Archivos de la categoría De $200 a $300

Restaurantes sencillos donde gastarás de $200 a $300 pesos aproximados.

Tacos El Villamelón, 60 años de tradición en tacos campechanos…

Doña Elizabeth y Don Rafael eran fanáticos de la mal llamada fiesta brava, y cada semana acudían a la Plaza de Toros México a convivir y disfrutar del sangriento espectáculo. Fue en 1961 cuando se dieron cuenta de que, en esa zona, no había un lugar donde echarse un buen taco después de las corridas. Así que decidieron abrir una taquería donde pudieran reunirse con sus amigxs y demás sadistas (sí, en este portal estamos en contra de la tauromaquia) mientras le entraban con gusto a la garnacha.

Por su ubicación estratégica, la taquería se llenó de inmediato de aficionados a la fiesta brava, y como muchos de ellos eran villamelones, decidieron bautizar el local con ese nombre. ¿Y qué es un villamelón? Es el término que se usa en México para describir a alguien que presume saber mucho de un tema, sin saber realmente gran cosa… como gran parte de la afición taurina. ¡Un nombre perfecto!

Pero Tacos El Villamelón no solo fue adoptado por las y los taurinos. Gracias a sus tacos campechanos, pronto atrajo a comensales de todo el extinto Distrito Federal, deseosxs de probar la famosa combinación de cecina, longaniza y chicharrón. Una mezcla ganadora que ha conquistado paladares por más de sesenta años. Esta taquería ha alimentado a generaciones de villamelones taurinxs y futbolerxs—, así como a miles de chilangas y chilangos que semana a semana se lanzan por un campechano bien servido.

Como ya te imaginarás, la estrella del menú es el taco campechano. Pero también puedes pedirte un taco cuaresmeño (el campechano con chile verde y cebolla), uno solo de cecina, de longaniza, de chicharrón, de nopales o de pollo. Si lo tuyo es el queso, puedes armar tu taco en versión volcán o quesadilla. Y para acompañar, hay frijoles charros y consomé de pollo que te reconfortan el alma.

Y como la tradición es ir después de una corrida, de un partido en el Estadio Azul o de echar la reta con tus amistades, debes saber que aquí hay una buena variedad de licores para festejar como se debe. También puedes pedirte una chela bien fría en michelada, un calimocho o una sangría con (o sin) vino… total, si vas a las corridas, seguramente te sientes de sangre española.

Más allá de la tauromaquia y el futbol, Tacos El Villamelón es una buena taquería: sencilla, sabrosa y con mucha personalidad. Perfecta para acompañar con limón, su deliciosa salsa de la casa (que sí pica y lleva chicharrón seco), mientras te echas un trago y comentas el partido o la faena —con sarcasmo o devoción— con tus amigxs. Sin duda, una opción rica y accesible para comer bien si andas por la zona.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Página Web: elvillamelon.com
Instagram: instagram.com/villamelon
Facebook: facebook.com/TaqueriaElVillamelon
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Sucursal Nápoles
Eje 6 Sur, Tintoreto #123, Colonia Ciudad de los Deportes, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Coapa
Calz. Acoxpa #492, Prados Coapa, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Polanco
Mariano Escobedo #528, Anzures, Ciudad de México, CDMX

El Gnomo, sabores casuales y hamburguesas en Coyoacán

El Gnomo es una de las grandes leyendas entre las personas que viven al sur de la CDMX o que frecuentan la zona de Ciudad Universitaria. Un pequeño restaurante que las y los vecinos recuerdan con cariño porque solían ir con sus papás, mientras que para las y los estudiantes fue durante años un punto de reunión para comer rico y barato con sus compañeros. Es uno de esos rincones que nos transportan a un México diferente, al México de nuestra infancia, cuando todo era más sencillo y no nos preocupábamos por gastarnos todo el sueldo en una renta imposible.

La historia de El Gnomo se remonta a 1989, cuando la señora Margarita y don Pepe decidieron abrir una pequeña churrería en un local tan, pero tan diminuto, que sus hijos lo bautizaron como El Gnomo. Con el tiempo, el matrimonio se ganó el cariño del vecindario y, para 1995, lograron rentar un local más grande, donde empezaron a ofrecer una buena variedad de platillos, entre los que destaca su legendaria hamburguesa. Y sí, digo legendaria porque, aunque el menú es amplio, todo el mundo recuerda su hamburguesa.

Antes de hablar de sus hamburguesas, vale la pena mencionar que en El Gnomo puedes encontrar sopas, ensaladas, sándwiches, tortas, carnes y varios platillos gratinados o fritos. Así que, dependiendo del antojo, puedes empezar con una sopa de tortilla o de hongos, unas papas rellenas o una ensalada de atún. Como plato fuerte, hay enchiladas, molletes, tampiqueña, tacos de bistec, entre otras opciones. Aunque, si como yo, eres fan de las tortas y los entrepanes, te recomiendo probar la de pierna adobada o la de pollo.

Ahora sí, hablemos de lo mero bueno: las hamburguesas. Son la especialidad de la casa y tienen cinco versiones: la Gnomo, con queso, tocino y guarniciones; la Súper Gnomo, que es como la anterior pero con aderezo de la casa y más ingredientes; la Mignon, con tocino y champiñones; la de tocino y queso, que es la más sencilla; y la Alemana, con pepinillos encurtidos y pan de caja integral. ¿Son las mejores hamburguesas del mundo? Probablemente no. Pero sí son ese tipo de hamburguesas que te transportan a la infancia gracias a su receta sencilla y a ingredientes que se sienten familiares. Hechas con buena carne, sin pretensiones. Un gusto reconfortante para quitarse el antojo. Eso sí, te recomiendo pedir la Súper Gnomo, que viene con unas calabacitas empanizadas que están para chuparse los dedos.

El Gnomo es de esos lugares de tradición, que te sacan una sonrisa si fuiste en familia, con tus compañerxs de escuela o con tu pareja cuando empezaban a salir. Pero también es un lugar que se siente cálido y hogareño si es tu primera vez ahí. Quizá no es el restaurante más moderno ni el más aclamado, pero tampoco pretende serlo; simplemente es un sitio donde se sirve comida rica a precios relativamente accesibles, con más de cuarenta años de historia a cuestas.

En una ciudad que cambia a cada rato, El Gnomo es uno de esos espacios que resisten con dignidad, aferrados a la memoria afectiva de su comunidad. Volver a él es como reencontrarte con una vieja amistad: tal vez el tiempo ha pasado, pero la calidez, el sabor y los buenos recuerdos siguen ahí, esperándote en cada bocado.

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Dirección: Avenida Universidad #1894, Esquina Cerro Acasulco, Altillo Universidad, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Horario: Lunes a sábado de 12:00 a 22:00 hrs., domingo de 12:00 a 20:00 hrs.
Página Web: elgnomorestaurante.com
Facebook: facebook.com/elgnomorestaurante
Instagram: instagram.com/restaurante_el_gnomo

Kion, un rincón de sabores asiáticos en manos peruanas en Copilco

Era un sábado por la tarde cuando, tras un compromiso en la zona de Copilco y algunos encargos que debía hacer, me encontré en los alrededores del metro sin haber comido aún. Ya me había resignado a conformarme con alguno de los locales o changarros que abundan en la zona, pero luego se me ocurrió caminar por la Avenida Copilco y acercarme a un café de especialidad que me gusta. Al llegar, un letrero llamó mi atención: Kion, sabores asiáticos en manos peruanas. ¿Era un lugar de cocina Nikkei? ¿Comida callejera peruana? ¿Cocina chifa? Mi curiosidad fue suficiente como para que me sintiera obligado a descubrirlo.

Al entrar, me encontré con un lugar sencillo, que probablemente había sido una fonda o pizzería de barrio. El ambiente, sin embargo, tenía un toque especial, impregnado con el suave aroma de leña quemada, justo lo necesario para disfrutarlo sin que el olor quedara pegado a la ropa. Al abrir el menú, confirmé mis sospechas: Kion ofrecía cocina chifa o tusán, una mezcla de sabores chinos y peruanos. Para quienes no lo sepan, desde mediados del siglo XIX, la migración china a Perú dio lugar a una cocina fusión que se convirtió en un sello distintivo del país. Al igual que sucedió en lugares como Mexicali, la influencia de los inmigrantes chinos creó lo que ahora conocemos como cocina chifa. En el menú de Kion había una gran variedad de platillos típicos, desde chaufa y tallarines hasta wanta (wontons) y siu cao.

A pesar de la variedad, sentí que los precios eran algo altos para lo que pensaba gastar o para la zona, por lo que comencé a investigar los paquetes especiales para estudiantes, que rondan los cien pesos y ofrecen una gran variedad de platillos. Finalmente, los paquetes de pollo a la leña llamaron mi atención. Había varias opciones con diferentes tamaños, pero terminé pidiendo el paquete 4, que incluía ensalada, medio pollo asado y chaufa.

Lo que me sorprendió fue que, por el precio, esperaba porciones pequeñas, pero al recibir el paquete me di cuenta de que había pedido suficiente para dos o incluso tres personas. Fue en ese momento cuando me explicaron que los platillos eran generosos y que los precios “altos” se debían a que cada porción estaba pensada para compartir. ¡Resultó ser una ganga!

No puedo decir que la cocina de Kion sea comparable con la de un chef de renombre internacional con nombre de villano de La Bella y la Bestia, pero puedo asegurar que salí del lugar bastante satisfecho y contento con una comida rica y muy barata. Por menos de $250 pesos, comí de manera deliciosa y abundante, con suficiente comida para llevar a casa. Así que, si alguien me pregunta por un lugar con las tres B (bueno, bonito y barato) en la zona Copilco, de sin duda les recomendaré Kion y su increíble oferta de cocina chifa.

Si te encuentras cerca de Copilco y buscas una experiencia gastronómica única, no dudes en darle una oportunidad a Kion. Aquí encontrarás una interesante fusión de sabores, un ambiente acogedor y precios que valen mucho más de lo que pagas.

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Dirección:
 Medicina #74-66, Copilco Universidad, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 12:30 a 21:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Página web: kioninternacional.com

El Habanerito, un rincón de sabores yucatecos en la Colonia Roma

Aunque Jocelyn Dzul nació en la Ciudad de México, su conexión con la cultura y gastronomía yucateca es profunda, ya que pasó largas temporadas con su familia en Espita, Yucatán. Fue allí donde heredó las técnicas y recetas de los platillos que preparaban su abuela y tías. En 2013, decidió compartir ese conocimiento con las y los chilangos al abrir El Habanerito, un pequeño restaurante de comida yucateca tradicional en la colonia Roma, justo antes de que la zona experimentara su gentrificación. Su misión siempre ha sido rendir culto a la gastronomía yucateca, preservando sus recetas auténticas.

A pesar de ser un lugar sencillo, El Habanerito ha logrado mantenerse vigente en la Roma, resistiendo la transformación del barrio gracias a su rica cocina y precios accesibles. Su propuesta gastronómica hace posible que cualquier persona pueda disfrutar de los sabores de Yucatán sin tener que gastar una fortuna. Pero lo realmente importante, claro, es la comida.

La especialidad de la casa, como en la mayoría de los restaurantes yucatecos, es la cochinita pibil, que puedes disfrutar en taco, torta, panucho o por kilo. Si ya te has cansado de la cochinita o prefieres probar algo distinto, también puedes saborear el pollo y hongos pibil, el pollo en escabeche, o el relleno negro. Además, no dejes de pedir una sopita de lima o unos papadzules. Y si es temporada de Día de Muertos, no te pierdas el delicioso Mucbi Pollo.

¿Y el habanero? Por supuesto que sí lo hay, y no escatiman en ofrecer opciones para las y los más valientes. En El Habanerito puedes encontrar hasta cinco tipos de salsa de habanero, junto con una salsa de Xcatik (chile güero yucateco) que vale la pena probar. Algunas de sus opciones incluyen la Kut, una salsa de habanero quemado con aceite de oliva; Habanero con Ajo, Habanero con Cacahuate y Habanero Asado con Naranja Agria, entre otras. Lo mejor es que puedes acompañar tu comida con todas estas salsas y, si te gustan, también puedes llevarlas a casa.

Si eres amante de la cocina yucateca, El Habanerito es el lugar ideal para disfrutar de sabores auténticos, en un ambiente acogedor y accesible, que te transporta directamente a Yucatán sin salir de la Ciudad de México.

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Dirección:
 Frontera #177, Roma Norte, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a sábado de 9:00 a 21:30 hrs., domingos de 10:00 a 17:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Página Web: 
Instagram: instagram.com/elhabaneritoroma
Facebook: facebook.com/p/El-Habanerito-100046026887427
TikTok: tiktok.com/@el.habanerito.roma
Threads: threads.net/@elhabaneritoroma

Vegan Ramen Mei, un rincón de Tonkatsu vegano y otros sabores nipones en la CDMX

Era una tarde de sábado o domingo, no lo recuerdo bien. Habíamos salido de una enorme tienda de cómics que está a unos pasos del Metro Hospital 20 de Noviembre y, como suele pasar, el hambre empezó a apretar. Curiosamente, al salir nos topamos con un local sencillo de ramen que, aunque ya tenía bastante gente, aún tenía lugar para sentarnos. Así fue como descubrimos Vegan Ramen Mei.

El lugar es pequeño y sin pretensiones, pero tiene su encanto. De alguna forma, su decoración sencilla me recordó a algún manga japonés de estética futurista. Probablemente fue por la mascota o logo del lugar, una chica estilo anime (sí, una “mona china”), y el diseño del menú, con detalles gráficos y tipográficos que remiten a la cultura otaku. Pero bueno, lo realmente importante es que, al revisar la carta, nos dimos cuenta de que este ramen era 100% vegano. Sí, quizá deberíamos haberlo intuido por el nombre del lugar… pero, honestamente, no nos fijamos hasta que ya teníamos el menú en las manos.

¿Ramen vegano? ¿Estará bueno? Si te da flojera seguir leyendo y solo quieres una respuesta rápida: sí, sí estaba sabroso. ¿Es el mejor ramen que he probado en la CDMX? No lo sé, tengo otros favoritos, pero este se defendía muy bien. La principal diferencia que noté fue que los fideos eran un poco más delgados y estaban más al dente, pero nada que le restara sabor o disfrute. En cuanto al caldo, sin duda rifaba.

La especialidad de la casa es el Tonkotsu, que es un caldo que tradicionalmente se prepara con huesos de cerdo. Aquí, por supuesto, lo hacen en versión vegana… y la verdad, no decepciona. Pedimos el Spicy Tonkotsu y el Curry Tonkotsu, y ambos eran una auténtica bomba de sabor. Para acompañar, pedimos un karaage, que normalmente sería pollo frito con especias, pero aquí lo preparan con hongos. Aunque no era lo mismo, la textura y el sabor estaban bastante bien logrados.

La verdad, la pasamos muy bien en Vegan Ramen Mei. El ambiente es relajado, la comida reconfortante y, aunque se trate de un restaurante vegano, los platillos tienen bastante carácter. Lo que más me sorprendió fue que, al salir, la fila para entrar ya era enorme. Así que si te antoja probar un ramen diferente, sabroso y libre de ingredientes de origen animal, te recomiendo darte una vuelta temprano, porque el lugar se llena rapidísimo.

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Costo por persona:
 De $250 a $350 pesos
Horario: Domingo a jueves de 8:00 a 15:00 hrs., viernes y sábado de 8:00 a 5:00 hrs. (los restaurante podrían tener un horario reducido)
Facebook: facebook.com/veganramen

Sucursal Del Valle
Dirección: Félix Cuevas #835, Colonia del Valle Sur, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_delvalle

Sucursal Condesa
Dirección: Tamaulipas #155B, Hipódromo, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_condesa

Sucursal Roma
Dirección: San Luis Potosí #60, Roma Nte, Ciudad de México, CDMX
Instagram: instagram.com/veganramenmei_roma

Sucursal Polanco
Dirección: Euler 145-local 155, Polanco, Polanco V Secc., Ciudad de México, CDM
Instagram: instagram.com/veganramenmei_polanco

Playitas Escandón, un paraíso de mariscos sinaloenses en la Colonia Escandón

¿Te ha pasado que el estrés del trabajo y el caos de la CDMX te hacen querer escaparte a la playa? ¿Y que, a pesar del impulso, el presupuesto o el mismo trabajo no te lo permiten? Si es así, es momento de que te escapes a Playitas Escandón y viajes a la costa a través de los sabores y aromas del mar… sin salir de la Ciudad de México.

Si tienes buena comprensión lectora, ya te habrás imaginado que hablamos de un restaurante de pescados y mariscos, ubicado en la colonia Escandón. Pero lo que quizá no sabías es que la especialidad del chef Osiel del Carpio —dueño y encargado del lugar— son los mariscos al estilo sinaloense. Aquí te espera una buena variedad de aguachiles, tacos y otros antojos marinos, ideales para sobrevivir los calorones del cambio climático… todo a precios accesibles y en un ambiente relajado.

Para empezar, no te puedes perder los tacos. Y no lo digo solo porque tienen uno de los tacos estilo Ensenada favoritos, sino porque hay varias opciones que vale la pena probar. Para que te des una idea: hay taco de pescado a la talla, de suadero de atún, o de carnitas de atún al estilo michoacano (aka Playita Michoacana).

También puedes lanzarte por alguno de sus tacos especiales, como el Güero de la Playa (chile güero relleno de queso y guisado de marlín), el Playita Regia (con pulpo dorado, frijoles puercos y chicharrón de la Ramos), o el Playita Yecapixtla (con camarón, cecina y queso).

Pero como no solo de tacos vive el o la comensal, en Playitas Escandón también hay una excelente selección de entradas frías y calientes: doradoras de pescado, filete empanizado (como el del mercado), la deliciosa tostada de atún y un sabroso fish & chips al estilo Mexa.

¿Prefieres algo más fresco? Entonces échale ojo a sus ceviches y aguachiles: el aguachile verde, que es la especialidad de la casa; el ceviche negro tatemado; el ceviche caribeño con maracuyá y mezcal; o el ceviche Ramos, con pulpo y chicharrón regio.

Y para acompañar todo esto, empieza con una agua del día —las combinaciones cambian diario y siempre sorprenden— y luego súmale una chela nacional o artesanal bien helodia, ya sea sola, en michelada o clamatada, con o sin mariscos. ¿Prefieres algo más coquetón? Entonces no te vayas sin probar alguno de los cocteles de la casa.

Así que ya lo sabes: si necesitas un respiro sin tener que salir de la ciudad, Playitas Escandón es tu refugio costero en medio del asfalto. Buen ambiente, mariscos sabrosos, chelas frías y precios amables… ¿qué más se puede pedir? Arma el plan con tus compas o tu pareja, date una vuelta y deja que los sabores del Pacífico te transporten directo a la playa —aunque sea por un rato.

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Dirección:
 Agrarismo #86, Colonia Escandón I Secc, Ciudad de México, CDMX – Dentro del Mercado Del Carmen
Horario: Lunes a jueves de 13:00 a 18:00 hrs., jueves a domingo de 12:30 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: playitas.com.mx
Instagram: instagram.com/playitas_mx
Facebook: facebook.com/p/Playitas-Mx-100063574272579/?locale=es_LA
TikTok: tiktok.com/@playitas_mx
Twitter: x.com/playitas_mx

Cantina Masiosare, un lugar para comer, beber y bailar en Coyoacán

Masiosare nació a mediados del siglo XIX, durante la intervención estadounidense en México —sí, esa donde cierto Niño Héroe se lanzó desde el Castillo de Chapultepec envuelto en la bandera—. Y quizá por una confusión histórica que lo hizo parecer antipatriótico, para 1854 ya se había convertido en el “extraño enemigo” número uno de México. Tan grande fue el malentendido, que lo inmortalizaron en la letra del Himno Nacional.

Pero Masiosare nunca quiso ser enemigo de nadie. No, él solo quería servir buena comida y mejores tragos. Lástima que su mala fama se lo impidió… hasta hace poco.

¿Alguien dijo Tlayuda combinada?

Y es que, desde hace unos dos o tres años, en el corazón de Coyoacán, Masiosare al fin logró cumplir su sueño: abrir su cantina. Una tradicional, como las de antes, pero con todo el sabor de la cultura mexa contemporánea. Así nació Cantina Masiosare, una neo-cantina… (aunque, entre nos, me choca ese término).

Así se ve el salón

Está ubicada sobre la calle Felipe Puerto, muy cerca de los jardines del centro de Coyoacán, pero lo bastante lejos como para sentirse fuera del bullicio turístico. Y no te vayas con la finta: no es de esas neo-cantinas fresonas sin alma que abundan en las zonas pipirisnice del ex-Distrito Federal. Aquí sí hay cantina de verdad, con su barra, sus gabinetes de madera, su bandera hecha con un colchón viejo —sí, un colchón— y paredes tapizadas con arte que cuenta, a su modo, la historia de México: desde la Independencia hasta el día en que Salinas de Gortari le robó el título de “enemigo nacional” a Masiosare.

Unos coctelitos pa’empezar

Podría seguir hablándote del diseño, pero vamos a lo bueno: la comida.

Aquí encontrarás todos esos antojitos que hacen patria en cualquier cantina que se respete: tortas, chamorro, cochinita pibil, flautas doradas, filete a la tampiqueña, tuétano, esquites, plato placero, gorditas, sopes, tlayudas, sopa azteca… etc., etc., etc. ¿Se te hizo agua la boca? A mí sí.

But Negro, típico de Yucatán

Y eso no es todo. A diferencia de las neo-cantinas popof, en Cantina Masiosare sí hay botana. Así como lo lees: te van sirviendo platillos mientras sigues pidiendo tus tragos. O, si llegas antes de las 18:00 entre semana, puedes pedir el menú del día: sopa, arroz o ensalada, un plato fuerte a elegir, tortillas hechas a mano, agua fresca y postre. Todo eso por $140 pesitos. Y no es la típica comida de fonda —spoiler: puedes elegir entre varios guisados del menú completo—. Recomendación personal: no te vayas sin probar la sopa de huitlacoche. Es única. Y deliciosa. Por cierto, los fines de semana también tienen una opción de tenedor libre (buffet si no conoces el concepto) con cortes de carne a un precio muy, muy, muuuuuuuy accesible.

Pero no solo se come bien. También se arma la fiesta.

De jueves a sábado, a partir de las 9 de la noche, Cantina Masiosare se convierte en un foro musical donde todo puede pasar: jazz de la Belle Époque, cumbia sabrosona, funk, mambo o lo que el cuerpo te pida para menearte entre tragos y carcajadas. Esta pluralidad hace que el ambiente sea tan diverso como entrañable: una noche puedes encontrar a quien salió de una presentación de libro, a budistas saliendo de meditación o a un grupo de pachucos que, literal, se adueñan de la pista. Todos bailan, conviven y comen como si no hubiera mañana.

Esta es la sopa de Huitlacoche, es como la de Hongos de la Marquesa, pero e nesteroides (y con Huitlacoche)

Podría seguir escribiendo y emocionándome con los cócteles, los cuadros, los menús, los nombres de las bebidas (que también tienen su jiribilla), pero mejor te digo esto: la única forma de entender Cantina Masiosare es vivirla en carne propia. Así que, si estás buscando un lugar relajado, divertido, lleno de sabor, arte y buena música, date una vuelta por Coyoacán y déjate llevar por el hedonismo del extraño enemigo más sabroso y fiestero de México.

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Dirección:
 Felipe Carrillo Puerto #50, Coyoacán, Ciudad de México, CDMX – Dentro del Mercado Del Carmen
Horario: Lunes a miércoles de 13:00 a 22:00 hrs., jueves de 13:00 a 23:00 hrs., viernes y sábado de de 13:00 a 2:00 hrs., y domingo de 13:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/masiosare.mx
Facebook: facebook.com/CantinaMasiosare

Gris, un oasis de innovación gastronómica en Tlatelolco

Carlos Monsiváis solía decir que Tlatelolco era la utopía de México sin vecindades. Se refería al proyecto desarrollado por el arquitecto Mario Pani, que consistía en 102 edificios con 11,916 departamentos y 688 locales comerciales, además de 22 escuelas, 6 hospitales y 3 centros deportivos. Era una ciudad dentro de la ciudad, diseñada para que las y los vecinos pudieran vivir sin salir mucho de la colonia, buscando que cualquier familia con ingresos a partir de tres y medio salarios mínimos (equivalentes a 174.96 pesos actuales) pudiera habitar en este espacio.

Sin embargo, la historia no fue favorable para Tlatelolco. La Masacre del 2 de octubre de 1968 dejó una marca negativa en la colonia, y el terremoto del 19 de septiembre de 1985 destruyó gran parte de sus edificios y estructuras. Con el tiempo, el descuido y la falta de renovación deterioraron aún más la zona, lo que llevó a que muchxs tuviéramos una imagen poco favorecedora de Tlatelolco. No obstante, aunque el barrio ya no brilla como antes, es un lugar lleno de sorpresas. Una de ellas es Gris.

¿Gris? Sí, Gris. Un restaurante que, aunque modesto en nombre, busca llenar de color los sentidos a través de aromas y sabores. Gris es un pequeño oasis de tranquilidad en medio del bullicio citadino, ubicado entre los edificios y jardines de Tlatelolco. Ofrece comida gourmet sin pretensiones, alejada de la ostentación de otros barrios como la Roma o la Condesa, y con precios mucho más accesibles. Todo esto se disfruta en un entorno donde el verde de los jardines y el gris de los edificios crean una atmósfera única.

En Gris se busca que cada visita sea diferente. Su menú cambia constantemente, ofreciendo platillos que varían desde pizza de chorizo argentino o tres quesos, hasta mole con costilla o chamorro a la cerveza. También podrás encontrar opciones como pollo con cacahuate, enfrijoladas de hongos, pescado empapelado o choripán, entre otros. Además, siempre hay opciones de desayuno o brunch, por lo que no importa si llegas temprano o por la tarde, siempre habrá algo delicioso esperando por ti.

Para acompañar tus platillos, el restaurante ofrece una pequeña pero variada carta de cócteles y mocktails (bebidas sin alcohol), que también varía constantemente, además de una selección de cervezas artesanales y aguas frescas del día. Y, por supuesto, para cerrar con broche de oro, su menú de postres, que cambia con la misma frecuencia, promete deleitarte con algo dulce y único.

Si quieres descubrir un rincón lleno de sabor y tradición en uno de los barrios más emblemáticos de la CDMX, date una vuelta por Gris en Tlatelolco. Un lugar que, a pesar de no ser el primero que te viene a la mente al hablar de la colonia, definitivamente te sorprenderá con su propuesta culinaria y su ambiente acogedor. Ya sea que vivas cerca o estés buscando algo diferente, este restaurante es una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia única y deliciosa.

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Dirección:
 Lerdo #304, Edificio Ignacio Zaragoza, local 9, Nonoalco Tlatelolco, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a viernes de 9:00 a 21:00 hrs., sábado y domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/gris______
Facebook: facebook.com/elgriscafe

Costillas Al Carbón El Paisa, costillas, cortes, tacos y más en la Nueva Santa María

La Nueva Santa María es una de mis colonias favoritas en la CDMX. Este encantador barrio se caracteriza por su tranquilidad, donde aún se pueden encontrar varias casas de estilo californiano, rodeadas de jardines, camellones arbolados y un parque central que le da un toque especial. A pesar de estar rodeada por algunas de las avenidas más caóticas de Azcapotzalco, como Camarones, Cuitláhuac y el Circuito Interior, la colonia mantiene la calma y serenidad de un barrio residencial.

Lo mejor de todo es que, junto a la calma, han crecido diversos negocios alrededor de su avenida principal, Clavelinas, lo que convierte a un paseo por la Nueva Santa María en una experiencia única. Entre los muchos restaurantes del vecindario, uno de mis favoritos es Costillas Al Carbón El Paisa. ¿Por qué? Primero, porque es un verdadero ícono local, sobreviviente desde 1975 (¡más de 50 años en la colonia!), y segundo, porque su oferta para las y los amantes de la carne es simplemente irresistible.

Como su nombre lo indica, las costillas al carbón son las estrellas del menú. Se trata de una costilla y media asada a la perfección, acompañada de nopales, papas a la francesa y cebollas cambray. Si prefieres algo diferente, también puedes pedirlas acompañadas de un huarache. Pero si no eres fan de las costillas, no te preocupes, el menú es muy variado. Puedes optar por una deliciosa arrachera, cecina, tampiqueña o elegir entre cortes como picaña, T-Bone, Rib-Eye o Cowboy.

Si no te atraen las costillas ni los cortes, también puedes disfrutar de una buena selección de sopas, entradas, ensaladas y alambres, además de tacos y otros platos fuertes que te harán comer bien sin que tu bolsillo se resienta. Por ejemplo, puedes comenzar con un Mole de Olla, Carne en su Jugo, Sopa Azteca o un Chile Relleno de queso. Como plato principal, te recomiendo probar el Alambre de la Casa, de Pastor, Pollo o Arrachera. Si eres fan del pollo, tienes opciones como las enchiladas, la milanesa o el pollo Josper. Y si te queda espacio, puedes rematar con un taco, un choriqueso, frijoles de la olla o unas papas a la francesa.

Costillas Al Carbón El Paisa es un pequeño paraíso carnívoro donde, incluso quienes no son tan aficionados a la carne, pueden encontrar opciones deliciosas a precios justos. ¿Es un lugar de precios bajísimos? No, pero tampoco es excesivamente caro. Por menos de $300 pesos puedes disfrutar de una comida satisfactoria, y si decides consentirte, por un poco más puedes comer como un rey o una reina. Además, el servicio es excelente: son muy amables y siempre te hacen sentir como en casa.

Así que, si estás buscando un lugar donde comer bien, en un ambiente relajado y con un gran servicio, definitivamente vale la pena visitar Costillas Al Carbón El Paisa y celebrar con ellos más de 50 años de tradición en la Nueva Santa María.

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Dirección:
 Clavelinas #124, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 21:30 hrs.
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/costillaselpaisamx
Facebook: facebook.com/CostillasElPaisa

Tacos Tony, suadero, lengua y otras delicias en la Narvarte

La zona de la Narvarte es sin duda una de las mecas taqueras de la Ciudad de México. Al recorrer las calles y avenidas de las cinco colonias que conforman la Narvarte (Piedad Narvarte, Atenor Salas, Narvarte Poniente, Narvarte Oriente y Vértiz Narvarte), te toparás con un sinfín de taquerías para todos los gustos y presupuestos. Desde taquerías gourmet con tacos innovadores y rimbombantes, hasta los tradicionales puestos de lámina que sirven delicias como tripa, cabeza o suadero. Sin embargo, entre tantas opciones, puede ser difícil encontrar una taquería que realmente valga la pena. Por eso, si buscas buen suadero en la Narvarte, hoy te hablaré de una de las taquerías más legendarias de la zona: Tacos Tony.

Hace poco más de dos décadas, en la pequeña isla que se forma en el cruce de Universidad, Torres Adalid y Petén, abrió un modesto puesto de lámina donde se ofrecían unos cuantos tacos de suadero, tripa, cabeza, lengua y longaniza. El lugar era sencillo y no llamaba mucho la atención, pero poco a poco, el taquero se ganó el respeto y el cariño de las y los vecinos de la zona. Gracias a su sabor inigualable y su dedicación, Tacos Tony pasó de ser un puesto modesto a convertirse en una de las taquerías más emblemáticas de la Narvarte y alrededores.

Hoy en día, Tacos Tony es tan popular que no solo es visitado por vecinas y vecinos, sino que personas de todas partes llegan para probar su especialidad: el suadero. Su éxito ha sido tal, que ya cuentan con otras sucursales bien establecidas, con servicio y mesas de restaurante donde puedes disfrutar de sus tacos cómodamente y sin gastar tanto. Sin embargo, tanto la clientela como los meseros coinciden en que los tacos del puesto original de lámina son los mejores, porque el taquero de ahí tiene más experiencia y ese toque especial que solo los años de práctica pueden dar.

La estrella indiscutible de Tacos Tony es el suadero, y si visitas este lugar es casi una obligación probarlo. Puedes pedirlo en tacos sencillos, con queso, campechanos (suadero con longaniza) o morelianos (suadero con tripa). Si tienes más hambre, también puedes optar por un huarache o una torta de suadero. Y como en la Narvarte nadie vive solo de suadero, en Tacos Tony también encontrarás una amplia variedad de opciones: bistec, cabeza, longaniza, tripa, lengua, pechuga, muslo, costilla, chuleta fresca y ahumada, e incluso arrachera. Todo lo puedes pedir en taco, torta o huarache, según lo que más se te antoje.

Pero eso no es todo. Además de sus famosos tacos, en Tacos Tony puedes echarte un queso fundido sencillo o con carne, una gordita de chicharrón o suadero, una pizza tradicional (o con lengua y suadero), consomé de res, cebollas preparadas, queso panela y nopales. Y si buscas algo más contundente, no puedes dejar de probar el Molcajete, una delicia que lleva guacamole, chiles, queso, cebolla, nopal y un generoso trozo de suadero. ¿Trozo de suadero? Sí, en Tacos Tony también puedes pedirte un buen pedazo de suadero para disfrutar aún más de la especialidad de la casa.

Si eres amante de los tacos y buscas una experiencia auténtica y llena de sabor, Tacos Tony es un destino obligado en tu recorrido por la Narvarte. Ya sea que vayas al puesto original de lámina o a alguna de sus sucursales, la calidad y el sabor están garantizados. Así que prepárate para deleitar tu paladar y descubrir por qué Tacos Tony es considerado un referente taquero en la zona. y la CDMX.

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Costo por persona:
 Menos de $250 pesos
Horario: Domingo a jueves de 8:00 a 15:00 hrs., viernes y sábado de 8:00 a 5:00 hrs. (los restaurante podrían tener un horario reducido)
Instagram: instagram.com/tacos_.tony
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Sucursales Puesto y Torres
Dirección: Torres Adalid #1702, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Universidad
Dirección: Avenida Universidad #199,  Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX