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Metro Universidad, una puerta al conocimiento en el sur de la CDMX

Si alguna vez has viajado al sur de la Ciudad de México, seguramente conoces el Metro Universidad, terminal de la Línea 3 del Metro capitalino. Su nombre no es casualidad: está ubicado justo al lado de la Ciudad Universitaria de la UNAM, una de las instituciones educativas más importantes de América Latina.

El ícono de esta estación representa el escudo oficial de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el cóndor y el águila que simbolizan el espíritu latinoamericano. Ese mismo espíritu quedó plasmado en el lema que propuso José Vasconcelos, primer secretario de Educación Pública y rector de la UNAM: “Por mi raza hablará el espíritu”, una frase que refleja la vocación humanista con la que nació esta casa de estudios.

La estación fue inaugurada en agosto de 1983, convirtiéndose en un gran alivio para miles de estudiantes que, hasta entonces, tenían menos opciones de transporte para llegar al campus. Desde entonces, Metro Universidad se volvió una parada clave para la comunidad universitaria y para quienes se desplazan al sur de la ciudad por Insurgentes.

Arte en movimiento

Una de las joyas escondidas en esta estación es el mural “La Universidad en el umbral del siglo XXI”, del artista Arturo García Bustos, quien fue discípulo de Frida Kahlo. Realizado en 1989, este mural de 55 metros cuadrados muestra escenas y personajes históricos que han marcado la historia científica y cultural del país. También aparecen el cóndor y el águila, presentes en el escudo de la UNAM, reforzando la identidad de la estación.

Mucho movimiento y conexiones clave

Esta estación es una de las más transitadas de toda la red del Metro. Tan solo en 2023, registró más de 17 millones y medio de pasajeros, con un promedio diario de casi 49 mil usuarios. Si eres de lxs que viajan seguido por la Línea 3, probablemente sabes cuándo hay vacaciones en la UNAM porque… ¡el vagón viene mucho más vacío!

Además del Metro, en Universidad también puedes encontrar:

  • Rutas del Pumabús, el transporte gratuito dentro del campus universitario.
  • Conexión con autobuses y RTP que van hacia el sur de la ciudad.
  • Estaciones de bicicletas y paradas de taxis.
  • Un CETRAM, que facilita el intercambio entre diferentes medios de transporte.

Un punto de entrada a la Ciudad Universitaria

Desde aquí, es muy fácil llegar a distintos puntos de Ciudad Universitaria, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ya sea para asistir a clases, visitar museos, admirar murales, caminar por sus jardines o simplemente pasar una tarde entre árboles y cultura, Metro Universidad es la mejor forma de comenzar el recorrido.

Así que la próxima vez que bajes en esta estación, recuerda que no solo estás entrando a una terminal del Metro, sino a un espacio cargado de historia, arte y conocimiento.

Metro Copilco, un punto de encuentro entre la educación y la historia

Ubicada al sur de la Ciudad de México, en la alcaldía Coyoacán, Copilco es una de las estaciones más emblemáticas de la Línea 3 del Metro. Su nombre proviene del náhuatl copilli (corona o tocado) y el sufijo -co, que indica lugar, por lo que significa “En la corona real”. Una forma poética de nombrar esta zona que, aunque hoy está llena de estudiantes, oficinistas y viajerxs, también guarda secretos bajo tierra.

Un pasado entre lava y ofrendas

¿Sabías que Copilco fue un antiguo cementerio cubierto por lava? La historia geológica de esta zona se remonta a la erupción del volcán Xitle, alrededor del año 500 a. C., que formó los Pedregales del sur. Durante la construcción del metro, se encontraron esqueletos y piezas de cerámica, vestigios de antiguas ofrendas fúnebres protegidas por metros de roca volcánica.

El ícono de la estación representa una serpiente dentro de un cuerpo de agua, una figura inspirada en el arte olmeca del periodo Preclásico medio. Esta imagen fue interpretada como una especie de dragón celeste relacionado con la lluvia, que más adelante se convirtió en una representación del Dios del Agua.

Una galería bajo tierra

Aunque muchxs pasan de prisa, en Copilco hay una obra que merece una pausa: el mural “El perfil del tiempo”, del artista mexicano Guillermo Ceniceros. Con mil metros cuadrados distribuidos en los andenes, este mural es una ventana a la historia universal y al arte de distintas culturas. Desde las pinturas rupestres mexicanas hasta la Gioconda, pasando por Quetzalcóatl, Marco Polo, Posada, Diego Rivera y Picasso, es un recorrido visual por el tiempo y el espacio.

Ceniceros, quien fue discípulo de David Alfaro Siqueiros, dijo alguna vez que “Copilco no es un museo, pero se convirtió en un lugar de musas”. Y tiene razón. Esta estación es una galería en movimiento, donde las musas viajan en vagones naranja.

Gracias a su cercanía con Ciudad Universitaria de la UNAM, Copilco es una de las estaciones con más tránsito estudiantil. En 2023, registró más de 11 millones de usuarios, lo que la colocó entre las 20 estaciones más concurridas de todo el sistema.

Además de su mural y su historia, la estación conecta con importantes avenidas como el Eje 10 Sur, y desde aquí puedes explorar lugares como la colonia Copilco-Universidad o la Unidad Habitacional Integración Latinoamericana.

¿Te imaginas caminar todos los días sobre una antigua lava volcánica, mientras el arte y la historia te acompañan a cada paso? Eso es lo que pasa en Metro Copilco: un punto donde el pasado y el presente viajan juntos.

Metro Coyoacán, historia y significado de un ícono del Metro CDMX

Ubicada en la Línea 3 del Metro, Coyoacán es una estación cuyo nombre y diseño evocan un pasado lleno de tradiciones y leyendas. Su ícono representa la silueta de un coyote, símbolo que rinde homenaje al vocablo náhuatl “Coyohuacán”, que significa “Lugar de Coyotes“. El círculo en el centro del coyote, semejante a un ojo de agua, rememora los antiguos manantiales que una vez alimentaron estas tierras.

Coyoacán fue fundada por los toltecas entre los siglos X y XII d.C., y más tarde, tras la caída de Tenochtitlán, se convirtió en la capital de la Nueva España. Fue aquí donde Hernán Cortés estableció uno de sus campamentos mientras la ciudad se reconstruía, y donde el último emperador azteca, Cuauhtémoc, sufrió terribles infortunios. Esta rica historia le da a la estación un profundo significado cultural y ancestral, conectándola con las raíces de la Ciudad de México.

Originalmente, la estación casi se llamó Centro Bancomer, debido a la proximidad con el edificio principal de este banco. Sin embargo, para facilitar la identificación y aprovechar la relevancia histórica y cultural de la zona, las autoridades optaron por el nombre de Coyoacán. Aunque la estación se ubica sobre Avenida Universidad en la alcaldía Benito Juárez —y no en el centro histórico de Coyoacán—, sigue sirviendo como un importante enlace hacia el corazón de la tradición cultural mexicana.

La estación Coyoacán abrió sus puertas como parte de la última etapa de la ampliación de la Línea 3 en 1983 y, a lo largo de los años, se ha convertido en tendencia en redes sociales. Un video viral en TikTok puso de manifiesto la confusión que genera su ubicación, ya que muchxs se preguntan: “¿Por qué la estación Coyoacán no está en Coyoacán?” Esta polémica, lejos de restar valor, ha puesto de relieve la importancia simbólica y la historia detrás de su nombre.

Con salidas estratégicamente ubicadas a través de avenidas cercanas como Real de Mayorazgo y Martín Mendalde, la estación es un punto de conexión para diversas rutas de la Red de Transporte de Pasajeros, facilitando el acceso tanto a los habitantes de la zona como a quienes buscan acercarse a sitios de interés en el centro histórico de Coyoacán.

Metro Coyoacán es mucho más que una simple parada: es un pedazo de la historia y la cultura que definen a la Ciudad de México. La próxima vez que lo utilices, recuerda que detrás de la silueta de ese coyote se esconde la tradición de un “Lugar de Coyotes“, lleno de historia y legado ancestral.

Metro Miguel Ángel de Quevedo, una estación con raíces profundas

Ubicada al sur de la Ciudad de México, justo en la frontera entre Coyoacán y Álvaro Obregón, la estación Miguel Ángel de Quevedo de la Línea 3 del Metro no solo es un punto clave de movilidad urbana, también es un homenaje vivo a uno de los grandes ecologistas del país. Su ícono —un árbol— no es casualidad: representa la profunda conexión entre este lugar y la figura de Miguel Ángel de Quevedo, conocido como el Apóstol del Árbol.

Miguel Ángel de Quevedo nació en Guadalajara en 1862 y, aunque su infancia fue acomodada, la vida le presentó grandes desafíos desde joven. Tras la muerte de su madre y el trágico secuestro de su padre, emigró a Francia, donde estudió ingeniería civil con especialidad en hidráulica en la prestigiosa Escuela Politécnica de París. Ahí conoció a científicos de talla mundial, como Louis Pasteur, y aprendió la importancia de integrar la naturaleza al crecimiento urbano.

De regreso en México, trabajó para el gobierno como jefe del Departamento Forestal y promovió incansablemente la protección de los bosques, incluso cuando la política del momento favorecía la explotación de los recursos naturales. Gracias a su visión, la Ciudad de México aumentó su superficie verde en un 800%.

Una de sus obras más emblemáticas fue la creación de los Viveros de Coyoacán en 1907, proyecto que nació con árboles plantados en terrenos que él mismo donó. El vivero creció tanto que en 1938 fue declarado Parque Nacional por el presidente Lázaro Cárdenas, gran amigo de Quevedo. Hoy en día, este espacio verde sigue produciendo árboles y es un pulmón vital de la ciudad.

Además, fundó la Sociedad Forestal Mexicana, luchó por leyes que protegieran el entorno y convirtió su propio rancho —el Rancho Arboretum, antes llamado Panzacola— en un santuario de árboles.

La estación del Metro fue nombrada así por la avenida que la cruza, también dedicada a este gran defensor del medio ambiente. Como un guiño a su legado, el símbolo de la estación es un árbol. Pero no es lo único que la hace especial: justo por debajo de sus vías corre el río Magdalena, lo que ha obligado a que los andenes estén separados, algo poco común en el Metro capitalino.

Miguel Ángel de Quevedo es también una de las estaciones más fotografiadas de la Línea 3, tanto por su diseño como por el bullicio de la zona, repleta de librerías, cafés y centros comerciales como Oasis Coyoacán. Desde aquí puedes caminar fácilmente hacia los Viveros de Coyoacán o explorar los alrededores, llenos de esculturas y rincones culturales.

Miguel Ángel de Quevedo murió en 1946, pero su legado sigue más vivo que nunca. Cada día, más de 27 mil personas transitan por la estación que lleva su nombre, tal vez sin saber que caminan sobre el legado de un hombre que soñó con una ciudad más verde, más limpia y más consciente del valor de la naturaleza.

Así que la próxima vez que pases por aquí, recuerda que esta no es solo una estación de paso: es también una invitación a mirar los árboles, a respirar hondo… y a agradecer a quien los protegió.

Metro Viveros/Derechos Humanos, donde la naturaleza se cruza con los derechos

Ubicada en la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México, la estación Viveros/Derechos Humanos es mucho más que un punto de paso: es una invitación a reflexionar sobre el entorno natural y la dignidad humana. Su nombre y su símbolo —una planta brotando de unas manos convertidas en palomas— lo dicen todo: aquí confluyen los ideales de paz, vida y justicia.

Durante años, esta estación se llamó simplemente Viveros, en referencia al famoso Parque Viveros de Coyoacán, que se encuentra justo encima de los andenes. Estos viveros fueron fundados en los terrenos del antiguo rancho Panzacola, donados por el ingeniero Miguel Ángel de Quevedo, y desde entonces han sido clave en la reforestación del Valle de México. Hoy en día, en ese espacio verde se cultivan especies forestales que se usan para reforestar o se ponen a la venta, siendo también un lugar ideal para caminar, correr o simplemente respirar aire fresco.

Sin embargo, en 2009 la estación cambió de nombre para incorporar también a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, cuya sede se encuentra a unos pasos. Así nació el nombre compuesto Viveros/Derechos Humanos, reconociendo el papel fundamental de esta institución en la defensa de los derechos y libertades en la capital.

Además del verde del parque y el trabajo de la Comisión, esta estación también ofrece una dosis de arte. En sus escaleras puedes encontrar el mural “Una tarde dominical bajo la Ciudad de México”, del artista Jason Schell (aunque, creo que ya quitaron el mural), que rinde homenaje a los millones de personas que viajan cada día en el Metro, tanto por trabajo como por placer.

Y eso no es todo. Desde 2018, Viveros/Derechos Humanos se transformó en una verdadera selva subterránea. ¿Cómo? Gracias a una exhibición permanente sobre la Selva Lacandona, uno de los ecosistemas más importantes y biodiversos del país. Más de dos mil metros cuadrados de la estación fueron decorados con imágenes de jaguares, guacamayas, ceibas y tapires. Incluso hay un puente colgante con una boa gigante, un árbol de cinco metros y escaleras decoradas como si fueran piel de animales. Esta exposición no solo es perfecta para selfies, también nos recuerda la importancia de conservar nuestros bosques y selvas.

Viveros/Derechos Humanos se encuentra entre las alcaldías Coyoacán y Álvaro Obregón, y es una parada clave para quienes viven en colonias como Florida, Axotla y el Barrio de Santa Catarina. También conecta con rutas de autobuses y es una excelente opción para quienes quieren explorar los alrededores, como el encantador Museo Nacional de la Acuarela o las pintorescas calles de Museo Nacional de la Acuarela .

Si vas con prisa, tal vez solo notes que las salidas están en el mismo andén (algo poco común en el Metro). Pero si tienes unos minutos, date la oportunidad de admirar lo que hace especial a esta estación. Aquí, bajo tierra, conviven la lucha por los derechos humanos, la conciencia ambiental, el arte urbano y, por supuesto, el espíritu de una ciudad que no deja de moverse.

Metro Zapata, una estación con historia, cultura y mucho movimiento

Si alguna vez has pasado por el sur de la Ciudad de México, seguro conoces la estación Metro Zapata, ese punto de conexión entre la Línea 3 y la Línea 12 que, además de mover miles de personas cada día, es también un homenaje viviente a uno de los personajes más importantes de la Revolución Mexicana: Emiliano Zapata.

¿Quién fue Emiliano Zapata?
Nacido el 8 de agosto de 1879, Zapata fue un líder campesino originario de Morelos. Desde joven, trabajó como caballerango, lo que le permitió ver de cerca las injusticias que sufrían los campesinos. Esto marcó su vida y su lucha: defender la tierra y los derechos de los más desprotegidos. En 1910 se unió a la Revolución Mexicana y, tras conocer el Plan de San Luis de Francisco I. Madero, tomó las armas en 1911. Más adelante, en 1911, redactó su propio programa político: el Plan de Ayala, en el que exigía la devolución de las tierras a los pueblos originarios.

Murió en 1919 en Chinameca, pero su legado sigue vivo, incluso bajo tierra… en una estación del Metro.

¿Por qué se llama así la estación?

El nombre “Zapata” proviene de la avenida Emiliano Zapata, donde se ubica la estación. El ícono que la representa es un contorno del busto del caudillo, con su característico sombrero, un símbolo inconfundible de su imagen revolucionaria.

Esta estación fue inaugurada en 1980 como terminal provisional de la Línea 3, hasta que en 1983 se extendió hasta Universidad. Años más tarde, en 2012, con la llegada de la Línea 12, se volvió un importante punto de conexión en la red del Metro.

Un centro cultural bajo tierra

Pero Metro Zapata no es solo un punto de paso: ¡es también un pequeño centro cultural subterráneo! En el pasillo de transborde entre las líneas 3 y 12 puedes encontrarte con varias sorpresas:

  • Museo de la caricatura: Este pasaje alberga más de 200 obras de grandes caricaturistas como Trino, Rius y José Guadalupe Posada. Es un espacio que invita a la crítica social, al humor y a la reflexión.
  • Galería mural dedicada a Zapata: Ideal para conocer más sobre la vida del caudillo y la identidad de la estación.
  • Cine Zapata: ¡Sí, hay cine en el Metro! Las funciones son gratuitas (solo necesitas tu boleto del Metro) y se proyectan los martes y jueves a las 16:00 h. También hay funciones especiales y exposiciones.
  • Librería Rius: Si te gusta leer mientras viajas, este es tu lugar. Puedes encontrar libros, juegos de mesa, separadores y hasta souvenirs. Abre de lunes a viernes de 11 a 20 h y los sábados de 12 a 19 h.

Conectividad que se mueve

La estación está ubicada en la alcaldía Benito Juárez y conecta con varios medios de transporte: Metrobús, Trolebús, rutas de RTP y corredores concesionados. Además, cuenta con múltiples salidas hacia avenidas importantes como Universidad, Municipio Libre y Félix Cuevas, además de un CETRAM (Centro de Transferencia Modal) que facilita aún más la movilidad.

Una estación con vida

Cada día laboral, más de 9 mil personas pasan por esta estación. Y aunque ha tenido altibajos en afluencia —especialmente tras el cierre temporal de la Línea 12 entre 2021 y 2023—, sigue siendo una de las estaciones más transitadas y queridas del sistema.

Metro Zapata es más que una estación: es un punto de encuentro entre la historia, la cultura y la movilidad de la ciudad. Así que la próxima vez que pases por ahí, detente un momento y date una vuelta por su museo, su librería o su cine. Seguro descubrirás algo nuevo… incluso antes de abordar el tren.

Metro División del Norte, arte, música e historias trágicas en la CDMX

Si alguna vez te has subido al Metro en la Línea 3 rumbo al sur y bajaste en División del Norte, quizá te preguntaste qué tiene que ver ese nombre con la Revolución mexicana. Pues bien, ¡mucho más de lo que imaginas!

Esta estación toma su nombre de la avenida División del Norte, una de las más importantes del sur de la CDMX. Pero más allá del tráfico y los microbuses, esta avenida recuerda a uno de los ejércitos más emblemáticos de la Revolución: la División del Norte, comandada por Francisco Villa, mejor conocido como Pancho Villa.

El ícono de la estación muestra al mismísimo Villa montado a caballo, como en la escultura que antes se encontraba en una glorieta donde se cruzaban las avenidas División del Norte, Universidad y Cuauhtémoc. Aquella glorieta desapareció con la llegada del Metro, pero la estatua fue reubicada al Parque de los Venados, también conocido como Parque Francisco Villa. Ahí sigue vigilando la zona con mirada revolucionaria.

Dentro de la estación también puedes ver el mural Encuentro de culturas”, obra de la pintora italiana Graziella Scotese, inaugurado en 2007. ¡Un pedazo de arte en plena rutina diaria! Y también está el pasillo de los compositores mexicanos, donde podrás ver el rostro de cientos de compositores y compositoras que han musicalizado la historia de México.

Además, esta estación es un punto de conexión clave en el sur de la ciudad. Se conecta con varias rutas de transporte público sobre avenidas como Cuauhtémoc, Universidad y Ángel Urraza, y con la Línea 3 del Metrobús, así que moverse por aquí es muy fácil.

Salidas hacia colonias como Letrán Valle, Narvarte Poniente y Del Valle, la convierten en una estación muy útil para miles de personas al día. Aunque en los últimos años no ha estado en el top de afluencia, sigue siendo una parada estratégica para quienes viven, trabajan o estudian por la zona.

Eso sí, como en muchas estaciones del Metro, también han ocurrido hechos trágicos, como el caso de la actriz Judith Velasco en 1994, recordándonos que detrás del concreto y los vagones también hay historias humanas. ¿Qué pasó con Judith Velasco? Pues, despúes de varios años luchando contra la depresión, el 16 de febrero de 1994, salió de su departamento, entró al metro División del Norte y se arrojó a las viías al paso de un tren, quitándose la vida. Hoy en día, sus restos descansan en una cripta del panteón Mausoleos del Ángel.

Así que ya sabes: la próxima vez que pases por División del Norte, piensa que no solo es una parada del Metro, sino también un pedacito de la Revolución… y del arte urbano de la ciudad.

Metro Eugenia, la estación de “la bien nacida”

Si alguna vez has pasado por la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México —esa que va de Indios Verdes a Universidad— quizá te hayas detenido en la estación Eugenia, una parada con un nombre bonito y una historia aún más entrañable.

El nombre “Eugenia” no es casualidad. A principios del siglo XX, en esta zona del sur de la ciudad existía una propiedad conocida como la Quinta Eugenia, llamada así en honor a su dueña, una dama recordada por su generosidad y sus obras en favor de la comunidad. Entre 1920 y 1924, cuando se comenzaron a nombrar oficialmente las calles de la zona, la avenida donde se encontraba esta quinta adoptó su nombre y se convirtió en la actual Avenida Eugenia.

La estación, inaugurada como parte de la ampliación de la Línea 3 hacia el sur, lleva orgullosamente este nombre. Y para hacer aún más especial el homenaje, su ícono es una cigüeña, un símbolo que evoca el significado del nombre Eugenia: “la bien nacida”.

Ubicada en el cruce del Eje 1 Poniente (Avenida Cuauhtémoc) con el Eje 5 Sur (Avenida Eugenia), esta estación se encuentra justo entre las colonias Vértiz Narvarte y Narvarte Poniente, dentro de la alcaldía Benito Juárez.

Además de su valor histórico y simbólico, la estación Eugenia también es práctica y bien conectada. Tiene salidas tanto al oriente como al poniente, y está cerca de lugares de interés como el Templo de San Antonio María Claret.

En cuanto a su uso, aunque no es de las estaciones más concurridas del sistema, sí ha mostrado una recuperación constante en los últimos años. En 2023, recibió más de 4 millones de pasajeros, lo que representa un aumento significativo respecto a los años anteriores.

Así que la próxima vez que pases por ahí, ya sabrás que no es solo una estación más: Eugenia es un pedacito de historia urbana, un guiño a la memoria de una mujer generosa y al significado profundo de su nombre.

Metro Etiopía / Plaza de la Transparencia, un símbolo de amistad y derechos en la colonia Narvarte

Entre las estaciones del Metro de la Ciudad de México hay algunas con nombres curiosos, y una de ellas es sin duda Etiopía / Plaza de la Transparencia, en la Línea 3. Suena raro, ¿no? ¿Qué tiene que ver Etiopía, un país africano, con una estación en la colonia Narvarte? Pues mucho más de lo que imaginas.

Todo comenzó en los años 30, cuando el emperador de Etiopía, Haile Selassie I, fue obligado a exiliarse tras la invasión de su país por parte de la Italia fascista. Mientras la mayoría del mundo guardaba silencio, México alzó la voz en su defensa. El entonces presidente Lázaro Cárdenas y el diplomático Isidro Fabela condenaron abiertamente la agresión italiana en la Sociedad de Naciones (el antecesor de la ONU).

Ese gesto solidario no fue olvidado. Años después, en 1954, Haile Selassie visitó México para agradecer el apoyo, y en su honor se nombró la Glorieta de Etiopía, ubicada en el cruce de las avenidas Cuauhtémoc y Xola. Hoy la glorieta ya no existe, pero su recuerdo vive en el nombre de la estación de metro más cercana: Etiopía, inaugurada como parte de la ampliación de la Línea 3.

En el andén de la estación todavía puede verse una placa conmemorativa de esa visita imperial, que marcó un momento importante en las relaciones entre México y Etiopía. De hecho, en Addis Abeba, la capital etíope, también existe una Plaza México, como símbolo de esa amistad mutua.

¿Y qué tiene que ver la “Plaza de la Transparencia”?

En 2009, el nombre de la estación cambió a Etiopía / Plaza de la Transparencia, y su ícono también se actualizó: ahora muestra una cabeza de león, emblema del antiguo imperio etíope, junto con el logotipo del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

¿La razón? Muy simple: la sede del INAI está justo a unos pasos de la estación. Este organismo se encarga de garantizar que las y los ciudadanos puedan acceder a la información pública y proteger sus datos personales, pilares fundamentales de cualquier democracia moderna.

Así, el nombre actual de la estación refleja dos valores importantes: la solidaridad entre pueblos y el derecho a la información.

Más allá del nombre

Además de su carga histórica y simbólica, Etiopía / Plaza de la Transparencia es una estación muy transitada. En 2023, recibió más de 7.7 millones de usuarios, lo que la colocó entre las 50 estaciones más concurridas del Metro capitalino.

También es una estación con excelente conectividad, ya que ahí puedes hacer transbordo con las Líneas 2 y 3 del Metrobús, lo que la convierte en un punto estratégico para quienes se mueven por la zona centro-sur de la ciudad.

Una estación, dos historias

Así que la próxima vez que pases por la estación Etiopía / Plaza de la Transparencia, recuerda que no es solo un punto más en el mapa del Metro: es un lugar que celebra una antigua amistad internacional y un compromiso con los derechos ciudadanos. ¿Quién iba a pensar que una estación podía decir tanto?

Metro Centro Médico, un lugar de encuentro entre la movilidad y la salud

La estación Centro Médico no solo es un punto de conexión entre dos líneas importantes del Metro de la Ciudad de México (Línea 3 y Línea 9), también es una parada con mucha historia relacionada con la salud de las y los mexicanos. Su nombre proviene del Centro Médico Nacional Siglo XXI, uno de los complejos hospitalarios más importantes del país, y con el que está directamente conectada mediante un acceso interno.

Su ícono es un caduceo, símbolo que, aunque originalmente representaba el comercio, desde el siglo XVI se ha adoptado como emblema de la medicina. Este detalle nos recuerda la misión del lugar al que debe su nombre: ofrecer atención médica y ser referente en la enseñanza de la salud en México.

La historia del Centro Médico Nacional comenzó en 1961, cuando la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia (hoy Secretaría de Salud) decidió construirlo en esta zona para aprovechar la cercanía con otros hospitales ya existentes, como el Instituto Nacional de Cardiología. Curiosamente, la obra fue financiada completamente por la Lotería Nacional. Hoy en día, esta área concentra varios hospitales de gran relevancia, como el Hospital Infantil de México, y es un punto clave en la red de servicios médicos del país.

Una estación con mucha vida

La estación Centro Médico abrió sus puertas en dos etapas: en 1980, como terminal provisional de la Línea 3, y más adelante, en 1987, se integró a la Línea 9, convirtiéndose en una importante estación de correspondencia.

Además de su función como nodo de transporte, la estación también es un espacio cultural. En su interior puedes encontrar el mural “Medicina tradicional y medicina contemporánea” del artista Arturo Estrada, una obra de 44 metros cuadrados que retrata diversas formas de atención médica, desde la herbolaria hasta la medicina moderna.

Conectividad y salidas

La estación cuenta con múltiples accesos ubicados en la Colonia Roma Sur y Colonia Buenos Aires, y se conecta con otros sistemas de transporte como la Línea 3 del Metrobús. También está equipada con instalaciones para personas con discapacidad y espacios comerciales.

¿Qué hay cerca?

Entre los sitios de interés cercanos destacan el propio Centro Médico Nacional Siglo XXI y el Panteón Francés de la Piedad, uno de los cementerios más antiguos y elegantes de la ciudad.

Datos curiosos

En 2023, la estación tuvo una afluencia combinada de más de 9.9 millones de pasajeros entre las dos líneas, lo que refleja su importancia como punto de paso tanto para quienes van a consulta médica como para los que transitan entre el sur y el oriente de la ciudad.