Archivos de la categoría Café

No por nada, el café es la bebida más consumida en todo el mundo, y para que tú ayudes a que esa estadística se mantenga vigente, te presentamos una buena variedad de cafés de especialidad y cafeterías de barrio que vale la pena conocer.

Dr. Cycle, un taller de bicis, libros y café en la San Rafael

En una ciudad como la CDMX, donde el tráfico parece eterno y los horarios son una carrera contra el reloj, moverse en bicicleta no solo es una solución sustentable y económica, sino que también resulta mucho más eficiente que el automóvil o el transporte público. Sin embargo, el verdadero desafío no es pedalear rápido, sino esquivar baches, metales sueltos, vidrios y hasta coladeras mal colocadas. Por más hábil que seas, tarde o temprano, una llanta ponchada será inevitable.

Eso fue justo lo que me pasó un viernes por la tarde. Mientras pedaleaba rumbo a casa por Insurgentes, acababa de pasar el Monumento a la Revolución cuando, de pronto, sentí la bici más pesada. ¡Se me había ponchado una llanta! Me detuve a revisarla y confirmé el desastre. ¿Qué hacer ahora? Afortunadamente vivimos en 2025 y Google Maps existe. Rápidamente busqué un taller cercano y encontré uno a solo 400 metros: Dr. Cycle Café Taller, en la colonia San Rafael. Sin pensarlo, me encaminé hacia Miguel E. Schultz.

Al llegar, lo primero que llamó mi atención fue su entrada: una pequeña y acogedora barra de café, con el taller justo enfrente. Dejé mi bici para que cambiaran la cámara y aproveché el momento para pedirme un doble cortado. Mientras esperaba, me puse a explorar y descubrí que Dr. Cycle no es solo un taller, ¡es todo un concepto! Además de reparar bicis, cuentan con una cafetería donde ofrecen bebidas con y sin café, acompañadas de panes y postres ideales para un maridaje perfecto.

Eso no es todo: tienen una pequeña tienda con accesorios y artículos para bicicletas, y hasta una sección que funciona como biblioteca y librería. Puedes sentarte a leer los libros que tienen disponibles o llevarte alguno a casa. Y como si esto no fuera suficiente, Dr. Cycle organiza eventos para fomentar la comunidad ciclista y vecinal, desde rodadas hasta encuentros literarios, lo que hace que el lugar sea un verdadero punto de encuentro para quienes pedaleamos por la ciudad.

Lo que más me gustó de este espacio es su sencillez y calidez. A diferencia de otros cafés ciclistas que pueden sentirse elitistas, en Dr. Cycle no importa si tu bici es de alta gama o un modelo modesto: aquí te reciben con una sonrisa. Es un lugar donde se mezclan buen café, buena vibra y un auténtico sentido de comunidad, perfecto para quienes disfrutamos rodar por la CDMX y buscamos un espacio para descansar, reparar la bici y conectar con otrxs ciclistas.

Si alguna vez te encuentras con una llanta ponchada o simplemente quieres disfrutar de un café rodeadx de buena energía, Dr. Cycle Café Taller es una parada obligatoria.

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Dirección:
 Miguel E. Schultz #26C, Colonia San Rafael, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a sábado de 12:00 a 20:45 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Facebook: facebook.com/drcyclecafe
Instagram: instagram.com/dr.cyclecafetaller

Café Kelebek, las delicias de Turquía en Tlatelolco

Descubrí el Café Kelebek gracias al Metrobús. Cada vez que tomaba la Línea 3 y pasaba por Tlatelolco, justo a la altura del puente rojo —el primer puente peatonal en el Distrito Federal—, alcanzaba a ver una pequeña bandera turca pintada junto a un rótulo que decía “Café Kelebek“. ¿Un café turco en pleno Tlatelolco? Definitivamente tenía que conocerlo. Así que, un sábado con tiempo libre, decidí tomar el Metrobús, bajarme en la estación Tlatelolco y caminar por los locales que están sobre Guerrero, en dirección sur. Llegué al puente rojo, lo crucé, tomé algunas fotos de la vista y, al descender, caminé unos metros más hasta llegar al Café Kelebek.

El lugar era tan sencillo como lo imaginaba, pero acogedor y bien equipado para disfrutar de un buen café. Una larga barra donde preparan las bebidas y alimentos, tres o cuatro mesas sencillas, un pequeño rincón con bisutería turca a la venta, y pantallas que proyectaban música turca moderna a un volumen ideal para la conversación.

En un pizarrón detrás de la barra se podía leer la oferta de bebidas: Café Turco, Té Turco, Té con Leche, Café Americano y Capuccino. Otro menú mostraba los paquetes de desayunos, con opciones como el Türk Kahvaltisi, el Pozanti, el Adana Yumurtalari y el Özel. Además, tenían un menú especial con comida turca casera: Dürum, Manti, Köfte, Lahmacun, Pide y Mercimek Salatasi, entre otros platillos que prometían transportar a Turquía en cada bocado.

Como ya había comido, pedí un Café Turco y me senté en una de las mesas junto a un sartén con arena caliente, donde tenían dos cafeteras turcas o cezve. Como dato curioso, el café turco se prepara tradicionalmente en un cezve, una pequeña jarrita de cobre que se llena con café y agua. Se calienta en arena muy caliente para mantener una temperatura uniforme, logrando un sabor único. Poco después, me sirvieron un plato con mi café turco, un vasito de agua y una media luna rellena con cubitos blancos que parecían dulces. Los probé con algo de desconfianza y descubrí que eran Lokum, también conocido como delicia turca: un dulce gelatinoso típico de Turquía y otras regiones del Medio Oriente. Me explicaron que el Lokum es el maridaje perfecto para el café turco, y tenían toda la razón: su dulzura balanceaba a la perfección la intensidad del café.

Para acompañar mi café, quise probar algún postre típico, pero lamentablemente ya se habían agotado. En su lugar, me ofrecieron un Flan de Café que resultó ser una auténtica delicia. Cremoso, con un sabor exquisito que mezclaba el caramelo y el café, era la combinación perfecta para cerrar la experiencia con broche de oro.

Aunque no tuve la oportunidad de probar más platillos del Café Kelebek, salí feliz y con ganas de regresar. En un mundo donde los lugares auténticos a veces ceden ante lo comercial, encontrar un café turco sencillo pero lleno de esencia es un verdadero hallazgo. Si buscas un sitio tranquilo, ideal para leer un libro, disfrutar una buena charla o simplemente deleitarte con un café turco bien preparado, Café Kelebek es el lugar perfecto. Definitivamente, regresaré para explorar más de su menú y sumergirme de nuevo en la magia turca en pleno corazón de Tlatelolco.

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Dirección:
 Guerrero #325, Tlatelolco, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Facebook: facebook.com/profile.php?id=100087763647519
Instagram: instagram.com/cafe_kelebek

Cultura, Ideas y Café, un escape del caos citadino en la Guadalupe Insurgentes

La colonia Guadalupe Insurgentes es una de mis favoritas en toda la Ciudad de México. Y es que visitar esta colonia, especialmente los alrededores del Parque de la Pasión, se siente como una escapada a algún pueblo mágico escondido en el corazón del país. Imagina un pueblo tradicional mexicano, de esos que tienen una plaza o parque en el centro, rodeado de edificios antiguos con columnas y arcos, perfectos para albergar cafés o restaurantes acogedores. Para que te des una idea, piensa en la Plaza de Armas de Querétaro, la Explanada Municipal de Tepotzotlán o el Zócalo de Tlalpan.

Justo en uno de esos edificios que parece detenido en el tiempo, entre columnas desgastadas pero llenas de historia, se encuentra Cultura, Ideas y Café, una pequeña cafetería de barrio donde el bullicio de la ciudad se desvanece. Aquí puedes olvidarte del estrés cotidiano mientras te pierdes en un buen libro, disfrutas de un juego de mesa o compartes una charla amena con amigxs o pareja. Todo esto en un ambiente relajado, con toques bohemios que invitan a quedarte un rato más.

El lugar tiene un encanto sencillo que lo hace especial. Desde que te acercas, las pequeñas mesas en la terraza bajo los arcos te reciben con una vibra acogedora. Al entrar, el espacio te envuelve con sillones eclécticos, libreros llenos de libros para disfrutar ahí mismo, decoraciones vintage y una imponente reproducción de Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, el icónico mural de Diego Rivera. Una larga barra domina el espacio, donde se preparan los alimentos y bebidas, acompañada de una vitrina que exhibe los postres del día y un menú sencillo pero llamativo.

El menú refleja la esencia del lugar: práctico y accesible. Podrás elegir entre una variedad de bebidas a base de café como espresso, americano, latte, moka y capuchino, además de frapuccinos, chai, té frutal e infusiones. Para comer, cuentan con opciones ligeras y deliciosas, desde entrepanes preparados con chapata, baguette, bagel, croissant o pan de caja, hasta molletes, sincronizadas, ensaladas y antojos más clásicos. Los postres, como galletas y pasteles individuales, son el complemento perfecto para cerrar tu visita con broche de oro.

Cultura, Ideas y Café no es una cafetería de especialidad que deslumbre con su diseño minimalista o pretensiones de alta gama. Es más bien un refugio sencillo y encantador, donde lo importante es disfrutar una buena bebida, un ambiente bohemio y la magia de las ideas que nacen de la conversación. Es el tipo de lugar que te invita a volver, ya sea para una tarde tranquila contigo mismx o para compartir momentos memorables con quienes más quieres. ¿Qué esperas para darte una vuelta y descubrir esta joya oculta en la Ciudad de México?

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Dirección:
 Ing. Carlos Daza #202, Guadalupe Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 22:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos

Chez Vous, un espacio ideal para trabajar, relajarte y disfrutar en la Ciudad de México

Trabajar desde casa puede ser todo un reto, especialmente cuando la televisión, las mascotas y otros distractores convierten cada intento de concentración en una misión imposible. Por eso, desde hace tiempo descubrí que refugiarme en un café es la mejor solución para leer, escribir, responder correos o hasta jugar con Excel. Sin embargo, llega un momento en el que las bebidas se acumulan en la cuenta, los snacks escasean y la privacidad para una junta simplemente no existe. Entonces, ¿qué hacer?

La respuesta es Chez Vous. ¿Suena a comida? Nada que ver. Este lugar combina lo mejor de un café, un coworking y una ludoteca, todo a un costo accesible. El sistema es sencillo: al llegar, te registras con la barista, eliges entre dos paquetes (bebidas sencillas o premium) y te acomodas en la mesa que prefieras. La magia está en que no pagas por consumo, sino por tiempo. Durante tu estancia, puedes pedir todas las bebidas incluidas en tu paquete sin preocuparte por la cuenta.

El paquete sencillo ofrece opciones clásicas como espresso, americano, agua natural y de sabor, además de una buena selección de tés. Por otro lado, el paquete premium amplía el menú con capuchinos, flat white, matcha, chai, taro y más. Este paquete también incluye acceso a salas de juntas, impresora y escáner, además de snacks dulces y salados para mantenerte productivx.

El espacio está diseñado para adaptarse a diferentes necesidades. Hay mesas para dos o cuatro personas, pequeñas salas privadas ideales para videollamadas, y salas de juntas con pantallas para reuniones grupales. La conexión a internet es empresarial, garantizando estabilidad y buen ancho de banda. Además, si necesitas relajarte, puedes elegir entre una variedad de juegos de mesa para disfrutar con tus amigxs o colegas.

Por si fuera poco, la sucursal del Centro cuenta con un pequeño auditorio, perfecto para cursos y talleres. Solo pagas por el tiempo que consuma cada participante, lo que lo hace ideal para eventos económicos y funcionales.

En Chez Vous no solo encontré el lugar perfecto para trabajar sin distracciones, sino un espacio que me permite mantenerme productivo, cómodo y, por qué no, hasta disfrutar de un buen flat white mientras juego una partida de Catan. Si buscas un equilibrio entre trabajo y esparcimiento, este es el lugar que necesitas en tu vida.

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Costo por persona:
 Menos de $200 pesos (por hora)
Página Web: chezvoustimecafe.com
Instagram: instagram.com/chezvoustimecafe
Facebook: facebook.com/chezvoustimecafe
TikTok: tiktok.com/@chezvoustimecafe
Twitter: x.com/chezvousCDMX

Sucursal Bucareli
Bucareli #35, Colonia Juárez

Sucursal Juárez
Marsella #81, Colonia Juárez

Sucursal Coyoacán
Miguel Hidalgo #70, Barrio de San Lucas

Sucursal Cervantes
Miguel de Cervantes #41, Colonia Granada

Sucursal Del Valle
Parque Mariscal Sucre #9, Colonia Del Valle

Sucursal Parque Hundido
Insurgentes Sur #1188, Tlacotemecatl Del Valle

Canché, un rincón de delicias mayas y yucatecas en la Industrial

Juan José Galera Almeida, un heladero yucateco, tenía un objetivo claro: crear un postre que mantuviera sus ventas incluso en las temporadas de frío. Decidido a aprovechar los ingredientes a su alcance, alrededor de 1930 ideó un taco hecho con la masa de los conos de helado, relleno con las mermeladas que solía usar para cubrir sus creaciones. Para darle un toque especial, añadió queso de bola, un producto que, aunque llevaba poco tiempo en el mercado, ya ganaba popularidad en el sureste de México. Así nacieron las marquesitas, un postre exótico que rápidamente conquistó a su clientela y que, en poco tiempo, se convirtió en un ícono de Yucatán.

Noventa años después, las marquesitas han salido de las cálidas tierras yucatecas para conquistar las calles de la Ciudad de México. Hoy, basta con recorrer las zonas más turísticas para encontrar un puesto o local que ofrezca estos deliciosos tacos dulces. Pero hay algo curioso: en la zona norte de la capital, especialmente en la colonia Industrial, las marquesitas han encontrado un hogar especial. Por la noche, las calles se llenan de puestos dedicados a este manjar, reflejando su creciente popularidad entre las y los vecinos..

Como habitante de esta zona, pensé que un nuevo local de marquesitas no sería nada del otro mundo. ¡Qué equivocado estaba! Canché no es solo un puesto más; es un tributo a los sabores mayas contemporáneos.

Este pequeño café combina lo mejor de las tradiciones yucatecas con un toque contemporáneo. El café que sirven proviene de una comunidad maya en Chiapas, y el cacao para sus bebidas, preparado en leche o agua, es cosechado por manos mayas en Tabasco. En su menú, además de marquesitas, encontrarás otros postres tradicionales y creaciones únicas. Por ejemplo, buñuelos con miel, pastelitos de camote con coco o incluso una intrigante pero deliciosa combinación de pastelito dulce con jamón y queso.

Ahora hablemos de las marquesitas. Las que suelen venderse en la Ciudad de México no son idénticas a las tradicionales de Yucatán, en gran parte por la altura de la capital. Aquí, la masa tiende a ser más crujiente y menos flexible, lo que limita la cantidad de ingredientes que pueden añadirse. Sin embargo, Canché ofrece las auténticas marquesitas yucatecas, con esa textura suave y el equilibrio perfecto. Sus opciones de relleno son sencillas pero deliciosas: untable de mantequilla de maní, queso crema, mermelada y, por supuesto, una generosa porción de queso de bola. El queso, fundido y servido caliente, transforma cada bocado en una experiencia única y reconfortante. ¡Esto sí es amor hecho postre!

El espacio en Canché es pequeño y acogedor, con apenas cuatro mesas en el interior y algunas más en la banqueta. Esta disposición permite un ambiente íntimo y un servicio personalizado. Al llegar, te recibirán con una sonrisa y toda la paciencia para explicarte el concepto del lugar y los detalles de su menú.

Si buscas un rincón tranquilo para disfrutar de un buen café o un reconfortante cacao acompañado de un postre yucateco auténtico, Canché es una parada obligatoria. Este nuevo rincón maya de la colonia Industrial te hará sentir como si estuvieras en el corazón de Yucatán.

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Dirección:
 Cruz Azul #176, Colonia Industrial, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 17:00 a 22:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/canche.maya

Panadería 220, un paraíso de pan dulce y café en la San Rafael

Quienes me conocen saben que amo el pan dulce y el café. Mi amor por el pan es tanto, que a lo largo de los años me he dedicado a recorrer la Ciudad de México en busca de las mejores panaderías. He encontrado todo tipo de panaderías, unas que se especializan en masa madre, otras en hojaldre, otras en conchas e, incluso, hay algunas panaderías que se especializan en pan miniatura. La búsqueda me ha llevado a ver que el mejor pan no está ni en la Roma, ni en el Condesa, sino que está en todo tipo de colonias menos gentrificadas como la Estrella, la Industrial, Clavería, la Narvarte o la Sinatel.

Y, desde hace unas semanas, también puedo decir que, en la Colonia San Rafael también existe muy buen pan dulce. Esto lo digo, porque una amiga me llevó a conocer la Panadería Dos Veinte (220 pa’lxs cuates), ya muy cerca del Circuito Interior, y, aunque es pequeña, cuenta con una muy buena variedad de panes dulces, así como panes salados, panqués, galletas y bebidas a base de té y de café. Aunque todo lo que he probado me ha gustado, yo diría que la especialidad de la casa es la pasta de hojaldre, por lo que siempre recomendaré que pruebes los panes hojaldrados que tienen en este lugar.

Pero vamos por partes. Si eres una persona asteric debes pedirte el Croissant Roll con chocolate (porque este pan está de moda en las redes sociales), pero también puedes pedirte una Strudel de Manzana, un Croffin de Caramelo Salado, un Rol de Canela, una Concha de Matcha, una Vienesa con Guayaba y Queso o el Panqué de Matcha, entre muchos otros. Si lo que buscas es algo salado, puedes pedir una baguette, pan de caja o brioche, o, si quieres algo ma´s consistente, tienes que probar la variedad de sándwiches que tienen en este lugar. ¡No te vas a arrepentir!

¿Y para tomar? Pues obvio tienen café y . En lo personal, yo siempre recomendaré pedir un Flat White, porque me parece una proporción ideal de café y leche, con una textura cremosa y reconfortante; pero también puedes pedirte un espresso, un cortado, un latte o un cold brew; si no quieres café, puedes pedirte un chai o matcha con agua o su versión latte, una infusión o tisana, un chocolate o, la bebida de la casa, el Rompopompon (sí, suena a villancico).

El único problema que podría encontrarle a Panadería Dos Veinte es que es un lugar pequeño y únicamente cuenta con una barra, por lo que el concepto es más para llevar; aunque, si como yo, no vives en la zona, o si solo quieres sentarte a disfrutar del clima y el ambiente de la San Rafa, puedes sentarte en las pequeñas banquitas que tienen afuera de la panadería.

Panadería 220 es una panadería perfecta para quienes andan buscando un buen pan acompañado de un café rico. Un pequeño paraíso panadero bien escondido en las calles de la San Rafael. Eso sí… recomiendo llegar una media hora después de que abran para que disfrutes los sabores de su pan recién horneado… ¡Una delicia!

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Dirección:
 Manuel María Contreras #45, Colonia San Rafael, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a domingo de 8:00 a 21:00 hrs. los domingos cierran a las 18:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/panaderia220
Facebook: facebook.com/pan220/?locale=es_LA

Q’Pedro Pablo, café de especialidad, pan, antojos y cerveza artesanal en la Roma y Juárez

Hace algunos años abrió un pequeño café en la calle de Durango, muy cerca del parque Río de Janeiro, y muy cerca de donde vivía una de mis mejores amigas. El lugar era pequeño, muy sencillo para la zona y tenía un nombre que se me hacía poco atractivo: Q´Pedro Pablo. ¿A quién se le ocurriría abrir un lugar llamado Q´Pedro Pablo? Al principio pensé que es lugar no duraría mucho, pues no tenía el concepto de todos los lugares de la zona, pero logró ganarse el corazón de las y los vecinos gracias a su concepto aparentemente sencillo, pero con todo lo necesario para disfrutar de una mañana, tarde o noche agradable: café, pan y chela artesanal.

Tiempo después, mi amiga me llevó a probar su pan de muerto, porque era, en sus palabras, algo único y que no encontraría en ningún otro lugar. Fue así que, un domingo en la mañana nos lanzamos al pequeño local donde descubrí un pequeño paraíso cafetero, panero y cervecero. Y es que, Q’Pedro Pablo resultó ser un pequeño café de especialidad donde, además de muy buen café, tenían pan de la casa (el de muerto iba relleno un ganache de cerveza stout) y una buena variedad de cervezas artesanales en lata y en barril. ¡Una combinación ganadora! Gracias a esta visita, volví varias veces más por su café y para disfrutar de su pan recién horneado.

Con el tiempo, mi amiga se mudó a la Colonia Juárez, y curiosamente en esa época, Q’Pedro Pablo abrió una sucursal muy cerca de su nuevo hogar ¡hasta parece que ella solo buscaba tener ese café cerca! Así que, en sus primeros días en su nuevo hogar, decidimos darnos una vuelta por la nueva sucursal de Q’Pedro Pablo, en la calle de Marsella. En cuanto llegamos, descubrimos que el lugar ya no era un mini local como el de la Roma; de hecho, es un local mucho, muuuuucho más grande, con un gran número de mesas para sentarte a echar el pan con café, o una buena chela. Es un lugar para echar una plática agradable en las mañanas y enfiestar por las tardes.

¿Y qué encontrarás en Q’Pedro Pablo? Además del pan dulce, en este lugar cuentan con una buena variedad de entradas, tacos, sándwiches, desayunos y platillos especiales. Para que te des una idea, para empezar, puedes compartir unas bonless, sliders o una Landjager (salchicha de cazador alemana), y después hincarle el diente a un sándwich de suadero, brisket o pulled pork; o, por qué no, unos tacos de pastor negro, de suadero, chorizo o chicharrón con poblano. Eso sí, el platillo más consentido por las y los clientes es el Pambazo con Pulled Pork o Brisket (de hecho, en una tarde verás cómo pasean varios pambazos de camino a las mesas). Eso sí, toma en cuenta que, el menú cambia de sucursal a sucursal, debido a las limitaciones de cada cocina; así que, mientras que en Marsella encontrarás más entrepanes (sí, una palabra fina para decir sándwich) y tacos, en Durango encontrarás varias pizzas.

Para tomar, como ya lo mencioné, tienen una buena variedad de bebidas a base de café, como el espresso, el cortado, el flat white, el latte mazapán y el latte cajeta. También mencioné que tienen una muy buena variedad de cervezas artesanales mexicanas en lata y en barril, mismas que van cambiando cada temporada para que puedas disfrutar chelas diferentes en cada visita. Y si nada de eso se te antoja, puedes echarle un ojo a los cocteles que tienen en la carta. Encontrarás algunos cocteles clásicos como el carajillo, las mezcalitas, espresso martini, dry martini o el negroni; pero también podrás encontrarte una buena variedad de cocteles de la casa como el Simples Cosas, el Entre Amigos, el Brew Mojito (con cold brew) y el One Punch Mango, entre otros. ¿Ya se te antojó?

Lo mejor de todo, es que, en cualquiera de las dos sucursales de Q’Pedro Pablo encontrarás un ambiente bastante relajado, a pesar de las zonas, por lo que podrás disfrutar de una tarde tranquila con buen café, pan delicioso, comida rica y/o una refrescante chela. Así que, si buscas un lugar dónde disfrutar de estas cuatro delicias mientras disfrutas con tu pareja, ligue o amigxs, vale la pena que te des una vuelta por Q’Pedro Pablo y disfrutes de todo lo que tienen que ofrecer en este lugar.

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Costo por persona: De $100 a $300 pesos (dependerá de si pides comida, chela o café)
Página Web: restocafeybar.com
Instagram: instagram.com/cafeqpedropablo
Facebook: facebook.com/cafeqpedropablo

Sucursal Durango (Colonia Roma)
Dirección: Calle de Durango #108, Colonia Roma Norte, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 8:00 a 20:00 hrs.

Sucursal Marsella (Colonia Juárez)
Dirección: Calle de Marsella #74, Colonia Juárez, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 9:00 a 22:00 hrs., los domingos cierra a las 17:00 hrs.

Muguen Café, café de especialidad, anime y vinilos en la Roma

Muguen es un término japonés que se puede traducir como infinito. También es un el nombre del motor de videojuegos de lucha más popular de principios de este siglo, y también es el nombre de un pequeño café de especialidad que se esconde sobre la avenida San Luis Potosí, en la Colonia Roma. ¿Café de especialidad? Si no estás familiarizada o familiarizado con el término, debes saber que, el café de especialidad es un grano cuya trazabilidad va desde la siembra, hasta la extracción; es decir, que el lugar conoce todo el proceso de cultivo de tu café, para poder ofrecerte un grano de calidad y servirte una taza que resalte las propiedades organolépticas (sabores, aromas y texturas) del mismo.

Pero hablemos de Muguen Café. Es una pequeña barra de café inspirada en el anime y la música alternativa. ¿Cómo es un café inspirado en animes? No vayas a creer que tienen bebidas japonesas servidas en juguetes, más bien es una barra cuyo diseño está inspirado en las calles de Tokyo y en sus paredes podrás encontrarte con una buena variedad de juguetes inspirados en los animes más importantes, así como algunos vinilos conmemorativos de las caricaturas más importantes de Japón: Sailor Moon, los Caballeros del Zodiaco, Evangelion, etc. ¿Y la música? Bueno, pues resulta que, en este lugar tienen una buena colección de vinilos (sí de anime, pero también) de música alternativa, mismos que están sonando todo el tiempo para armonizar el ambiente.

Al ser un café de especialidad, en su menú encontrarás varias bebidas a base de espresso, como el cortado, el capuchino y el flat white; y también podrán prepararte tu americano “artesanal” con una V60. Además, tienen varios cafés fríos, preparados con espresso y cold brew, así como chocolate, chai, matcha, , una fresa latte (bebida de la casa) y tres chupitos o cocteles elaborados con cold brew y/o matcha. Y, para comer, tienen algunas galletas, algunos panes o postres, pan francés y croque madame.

Yo fui un miércoles por la tarde y, aunque pensé que me tratarían mal por ser mexicano en la Roma, resultó que el servicio fue bastante amable. Me pedí un flat white, y poco después me entregaron una pequeña charola de madera con un flat white en un vaso Gibraltar y del otro una galleta de caramelo Lotus para acompañar mi bebida. ¡Un maridaje perfecto! La verdad es que el café estaba bastante bueno; cremoso y con un buen panorama de sabores y aromas que lo hacían más disfrutable. Pero, al maridarlo con la galleta Lotus, terminé más que extasiado con la combinación.

Muguen Café es un lugar sencillo, pero con onda. Un lugar en el que encontrarás una buena taza de café, muy bien cuidada, en un ambiente alternativo y diferente, y a precios razonables para la zona. Además, si llevas tu Pasaporte del Café de Especialidad (3era. Edición) te harán un descuento en tu compra. Así que, si andas en la Roma y buscas un buen café sin tantas pretensiones, vale la pena que te des una vuelta por Muguen Café y disfrutes de su café de especialdiad.

P.D.: Muguen también es el nombre de un método de extracción o modelo de V60 llamado Hario V60 Muguen Dripper (y probablemente es uno de los que usan, pues en la carta dice Hario Dripper)

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Dirección:
 San Luis Potosí #60-B, Colonia Roma Norte Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a viernes de 8:00 a 20:00 hrs., sábado y domingo de 9:30 a 18:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/mugen.cafe.mx

Máneken Café, un oasis de café de especialidad en Eugenia

Hace unos días salió la tercera edición del Pasaporte del Café de Especialidad y obviamente lo compré, porque me parece una buena forma de conocer nuevos cafés a lo largo y ancho de la Ciudad de México. Y hoy, hojeando el pasaporte, descubrí que me quedaba una cafetería a unos pasos de donde tendría mi junta (bueno, a una estación de metro/metrobús), así que, no lo pensé dos veces y decidí darme un tiempo para pasar antes de mi junta, por un café de Máneken Café, en la Narvarte Poniente.

Después de cruzar la ciudad en la Línea 3 del Metrobús, me bajó en Eugenia, crucé a la acera y empecé a caminar en busca del lugar. Debo confesar, que, por un momento pensé que el lugar no existía, y es que se encuentra muy bien escondido entre la enorme panadería, la entrada al metro y los puestos ambulantes que se adueñaron de la banqueta; pero, justo después de pasar unos baños públicos, me encontré con una pequeña puerta de cristal que indicaba que había llegado a Máneken Café. Por el tamaño de la puerta, y por la ubicación, pensé que sería un café muy pequeño; sin embargo, al entrar, descubrí que estaba completamente equivocado.

Entre a un pequeño pasillo. Primero me recibió una vieja máquina para tostar café, que daba inicio a una fila de unas cuatro o cinco mesas pequeñas; frente a ellas, una larga barra, detrás de la que había dos baristas que me dieron la bienvenida muy amablemente. Al terminar esta barra, había otro pasillo un poco más largo, con más mesas; y, al final de este, había otra barra donde preparaban alimentos. Más allá de la barra se podían ver las máquinas donde tuestan el café que sirven en Máneken.

Al pedir mi doble cortado, uno de los baristas me comentó que tenían dos granos diferentes de café, uno de Chiapas y otro de Guerrero (si no mal recuerdo), uno lavado y el otro natural. Le comenté que no quería que fuera un café tan ácido y él me recomendó el Chiapas. Mientras preparaban mi café, empecé a ver su carta de bebidas y de alimentos. Resulta que, en Máneken Café tienen tres bebidas a base de espresso: espresso, capuchino y latte; pero también cuentan con varios métodos de extracción para servirte un buen café filtrado: aeropress, sifón japonés, chemex, clever, v60 y prensa francesa. También tienen infusiones/tizanas, tés, sodas italianas, chamoyadas, smoothies y chocolate, entre otras bebidas. Para comer, Máneken Café ofrece una buena variedad de desayunos (como molletes, chilaquiles, sopes, enchiladas y huevos a la cazuela), crepas dulces y saladas, y algunos otros platillos casuales, sin pretensiones.

Mientras veía el menú, me sirvieron mi café y un vaso con agua. Probé el café y debo decir que me gustó bastante. No era un café ácido, pero tampoco era tan amargo, de hecho, era un café con una buena variedad de matices y sabores, lo que hizo que disfrutara cada sorbo del mismo. Terminé mi café, me sellaron el pasaporte para darme un descuento y me fui contento con mi nuevo descubrimiento cafetero. Así que, seguramente regresaré a este café y casa tostadora, que es un oasis de tranquilidad en medio del caos de la zona, la próxima vez que tenga junta por acá.

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Dirección:
 Av. Cuauhtémoc #905, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a sábado de 7:00 a 21:00 hrs,, domingo de 8:00 a 16:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/cafemaneken
Facebook: facebook.com/ManekenCafe

Amorama Café, un rincón de pan y café en la Nápoles

¿Eres fan del café y el pan dulce? Si respondiste que sí, seguramente, como nosotros, eres fan de ir a conocer nuevas cafeterías y panaderías escondidas en la Ciudad de México. Y, si te gusta explorar estos lugares, entonces tienes que conocer Amoroma Café en la Colonia Nápoles; un pequeño y sencillo café escondido en la esquina de Galveston y Dakota, que busca destacar con su propuesta panadera y cafetera y con los precios más competitivos de la zona.

El lugar es pequeño y sencillo. Cuenta únicamente con unas tres o cuatro mesas en el salón principal y unas dos más sobre la acera. Las paredes claras y el mobiliario de madera y marmoleado crean un ambiente acogedor, ideal para sentarte a trabajar, leer o platicar toda la tarde en compañía de un buen café. Y probablemente lo que más llama la atención del lugar es la pequeña vitrina en la que exhiben su variedad de pan dulce horneado todos los días: Conchas, Cruasanes (Croissant), Galletas, Scones, Chocolatines, Orejas, Babka de chocolate y de canela, y el Cubo Rubik, que es una especie de cruasán en forma de cubo.

En cuanto al café, debes saber que, en este lguar cuentan con varias bebidas a base de café que vale la pena probar: Espresso, Ristretto, Macchiato, Flat White, Americano, Capuccino, Latte, Mocha y Dirty Chai. También cuentan con otras bebidas frías y calientes como Taro, Matcha, Chocolate, Tisanas y Smoothies. Y si llegas con suficiente hambre, para comer puedes pedirte unos molletes, un bagel de salmón, baguette de pollo césar, cruasán de jamón, chilaquiles o un toast de aguacate, entre otros. Además, cuentan con una buena variedad de pasteles para que cumplas cualquier antojo que traigas.

Para este punto, creo que es muy importante mencionar que el pan de Amorama Café está bastante bueno y vale mucho la pena probarlo. Además, los costos del café, que también es muy rico (y sin ser pretencioso), es el más accesible en la zona de la Nápoles; probablemente solo las fondas, el café del Oxxo y la bici que vende café instantáneo tengan café más barato, pero de mucho menos calidad. Justo por esto vale mucho la pena darse una vuelta por Amoroma Café si vives o trabajas en la Nápoles, especialmente en la zona del WTC, y buscas un buen café para despertar en la mañana o combatir el mal de puerco.

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Dirección:
 Dakota #68, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 7:00 a 9:00 hrs. (los domingo abren a las 8:00)
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/amoramacafe