Archivos de la categoría Arte y Cultura

Disfruta de un día lleno de arte con nuestras recomendaciones de museos, exposiciones, happenings y demás eventos artísticos que tienen lugar en la CDMX.

Museo-Biblioteca Tomás Medina Villarruel, un tesoro Arqueológico en San Juan Ixtayopan (Tláhuac)

Si te encanta explorar la historia y descubrir los secretos del pasado, el Museo-Biblioteca Tomás Medina Villarruel es un destino imperdible. Ubicado en el corazón de San Juan Ixtayopan, este museo es una joya que resguarda artefactos arqueológicos del periodo Posclásico Tardío y una colección que te transportará a tiempos ancestrales.

El museo lleva el nombre de Tomás Medina Villarruel (1938 – 2008), un orgulloso originario del pueblo que donó más de 850 artefactos para iniciar la colección en 1984. Su generosa contribución fue clave para preservar la historia local y compartirla con las futuras generaciones. Gracias a él, hoy podemos admirar vasijas zoomorfas, ollas, superficies de molienda, hojas de obsidiana, figurillas antropomorfas, sellos y cabrestantes que datan de hace cientos de años.

Entre los tesoros que alberga el museo, destaca una impresionante figura de Chicomecátl, la diosa mexica del maíz, símbolo de fertilidad y abundancia. Esta pieza es el corazón del museo, pues representa la conexión ancestral de los habitantes de San Juan Ixtayopan con la tierra y sus frutos.

El museo fue inaugurado oficialmente en 2003 con el nombre Museo-Biblioteca Tomás Medina Villarruel. Pero su historia no terminó ahí: en 2007 fue remodelado para mejorar sus instalaciones, y desde entonces, ha seguido recibiendo nuevas donaciones tanto de la familia Villarruel como de otros habitantes del pueblo, consolidando su valioso acervo.

El Museo Tomás Medina Villarruel no está solo: forma parte de una red de museos en la zona que incluyen el Museo de Tláhuac y el Museo Regional de Cuitláhuac. Esto significa que puedes planear un recorrido completo para sumergirte en la riqueza histórica y cultural del área.

Aprovecha tu visita para recorrer la iglesia de San Juan y la impresionante Plaza de la Soledad, que data del siglo XVII. Y si te gustan los paisajes históricos, no te pierdas los olivares de la zona, ¡dicen que fueron plantados desde 1531!

El museo es un recordatorio de que San Juan Ixtayopan ha estado habitado y activo mucho antes de la llegada de los españoles. Cada pieza expuesta es una ventana al pasado que te invita a imaginar cómo era la vida en esta región hace siglos.

Además de su valiosa colección arqueológica, el museo también alberga una biblioteca que complementa el conocimiento sobre la historia local y regional. Un espacio perfecto para quienes buscan profundizar aún más en el legado cultural de San Juan Ixtayopan.

Si te gusta la historia y quieres conectar con las raíces de México, el Museo-Biblioteca Tomás Medina Villarruel te espera con las puertas abiertas. Prepárate para una experiencia inolvidable llena de cultura, conocimiento y tradición.

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Dirección:
 Av. Sur del Comercio #23, La Soledad, Tláhuac, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada Libre
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.

Sala de Arte Público Siqueiros, el legado artístico y político del muralista mexicano en Polanco

Si te apasiona el arte mexicano y quieres adentrarte en el legado de David Alfaro Siqueiros, la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) es el lugar perfecto para ti. Ubicada en el corazón de Polanco, esta sala es mucho más que un museo: es un espacio vivo que sigue promoviendo la visión estética, política y social del célebre muralista mexicano. ¡Prepárate para un viaje lleno de historia, arte y compromiso social!

La SAPS ocupa lo que fue la casa de Siqueiros, construida en 1958 por los arquitectos Jorge Guerrero Arocha y Luis Saviñón Velasco. Aunque Siqueiros vivió poco tiempo ahí, debido a su encarcelamiento en Lecumberri en 1964, regresó en 1969 para reabrir el lugar como Sala de Arte Público. ¿Por qué no quiso llamarlo museo? Porque para él, un museo sonaba demasiado rígido; su objetivo era crear un espacio donde el arte tuviera función social y compromiso político.

La SAPS forma parte del Proyecto Siqueiros, que también incluye La Tallera en Cuernavaca. Ambas sedes promueven la investigación y difusión del legado artístico, político y pedagógico de Siqueiros. El proyecto fomenta el diálogo entre comunidades artísticas y académicas, siguiendo el ejemplo del propio artista, quien siempre mantuvo un fuerte compromiso social y cívico.

El acervo de la SAPS es una joya que reúne pinturas, bocetos, grabados y maquetas de los murales que Siqueiros dejó como herencia. Además, cuenta con un archivo fotográfico y documental de más de 50,000 archivos que revelan detalles íntimos de su vida personal, política y artística. También alberga una colección de más de 10,000 fotografías y cerca de 3,000 libros que formaron parte de su biblioteca privada.

Dentro de la sala podrás ver dos murales inconclusos en los que Siqueiros trabajaba, originalmente destinados a una escuela en el Estado de México. Estas obras incompletas nos permiten echar un vistazo al proceso creativo del maestro del muralismo.

La SAPS no solo conserva y exhibe la obra de Siqueiros, también mantiene viva su visión pedagógica y colaborativa. Sus exposiciones, talleres y programas están diseñados para fomentar el pensamiento crítico, el diálogo social y el respeto por los derechos culturales.

El edificio de la SAPS tiene una estructura funcional y dinámica. Desde el área de acceso de 75 metros cuadrados, las y los visitantes pueden conectar visualmente con los murales del interior, generando un interesante juego entre lo público y lo privado. Además, el mobiliario móvil permite transformar continuamente los espacios para adaptarse a nuevas exposiciones y actividades.

En 1974, Angélica Arenal, viuda de Siqueiros, asumió la dirección del recinto y realizó importantes modificaciones. Cubrió el jardín trasero para crear un auditorio multifuncional que permitiera proyecciones de cine. Posteriormente, en 1988, la SAPS cerró sus puertas para la construcción del segundo piso, ampliando así su capacidad para seguir promoviendo el legado de Siqueiros.

Desde 1989, la SAPS está bajo la tutela del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que se encarga de preservar este espacio como un epicentro de arte contemporáneo y reflexión social. Hoy, sigue siendo un lugar donde el arte y el compromiso político de Siqueiros inspiran a nuevas generaciones.

La Sala de Arte Público Siqueiros es mucho más que un museo: es un testimonio vivo de que el arte puede y debe ser social, crítico y transformador. Ya sea que quieras admirar su impresionante acervo, explorar su archivo fotográfico o simplemente dejarte inspirar por el espíritu revolucionario de Siqueiros, este lugar tiene algo para ti.

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Dirección:
  Calle 3 Picos #29, Polanco V Secc,, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $45 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: saps-latallera.org
Instagram: instagram.com/saladeartepublicosiqueiros
Twitter: x.com/sapsiqueiros

Museo de la Basílica de Guadalupe, un tesoro de Fe y Arte al norte de CDMX

Si visitas la Basílica de Guadalupe, no te pierdas la oportunidad de conocer el Museo de la Basílica, un lugar donde la fe y el arte se fusionan para contarte una historia que abarca siglos. Ubicado al noroeste del antiguo templo, este museo guarda la colección más grande relacionada con la Virgen de Guadalupe y es una parada obligada para quienes quieren sumergirse en la riqueza cultural y espiritual de México.

El museo abrió sus puertas el 12 de octubre de 1941, gracias a la iniciativa de monseñor Feliciano Cortés y Mora y del Cabildo Guadalupano. Sin embargo, su historia ha estado marcada por momentos clave: en 1976, con la construcción de la nueva Basílica, se le asignaron nuevos espacios y un acceso directo desde el atrio. Más tarde, en 1986, fue reinaugurado para ofrecer una mejor experiencia a sus visitantes. Además, en 2002, el edificio y parte de su valioso acervo fueron restaurados por especialistas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

El museo alberga más de 4,000 piezas que van desde pinturas, esculturas y mobiliario litúrgico, hasta obras de arte novohispano, europeo y asiático. Aquí encontrarás trabajos de grandes artistas como Matías de Arteaga y Alfaro y Cristóbal Villalpando, que datan desde el siglo XV hasta el XX.

Las obras están organizadas temáticamente para que recorras diferentes aspectos de las tradiciones católico-mexicanas y marianas. Y como dato curioso, una de las salas te transporta a la antigua sacristía del templo original, conservada tras el colapso parcial del edificio en el siglo pasado.

Entre sus fascinantes salas, hay una dedicada especialmente a los arcángeles, siendo San Miguel Arcángel la figura principal. Esta sección es ideal para quienes quieren conocer más sobre la iconografía religiosa y el papel protector de estos seres celestiales.

Al entrar al museo, prepárate para ser recibido por una pared tapizada con cerca de 2,000 imágenes llenas de historias y agradecimientos. Estas imágenes fueron realizadas por feligreses que, al recibir favores o milagros, plasmaron su gratitud en forma de exvotos. La mayoría de estas piezas datan de los siglos XVIII y XIX y ofrecen una emotiva muestra de devoción popular.

El edificio que alberga el museo fue construido a finales del siglo XVIII, pero debido al tipo de suelo y a los constantes terremotos, ha sufrido varios daños estructurales. En 1976, durante la gestión de monseñor Guillermo Schulenburg, se reforzó el edificio con pilotes de control en los cimientos para garantizar su estabilidad y conservar este invaluable patrimonio.

El recorrido por el museo te lleva a través de 12 salas temáticas, donde podrás maravillarte con obras de arte litúrgico, documentos históricos y piezas únicas que relatan la devoción guadalupana. Además, desde 1972, el museo cuenta con su propio taller de conservación, lo que garantiza que estas joyas artísticas continúen brillando por muchos años más.

Ubicado justo detrás del antiguo templo de la Virgen de Guadalupe, el Museo de la Basílica es mucho más que un espacio de arte. Es un lugar donde la historia, la fe y el arte se encuentran para ofrecerte una experiencia enriquecedora. Ya sea que busques explorar el legado artístico de la Nueva España, admirar la devoción popular plasmada en los exvotos o simplemente dejarte sorprender por la majestuosidad de las piezas exhibidas, este museo tiene algo especial para ti.

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Dirección:
 Allende #5, Plaza de las Américas #1, Colonia Villa Gustavo A. Madero, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $10 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: virgendeguadalupe.org.mx/museo-de-la-basilica-de-guadalupe

Convento de la Encarnación y Museo de Sitio de la SEP, un viaje al pasado en el Centro Histórico

Si paseas por el Centro Histórico de la Ciudad de México, seguramente te toparás con un lugar lleno de historia y arte: el Convento de la Encarnación, hoy convertido en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Este majestuoso recinto fue fundado en 1594 por las monjas concepcionistas, gracias a la licencia otorgada por el arzobispo Alonso Fernández de Bonilla. Su construcción, a cargo del jesuita Luis Benítez, dio origen a un complejo que incluía viviendas, capillas, huertas y un gran claustro, cuya edificación concluyó en 1648.

El Convento de la Encarnación no solo destacaba por su belleza arquitectónica, sino también por su riqueza. Se dice que más de 300 mujeres vivieron aquí tras pagar una dote para ser admitidas. Las monjas eran dueñas de unas 85 propiedades repartidas por toda la ciudad, incluyendo posadas, casas particulares, granjas y propiedades comerciales. Madame Calderón de la Barca, esposa del primer embajador español en México, describió el convento como “mejor que cualquier otro de Francia”, destacando sus amplios patios, jardines y la frescura del clima capitalino.

El esplendor del convento se vio afectado con la llegada de las Leyes de Reforma de 1857, cuando los bienes eclesiásticos comenzaron a ser nacionalizados. Poco a poco, las monjas vendieron sus propiedades y en 1867 el convento desapareció definitivamente. El edificio pasó entonces por diversas manos: fue cuartel de la Guardia Nacional, sede de la Lotería Nacional, Escuela de Artes y Oficios y Escuela Normal para Damas. Finalmente, en 1921, el conjunto fue reacondicionado para convertirse en la sede de la SEP.

Si decides explorar este histórico recinto, no puedes perderte el Museo de la Secretaría de Educación Pública, inaugurado en 1994. El museo resguarda objetos descubiertos durante las renovaciones realizadas entre 1989 y 1991, divididos en tres áreas:

  • Área Antigua: Con piezas prehispánicas, incluyendo un fragmento de cuauhxicalli dedicado a Tlaltecuhtli, conocido como El Monstruo Sagrado de la Tierra.
  • Área Colonial: Exhibe objetos utilizados por las monjas, como vajillas de porcelana de la Dinastía Ming, platos, copas, cucharas y hasta esqueletos vestidos con coronas y ramos de flores.
  • Área Moderna: Muestra la transformación del edificio con una valiosa colección fotográfica y un modelo a escala del complejo para apreciar su magnitud.

Y como si esto fuera poco, las paredes del museo están adornadas con murales espectaculares de Diego Rivera, destacando “La entrada a la mina”, que puedes admirar justo al ingresar.

La iglesia del convento es una joya arquitectónica con una nave principal, dos puertas laterales y un sotocoro cerrado donde las monjas escuchaban misa. Está construida en tezontle, con portadas neoclásicas de chiluca y basamentos de basalto. Su cúpula octagonal luce la inscripción “Líbranos Señor de todo mal”, mientras que su campanario de estilo morisco está decorado con colorida talavera, similar al de Santa Catalina de Puebla.

El convento se encuentra sobre la Calle Luis González Obregón, nombrada así en 1923 en honor al célebre historiador y cronista que vivió justo frente a la iglesia. Esta calle, que antes era conocida como Calle de la Encarnación, es parte del corazón histórico de la ciudad, a pocos pasos de importantes monumentos y sitios de interés.

El Convento de la Encarnación no es solo un edificio antiguo, es un viaje en el tiempo que te permite descubrir la riqueza cultural, religiosa y arquitectónica de la Ciudad de México. ¡No dejes pasar la oportunidad de explorar este fascinante lugar donde la historia sigue viva!

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Dirección:
 República de Argentina 28, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Lunes a viernes de 9:00 a 17:00 hrs., sábados y domingos de 10:00 a 15:00 hrs. lunes de 10:00 a 18:00 hrs.

Archivo Histórico de Azcapotzalco, un Tesoro Cultural por Descubrir

Si quieres sumergirte en la historia de Azcapotzalco, no puedes dejar de visitar el Archivo Histórico de Azcapotzalco. Este lugar, que alguna vez fue una casa de bombas construida en 1943 para regar los jardines del centro histórico de Azcapotzalco, hoy alberga más de 10,000 textos e imágenes digitalizados que te transportarán a distintos momentos clave del pasado. ¡Pero eso no es todo! También cuenta con una pequeña colección de artefactos arqueológicos que te acercan a la herencia ancestral de la región.

Uno de los mayores atractivos del archivo es el mural “Origen y Trascendencia del Pueblo Tepaneca”, una obra impactante creada por el artista Antonio Padilla Pérez en 2004. Este mural relata visualmente la rica historia de los Tepanecas, antiguos pobladores de Azcapotzalco, y su legado en la zona.

Entre los elementos más destacados de la colección, encontrarás:

  • Planos de las calles durante el Porfiriato: Un vistazo a cómo era la traza urbana en esa época.
  • Pinturas antiguas sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe: Obras que reflejan la devoción y la historia religiosa del pueblo mexicano.

El archivo está ubicado en un lugar privilegiado, dentro de lo que fue la sección administrativa de Pemex, en los terrenos de la antigua Refinería de Azcapotzalco. Hoy, el Parque Bicentenario rodea gran parte del archivo, convirtiéndolo en un espacio donde la historia y la naturaleza conviven en perfecta armonía. ¿Lo mejor? Después de explorar los archivos, puedes dar un paseo por el Orquideario del parque o aventurarte hacia el Centro de Azcapotzalco, donde te espera la majestuosa Capilla de San Salvador Nextengo, a tan solo unas cuadras al norte.

El Archivo Histórico de Azcapotzalco está a solo unos minutos a pie de la estación del Metro Refinería, lo que hace que planear una visita sea pan comido.

Si eres un apasionado de la historia, el arte y la cultura, el Archivo Histórico de Azcapotzalco te ofrece una experiencia única donde el pasado cobra vida. Ya sea que te fascinen los documentos históricos, los murales vibrantes o simplemente quieras disfrutar de un día lleno de conocimiento y naturaleza, este lugar tiene algo para ti.

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Dirección:
 Jardín Miguel Hidalgo, Centro de Azcapotzalco, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 17:00 hrs.

Museo de Zapata, Historia y Revolución en el Desierto de los Leones

Si buscas una escapada donde la historia y la naturaleza se fusionen, el Museo de Zapata te espera dentro del mágico Desierto de los Leones, uno de los parques nacionales más impresionantes de la Ciudad de México. Este museo, ubicado en el antiguo monasterio carmelita, es un rincón lleno de memoria revolucionaria que rinde homenaje al legendario Emiliano Zapata, el “Caudillo del Sur”.

Inaugurado en 2010 para conmemorar el centenario de la Revolución Mexicana, el museo alberga una increíble colección de fotografías, recuerdos y armas utilizadas por el Ejército del Sur. Aquí podrás adentrarte en la vida de Zapata, quien luchó incansablemente por la justicia y los derechos de los campesinos. Aunque fue asesinado antes de ver cumplidos sus ideales, su figura sigue siendo fuente de inspiración, especialmente en las comunidades rurales y del sur del país.

¿Qué encontrarás en el Museo?

  • Fotografías históricas: Imágenes que retratan la vida y lucha de Zapata y su ejército.
  • Colección de rifles revolucionarios: Armas utilizadas durante la lucha por la justicia social.
  • Exposiciones temporales: Muestras dedicadas al Ejército del Sur y otros momentos clave de la Revolución Mexicana.

Pero la visita no termina ahí. El museo es solo una parte del espectacular antiguo monasterio carmelita del siglo XVII, que también puedes recorrer para admirar su arquitectura y conocer su historia. Además, estarás rodeado por la belleza del Parque Nacional Desierto de los Leones, donde el senderismo y el ciclismo de montaña son actividades favoritas para quienes buscan aventura y contacto con la naturaleza.

Después de recorrer el museo y explorar el monasterio, puedes disfrutar de una rica comida o comprar algún antojito en la zona. Hay opciones para satisfacer el hambre y recuperar energías antes de seguir descubriendo este rincón lleno de historia.

El Museo de Zapata es un viaje al pasado revolucionario en medio de la naturaleza. Ya sea que vayas por la historia, la arquitectura o la aventura al aire libre, ¡seguro encontrarás algo que te enamore!

Casa Museo Benita Galeana, un viaje por la Lucha Feminista y Social

Si te apasiona la historia de las mujeres que cambiaron México, la Casa Museo Benita Galeana es un lugar que no te puedes perder. Este recinto, ubicado en la casa que habitó la incansable luchadora social, abre sus puertas para sumergirte en la vida de Benita Galeana Lacunza, pionera del feminismo socialista y defensora de los derechos laborales y de las mujeres.

Conocida como “la muchacha de las trenzas”, Benita nació el 10 de septiembre de 1903 y dedicó su vida a luchar por los derechos de las mujeres y los trabajadores. Fue escritora, feminista, sufragista, sindicalista y activista, convirtiéndose en una de las oradoras más influyentes del siglo XX. Su trabajo fue clave para conseguir la jornada laboral de ocho horas, la creación del sistema de seguridad social y el derecho al voto femenino. Además, luchó incansablemente por el acceso a guarderías, la licencia de maternidad y el derecho al aborto.

Benita no solo habló, ¡actuó! Fue militante del Partido Comunista Mexicano desde 1927 y más tarde se unió al Partido Socialista Unificado de México. Compartió lucha y sueños con figuras icónicas como Frida Kahlo, Tina Modotti y Adelina Zendejas Gómez, y juntas fundaron el Frente Único Pro-Derechos de la Mujer, un movimiento crucial para la conquista de la igualdad política para las mujeres mexicanas.

La casa que alguna vez fue el hogar de Benita ahora alberga un espacio que mantiene viva su memoria. El museo, inaugurado en junio del 2000, está dedicado al estudio del movimiento feminista y la lucha social. Su objetivo es seguir impulsando las causas que Benita defendió con tanta pasión.

¿Qué puedes encontrar en la Casa Museo Benita Galeana?

  • Exposiciones Permanentes: Fotografías, óleos, acuarelas y grabados que retratan momentos clave de su vida.
  • Biblioteca con más de 1,500 volúmenes: Temas de historia, movimientos sociales, género, socialismo y literatura te esperan para adentrarte en los ideales que guiaron a Benita.
  • Fototeca: Más de 1,000 imágenes que capturan instantes de su incansable lucha.
  • Exposiciones Itinerantes: Muestras temporales que abordan temas relacionados con los derechos de las mujeres y movimientos sociales.

La Casa Museo Benita Galeana no solo es un lugar para admirar objetos del pasado, sino un espacio vivo de diálogo, aprendizaje y reflexión. Aquí se realizan conferencias, conciertos, cursos y exposiciones de artes visuales que siguen impulsando la emancipación de la mujer y la justicia social.

Este espacio único abre sus puertas de manera gratuita para que, quien así lo desee, pueda conocer y reflexionar sobre la vida y obra de una de las mujeres más importantes en la historia de México. Al recorrer sus salas, sentirás el eco de las luchas que Benita encabezó y entenderás por qué su legado sigue siendo tan relevante hoy en día. ¡Déjate inspirar por su valentía y compromiso!

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Dirección:
 Cerrada Zutano s/n, Colonia Periodista, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada Libre
Horario: Lunes a viernes de 9:00 a 15:00 hrs.
Página Web: benitagaleanacmuse.wixsite.com/casamuseobenita

Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, un recorrido por la vida de la pareja de artistas en San Ángel

Si quieres conocer más a fondo la vida y obra de Diego Rivera y Frida Kahlo, tienes que darte una vuelta por el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Este espacio, ubicado en el encantador barrio de San Ángel, no es solo una casa o un estudio… ¡es una joya arquitectónica que nos transporta a la vida cotidiana de estos icónicos artistas mexicanos!

El museo está compuesto por tres edificaciones: dos casas-estudios y un laboratorio fotográfico, diseñados por el talentoso arquitecto Juan O’Gorman en 1931. Diego y Frida se mudaron aquí en 1934, y aunque sus casas eran independientes —una para Diego y otra para Frida—, estaban conectadas por un pequeño puente en la parte superior, como reflejo de su relación: unidos, pero con espacios propios.

Estas casas son un ejemplo perfecto del funcionalismo arquitectónico: líneas simples, materiales expuestos y estructuras diseñadas para maximizar la utilidad y la estética. Las casas están construidas de hormigón armado, con instalaciones eléctricas visibles y escaleras exteriores helicoidales que le dan un toque de modernidad. ¡Toda una obra maestra que rompió paradigmas en la arquitectura mexicana del siglo XX!

En el estudio de Diego, ubicado en la casa roja y blanca, el muralista pintó la mayor parte de su obra de caballete, acuarelas y bocetos para sus famosos murales. Este espacio, con su doble altura, ventanales de piso a techo y una escalera de concreto en espiral, era perfecto para el trabajo del maestro. Aquí también se exhiben piezas de arte popular y objetos personales que reflejan su fascinación por la cultura mexicana.

La casa azul de Frida, aunque más pequeña y discreta, refleja su estilo único. Su estudio, ubicado en el segundo piso, tenía grandes ventanales que llenaban el espacio de luz natural. Aquí, Frida creó algunas de sus obras más emblemáticas, como Lo que el agua me dio y El difunto Dimas. La cocina y la recámara mantienen un toque cálido, lleno de detalles que hablan de la vida íntima de la pintora.

Después de la muerte de Diego Rivera en 1957, su hija Ruth Rivera Marín heredó la casa y la donó al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que la convirtió en museo en 1986. Desde entonces, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo se ha dedicado a conservar y difundir el legado de estos artistas, así como a analizar la influencia de su generación. Fue restaurado en 1995 y declarado Patrimonio Artístico de la Nación en 1998.

Recorrer este museo es un viaje por la vida de dos gigantes del arte mexicano, pero también una inmersión en la arquitectura funcionalista y la cultura popular. Las cercas de cactos que rodean el conjunto, el mobiliario original y las exposiciones temporales hacen que cada visita sea única. Además, desde las azoteas puedes admirar el paisaje del antiguo San Ángel, lleno de historia y encanto.

Ya sea que seas amante del arte, de la arquitectura o simplemente curiosx por conocer más sobre la vida de Frida y Diego, este museo es una parada obligada. ¡Déjate sorprender por la magia que envuelve estos muros y descubre el corazón creativo de dos de los artistas más importantes de México!

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Dirección:
 Diego Rivera s/n, San Ángel Inn, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $45 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:30 hrs.
Página Web: estudiodiegorivera.inba.gob.mx
Instagram: instagram.com/museoestudiodiegorivera
Facebook: facebook.com/CasaEstudioDRyFK
YouTube: youtube.com/@museocasaestudiodiegorivera
Twitter: x.com/casaestudiodr
TikTok: tiktok.com/@museoestudiodr

Museo de Historia de Tlalpan, un recorrido por la historia y cultura de Tlalpan

¿Sabías que Tlalpan no solo tiene calles encantadoras y mercados coloridos, sino también un museo que resguarda siglos de historia? El Museo de Historia de Tlalpan, ubicado en una majestuosa casona del siglo XIX, es un verdadero viaje al pasado.

Este edificio, conocido como La Casona, fue construido en 1874 después de que las Leyes de Reforma despojaran a la iglesia de San Agustín de las Cuevas de la propiedad. Durante el Porfiriato, la casona no solo fue hogar de familias acomodadas, ¡también fue el lugar donde en 1878 se realizó la primera llamada telefónica de larga distancia en México! Incluso el novelista queretano Heriberto Frías vivió aquí entre 1910 y 1915.

Declarada monumento histórico por el INAH en 1986, La Casona fue adquirida por la Alcaldía de Tlalpan en el año 2000, con la visión de convertirla en un espacio cultural. Finalmente, en 2003 abrió sus puertas como el Museo de Historia de Tlalpan, un lugar donde las exposiciones temporales y actividades culturales acercan a locales y visitantes a la rica historia de la región.

El museo retrata la evolución de Tlalpan desde tiempos prehispánicos, cuando Cuicuilco floreció antes de ser sepultado por la lava del volcán Xitle, hasta la industrialización del siglo XIX, con fábricas de papel y textiles en Santa Úrsula Xitla y el Bosque de Tlalpan.

En 2020, el museo fue renovado para mejorar la experiencia de sus visitantes. Ahora cuenta con un techo retráctil en el patio central, ideal para actividades en cualquier clima, y reveló un sorprendente piso de piedra de cantera verde, que antes se creía exclusiva de Oaxaca.

El museo no solo preserva la memoria histórica de Tlalpan, sino que también ofrece talleres, conferencias y actividades educativas. Además, alberga el Centro de Documentación Histórica, donde cronistas, académicxs y la comunidad trabajan juntxs para mantener viva la historia de la región.

Después de recorrer el museo, ¿qué tal un paseo por la plaza central de Tlalpan? Disfruta de sus cafés, cantinas y antojitos típicos, como unos deliciosos esquites o dulces tradicionales. Además, no olvides visitar el Mercado de La Paz, justo enfrente del museo, para completar una experiencia inolvidable.

No te pierdas este viaje al pasado. El Museo de Historia de Tlalpan te espera para que descubras los secretos y las historias que han dado forma a esta vibrante región!

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Dirección:
 Plaza de la Constitución #10, Tlalpan Centro, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.

La Vegetariana de Han Kang, una reflexión sobre la locura y la libertad…

Existen innumerables razones para dejar de consumir carne y optar por una dieta vegetariana o vegana. Esta decisión puede surgir por compasión y respeto hacia los animales de granja, que suelen ser sacrificados para el consumo humano, o para reducir nuestra huella ambiental, ya que la producción de carne genera grandes cantidades de CO₂ y consume enormes volúmenes de agua. También puede ser parte de una estrategia para bajar de peso o prevenir enfermedades zoonóticas. Además, adoptar una dieta basada en vegetales puede ayudar a controlar la diabetes tipo 2, la gota, la hipertensión, el colesterol y los triglicéridos. Otras razones pueden ser motivaciones espirituales o incluso cuestiones económicas, ya que las dietas vegetarianas suelen ser más accesibles y sostenibles.

Aunque en México, y gran parte de Occidente, cada vez hay más personas vegetarianas, en la Corea del Sur de 2007 esto no era tan común. En aquel entonces, Corea del Sur se estaba alejando de la religión y lo espiritual (antes de 2005, gran parte de la población se consideraba budista o cristiana, pero en el censo de ese año, la mitad de la población declaró no profesar ninguna religión). Además, el consumo de carne se había convertido en una especie de lujo; una forma de demostrar poder adquisitivo al comer carne blanca o roja todos los días.

Yeong-hye era una mujer más común que corriente, sin nada que la hiciera destacar. Cheong, su esposo, la había elegido precisamente porque no sobresalía del resto, lo que le evitaba la presión de parecer más culto o de destacar socialmente. Esta aparente estabilidad les permitió construir una relación sólida y tranquila. Sin embargo, una noche, después de una larga jornada laboral, Cheong encontró a Yeong-hye en la cocina metiendo en una bolsa miles y miles de wones de carne a la basura. Ella estaba absorta en sí misma, como si estuviera sonámbula. Al exigirle una explicación, lo único que ella pudo decir fue que había tenido un sueño.

Desde ese sueño, Yeong-hye nunca volvió a ser la misma. Decidió dejar de consumir carne porque le daba asco su aroma, un rechazo tan profundo que llegó al punto de no querer acostarse con su esposo porque olía a carne. Como era de esperarse, ni a Cheong ni a la familia de Yeong-hye les gustó la idea de que se volviera vegetariana. No solo la tomaron por loca por no darles una razón “válida” para dejar de comer carne —al fin y al cabo, pudo volverse budista—, sino que también buscaron, por todos los medios, obligarla a retomar la carne, lo que desencadenó una serie de consecuencias que afectaron a la mujer y a toda su familia.

La Vegetariana es la tercera novela de Han Kang, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024. Esta novela corta narra la historia de una mujer que, de manera radical, decide —o quizá es forzada por su subconsciente— a dejar de comer carne y adoptar una dieta completamente vegetariana (aunque, en realidad, su estilo de vida parece más cercano al veganismo). Sin embargo, La Vegetariana va más allá de una simple historia sobre el cambio de dieta: nos sumerge en un viaje hacia la locura, o lo que su familia percibe como tal, mientras nos permite explorar la cultura coreana y los recovecos más oscuros de una familia aparentemente normal.

Dividida en tres partes, la novela utiliza el devenir de Yeong-hye como pretexto para adentrarse en la mente y la vida de otros tres personajes. La primera parte, La Vegetariana, está dedicada a Cheong, el esposo de la protagonista; la segunda parte, La Mancha Mongólica, explora la mente y las perversiones del cuñado de Yeong-hye; y la tercera parte, Los Árboles en Llamas, profundiza en la psicología de In-hye, la hermana de la protagonista. Cada una de estas historias fue publicada originalmente como novela corta y, aunque pueden leerse de forma independiente, al hacerlo en el orden propuesto en la novela completa adquieren un sentido y una profundidad únicos, llevándonos por la vida de estos personajes mientras enfrentan la “locura” de Yeong-hye.

La Vegetariana es una reflexión sobre la violencia humana, el deseo, la vergüenza, la empatía y la locura como una forma de romper con lo “normal”. Perotambién es una crítica al papel de las mujeres en sociedades patriarcales que reprimen la individualidad y castigan la disidencia. Yeong-hye, al romper con las normas impuestas, es vista como un peligro para el equilibrio familiar y social, lo que la convierte en víctima de una violencia silenciosa que la empuja a un abismo del que es difícil salir. Han Kang, con una prosa delicada pero demoledora, nos invita a cuestionar los límites de la cordura y la libertad en un entorno donde ser diferente puede ser considerado un acto de rebeldía imperdonable.