradicional (o con lengua y suadero), consomé de res, cebollas preparadas, queso panela y nopales. Y si buscas algo más contundente, no puedes dejar de probar el Molcajete, una delicia que lleva guacamole, chiles, queso, cebolla, nopal y un generoso trozo de suadero. ¿Trozo de suadero? Sí, en Tacos Tony también puedes pedirte un buen pedazo de suadero para disfrutar aún más de la especialidad de la casa.

Si eres amante de los tacos y buscas una experiencia auténtica y llena de sabor, Tacos Tony es un destino obligado en tu recorrido por la Narvarte. Ya sea que vayas al puesto original de lámina o a alguna de sus sucursales, la calidad y el sabor están garantizados. Así que prepárate para deleitar tu paladar y descubrir por qué Tacos Tony es considerado un referente taquero en la zona. y la CDMX.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Horario: Domingo a jueves de 8:00 a 15:00 hrs., viernes y sábado de 8:00 a 5:00 hrs. (los restaurante podrían tener un horario reducido)
Instagram: instagram.com/tacos_.tony
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Sucursales Puesto y Torres
Dirección: Torres Adalid #1702, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Universidad
Dirección: Avenida Universidad #199,  Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX

Hong Kong Restaurante, sabores chinos tradicionales en la Narvarte

Con mis amigas más cercanas tengo un reto: vernos una vez al mes y visitar un restaurante asiático inspirado en un país diferente. La idea es probar comida tailandesa, india, bangladesí, japonesa, coreana, camboyana, libanesa, nepalí, rusa, vietnamita, china y de todas las regiones que podamos encontrar en la CDMX (sin meternos en debates político-académicos sobre si Rusia es parte de Asia o no). Y aunque sabemos que, muy probablemente, no encontraremos comida típica yemení o kazaja, queremos probar lo más posible.

Hace poco nos tocó comida china, pero no queríamos ir a los típicos restaurantes del Barrio Chino o de la zona de Revolución. La idea era visitar La Piedad Viaducto, el verdadero barrio chino (o mejor dicho, de chinxs). Mientras buscábamos opciones, alguien nos habló del restaurante Hong Kong. Nos dijeron que tenía un concepto muy diferente, que al igual que los locales de La Piedad, el menú estaba completamente en chino y que lo frecuentaba principalmente gente de ascendencia china. Eso sí, nos advirtieron: “Lleguen temprano, porque para la una o dos de la tarde ya no hay comida”.

Así que madrugamos y nos lanzamos a Hong Kong, ubicado en la calle de Vértiz, casi llegando a Xola.

Al llegar y elegir una mesa, lo primero que nos llamó la atención fue que cada una tenía un fregadero y una tetera. Nos ofrecieron tres tipos de : verde, rojo o negro. Elegimos el verde y comenzamos a prepararlo, pero desechamos la primera infusión, porque, como nos explicaron, suele ser la peor.

Nos contaron que, por ser hora del desayuno, no había servicio a la carta. En su lugar, teníamos que levantarnos y caminar al fondo del restaurante, donde una gran tina de vapor contenía cestas de madera llenas de dumplings y otros platillos chinos para compartir.

No voy a mentir: no tengo idea exacta de qué pedimos. Pero la mayoría de los dumplings y panes al vapor estaban rellenos de algún guisado de cerdo, y además probamos una sopa de arroz con pollo, unos rollos de ajonjolí negro y un pastel de huevo como postre.

¿Pastel de huevo? Sé que suena raro, pero estaba delicioso. Es como un Crème Brûlée sin vainilla, servido dentro de una base de hojaldre. Los rollos de ajonjolí negro, por su parte, eran como gomitas dulces con intenso sabor a ajonjolí. ¡Toda una experiencia!

Aunque en la mañana el restaurante Hong Kong ofrece esta experiencia única de desayunos al vapor, si vas por la tarde también tienen una buena variedad de platillos a la carta. Eso sí, el ambiente cambia y ya no es tan especial como en la mañana.

Así que, si buscas una experiencia auténtica de comida china en la CDMX, vale mucho la pena darse una vuelta por el restaurante Hong Kong en la Narvarte. No olvides llegar temprano y prepárate para un festín de dumplings y otros antojitos chinos que difícilmente encontrarás en otro lugar.

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Dirección:
 Dr. José María Vértiz #692, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a viernes de 12:00 a 20:00 hrs., sábado y domingo de 9:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $300 a $400 pesos

Ineffable, café, postres y desayunos tan ricos que no pueden ser descritos con palabras en la Nápoles

Cuando pienso en la palabra inefable, lo primero que me llega a la mente son los seres cósmicos salidos de la imaginación de H.P. Lovecraft; esas criaturas monstruosas de proporciones épicas, capaces de acabar con el planeta tal como lo conocemos. Pero la realidad es que Lovecraft usaba el término inefable, o ineffable en inglés, no porque esta palabra se refiera a algo terrorífico, sino porque significa algo tan grande o maravilloso que no puede describirse con palabras. Y justo ese es el adjetivo que buscan alcanzar en un pequeño café escondido en las calles de la Colonia Nápoles.

¿Un pequeño café que es Ineffable? No vayas a pensar que es inefable porque sea un lugar enorme —a fin de cuentas, ya dije que es pequeño—; más bien, es porque en este espacio buscan crear una experiencia tan rica, tan acogedora y especial, que no se pueda describir solo con palabras. Aun así, voy a tratar de contártelo para que te animes a conocerlo.

Ineffable se encuentra en la calle de Rochester, una de esas calles tranquilas que contrastan con el ajetreo oficinil de la Nápoles. Desde lejos, puedes ver una pequeña y encantadora góndola de madera, con tres mesas esperando a ser ocupadas. Al acercarte, te recibe una fachada de madera antigua y una vitrina que deja ver lo que sucede adentro. Justo en la entrada, unos mosaicos forman el nombre del café, confirmándote que has llegado al lugar correcto.

Por dentro, el espacio es tan agradable como por fuera. Hay una barra de madera con granito blanco —muy elegante— sobre la que descansan unas campanas de vidrio que exhiben muffins, crumbles y galletas.

Si lo que te interesa es comer, te cuento que Ineffable tiene un menú especializado en brunch and breakfast (o desayuno y almuerzo, si prefieres). Así que te vas a encontrar con chilaquiles, molletes, huevos revueltos, muffins ingleses y cuatro tipos de toast: de aguacate, vegano, de salmón e italiano. Y si eres más de antojos dulces, puedes pedir un pan francés, un rol de canela, un brownie con nuez o probar los crumbles de la casa y los muffins de la semana elaborados por Moira’s Bakehouse (sí, los que están en el Mercado del Carmen). ¡Una delicia!

¿Y para beber? Tienen las opciones clásicas a base de espresso: espresso (obvio), macchiato, cappuccino, latte y flat white. También hay americano, chai latte, dirty chai, mocha, chocolate, y affogatos. Eso sí, lo mejor de su chai es que —a diferencia de muchos lugares en la CDMX— aquí sí usan una mezcla real de especias y , nada de esos polvitos artificiales con sabor a chai.

Visitar Ineffable es una experiencia completa y agradable. Es un oasis de tranquilidad en medio de la jornada Godín y, además de su bonito diseño, ofrece comida, postres y cafés deliciosos a precios justos y accesibles. Todo esto acompañado de un servicio cercano y amable que te hace sentir como en casa.

Así que, si vives o trabajas en la Nápoles y andas buscando un rincón para escapar del caos, darte un respiro de la rutina y disfrutar de un buen café, muffin o crumble, date una vuelta por Ineffable y descubre una experiencia que —te lo aseguro— no podrás describir con palabras.

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Dirección:
 Rochester #23, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Instagram: instagram.com/ineffable.cdmx

La Pitaya, auténtica comida yucateca en la Colonia Vallejo

No puedo recordar quién fue la persona que me habló de La Pitaya, o si me lo topé por casualidad en Google, pero a quien haya sido, ¡solo quiero decirle gracias! Gracias por despertarme la curiosidad de ir hasta la colonia Vallejo para descubrir este pequeño changarro yucateco, sin tener que viajar tan lejos. Gracias por hablarme de un rinconcito donde sirven auténtica comida yucateca, con precios súper accesibles y un servicio que te hace sentir como en casa.

La Pitaya es un local chiquitito, escondido en la esquina de Tetrazzini y León Cavallo (o Leoncavallo), que fácilmente podría pasar desapercibido si no fuera por la modesta lona que anuncia el nombre y por las dos mesitas en la banqueta, listas para recibir a los y las comensales aventurerxs. Si te asomas, te vas a encontrar con tres o cuatro mesitas más, un refrigerador con bebidas y, al fondo, una pequeña barra que conecta directo con la cocina. Un lugar sencillo, sin pretensiones, pero con lo necesario para que comas delicioso y sin gastar de más.

Como buen restaurante yucateco, la reina absoluta de la casa es la cochinita pibil. Puedes pedirla en tacos, tortas (o barras, como les dicen aquí), molletes, panuchos o salbutes. Y ojo, porque en el tema de las tortas tienen opciones interesantes: está la clásica de cochinita, pero también hay una Especial, con mantequilla clarificada y deslactosada (pura indulgencia); o la Barra Caribeña, que combina frijoles, plátano y cochinita. Y hablando de antojitos, tienen dos tipos de panuchos: el tradicional, con lechuga, pepino, jitomate y aguacate; y el chilango, que viene sin verdura, porque así nos gustan las cosas en la capital.

Pero como no solo de cochinita vive el yuca, en La Pitaya también tienen carne ahumada, preparada con la receta tradicional de Temozón, Yucatán, y unas manitas pibil que son, según dicen, la especialidad de la casa. Si te late el antojo más casero, puedes pedir un tamal yucateco (también llamado vaporcito) con filete de puerco, pechuga de pollo y una salsita de masa con jitomate frito. Y si llegas con ganas de desayuno, te esperan unos épicos huevos motuleños, o huevos con longaniza de Valladolid ahumada, o hasta huevos con chorizo negro o con chaya.

Eso sí, los fines de semana se pone mejor porque sacan joyitas como los lomitos de Valladolid, que puedes pedir en orden o en taco. Además, hay platillos sorpresa que aparecen de vez en cuando, como la sopa de lima, lechón, recado negro, puchero o el clásico frijol con puerco. Y para acompañar, nada como un taxcalate, agua de xilacayote o un agua de chaya, perfectos para refrescarte.

Pero más allá de la increíble sazón, lo que realmente hace especial a La Pitaya es el servicio. Siempre te recibe y atiende el propio chef y dueño, que no solo te recomienda lo mejor del menú, sino que se toma el tiempo de explicarte cada platillo con todo el amor que le tiene a su cocina.

Así que, si andas en busca de un lugar donde comer auténtica comida yucateca, sin gastar una fortuna y con la mejor atención, lánzate a la colonia Vallejo y date el gusto de visitar La Pitaya. Te prometo que no te vas a arrepentir.

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Dirección:
 Tetrazzini #295, Colonia Vallejo, Ciudad de México, CDMX (el local está sobre Berlin)
Horario: Martes a domingo de 9:00 a 15:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos

Chipus Burger, un paraíso de smash burgers en la Colonia Juárez

En los últimos años, el concepto de las smash burgers se ha puesto muy de moda. Básicamente, una smash burger es una hamburguesa cuya carne se coloca en forma de bolita sobre la plancha y después se aplasta (smash) hasta darle su forma característica. Este proceso permite que la carne se selle mejor, manteniendo los jugos que realzan su sabor. ¡Son una delicia!

Si quieres disfrutar del sabor de las smash burgers sin gastarte la quincena, en la calle de Berlín, casi esquina con Londres, en la colonia Juárez, hay un pequeño restaurante donde puedes echarte unas ricas smash burgers a precios muy accesibles y con un servicio de lo más cercano. Me refiero a Chipus Burger, un changarrito que nació como dark kitchen en plena pandemia y que, después de cuatro años enviando hamburguesas a domicilio, abrió su primera sucursal, donde ahora puedes probar sus creaciones recién salidas de la plancha.

Su menú es tan sencillo como sabroso. Básicamente tienen cuatro tipos de hamburguesas: la Clásica, la Cheese Bacon con queso y tocino, la Porto Burger, que es su opción vegetariana, y la Chipus Burger, que lleva onion smash, queso, jalea de tocino y aderezo de la casa. Para acompañar, puedes pedirte unos dedos de queso, unos aros de cebolla, un grilled cheese o unas papas a la francesa. Pero ojo, porque las papas no son cualquier cosa: puedes pedirlas clásicas, con ajo parmesano, con queso cheddar o al estilo Chipus, que llevan queso y jalea de tocino. Un menú pequeño, pero con el que garantizan calidad en cada bocado.

El lugar es igual de sencillo que su carta. Apenas tienen un par de mesas de picnic para unas cuatro personas cada una, y una barra pequeña donde puedes sentarte a comer. Lo mejor es que, desde cualquier rincón, puedes ver cómo preparan tu smash burger y hasta echarte la platicada con el cocinero para que te cuente más sobre sus recetas y el concepto del lugar. Todo esto le da un ambiente acogedor y familiar, donde siempre te reciben con buena onda.

Además de que las hamburguesas están muy buenas, lo mejor es el precio. Puedes comer delicioso y quedar satisfechx por menos de $200 pesos, o tal vez $250 si eres de buen diente. Y si eso no fuera suficiente, también manejan paquetes para que comas bien y barato. Sin duda, es una opción buena, bonita y barata para disfrutar en una de las colonias más gentrificadas de la CDMX.

Así que, si vives o trabajas en la Juárez y andas buscando dónde comer rico sin romper el cochinito, o si simplemente eres fan de las hamburguesas y quieres probar una buena smash burger sin quedarte en ceros, date una vuelta por Chipus Burger y échale un ojo a su menú. ¡No te vas a arrepentir!

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Dirección:
 Londres #8, Colonia Juárez, Ciudad de México, CDMX (el local está sobre Berlin)
Horario: Martes a domingo de 13:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Instagram: instagram.com/chipusburger
TikTok: tiktok.com/@chipusburger

El Peribán, la tradición de las carnitas michoacanas en la CDMX

Aunque hoy en día creemos que las carnitas son de origen michoacano, la realidad es que es un platillo que nació en Coyoacán. ¿No me crees? Bueno, debes saber que, en la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Bernal Días del Castillo explica que, tras la captura de Cuauhtemoc y su familia, el día trece de agosto de 1521, Hernán Cortés decidió hacer un enorme banquete en Coyoacán, aprovechando el vino y los cerdos que habían traído de Castilla. Fue ahí que decidieron confitar los cerdos y, a falta de pan, se usaron tortillas para acompañar, dando origen a lo que hoy conocemos como taco de carnitas.

Las Carnitas tienen un origen chilango; sin embargo, diferentes estados se adjudican la invención de este platillo, pues cada uno le imprimió su toque permitiendo que el cerdo frito de Hernán Cortés se convirtiera en el platillo que conocemos hoy en día. Pero, sin duda, el estado que realmente perfeccionó la receta de las carnitas fue Michoacán. Y es que, cada pueblo y municipio de Michoacán, especialmente en Quiroga, Santa Clara del Cobre y Peribán han destacado por el sabor y elaboración de sus recetas tradicionales.

¡Es una lástima que no podamos ir cada fin de semana hasta Michoacán para echarnos unas ricas carnitas! Por suerte, en 1982, la familia Baldovinos, oriunda de Peribán de Ramos, un poblado a las faldas del Pico de Tancítaro, llegó a la ciudad antes llamada Distrito Federal y decidió compartir la receta familiar de sus carnitas con todas y todos los chilangos. Una receta tan buena, que terminó conquistando el estómago y corazón de todo el mundo, permitiéndoles abrir varios restaurantes al sur de capirucha (y ahora también otros más céntricos). ¿Te gustaría conocer esta receta? Entonces tienes que conocer El Peribán, un restaurante que se jacta de tener unas de las mejores carnitas de la CDMX.

Si eres amante de las Carnitas, seguramente te van a gustar los Tacos de Carnitas de El Peribán; y es que, la carne está bien confitada y doradas, lo que hace que se derritan en la boca. Además, su salsa verde es una delicia, que combina perfecto con la explosión de sabores de las carnitas. Y no te preocupes, no solo tienen maciza, en este lugar tienen tienen todo el surtido: maciza, chamorro, falda, espaldilla, buche, lengua, nana, cuerito, trompa, oreja y achicalado.

Sí, los tacos son una gran recomendación, pero debes saber que, en El Peribán también tienen otras opciones, obvio preparadas con carnitas, que vale la pena probar. Por ejemplo, la deliciosa Gordita Ahogada, que va rellena de achicalado, bañada en una salsa de habanero y morita, y acompañada de barriga crujiente. ¡Una combinación perfecta! También vale la pena que pruebes las Quesadillas de Achicalado con Queso (puedes pedirla frita o asada), las Quesadilas de Sesos, las Tortas Ahogadas las Flautas de Carnitas o los Huaraches de Carnitas, entre muchos otros platillos. Por cierto, también tienen varias opciones de desayunos.

Además del sabor de los tacos y antojitos… ¿sabes qué es lo mejor? ¡el precio! Y es que, en El Peribán podrás comer delicioso y muy basto, en un lugar bien establecido e higiénico, sin gastar mucho dinero. Pa’que te des una idea, yo me eché dos tacos, una torta ahogada, una quesadilla de achicalada y una gordita ahogada, acompañadas de un agua (obvio salí rodando de ahí), por unos $300 pesos (aprox).

¿Ya se te antojó? Entonces date una vuelta por las diferentes sucursales de El Peribán y échate unos tacos o antojos con unas deliciosas carnitas a mi salud. Sin duda, una excelente opción para desayunar o comer con la familia, amigxs o colegas cualquier día de la semana.

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Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Página Web: elperiban.com
Instagram: instagram.com/elperiban
Facebook: facebook.com/elperiban
TikTok: tiktok.com/@el_periban

Burger Gate, smash burgers en Coapa y la Colonia Industrial

¿Sabes lo que es una smash burger? Si alguna vez has hecho hamburguesas en casa, seguramente formaste una bola con la mezcla de carne molida, la aplastaste y luego la pusiste en la plancha o sartén. Bueno, en el caso de las smash burgers, los pasos cambian de orden. ¿Cómo? Al hacer una smash burger, primero se forma una bolita de carne molida, que se coloca en la plancha, y cuando ya está ligeramente dorada, se aplasta (smash) con una prensa, formando el clásico medallón de carne. ¿Y por qué hacen esto? Este proceso permite que la carne conserve mejor su jugo y, por ende, su sabor.

Aunque las smash burgers se están poniendo de moda en la CDMX, en el norte hacía falta un buen lugar para disfrutar de este estilo de hamburguesas. Por suerte, hace unos meses abrió una pequeña hamburguesería en la calle de Excelsior, en la colonia Industrial, que ofrece una variedad de smash burgers a precios muy justos. Me refiero a Burger Gate, un pequeño changarro creado en un garage que, al abrir su puerta (gate), revela una pequeña barra donde puedes sentarte a comer mientras observas cómo preparan tu hamburguesa en la cocina del lugar. Curiosamente, a pesar de ser un espacio pequeño y sencillo, el lugar tiene un diseño cuidado, tanto en el mobiliario como en la imagen.

El menú es tan sencillo y pequeño como el lugar. De hecho, solo tienen siete hamburguesas diferentes, papas fritas (normales y de la casa), malteadas y dos postres. Para que te hagas una idea de lo que podrás encontrar en Burger Gate, te cuento que puedes pedir una hamburguesa sencilla (All-American) o con queso (Cheeseburger), pero también puedes disfrutarla con BBQ (La Texana), con huevo y arúgula (Gate Burger), con piña y tocino (Tiki Burger), con setas (Delux Burger) o con Choriqueso (La Chilanga).

Eso sí, todas las hamburguesas están elaboradas con pan brioche de la casa y llevan dos medallones de carne de 90 gramos cada uno, más los ingredientes propios de cada hamburguesa. Pero si eres de buen comer, como yo, puedes pedir que le pongan otros 180 gramos de carne, más queso y tocino extra. Además, puedes pedirlas solas o en combo, que incluye papas a la francesa y refresco. Y si después de tu hamburguesa te quedaste con algo de hambre, o si, como yo, te gusta cerrar la comida con algo dulce, debes pedirte unas Galletas Oreo Fritas, que están espectaculares.

Si eres fanáticx de las hamburguesas y te encuentras la zona de la colonia Industrial, La Villa o Coapa (porque ya tienen sucursal por allá), Burger Gate es una excelente opción para disfrutar de una smash burger en un lugar acogedor, con un menú sencillo pero delicioso, ideal para satisfacer tu antojo de carne jugosa y pan suave.

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Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Horario: Miércoles y jueves de 13:00 a 21:30, hrs., viernes a domingo de 13:00 a 22:30 hrs.
Instagram: instagram.com/burgergatemx
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Sucursal Colonia Industrial
Dirección
: Excélsior #153, Colonia Industrial, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Coapa
Dirección
: Prol. División del norte #4344, Coapa, Ciudad de México, CDMX

Tortas Suizas, tortas para las y los amantes del queso en la Nápoles

Nadie puede negar que las tortas son uno de los platillos más populares de la Ciudad de México. No por nada, en prácticamente cualquier colonia de la capirucha, te encontrarás con un puesto o local de tortas cada dos o tres calles. Quizá esto se deba a su sabor, a lo práctico que es cargarlas y comerlas (sin necesidad de cubiertos), a lo rápido que se preparan o a su precio accesible… o a una mezcla de todos estos factores. Y justo esa popularidad ha hecho que este antojito esté prácticamente estandarizado en toda la ciudad, con los mismos rellenos en casi cualquier esquina.

Sin embargo, las torterías que han roto con esa estandarización se han convertido en auténticas leyendas chilangas que todo el mundo quiere conocer. Ya sea porque las sirven en panes enormes, las atascan de ingredientes o porque las rellenan con lengua o chilaquiles, esas tortas únicas se viralizan (desde antes de las redes sociales) y se vuelven las consentidas de las y los chilangos. Entre toda la oferta de torterías fuera de lo común, una de mis favoritas es Tortas Suizas.

Este pequeño local, anexo a los Abarrotes Nebraska en la colonia Nápoles, pasaría fácilmente desapercibido si no fuera por la gente que se aglomera en el puesto, esperando su turno. ¿Y qué tiene de especial? Pues que es el paraíso para las y los amantes del queso Oaxaca (o quesillo, si eres de Oaxaca), porque las Tortas Suizas de Nebraska llevan una cantidad absurda de queso.

¿De qué hay tortas? Pues de jamón, salchicha de cerdo y pavo, chuleta, jamón de pavo, pierna, pollo y milanesa. Puedes pedirlas con o sin quesillo, pero, seamos sincerxs, ¿quién va a este lugar a pedir una torta sin queso? Además, si te gusta el picante, puedes añadirle rajas o chipotle… o ambas, porque nunca es suficiente.

Pero lo mejor de estas tortas, además del queso, es que son bastante llenadoras. De hecho, con solo media torta podrías quedar satisfechx, aunque, si eres de buen comer (como yo), una completa es perfecta. Y si por alguna razón crees que te quedarás con hambre, siempre puedes pedir la Torta Especial, que es del doble de tamaño. ¡Ideal para compartir!

Así que, si amas el queso y las tortas, y andas cerca de la Nápoles, date una vuelta por Tortas Suizas y échate la torta de tu elección, pero bien atascada de queso. ¡Como debe ser!

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Dirección:
 Chicago #129, esquina Nebraska, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a sábado de 9:30 a 21:00 hrs., domingos de 13:30 a 21:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Facebook: facebook.com/p/Tortas-Suizas-de-Nebraska-100063897680969

Café de Tacuba, un rincón de historia, gastronomía y misterio en el Centro Histórico

¡Acompáñame a conocer el Café de Tacuba! Este restaurante no solo es famoso por sus delicias culinarias, sino por su historia que comienza en un majestuoso edificio del siglo XVII. Aquí, entre vitrales coloridos, murales que cuentan la historia del mole y muebles con aroma a tiempos pasados, las paredes susurran secretos de más de cuatro siglos de vida.

El edificio que hoy alberga al Café de Tacuba fue originalmente una de las grandes casas palaciegas del centro, construida en el siglo XVII. Antes de convertirse en restaurante en 1912, tuvo una breve vida como lechería y, mucho antes, fue parte del Hospital del Divino Salvador, un espacio dedicado a mujeres en la época colonial. Su ubicación frente a la que hoy es la Biblioteca del Congreso de la Unión (antigua capilla del Convento de las Clarisas) lo conecta con una rica herencia histórica que pareciera impregnarse en cada rincón.

¿Te has preguntado qué ocurre cuando cae la noche? Según cuentan los relatos, entre los escalones del Salón Mexicano aparece la Monja Claris. Esta figura espectral, que parece flotar suavemente, deja escapar un suspiro profundo que puede estremecer hasta al más valiente. La leyenda dice que su espíritu habita en esta casona desde los días en que era un hospital, y lejos de ser aterradora, es vista como una guardiana silenciosa que cuida el lugar y a sus visitantes.

Desde sus inicios, el Café de Tacuba se convirtió en un lugar de reunión para personajes históricos y eventos memorables. Aquí, Diego Rivera y Guadalupe Marín celebraron su banquete de bodas, y se dice que todos los presidentes de México han disfrutado de su cocina. Incluso, el restaurante fue testigo de momentos trágicos como el asesinato de Manlio Fabio Altamirano en 1936. Pero más allá de los eventos históricos, las mesas del café han sido cómplices de innumerables romances, tertulias y encuentros familiares.

Por las mañanas, el aroma del café veracruzano, chiapaneco y oaxaqueño se mezcla con el brillo del almíbar de los postres en las vitrinas, invitando a las y los visitantes a comenzar su día con el sabor de México. Las noches, en cambio, son un remanso de paz, donde la serenata de músicos ambulantes se convierte en la banda sonora perfecta para una cena inolvidable.

El Café de Tacuba no es solo un lugar para comer, es un viaje al pasado en pleno presente. Sus murales, talavera y cuadros coloniales transportan a sus visitantes a épocas de esplendor. Y aunque ha superado incendios y modernizaciones, conserva la autenticidad de sus recetas y el alma que lo ha mantenido como un referente en la Ciudad de México.

Así que ya lo sabes, si quieres probar un poco de la historia, mezclada con leyendas y un toque de mole, el Café de Tacuba te espera con las puertas abiertas… y quizás, con la Monja Clarisa cuidando que todo esté en su lugar. ¡Date una vuelta y crea tus propias historias en este clásico chilango!

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Dirección:
 Tacuba #28, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo promedio por persona: De $300 a $500 pesos
Horario: Lunes a domingo de 8:00 22:30 hrs.
Página Web: cafedetacuba.mx
Instagram: instagram.com/cafedetacubarestaurante