Archivos de la categoría Arte y Cultura

Disfruta de un día lleno de arte con nuestras recomendaciones de museos, exposiciones, happenings y demás eventos artísticos que tienen lugar en la CDMX.

Museo del Caracol, un recorrido interactivo por la historia de México en Chapultepec

¿Sabías que la historia de México puede ser tan fascinante como divertida? Si quieres descubrirla de una manera diferente y emocionante, el Museo del Caracol es el lugar perfecto para ti. Situado justo al lado del Castillo de Chapultepec, este museo ha estado abriendo sus puertas al público durante más de 60 años, y su misión ha sido clara desde el principio: enseñar la historia de nuestro país de una manera divertida y accesible, especialmente para las y los niños. ¡Así que si tienes curiosidad por conocer más sobre las grandes etapas de la historia de México, este es tu sitio!

Con su diseño único en forma de espiral de caracol, el Museo del Caracol es mucho más que un simple edificio; es un viaje a través del tiempo. Aquí, a través de maquetas, fotos y cuadros, podrás adentrarte en momentos cruciales de nuestra historia, desde los primeros días de la Independencia hasta la creación de la Constitución de 1917. Imagina poder ver con tus propios ojos cómo se dieron las conspiraciones, los levantamientos armados, las grandes batallas, y sí, también las derrotas y momentos trágicos que marcaron el rumbo de nuestro país.

Una de las grandes características de este museo es su capacidad para hacer que todo esto sea fácil de entender y muy entretenido. Su fundador, el entonces secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet, lo concibió como un “libro de texto abierto” que fuera accesible para todos y todas las mexicanas. Y para lograrlo, el museo se apoya en un diseño muy interactivo: cada diorama, además de mostrar escenas históricas detalladas, tiene su propio audio y sistema de iluminación, creando una experiencia inmersiva que captura la atención de lxs visitantes, ¡incluso de lxs más pequeñxs!

El Museo del Caracol no solo se dedica a las exposiciones permanentes, sino que también ofrece una gran variedad de actividades y eventos. ¿Te gustaría escuchar una historia fascinante sobre la independencia o disfrutar de un taller creativo? ¡Aquí puedes hacerlo! Además de sus exposiciones, el museo organiza conciertos, cuentacuentos y hasta cursos de verano, asegurando que la historia se viva de formas nuevas y emocionantes.

Pero el Museo del Caracol no es solo importante por sus exposiciones y actividades. También es una joya arquitectónica. Diseñado por el renombrado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, este edificio fue construido en solo 10 meses, a principios de la década de 1950. Su forma espiral, que recuerda a un caracol, no solo es impresionante visualmente, sino que también refleja la armonía con el entorno del cerro de Chapultepec, uno de los pulmones verdes más importantes de la Ciudad de México.

Dentro del museo, te esperan más sorpresas: escenas en 3D con audio, obras escultóricas del artista Chávez Morado, y un camino de bronce que te guía hacia la entrada, representando la fusión de las culturas europea y americana. Es un espacio único que, además de contar la historia de México, también te invita a reflexionar sobre el pasado y cómo ha influido en la sociedad actual.

Así que, si eres amante de la historia, o si estás buscando una actividad divertida y educativa para toda la familia, el Museo del Caracol es una parada obligatoria. Además, su cercanía al Castillo de Chapultepec lo convierte en el complemento perfecto para un recorrido cultural completo.

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Dirección:
 Bosque de Chapultepec, Sección 1, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $100 pesos
Horario: Martes a domingo de 9:00 a 16:15 hrs.
Página Web: caracol.inah.gob.mx/index.php/iquienes-somos/informacion-general
Instagram: instagram.com/m_caracol
Facebook: facebook.com/museo.delcaracol

Acuario Inbursa, descubre el mundo siubmarino en Plaza Carso

¡Prepárate para sumergirte en una experiencia única en la Ciudad de México! El Acuario Inbursa te invita a descubrir un fascinante mundo submarino, donde la vida marina y terrestre se mezclan de manera asombrosa. Con más de 5,000 criaturas marinas y 230 especies diferentes, este acuario se ha convertido en uno de los más grandes de América Latina, ¡y no es para menos!

Distribuido en 3,600 metros cuadrados de espacio de exposición, el Acuario Inbursa te lleva a explorar 48 exhibiciones que te permitirán conocer desde las profundidades del océano hasta los ecosistemas más sorprendentes de la Tierra. ¿Te imaginas ver tiburones, pingüinos, tortugas y hasta cocodrilos en un solo lugar? Aquí puedes hacerlo, ¡y mucho más! Además, el acuario alberga 1.6 millones de litros de agua de mar, creando el ambiente perfecto para que estas especies vivan y te maravilles con su belleza.

Al recorrer el acuario, serás testigo de varias zonas temáticas, como el Oceanario, donde los tiburones nadan majestuosamente alrededor de un barco hundido que se ha convertido en arrecife. Si te gustan los animales curiosos, no te puedes perder el Laberinto de Medusas, un espectáculo de luces y movimiento que te dejará sin aliento. También puedes explorar el Bosque de Kelp, un ecosistema costero que te lleva a conocer las algas marinas gigantes que llegan a medir hasta 50 metros de largo. ¡Es como caminar por un bosque submarino!

¿A quién no le encantaría conocer más sobre los pingüinos? El Pingüinario del Acuario Inbursa es uno de los lugares más destacados, un laboratorio natural donde podrás aprender sobre la evolución de estas adorables criaturas que habitan la gélida Antártida. Si prefieres algo más tropical, el Manglar Negro y el Arrecife de Coral te sorprenderán con su biodiversidad. Desde rayas hasta peces payaso, ¡todas las criaturas marinas tienen su espacio aquí!

Y eso no es todo, el Acuario Inbursa tiene una propuesta innovadora para todos, especialmente los más pequeños. Con su concepto de edutainment (educación + entretenimiento), podrás disfrutar de una experiencia didáctica que no solo es divertida, sino que también enseña sobre la importancia de la conservación marina. ¡Es el lugar ideal para una visita en familia!

Además de su increíble oferta de especies y ecosistemas, el acuario cuenta con cuatro plantas subterráneas que te permiten explorar desde el nivel más bajo, comenzando con medusas y peces payaso y ascendiendo hasta encontrar especies de agua dulce y reptiles. Y no olvides que hay una zona comercial para llevarte un recuerdo de esta aventura.

Ubicado en Plaza Carso, justo frente al Museo Soumaya y el Museo Jumex, el Acuario Inbursa abrió sus puertas en 2014 con el objetivo de educar y cautivar a visitantes de todas las edades. ¡Y lo ha logrado con creces! Su diseño innovador y la tecnología de vanguardia hacen de este lugar un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la vida marina.

Así que, si buscas un plan emocionante en la Ciudad de México, ¡el Acuario Inbursa es tu opción! Ya sea que quieras conocer a los tiburones del Naufragio, las medusas del Laberinto o las criaturas del Manglar, este acuario es el lugar perfecto para vivir una experiencia inolvidable.

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Dirección:
 Av. Revolución #1608, San Ángel, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Desde $330 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs. (Último acceso a las 17:30)
Página Web: acuarioinbursa.com.mx
Instagram: instagram.com/acuariolnbursa
Facebook: facebook.com/acuarioinbursa
TikTok: tiktok.com/@acuarioinbursa

Museo del Tiempo, un viaje a través del tiempo y el sonido en el Centro de Tlalpan

Si alguna vez te das una vuelta por el centro de Tlalpan, no pierdas la oportunidad de hacer una parada en un lugar que literalmente te transporta en el tiempo: el Museo del Tiempo México. Este rincón encantador, instalado en una casona del siglo XIX diseñada por el arquitecto Antonio Rivas Mercado (sí, el mismo del Ángel de la Independencia), es mucho más que un museo: es una experiencia sensorial, histórica y sonora que te hará ver —y escuchar— el pasado con otros ojos (¡y oídos!).

Desde su apertura en 2009, este museo único en México y reconocido a nivel internacional, ha reunido una de las colecciones de relojes mecánicos antiguos más grandes del país. Hay piezas que datan desde principios del siglo XVIII hasta nuestros días, todas restauradas y funcionando. Pero eso no es todo: el viaje no se limita a las manecillas del reloj.

¿Te imaginas escuchar música en un fonógrafo del siglo XIX o una rockola de los años 30? Aquí es posible. El Museo del Tiempo también resguarda verdaderos tesoros sonoros: cajas de música, gramófonos, radios antiguos y hasta sinfonolas que siguen regalando melodías originales. Además, podrás conocer cómo estos aparatos transformaron la vida cotidiana, tanto de las élites como del pueblo en general.

Lo mejor de todo es que no es un museo para solo mirar: aquí se vive, se toca (con guía, claro) y se escucha. El recorrido es interactivo y educativo, ideal para familias, estudiantes o simplemente amantes de lo vintage. Cada visita es una lección de historia llena de sorpresas, donde la tecnología de antaño cobra vida.

El museo también organiza charlas, eventos y encuentros con especialistas, todo con el objetivo de conservar y difundir este fascinante patrimonio. Y sí, aunque es una institución privada, ha logrado consolidarse como un espacio cultural de gran valor para México.

Así que ya lo sabes: en la Plaza de la Constitución #7, en el corazón de Tlalpan, te espera este viaje por los sonidos, las horas y los inventos que marcaron época.

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Dirección:
  Plaza de la Constitución #7, Centro de Tlalpan, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $90 pesos
Página Web: museodeltiempo.com.mx

Museo de Historia Natural, un rincón donde la vida, la Tierra y el universo te cuentan su historia en Chapultepec

Si alguna vez soñaste con ver dinosaurios de cerca, caminar entre fósiles milenarios o explorar la asombrosa biodiversidad de México, entonces el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental (MHNCA) es un plan imperdible para tu próxima visita al Bosque de Chapultepec. Este espacio no es cualquier museo: es un conjunto arquitectónico único formado por diez bóvedas semiesféricas llenas de historia, ciencia y curiosidades naturales, con más de 7,500 metros cuadrados de exposición. ¡Y todo esto en plena Ciudad de México!

Desde que entras, te recibe un ambiente lleno de energía con salas dedicadas al origen del universo, la Tierra y la vida misma. ¿Quieres saber cómo surgieron los primeros organismos, cómo evolucionaron las especies o cómo llegamos a ser humanos? Aquí puedes hacerlo recorriendo secciones como Evolución de la Vida, Diversidad Biológica, México Megadiverso y Biogeografía. También hay una fabulosa colección de insectos y exposiciones temporales que siempre traen algo nuevo.

Pero si hay una estrella que brilla (o más bien, ruge) en este museo, es el Diplodocus carnegii, una réplica de esqueleto de dinosaurio de ¡27 metros de largo! Fue un regalo de la esposa del magnate del acero Andrew Carnegie y ha sido parte de la historia museística de México desde 1931. Primero vivió en el antiguo Museo del Chopo y desde 1964 es la pieza consentida de la sala Evolución de la Vida. Imponente, ¿no?

El museo también ha evolucionado. En 1999 pasó a formar parte de la Secretaría del Medio Ambiente y, desde 2008, amplió su nombre para reflejar su compromiso con la educación ecológica. Hoy se llama Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental y está más vivo que nunca. Sus áreas verdes y vestíbulo no solo embellecen el recorrido, sino que ofrecen espacios para talleres, actividades y eventos de ciencia y medio ambiente.

Además, el museo tiene bajo su resguardo dos espacios espectaculares también en Chapultepec: el Cárcamo de Dolores, que alberga un mural de Diego Rivera sobre el agua como origen de la vida, y el Centro de Cultura Ambiental, inaugurado en 2022 para promover la educación ecológica y la conservación de nuestra rica biodiversidad.

Y por si te lo preguntabas: sí, la historia del museo es tan fascinante como sus exposiciones. Desde los primeros gabinetes de historia natural en la Nueva España, pasando por el Palacio de Cristal (hoy Museo del Chopo), hasta convertirse en el moderno museo que conocemos hoy, este lugar ha sido testigo de siglos de ciencia, coleccionismo e identidad nacional.

Así que ya lo sabes: si quieres pasar un día rodeado de fósiles, insectos, modelos científicos, rocas, animales taxidermizados y un gigantesco dinosaurio, el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental te espera con los brazos abiertos… y muchas bóvedas llenas de sorpresas.

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Dirección:
  Av. de los Compositores, Bosque de Chapultepec II Secc, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $38 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: data.sedema.cdmx.gob.mx/museodehistorianatural
Instagram: instagram.com/mhnca
Twitter: x.com/MHNCA_CDMX
Facebook: facebook.com/museodehistorianaturalcdmx
TikTok: tiktok.com/@museohistorianaturalcdmx
YouTube: youtube.com/channel/UC8XSsSMkvOQBQ5V_dA7kLeg

Museo Casa de la Bola, un viaje en el tiempo en el antiguo barrio de Tacubaya

Si te gusta viajar en el tiempo sin salir de la Ciudad de México, tienes que visitar el Museo Casa de la Bola, una verdadera cápsula del tiempo enclavada en el corazón del barrio de Tacubaya. Esta casona del siglo XVI no solo conserva su esencia virreinal, sino que también te abre la puerta a la elegancia de la alta sociedad mexicana del siglo XIX.

Con trece salones ricamente decorados, aquí encontrarás desde tapices europeos y porcelanas finas hasta relojes, esculturas y muebles que van del siglo XVI al XX. ¿Muebles estilo Boulle? ¿Candiles deslumbrantes? ¿Pieles exóticas? Todo eso y más forma parte de una colección que parece sacada de una película de época.

Pero la Casa de la Bola no es solo un museo: es una experiencia sensorial. Pasear por su patio empedrado y sus corredores sostenidos por columnas de cantera ya es una delicia, pero lo mejor es asomarte desde ahí al jardín romántico de estilo europeo, diseñado en los años cuarenta por su último propietario, don Antonio Haghenbeck y de la Lama. Hay fuentes, esculturas, restos de canales coloniales y una vegetación tan exuberante que parece que el tiempo de verdad se detuvo.

Y hablando de historia, ¿sabías que esta casa fue parte de una antigua finca de olivos y magueyes? Que por aquí pasaron personajes ilustres como la Güera Rodríguez o la Marquesa Calderón de la Barca. ¡Incluso se dice que José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio, vivió un tiempo en Tacubaya!

Hoy en día, el museo es administrado por la Fundación Cultural Antonio Haghenbeck y de la Lama, que se encarga de conservar este espacio y abrirlo al público. Además, rentan algunos de sus espacios para eventos y filmaciones, lo que ayuda a mantener viva esta joya del patrimonio nacional.

Así que ya lo sabes: si te gusta la historia, la arquitectura, el arte o simplemente perderte entre salones con encanto de otra época, el Museo Casa de la Bola es una parada obligada en tu próxima visita a Tacubaya. ¡Y sí, está a unos pasos del metro Tacubaya!

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Dirección:
  Av. Parque Lira #136, Colonia Tacubaya, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $90 pesos
Horario: Miércoles a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: museoshaghenbeck.mx/museo-casa-de-la-bola
Instagram: instagram.com/museoshaghenbeck
Twitter: x.com/mhaghenbeck
Facebook: facebook.com/museoshaghenbeck

Museo Objeto del Objeto (MODO), un rincón donde los objetos cotidianos cuentan grandes historias en la Roma

¿Alguna vez pensaste que una lata de café, una patineta de los 70 o un bote de crema pueden ser piezas de museo? Pues en el MODO, el Museo del Objeto del Objeto, sí que lo son. Este museo —único en su tipo en México— está dedicado a coleccionar, preservar y exhibir los objetos que nos han acompañado en la vida diaria durante más de 200 años. Y sí, muchos de ellos seguro te harán soltar una risita nostálgica o un “¡Yo tenía uno igual!”.

Inaugurado en 2010 en una hermosa casona Art Nouveau de la colonia Roma (una de las ocho mejor conservadas de su estilo en CDMX), el MODO guarda más de 140 mil objetos: desde prensas antiguas, botellas de refresco y empaques de cosméticos, hasta electrodomésticos retro y publicidad que refleja cómo han cambiado los gustos, la moda y hasta la forma de pensar. Todo comenzó con la pasión coleccionista de Bruno Newman, quien desde los 13 años juntaba estampillas, anuncios y todo tipo de curiosidades que a muchos les parecerían basura, pero que aquí brillan como verdaderas joyas culturales.

Más allá de lo bonito (que sí lo es), el MODO tiene una vocación clara: mostrarnos cómo los objetos comunican, cómo están diseñados para emocionarnos, vendernos una idea o decirnos algo sobre la época en la que nacieron. Por eso, cada exposición —ya sea permanente o temporal— es una puerta a entender la sociedad desde los detalles. Porque sí, a veces una caja de cerillos o una vieja lavadora dicen más sobre una generación que mil páginas de historia.

Y hablando de exposiciones, el MODO se luce con muestras creativas y reflexivas. Desde “Nostalgia para lo ordinario”, hasta eventos especiales como aquel San Valentín en el que los visitantes colgaban candados con el nombre de su amor al estilo italiano. También ha expuesto cancioneros de los años 20 para analizar cómo se hablaba (y muchas veces mal) de las mujeres en la música popular. Todo con el objetivo de entender mejor el mundo que habitamos… ¡a través de sus objetos!

Este museo también impulsa el diseño contemporáneo, promueve el coleccionismo como pasión y organiza talleres, conferencias y actividades para fortalecer el tejido social del barrio. Y sí, su tienda de regalos es una joyita llena de creaciones de jóvenes diseñadores y productos inspirados en las exposiciones. ¿Se puede pedir más?

Así que ya sabes, si andas por la Roma y te topas con una casona antigua con vitrinas llenas de historia pop, entra. En el MODO te espera un viaje divertido y entrañable a través de lo ordinario, que —spoiler alert— termina siendo extraordinario.

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Dirección:
  Colima #145, Colonia Roma Norte C.U., Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $60 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: elmodo.mx
Instagram: instagram.com/MuseoMODO
Twitter: x.com/museomodo
Facebook: facebook.com/museomodo
TikTok: tiktok.com/@museomodo
YouTube: youtube.com/user/MuseoModo

Casa Fortaleza de Emilio “El Indio” Fernández, un viaje al corazón del Cine Mexicano en Coyoacán

Ubicada en el pintoresco barrio de Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, la Casa Fortaleza de Emilio “El Indio” Fernández es un lugar único que nos invita a sumergirnos en la época dorada del cine mexicano. Esta mansión, construida casi en su totalidad con roca volcánica, es un homenaje al legado de uno de los más grandes íconos del cine nacional, quien, además de actor, fue guionista y director de renombre.

La Casa Fortaleza fue diseñada por el arquitecto Manuel Parra y comenzó a construirse en 1946. A lo largo de los años, Emilio Fernández le dio su toque personal, haciendo modificaciones para que cada habitación tuviera un encuadre cinematográfico, algo fundamental para un hombre tan involucrado en el séptimo arte. En sus pasillos, se filmaron más de 140 películas, convirtiéndola en un verdadero set de filmación de la época.

El nombre de “Casa Fortaleza” proviene de la imponente torre que da hacia el patio principal, que se integra perfectamente al terreno formado por lava petrificada. Este diseño irregular y audaz no solo refleja la majestuosidad de la arquitectura mexicana, sino también la personalidad de su dueño. En su interior, encontramos piezas de mobiliario hechas a medida, además de un cautivador mosaico de talavera que adorna diversos espacios, y esculturas de piedra, algunas de ellas creadas por el mismísimo Diego Rivera.

Una de las joyas de esta casa es su vasta colección de recuerdos cinematográficos, que incluye retratos de “El Indio” junto a otras figuras icónicas como María Félix, Dolores del Río y Pedro Armendáriz. Además, la casa alberga pilas bautismales y estatuaria religiosa rescatada de monasterios de Puebla, un reflejo del amor de Emilio por el arte en todas sus formas.

Aunque no es uno de los museos más visitados de la ciudad, la Casa Fortaleza ofrece una experiencia íntima y profunda. Además, las visitas guiadas son una excelente oportunidad para conocer más sobre la vida de “El Indio” y cómo su hogar fue testigo de los grandes momentos del cine mexicano en las décadas de 1940 y 1950.

Así que si eres fan del cine de oro mexicano o simplemente te fascina la historia de las grandes personalidades que marcaron una época, no puedes perderte la Casa Fortaleza. Un lugar lleno de magia, historia y, sobre todo, un testimonio del cine que hizo grande a México.

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Dirección:
  Zaragoza 51, Santa Catarina, Coyoacán, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $200 pesos
Horario: Jueves a sábado de 11:00 a 18:00 hrs, domingo de 11:00 a 17:00 hrs.
Instagram: instagram.com/emilioelindiofernandez
Facebook: facebook.com/CasaFuerteIndioFernandez
YouTube: youtube.com/@ElIndioFernandez

Museo y Palacio de la Autonomía, un museo y edificio con historia e identidad universitaria

Si alguna vez te has topado con el nombre “Palacio de la Autonomía” en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México y te has preguntado qué significa eso de autonomía, este lugar tiene la respuesta… ¡y muchas historias más bajo su techo!

Este imponente edificio de piedra blanca (sí, traída desde Pachuca) no solo llama la atención por su estilo ecléctico y su ubicación privilegiada —justo al ladito del Templo Mayor—, sino porque fue testigo de un momento clave para la educación en México: la lucha por la autonomía universitaria. ¿Qué es eso? Básicamente, el derecho de la universidad a enseñarte lo que quiera, sin que el gobierno meta las manos en los contenidos. Nada mal, ¿no?

Esa conquista, que hoy parece obvia, fue fruto de una gran batalla que libraron estudiantes, profesores e investigadores, y que se ganó en 1929. Desde entonces, a la UNAM siempre se le dice con todas sus letras: Universidad Nacional Autónoma de México. Y este palacio fue el lugar donde se firmaron los papeles que sellaron esa victoria.

Pero su historia viene de mucho, mucho antes. Este terreno fue parte de las tierras que Hernán Cortés repartió tras la caída de Tenochtitlán. Aquí hubo de todo: la Casa de Moneda, el convento de Santa Teresa, una vecindad, una bodega, hasta un cuartel. Ya en tiempos de Porfirio Díaz, se construyó el edificio que ves hoy, que pasó por varias etapas como escuela normal, facultad de odontología, enfermería y preparatoria.

Actualmente, el Palacio de la Autonomía es un espacio cultural de la UNAM donde puedes visitar el Museo de la Autonomía Universitaria, el Salón de la Odontología Mexicana, salas de exposiciones temporales, una muestra arqueológica ¡y hasta la Fonoteca de Radio UNAM! Como quien dice, este edificio habla… y suena.

Además, si te gustan los detalles curiosos, parte de sus cimientos están colocados sobre muros que pertenecieron a la antigua plaza sagrada del Templo Mayor, y hay ventanas especiales que dejan ver restos del viejo convento que alguna vez estuvo ahí.

Así que la próxima vez que pases por las calles Licenciado Verdad y Moneda, tómate un momento para mirar este edificio con otros ojos. El Palacio de la Autonomía no solo es bello por fuera, también está cargado de historia, cultura… ¡y un espíritu universitario que se niega a envejecer!

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Dirección:
  Lic. Primo de Verdad #2, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada Libre
Horario: Lunes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: fundacionunam.org.mx/palacio-de-autonomia
Instagram: instagram.com/palaciodelaautonomia
Twitter: x.com/Museo_Autonomia

Ritos y símbolos de la Pascua Cristiana en el Museo Nacional de San Carlos

Semana Santa es una de las celebraciones más importantes y significativas del calendario cristiano, pues conmemora el sacrificio, la muerte y la resurrección de Jesús, el hijo de Dios. Es un recordatorio de que el Mesías ofreció su vida para redimir a la humanidad del pecado original. Este episodio, combinado con el sincretismo cultural que surgió entre la Iglesia y las culturas prehispánicas dominadas, dio lugar a una gran diversidad de ritos y costumbres que, con el tiempo, se integraron al ADN de cada comunidad, sobreviviendo al paso de los siglos. Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta fusión es el Viacrucis de Iztapalapa, una impresionante representación de la Pasión y Muerte de Cristo que se realiza desde 1843.

Con la expansión del cristianismo, especialmente del catolicismo, la conmemoración de la Pascua no solo se convirtió en uno de los pilares del calendario litúrgico, sino también en una fuente inagotable de inspiración para artistas en todo el mundo. Desde la Edad Media hasta nuestros días, numerosos creadores plasmaron los momentos más intensos de los últimos días de Jesús —en especial su Pasión y Resurrección— dejando un legado visual profundamente emotivo y cargado de simbolismo.

Aprovechando esta temporada, y con la intención de mostrar cómo la Pascua ha influenciado al arte, el Museo Nacional de San Carlos presenta la exposición Ritos y símbolos de la Pascua Cristiana. Esta muestra propone un recorrido por parte del acervo del MNSC y nos invita a reflexionar sobre las representaciones del ciclo pascual en el arte europeo de los siglos XVI y XVII, así como su apropiación y transformación en el México virreinal y moderno tras la conquista.

A través de una cuidada selección de pinturas y algunas fotografías, la exposición nos enfrenta al simbolismo de la Semana Santa y a cómo este fue influenciado por las culturas indígenas. Los evangelizadores, en su afán por acercar las tradiciones cristianas a los pueblos originarios, incorporaron elementos de rituales prehispánicos, generando un sincretismo religioso y cultural que aún hoy podemos observar.

Un detalle especialmente interesante de Ritos y símbolos de la Pascua Cristiana es su museografía: a lo largo del recorrido encontrarás cédulas informativas que explican el simbolismo de distintos elementos y tradiciones pascuales. Además, se incorporan pequeñas esferas de madera que permiten oler aromas característicos de los rituales, como la mirra y el nardo. El punto culminante de la muestra es, sin duda, la colección de fotografías que retrata la Pasión y Crucifixión de Cristo en Iztapalapa y la Quema de Judas en Tacuba, captadas durante la primera mitad del siglo XX.

Esta exposición es una oportunidad única para explorar la profunda carga simbólica y emocional de la Semana Santa desde una perspectiva artística, histórica y cultural. Ya sea que te acerques con interés religioso, estético o simplemente por curiosidad, Ritos y símbolos de la Pascua Cristiana ofrece un espacio de contemplación y entendimiento sobre cómo las creencias y las expresiones visuales han dialogado a lo largo del tiempo.

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Dirección:
 Av. México-Tenochtitlán #50, Tabacalera, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $60 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: mnsancarlos.inba.gob.mx
Instagram: instagram.com/museo_sancarlos
Twitter: x.com/museo_sancarlos
Facebook: facebook.com/museosancarlos

Arte Contemporáneo en el Carrillo Gil, celebrando 50 años de arte e historia

¿Sabes qué tienen en común un juego de aros infantil para parques públicos, un caballo bebé momificado, un viejo ataúd exhumado de algún panteón, un mingitorio y una mesa de aluminio de la Corona? La respuesta es muy sencilla: todos pueden convertirse en arte contemporáneo si se colocan en un contexto específico que invite a verlos de forma distinta. Y es que, más allá de esa idea que nos venden sobre que el arte debe ser estético o provocar emociones sublimes, la realidad es que, por siglos, el arte también ha funcionado como un poderoso medio de propaganda. Basta con observar cómo la Iglesia católica monopolizó la producción artística durante la Edad Media y buena parte del Renacimiento para entender su poder discursivo.

Con la llegada del arte moderno, y especialmente del contemporáneo, el arte dejó de lado —sin vergüenza alguna— su carácter puramente técnico o estético, para convertirse en una herramienta que cuestiona, analiza o incluso ataca al gobierno, la sociedad o las tradiciones. Así, un ataúd exhumado puede pasar de ser un objeto morboso a una crítica visual sobre la violencia, la muerte o la memoria.

Pero ojo, no todos estos objetos se convierten en arte solo por sí mismos. Lo que los transforma es el proceso detrás: la investigación de las y los artistas, la selección del museo que decide exponerlos y, sobre todo, el trabajo curatorial que los contextualiza y les da un sentido dentro de una narrativa más amplia. Por eso, se puede decir que cada museo —y cada equipo que lo gestiona— moldea de algún modo el rumbo del arte contemporáneo, al privilegiar ciertos lenguajes, discursos o artistas.

Hablando de museos, este año el Museo de Arte Carrillo Gil celebra 50 años de existencia, y para conmemorarlo presenta la exposición Arte Contemporáneo en el Carrillo Gil, un recorrido por las distintas etapas del museo a través de las piezas más representativas que ha albergado a lo largo de medio siglo. Esta muestra, además de contar la historia institucional del recinto, nos permite observar cómo ha evolucionado el arte contemporáneo en México durante ese tiempo.

La exposición, curada por Lorena Botello, se divide en siete etapas correspondientes a los distintos equipos de dirección que ha tenido el museo, liderados por figuras como Sylvia Pandolfi, Osvaldo Sánchez, Carlos Ashida, Itala Schmelz, Vania Rojas y Tatiana Cuevas. En este recorrido podrás encontrarte con obras fundamentales de artistas y colectivos clave para entender el arte contemporáneo en México, como SEMEFO, Armando Cristeto, José Luis Cuevas, Arnold Belkin, Grupo Proceso Pentágono, Alejandro Magallanes, Mariana Castillo Deball, Ximena Cuevas, Magali Lara, Betsabeé Romero, Sherrie Levine, Pablo Vargas-Lugo, Carlos Aguirre, Juan Francisco Elso y Enrique Ježik, entre muchos otros.

Entre las piezas más impactantes de la exposición están Paracaidista, de Héctor Zamora, una instalación de lámina en la que el artista habitó la fachada del museo durante cuatro meses; Lavarium, del colectivo SEMEFO, un ataúd exhumado encadenado al museo que aún conserva restos de tierra; Muerte y funerales de Caín (no homenaje a Siqueiros), una instalación monumental de Juan José Gurrola que replica un cuadro de Siqueiros en la fachada del museo; o Fountain Buddha, el mingitorio dorado con el que Sherrie Levine reinterpreta a Duchamp y cuestiona la autoría artística.

Arte Contemporáneo en el Carrillo Gil no solo es una celebración del medio siglo de vida del museo, sino también una invitación a reflexionar sobre lo que entendemos como arte hoy en día. En un mundo saturado de imágenes y mensajes, esta exposición nos recuerda que el arte contemporáneo no siempre busca gustar, sino sacudir. Y que, a veces, un mingitorio puede decir más sobre nuestra época que el más bello de los paisajes.

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Dirección:
 Av. Revolución #1608, San Ángel, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $65 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs. (Último acceso a las 17:30)
Página Web: museodeartecarrillogil.com
Instagram: instagram.com/museocarrillogil
Facebook: facebook.com/museocarrillogil
Twitter: x.com/Carrillo_Gil